Metales tóxicos en joyas y bisutería

Conoce los metales tóxicos que se usan para hacer joyas y bisutería. Todo lo que debes saber antes de comprar joyas personalizadas y todo tipo de anillos, collares o pulseras de bisutería. Busca una tienda de confianza!

1. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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Los metales tóxicos en joyería y
1. Introducción
Los productos de joyería y bisutería pueden
níquel, cobalto, cadmio y antimonio.
Según indica la norma EN 1811:1998 + A1:2008 (actualmente en revisión según prEN 1811:
July 2009), los metales “per se” no son tóxicos (toxicidad cutánea) sino que se debe
un proceso que transcurre en dos etapas:
- Solubilizado del metal bajo forma iónica por efecto del sudor (epidermis) o de los
fluidos corporales (dermis)
- Absorción de las sales solubles a través de la superficie de la piel, o de los tejidos
dérmicos interiores caso que exista perforación
Son precisamente estas sales solubles (mayoritariamente óxidos, hidróxidos y cloruros) las
causantes de las diferentes patologías descritas en los Reglamentos (CE) nº 1907/2006 o
REACH y (CE) nº 1272/2008 (modificaci
clasificaciones en función del tipo de patología que generan:
- Alergénicos (sensibilización cutánea): níquel y cobalto
- Toxicidad extrema (múltiples peligros): cadmio y antimonio
El presente informe se estructura según el tipo de material que puede contener uno o más
metales tóxicos, al tiempo que explica las causas de su presencia. De este modo se establecen
las siguientes partes:
o Aleaciones de metal precioso
1. Oro amarillo
2. Oro blanco
3. Platino
4. Plata
5. Joyería hueca (electroforming)
o Recubrimientos sobre aleaciones de
6. Recubrimientos sobre oro amarillo
7. Recubrimientos sobre oro blanco
8. Recubrimientos sobre plata
Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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Los metales tóxicos en joyería y
bisutería


Los productos de joyería y bisutería pueden incorporar básicamente cuatro metales tóxicos:
níquel, cobalto, cadmio y antimonio.
Según indica la norma EN 1811:1998 + A1:2008 (actualmente en revisión según prEN 1811:
July 2009), los metales “per se” no son tóxicos (toxicidad cutánea) sino que se debe
un proceso que transcurre en dos etapas:
Solubilizado del metal bajo forma iónica por efecto del sudor (epidermis) o de los
fluidos corporales (dermis)
Absorción de las sales solubles a través de la superficie de la piel, o de los tejidos
interiores caso que exista perforación
Son precisamente estas sales solubles (mayoritariamente óxidos, hidróxidos y cloruros) las
causantes de las diferentes patologías descritas en los Reglamentos (CE) nº 1907/2006 o
REACH y (CE) nº 1272/2008 (modificación de REACH). Los metales tóxicos se agrupan en dos
clasificaciones en función del tipo de patología que generan:
Alergénicos (sensibilización cutánea): níquel y cobalto
Toxicidad extrema (múltiples peligros): cadmio y antimonio
uctura según el tipo de material que puede contener uno o más
metales tóxicos, al tiempo que explica las causas de su presencia. De este modo se establecen
Aleaciones de metal precioso

hueca (electroforming)
Recubrimientos sobre aleaciones de metales preciosos
Recubrimientos sobre oro amarillo
Recubrimientos sobre oro blanco
Recubrimientos sobre plata
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Los metales tóxicos en joyería y
incorporar básicamente cuatro metales tóxicos:
Según indica la norma EN 1811:1998 + A1:2008 (actualmente en revisión según prEN 1811:
July 2009), los metales “per se” no son tóxicos (toxicidad cutánea) sino que se debe producir
Solubilizado del metal bajo forma iónica por efecto del sudor (epidermis) o de los
Absorción de las sales solubles a través de la superficie de la piel, o de los tejidos
Son precisamente estas sales solubles (mayoritariamente óxidos, hidróxidos y cloruros) las
causantes de las diferentes patologías descritas en los Reglamentos (CE) nº 1907/2006 o
ón de REACH). Los metales tóxicos se agrupan en dos
uctura según el tipo de material que puede contener uno o más
metales tóxicos, al tiempo que explica las causas de su presencia. De este modo se establecen

2. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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o Soldaduras en metales preciosos
9. Soldaduras de oro y plata
o Secuencias de recubrimientos
10. Bisutería (joyería de fantasía)

