McLuhan (1964) planteó que los medios son las extensiones del ser humano y estudió las
consecuencias individuales y sociales de los mismos. Es decir, cualquier tecnología (todo
medio) es una extensión de nuestro cuerpo, mente o ser. Entonces, los medios tecnológicos
son entendidos como herramientas que extienden las habilidades humanas. Por ejemplo, el
pedal es una extensión del pie, pero no sólo los objetos creados por el hombre son
extensiones. También son extensiones la publicidad, los juegos, la automatización, la palabra
hablada y escrita, etc. Es decir, para McLuhan nos encontramos en un mundo lleno de
extensiones múltiples y diversas.
Es habitual que pensemos que los medios no son sino fuentes a través de las cuales recibimos
un mensaje, pero McLuhan planteó que el medio y el mensaje funcionan conjuntamente,
comprometidos en mayor o menor medida, puesto que uno puede contener al otro. En este
sentido podemos decir que no hay mensaje sin medio, pero sí puede existir un medio sin
mensaje, es decir, un medio sin contenido. Además, si entendemos el mensaje sólo en termino
de contenido o información dejamos de lado el poder que tiene un medio de modificar las
actividades y relaciones humanas. Entonces, “el medio es el mensaje” significa que más que
el contenido de las palabras o de las imágenes, lo que queda de un medio es su efecto, la
forma en que moldea a sus usuarios a nivel físico, cambiando facilidades, rutinas, y modos de
percepción. Es decir, los medios ejercen una fuerte influencia sobre nosotros, individual y
colectivamente, por ejemplo, afectando nuestra manera de percibir la realidad. Entonces,
prestamos atención al contenido e ignoramos al medio pero, en realidad, es éste el que juega
el papel más significativo, el que tiene un efecto mayor.
La frase de McLuhan “el medio es el mensaje” podemos reconocerla, por ejemplo, en los
comentarios de la antropóloga Montagu (1958, p. 62): “en la enseñanza, el método, y no el
contenido, constituye el mensaje”……..“el proceso de culturizar a una persona no depende de
la transmisión del conocimiento, sino de la manera en que el profesor lo transmite”. En esta
misma línea, Churchill dijo “damos forma a nuestros edificios, y ellos nos dan forma a
nosotros” (Time Magazine, 1960). También, Culkin (1967, p. 52) –colega de McLuhan en la
Fordham University– para explicar el enfoque de McLuhan señalaba que “formamos nuestras
herramientas y luego ellas nos forman. Con respecto a la frase de Culkin, podemos señalar
que a mediados del Siglo XV Gutenberg inventó los tipos móviles que después hicieron
posible la imprenta. Los libros obligaron a los seres humanos a comprender en forma lineal,
uniforme, concatenada y continua. Al respecto, podemos pensar la estructuración del
pensamiento en la lectura de un libro, a partir de los siguientes aspectos: página escrita,
bordes, márgenes y renglones (McLuhan, 1962). En cambio, en la actualidad, las TICs
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