2. Aleaciones de metal precioso
1) Oro amarillo
Se trata de una aleación constituida tradicionalmente por oro, plata y cobre, conteniendo una
proporción de oro del 75 % (18 k) o del 58,5 % (14 k).
La norma ISO 8654: 1987 establec
coordenadas cromáticas características obtenidas variando la proporción de estos tres
aleantes. Las coloraciones varían desde el amarillo
Además incorpora bajos rangos (de 0,
características, tales como:
- Dureza: mediante PMG (o “platinum metals group”) como rutenio, rodio, iridio o
paladio
- Finura de grano: iridio y circonio
- Desoxidación: itrio, boro o cinc
- Fluidez (facilidad de moldeado): cinc
Sin embargo, la carestía de las materias primas ha conducido a la sustitución de los PMG, la
plata o incluso el cobre por otros metales que consigan similares efectos a menor precio. Las
consecuencias son: la modificación la calidad del
indeseables ligados a su toxicidad. Así ocurre con:
- Color: níquel, cobalto y cadmio
- Dureza: cobalto
- Finura de grano: cobalto y níquel
- Desoxidación y fluidez: cadmio e indio
Generalmente, el cadmio se usa como aleante en
diferentes tonalidades de color tales como: amarillo

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Soldaduras en metales preciosos
Soldaduras de oro y plata
Secuencias de recubrimientos
Bisutería (joyería de fantasía)
Aleaciones de metal precioso
Se trata de una aleación constituida tradicionalmente por oro, plata y cobre, conteniendo una
proporción de oro del 75 % (18 k) o del 58,5 % (14 k).
La norma ISO 8654: 1987 establece seis designaciones de color (de 0N a 5N) en función de las
coordenadas cromáticas características obtenidas variando la proporción de estos tres
aleantes. Las coloraciones varían desde el amarillo-verde hasta el rojo.
Además incorpora bajos rangos (de 0,5 a 10 milésimas) de otros metales para mejorar sus
Dureza: mediante PMG (o “platinum metals group”) como rutenio, rodio, iridio o
Finura de grano: iridio y circonio
Desoxidación: itrio, boro o cinc
de moldeado): cinc
Sin embargo, la carestía de las materias primas ha conducido a la sustitución de los PMG, la
plata o incluso el cobre por otros metales que consigan similares efectos a menor precio. Las
consecuencias son: la modificación la calidad del producto y la aparición de efectos
indeseables ligados a su toxicidad. Así ocurre con:
Color: níquel, cobalto y cadmio
Finura de grano: cobalto y níquel
Desoxidación y fluidez: cadmio e indio
Generalmente, el cadmio se usa como aleante en sustitución de la plata para la obtención de
diferentes tonalidades de color tales como: amarillo-pálido (1N, 2N) o rosado (4N).
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Se trata de una aleación constituida tradicionalmente por oro, plata y cobre, conteniendo una
e seis designaciones de color (de 0N a 5N) en función de las
coordenadas cromáticas características obtenidas variando la proporción de estos tres
5 a 10 milésimas) de otros metales para mejorar sus
Dureza: mediante PMG (o “platinum metals group”) como rutenio, rodio, iridio o
Sin embargo, la carestía de las materias primas ha conducido a la sustitución de los PMG, la
plata o incluso el cobre por otros metales que consigan similares efectos a menor precio. Las
producto y la aparición de efectos
sustitución de la plata para la obtención de
pálido (1N, 2N) o rosado (4N).

3. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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Las aleaciones de oro amarillo pueden incorporar a su vez recubrimientos de oro, igualmente
aleado, que se aplican de forma
recubrimientos se les exige una tonalidad de color uniforme y constante, además de garantizar
quilatajes locales mínimos no inferiores a 18 k. Los aleantes más frecuentes son: hierro, indio,
cobalto, níquel y cadmio (ver apartado de “Recubrimientos sobre aleaciones de metal
precioso”).

2) Oro blanco
Esta aleación ha estado constituida tradicionalmente por oro, plata, cobre y paladio. La
carestía de la plata y el paladio ha llevado a su sustitución por otros metales blanqueantes
tales como el estaño, indio, cadmio, cinc y, sobre todo, níquel. En la act
está inundado de aleaciones que contienen proporciones inusuales de níquel: entre el 5 y el 10
% (50 – 100 milésimas).
Esta práctica ha disparado la hiperestesia de la población mundial hacia su sensibilización
permanente, o alergia de tipo IV, provocando la aparición de
- Lesiones dérmicas locales: dermatitis alérgica, psoriasis y eccemas
- Efectos sintomáticos difusos propios de las penetraciones intradérmicas: neuralgia,
depresión, fatiga crónica, insomnio, etc.
Los productos de joyería en oro blanco incorporan en su mayoría recubrimientos de rodio que
ejercen un efecto de pantalla hacia la liberación del níquel, enmascarando su evaluación según
el método de ensayo descrito en la norma EN 1811: 1999 + A1: 2008 (actualmente en revisión
según prEN 1811: Julio 2009).
Sin embargo, el texto de las Directivas 94/27/CE y 2004/96/CE (actualmente incorporadas al
Anexo XVII del Reglamento nº 1907/2006 o REACH) especifica que todo recubrimiento que
ejerza un efecto de pantalla hacia la liberación de
liberación establecidos (según el caso: 0,5 o 0,2 µg/cm2/semana) no sean superados durante
un período de al menos 2 años de utilización normal de la joya.
Dada la extrema delgadez de los recubrimientos de rodio
de pantalla solo resulta efectivo durante períodos reducidos de tiempo, generalmente
inferiores a los 2 años, por efecto del rozamiento y desgaste que sufre la joya. Cuando el rodio
desaparece el problema se manifiesta
Lo anteriormente citado es igualmente válido para la liberación de otros metales tóxicos que
pudieran estar presentes en la aleación de oro blanco o sus soldaduras, tales como el cobalto o
el cadmio.


1
www.sabater-tobella.com, Alergia a metales. Nota informativa 53
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Las aleaciones de oro amarillo pueden incorporar a su vez recubrimientos de oro, igualmente
aleado, que se aplican de forma selectiva para la consecución de efectos multicolor. A estos
recubrimientos se les exige una tonalidad de color uniforme y constante, además de garantizar
quilatajes locales mínimos no inferiores a 18 k. Los aleantes más frecuentes son: hierro, indio,
lto, níquel y cadmio (ver apartado de “Recubrimientos sobre aleaciones de metal
Esta aleación ha estado constituida tradicionalmente por oro, plata, cobre y paladio. La
carestía de la plata y el paladio ha llevado a su sustitución por otros metales blanqueantes
tales como el estaño, indio, cadmio, cinc y, sobre todo, níquel. En la actualidad, el mercado
está inundado de aleaciones que contienen proporciones inusuales de níquel: entre el 5 y el 10
Esta práctica ha disparado la hiperestesia de la población mundial hacia su sensibilización
tipo IV, provocando la aparición de
1
:
Lesiones dérmicas locales: dermatitis alérgica, psoriasis y eccemas
Efectos sintomáticos difusos propios de las penetraciones intradérmicas: neuralgia,
depresión, fatiga crónica, insomnio, etc.
en oro blanco incorporan en su mayoría recubrimientos de rodio que
ejercen un efecto de pantalla hacia la liberación del níquel, enmascarando su evaluación según
el método de ensayo descrito en la norma EN 1811: 1999 + A1: 2008 (actualmente en revisión
gún prEN 1811: Julio 2009).
Sin embargo, el texto de las Directivas 94/27/CE y 2004/96/CE (actualmente incorporadas al
Anexo XVII del Reglamento nº 1907/2006 o REACH) especifica que todo recubrimiento que
ejerza un efecto de pantalla hacia la liberación del níquel debe garantizar que los umbrales de
liberación establecidos (según el caso: 0,5 o 0,2 µg/cm2/semana) no sean superados durante
un período de al menos 2 años de utilización normal de la joya.
Dada la extrema delgadez de los recubrimientos de rodio (del orden de 0,1- 0,5 µm), su efecto
de pantalla solo resulta efectivo durante períodos reducidos de tiempo, generalmente
inferiores a los 2 años, por efecto del rozamiento y desgaste que sufre la joya. Cuando el rodio
desaparece el problema se manifiesta con toda su intensidad.
Lo anteriormente citado es igualmente válido para la liberación de otros metales tóxicos que
pudieran estar presentes en la aleación de oro blanco o sus soldaduras, tales como el cobalto o

, Alergia a metales. Nota informativa 53
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Las aleaciones de oro amarillo pueden incorporar a su vez recubrimientos de oro, igualmente
selectiva para la consecución de efectos multicolor. A estos
recubrimientos se les exige una tonalidad de color uniforme y constante, además de garantizar
quilatajes locales mínimos no inferiores a 18 k. Los aleantes más frecuentes son: hierro, indio,
lto, níquel y cadmio (ver apartado de “Recubrimientos sobre aleaciones de metal
Esta aleación ha estado constituida tradicionalmente por oro, plata, cobre y paladio. La
carestía de la plata y el paladio ha llevado a su sustitución por otros metales blanqueantes
ualidad, el mercado
está inundado de aleaciones que contienen proporciones inusuales de níquel: entre el 5 y el 10
Esta práctica ha disparado la hiperestesia de la población mundial hacia su sensibilización
Efectos sintomáticos difusos propios de las penetraciones intradérmicas: neuralgia,
en oro blanco incorporan en su mayoría recubrimientos de rodio que
ejercen un efecto de pantalla hacia la liberación del níquel, enmascarando su evaluación según
el método de ensayo descrito en la norma EN 1811: 1999 + A1: 2008 (actualmente en revisión
Sin embargo, el texto de las Directivas 94/27/CE y 2004/96/CE (actualmente incorporadas al
Anexo XVII del Reglamento nº 1907/2006 o REACH) especifica que todo recubrimiento que
l níquel debe garantizar que los umbrales de
liberación establecidos (según el caso: 0,5 o 0,2 µg/cm2/semana) no sean superados durante
0,5 µm), su efecto
de pantalla solo resulta efectivo durante períodos reducidos de tiempo, generalmente
inferiores a los 2 años, por efecto del rozamiento y desgaste que sufre la joya. Cuando el rodio
Lo anteriormente citado es igualmente válido para la liberación de otros metales tóxicos que
pudieran estar presentes en la aleación de oro blanco o sus soldaduras, tales como el cobalto o

4. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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3) Platino
El platino se alea con un 5% (50 milésimas) de cobre, iridio o rutenio.
Existen nuevas aleaciones para la fabricación de joyería por mecanizado que incorporan
además wolframio (platino-wolframio
El cobalto también es un aleante frecuente d
cobalto está más extendido en aplicaciones industriales que en joyería.
4) Plata
La plata tradicional o “sterling” es una aleación de plata y cobre con una proporción de plata
del 92,5 % (925 milésimas). Otr
milésimas) de plata.
Las aleaciones de plata incorporan bajos rangos (hasta 40 milésimas) de otros metales para
mejorar sus características, tales como:
- Dureza: estaño
- Desoxidación y fluidez: cin
- Resistencia al ennegrecimiento (“antitarnish”): cinc + estaño + indio o cinc + estaño +
germanio
Las aleaciones de plata son por lo general mates, problema que se acentúa en el caso de las
aleaciones “antitarnish”. Este aspecto no mejora sustancialmente
Por ello se aplica como acabado un recubrimiento de plata electrolítica de alto brillo.
Adicionalmente, se les puede dar un recubrimiento final de rodio para conferirles un aspecto
similar al del oro blanco. Sin embargo está muy e
sobre la plata base un recubrimiento de aleación plata
hace pasar como sucedáneo del rodio (ver apartado de “Recubrimientos sobre aleaciones de
metal precioso”).
Un caso singular lo constituyen las aleaciones plata
la India, con contenidos de cadmio variables entre el 5 y el 15 % (50
Este material procede del reciclaje de acumuladores de alta densidad de energía y de
electrodos de soldadura, en donde se recupera una plata aleada con cadmio que es reutilizada
íntegramente en la fabricación de joyería.
Puntualmente de han detectado aleaciones de plata conteniendo proporciones de níquel
variables entre el 0,5 y el 1 % (5

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El platino se alea con un 5% (50 milésimas) de cobre, iridio o rutenio.
Existen nuevas aleaciones para la fabricación de joyería por mecanizado que incorporan
wolframio-cobre-rutenio).
El cobalto también es un aleante frecuente del platino, aunque el uso de las aleaciones platino
cobalto está más extendido en aplicaciones industriales que en joyería.
La plata tradicional o “sterling” es una aleación de plata y cobre con una proporción de plata
del 92,5 % (925 milésimas). Otras aleaciones menos usadas en joyería contienen un 80 % (800
Las aleaciones de plata incorporan bajos rangos (hasta 40 milésimas) de otros metales para
mejorar sus características, tales como:
Desoxidación y fluidez: cinc
Resistencia al ennegrecimiento (“antitarnish”): cinc + estaño + indio o cinc + estaño +
Las aleaciones de plata son por lo general mates, problema que se acentúa en el caso de las
aleaciones “antitarnish”. Este aspecto no mejora sustancialmente mediante pulido mecánico.
Por ello se aplica como acabado un recubrimiento de plata electrolítica de alto brillo.
Adicionalmente, se les puede dar un recubrimiento final de rodio para conferirles un aspecto
similar al del oro blanco. Sin embargo está muy extendida la práctica de aplicar directamente
sobre la plata base un recubrimiento de aleación plata-antimonio que, por su apariencia, se le
hace pasar como sucedáneo del rodio (ver apartado de “Recubrimientos sobre aleaciones de
ingular lo constituyen las aleaciones plata-cadmio, mayoritariamente procedentes de
la India, con contenidos de cadmio variables entre el 5 y el 15 % (50-150 milésimas).
Este material procede del reciclaje de acumuladores de alta densidad de energía y de
lectrodos de soldadura, en donde se recupera una plata aleada con cadmio que es reutilizada
íntegramente en la fabricación de joyería.
Puntualmente de han detectado aleaciones de plata conteniendo proporciones de níquel
variables entre el 0,5 y el 1 % (5 - 10 milésimas).

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Existen nuevas aleaciones para la fabricación de joyería por mecanizado que incorporan
el platino, aunque el uso de las aleaciones platino-
La plata tradicional o “sterling” es una aleación de plata y cobre con una proporción de plata
as aleaciones menos usadas en joyería contienen un 80 % (800
Las aleaciones de plata incorporan bajos rangos (hasta 40 milésimas) de otros metales para
Resistencia al ennegrecimiento (“antitarnish”): cinc + estaño + indio o cinc + estaño +
Las aleaciones de plata son por lo general mates, problema que se acentúa en el caso de las
mediante pulido mecánico.
Por ello se aplica como acabado un recubrimiento de plata electrolítica de alto brillo.
Adicionalmente, se les puede dar un recubrimiento final de rodio para conferirles un aspecto
xtendida la práctica de aplicar directamente
antimonio que, por su apariencia, se le
hace pasar como sucedáneo del rodio (ver apartado de “Recubrimientos sobre aleaciones de
cadmio, mayoritariamente procedentes de
150 milésimas).
Este material procede del reciclaje de acumuladores de alta densidad de energía y de
lectrodos de soldadura, en donde se recupera una plata aleada con cadmio que es reutilizada
Puntualmente de han detectado aleaciones de plata conteniendo proporciones de níquel

5. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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5) Joyería hueca (electroforming)
Los objetos de joyería hueca por electroforming se obtienen a partir de baños que
proporcionan capas espesas de aleaciones ternarias de oro
oro-cobre-plata-cadmio, con quilat
densidad de corriente aplicada y el contenido en cadmio.
En la actualidad es posible obtener aleaciones binarias y ternarias exentas de cadmio de
diferentes quilatajes:
- Aleaciones de oro y plata: 14 k
- Aleaciones de oro y cobre: de 14 a 18 k
- Aleaciones de oro, cobre y paladio: superiores a 22 k
Estas aleaciones han sido desarrolladas con el objetivo de que determinados productos que
incorporan elementos eléctricos o electrónicos (p. ej.: la industria relojer
joya como la telefonía móvil) puedan cumplir con las restricciones impuestas por la Directiva
Europea RoHS (2002/95/CE) y la Decisión de la Comisión que la modifica (2005/618/CE). En
este caso la presencia de cadmio se limita a un umbra
milésimas) en materiales homogéneos.

3. Recubrimientos sobre aleaciones de metales preciosos
Los recubrimientos sobre aleaciones de metal precioso, generalmente oro y plata, son
acabados destinados a modificar el aspecto de
y oro blanco) o bien por razones de economía (plata tipo “Vermeil”).
Cuando un recubrimiento contiene un metal tóxico, éste no se encuentra uniformemente
distribuido en toda la joya sino concentrado a lo lar
metal tóxico ejerce una acción local muy pronunciada potenciando las diferentes patologías
que su liberación puede causar.
La permanencia del problema puede ser de corta, media o larga duración en función del
espesor del recubrimiento:
- Los espesores inferiores a 0,1 µm por lo general dan lugar a permanencias de corta
duración hasta su completa desaparición por desgaste.
- Los espesores comprendidos entre 0,1 y 1 µm suelen generar permanencias superiores
a 1 año, variando en función de su resistencia al desgaste.
- Los espesores mayores a 1 µm, y sobre todo los superiores a 3 µm (caso del chapado
en oro), pueden generar permanencias desde muy prolongadas a perennes.

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Joyería hueca (electroforming)
Los objetos de joyería hueca por electroforming se obtienen a partir de baños que
proporcionan capas espesas de aleaciones ternarias de oro-cobre-cadmio y cuaternarias de
cadmio, con quilatajes comprendidos entre 18 y 21 k en función de la
densidad de corriente aplicada y el contenido en cadmio.
En la actualidad es posible obtener aleaciones binarias y ternarias exentas de cadmio de
Aleaciones de oro y plata: 14 k
ciones de oro y cobre: de 14 a 18 k
Aleaciones de oro, cobre y paladio: superiores a 22 k
Estas aleaciones han sido desarrolladas con el objetivo de que determinados productos que
incorporan elementos eléctricos o electrónicos (p. ej.: la industria relojera, o la de objetos
joya como la telefonía móvil) puedan cumplir con las restricciones impuestas por la Directiva
Europea RoHS (2002/95/CE) y la Decisión de la Comisión que la modifica (2005/618/CE). En
este caso la presencia de cadmio se limita a un umbral máximo del 0,01 % en masa (0,1
milésimas) en materiales homogéneos.
Recubrimientos sobre aleaciones de metales preciosos
Los recubrimientos sobre aleaciones de metal precioso, generalmente oro y plata, son
acabados destinados a modificar el aspecto de la joya bien por motivos estéticos (oro amarillo
y oro blanco) o bien por razones de economía (plata tipo “Vermeil”).
Cuando un recubrimiento contiene un metal tóxico, éste no se encuentra uniformemente
distribuido en toda la joya sino concentrado a lo largo de toda su superficie. De este modo, el
metal tóxico ejerce una acción local muy pronunciada potenciando las diferentes patologías
que su liberación puede causar.
La permanencia del problema puede ser de corta, media o larga duración en función del
Los espesores inferiores a 0,1 µm por lo general dan lugar a permanencias de corta
duración hasta su completa desaparición por desgaste.
Los espesores comprendidos entre 0,1 y 1 µm suelen generar permanencias superiores
iando en función de su resistencia al desgaste.
Los espesores mayores a 1 µm, y sobre todo los superiores a 3 µm (caso del chapado
en oro), pueden generar permanencias desde muy prolongadas a perennes.
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Los objetos de joyería hueca por electroforming se obtienen a partir de baños que
cadmio y cuaternarias de
ajes comprendidos entre 18 y 21 k en función de la
En la actualidad es posible obtener aleaciones binarias y ternarias exentas de cadmio de
Estas aleaciones han sido desarrolladas con el objetivo de que determinados productos que
a, o la de objetos-
joya como la telefonía móvil) puedan cumplir con las restricciones impuestas por la Directiva
Europea RoHS (2002/95/CE) y la Decisión de la Comisión que la modifica (2005/618/CE). En
l máximo del 0,01 % en masa (0,1
Los recubrimientos sobre aleaciones de metal precioso, generalmente oro y plata, son
la joya bien por motivos estéticos (oro amarillo
Cuando un recubrimiento contiene un metal tóxico, éste no se encuentra uniformemente
go de toda su superficie. De este modo, el
metal tóxico ejerce una acción local muy pronunciada potenciando las diferentes patologías
La permanencia del problema puede ser de corta, media o larga duración en función del
Los espesores inferiores a 0,1 µm por lo general dan lugar a permanencias de corta
Los espesores comprendidos entre 0,1 y 1 µm suelen generar permanencias superiores
Los espesores mayores a 1 µm, y sobre todo los superiores a 3 µm (caso del chapado
en oro), pueden generar permanencias desde muy prolongadas a perennes.

6. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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6) Recubrimientos sobre oro amarillo
Los objetos de joyería fabricados en oro amarillo pueden incorporar a su vez delgados
recubrimientos decorativos de oro (espesor inferior a 0,5 micras). Estos recubrimientos suelen
ser aplicados de forma selectiva con el fin de obtener acabados multicolores.
Tales recubrimientos, igualmente utilizados en bisutería (ver apartado de “Secuencias de
recubrimientos”), pueden ser de oro puro (24 k) o aleado con diferentes metales para la
consecución de diversas tonalidades de elevado quilataje (22 a 23,5 k):
- Aleación oro-níquel: amarillo intenso
- Aleación oro-plata: amarillo verde
- Aleación oro-paladio: rosa champagne
- Aleación oro-cobalto: amarillo intenso
- Aleación oro-cobre: amarillo rojizo

7) Recubrimientos sobre oro blanco
Tal como se ha indicado anteriormente (ver apartado 2 de
suelen incorporar un recubrimiento de rodio comprendido entre 0,1 y 0,5 µm para conferirle
un aspecto de mayor blancura y brillo.
Si la aleación de oro blanco, o su soldadura, contienen algún metal tóxico como níquel, cobalto
o cadmio, el recubrimiento de rodio actúa a modo de pantalla hacia su liberación bajo la acción
del sudor. Dada la dureza del rodio, este efecto de pantalla puede enmascarar los ensayos de
liberación realizados al amparo de las Directivas 94/27/CE y 2004
Reglamento nº 1907/2006 (REACH).
De este modo, los ensayos realizados mediante las normas EN 12472: 2005 y EN 1811: 1999 +
A1: 2008, tal como instruyen las Comunicaciones de la Comisión 1999/C 205/05 y 2007/C
60/02, pueden dar resultados negativos.
Sin embargo tales resultados no garantizan el cumplimiento de las Directivas del níquel o el
Reglamento REACH, ya que estas exigen garantías para que los umbrales de liberación del
metal tóxico no sean superados durante un período de al
de la joya.

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Recubrimientos sobre oro amarillo
oyería fabricados en oro amarillo pueden incorporar a su vez delgados
recubrimientos decorativos de oro (espesor inferior a 0,5 micras). Estos recubrimientos suelen
ser aplicados de forma selectiva con el fin de obtener acabados multicolores.
mientos, igualmente utilizados en bisutería (ver apartado de “Secuencias de
recubrimientos”), pueden ser de oro puro (24 k) o aleado con diferentes metales para la
consecución de diversas tonalidades de elevado quilataje (22 a 23,5 k):
amarillo intenso
plata: amarillo verde
paladio: rosa champagne
cobalto: amarillo intenso
cobre: amarillo rojizo
Recubrimientos sobre oro blanco
Tal como se ha indicado anteriormente (ver apartado 2 de “Oro blanco”) estas aleaciones
suelen incorporar un recubrimiento de rodio comprendido entre 0,1 y 0,5 µm para conferirle
un aspecto de mayor blancura y brillo.
Si la aleación de oro blanco, o su soldadura, contienen algún metal tóxico como níquel, cobalto
o cadmio, el recubrimiento de rodio actúa a modo de pantalla hacia su liberación bajo la acción
del sudor. Dada la dureza del rodio, este efecto de pantalla puede enmascarar los ensayos de
liberación realizados al amparo de las Directivas 94/27/CE y 2004/96/CE o Anexo XVII del
Reglamento nº 1907/2006 (REACH).
De este modo, los ensayos realizados mediante las normas EN 12472: 2005 y EN 1811: 1999 +
A1: 2008, tal como instruyen las Comunicaciones de la Comisión 1999/C 205/05 y 2007/C
ltados negativos.
Sin embargo tales resultados no garantizan el cumplimiento de las Directivas del níquel o el
Reglamento REACH, ya que estas exigen garantías para que los umbrales de liberación del
metal tóxico no sean superados durante un período de al menos 2 años de utilización normal

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oyería fabricados en oro amarillo pueden incorporar a su vez delgados
recubrimientos decorativos de oro (espesor inferior a 0,5 micras). Estos recubrimientos suelen

mientos, igualmente utilizados en bisutería (ver apartado de “Secuencias de
recubrimientos”), pueden ser de oro puro (24 k) o aleado con diferentes metales para la
“Oro blanco”) estas aleaciones
suelen incorporar un recubrimiento de rodio comprendido entre 0,1 y 0,5 µm para conferirle
Si la aleación de oro blanco, o su soldadura, contienen algún metal tóxico como níquel, cobalto
o cadmio, el recubrimiento de rodio actúa a modo de pantalla hacia su liberación bajo la acción
del sudor. Dada la dureza del rodio, este efecto de pantalla puede enmascarar los ensayos de
/96/CE o Anexo XVII del
De este modo, los ensayos realizados mediante las normas EN 12472: 2005 y EN 1811: 1999 +
A1: 2008, tal como instruyen las Comunicaciones de la Comisión 1999/C 205/05 y 2007/C
Sin embargo tales resultados no garantizan el cumplimiento de las Directivas del níquel o el
Reglamento REACH, ya que estas exigen garantías para que los umbrales de liberación del
menos 2 años de utilización normal

7. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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8) Recubrimientos sobre plata
Tal como se indicó anteriormente (ver apartado 3 de “Plata”), para realzar el brillo de las
aleaciones de plata se utiliza un recubrimiento electrolítico de plata pura (100%) no
µm. Adicionalmente, puede ser aplicado un recubrimiento de rodio para conferirle un aspecto
similar al obtenido con las aleaciones de oro blanco.
Actualmente se ha extendido la práctica de aplicar directamente sobre la plata base un
recubrimiento de aleación plata
milésimas) que, por su apariencia, se le hace pasar como sucedáneo del rodio.
La toxicidad del antimonio es comparable a la del cadmio cuando, en contacto con el sudor, se
transforma en tricloruro o pentacloruro de antimonio.
Otro recubrimiento de interés es el de rutenio que confiere a la plata una tonalidad gris
oscura muy apreciada. Siendo éste un metal poroso y duro, a la vez que quebradizo, se aplica
en bajos espesores, generalmente de 0,1
pueden formular con aditivos de tinte para que, una vez adsorbidos por la porosidad, reforzar
su tonalidad oscura.
El rutenio requiere de una subcapa más blanca con el fin de reforzar su
ello subcapas de paladio de 0,2
recubrimientos tan delgada, previo al paladio se deposita una subcapa de oro aleado con plata
de 1 µm de espesor.
Siendo el rutenio un metal preci
toxicidad cutánea para sus sales formadas al contacto con el sudor.
También están muy extendidos los acabados denominados “Vermeil” que consisten en
depositar un chapado en oro, de espesor variabl
plateada.
Para obtener unos espesores tan elevados, se aplican generalmente tres secuencias de
recubrimientos de oro de diferentes quilatajes: 14 k
es la más interna de 14 k, a base de una aleación ternaria de oro
intermedia de 18 k también puede estar constituida por el mismo tipo de aleación oro
cadmio. La capa más externa de 23
múltiples aleaciones de oro en donde el cobalto y el níquel juegan un papel predominante
(para mayor detalle ver apartado 10 de “Bisutería”, subapartado a) de “Recubrimientos de oro
decorativo”).
Menos frecuentes, y solo detectados hasta el momento en productos
recubrimientos de paladio y los de aleación de estaño
Los recubrimientos de paladio proporcionan a la plata una tonalidad más blanquecina.
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Recubrimientos sobre plata
Tal como se indicó anteriormente (ver apartado 3 de “Plata”), para realzar el brillo de las
aleaciones de plata se utiliza un recubrimiento electrolítico de plata pura (100%) no
µm. Adicionalmente, puede ser aplicado un recubrimiento de rodio para conferirle un aspecto
similar al obtenido con las aleaciones de oro blanco.
Actualmente se ha extendido la práctica de aplicar directamente sobre la plata base un
ento de aleación plata-antimonio con un contenido en este metal del 1 al 3 % (10
milésimas) que, por su apariencia, se le hace pasar como sucedáneo del rodio.
La toxicidad del antimonio es comparable a la del cadmio cuando, en contacto con el sudor, se
transforma en tricloruro o pentacloruro de antimonio.
Otro recubrimiento de interés es el de rutenio que confiere a la plata una tonalidad gris
oscura muy apreciada. Siendo éste un metal poroso y duro, a la vez que quebradizo, se aplica
, generalmente de 0,1 - 0,2 µm y nunca superiores a 1µm. Los baños se
pueden formular con aditivos de tinte para que, una vez adsorbidos por la porosidad, reforzar
El rutenio requiere de una subcapa más blanca con el fin de reforzar su brillo, aplicándose para
ello subcapas de paladio de 0,2 - 0,3 µm de espesor. Para reforzar una secuencia de
recubrimientos tan delgada, previo al paladio se deposita una subcapa de oro aleado con plata
Siendo el rutenio un metal precioso tipo PMG (o “platinum metals group”), no se ha descrito
toxicidad cutánea para sus sales formadas al contacto con el sudor.
También están muy extendidos los acabados denominados “Vermeil” que consisten en
depositar un chapado en oro, de espesor variable entre 3 y 15 µm, sobre la plata previamente
Para obtener unos espesores tan elevados, se aplican generalmente tres secuencias de
recubrimientos de oro de diferentes quilatajes: 14 k – 18 k – 23,5 k. La capa de mayor espesor
14 k, a base de una aleación ternaria de oro-cobre
intermedia de 18 k también puede estar constituida por el mismo tipo de aleación oro
cadmio. La capa más externa de 23 - 23,5 k es la más delgada y puede estar constituida por
les aleaciones de oro en donde el cobalto y el níquel juegan un papel predominante
(para mayor detalle ver apartado 10 de “Bisutería”, subapartado a) de “Recubrimientos de oro
Menos frecuentes, y solo detectados hasta el momento en productos asiáticos, son los
recubrimientos de paladio y los de aleación de estaño-cobalto.
Los recubrimientos de paladio proporcionan a la plata una tonalidad más blanquecina.
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Tal como se indicó anteriormente (ver apartado 3 de “Plata”), para realzar el brillo de las
aleaciones de plata se utiliza un recubrimiento electrolítico de plata pura (100%) no inferior a 5
µm. Adicionalmente, puede ser aplicado un recubrimiento de rodio para conferirle un aspecto
Actualmente se ha extendido la práctica de aplicar directamente sobre la plata base un
antimonio con un contenido en este metal del 1 al 3 % (10-30
milésimas) que, por su apariencia, se le hace pasar como sucedáneo del rodio.
La toxicidad del antimonio es comparable a la del cadmio cuando, en contacto con el sudor, se
Otro recubrimiento de interés es el de rutenio que confiere a la plata una tonalidad gris
oscura muy apreciada. Siendo éste un metal poroso y duro, a la vez que quebradizo, se aplica
0,2 µm y nunca superiores a 1µm. Los baños se
pueden formular con aditivos de tinte para que, una vez adsorbidos por la porosidad, reforzar
brillo, aplicándose para
0,3 µm de espesor. Para reforzar una secuencia de
recubrimientos tan delgada, previo al paladio se deposita una subcapa de oro aleado con plata
oso tipo PMG (o “platinum metals group”), no se ha descrito
También están muy extendidos los acabados denominados “Vermeil” que consisten en
e entre 3 y 15 µm, sobre la plata previamente
Para obtener unos espesores tan elevados, se aplican generalmente tres secuencias de
23,5 k. La capa de mayor espesor
cobre-cadmio. La capa
intermedia de 18 k también puede estar constituida por el mismo tipo de aleación oro-cobre-
23,5 k es la más delgada y puede estar constituida por
les aleaciones de oro en donde el cobalto y el níquel juegan un papel predominante
(para mayor detalle ver apartado 10 de “Bisutería”, subapartado a) de “Recubrimientos de oro
asiáticos, son los
Los recubrimientos de paladio proporcionan a la plata una tonalidad más blanquecina.

8. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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Los recubrimientos de estaño
determinantes la receptividad y el brillo superficial de la plata para conseguir un buen
acabado, se suelen aplicar recubrimientos previos de plata
Este es el motivo por el que se detectan casos con presencia conjunta de antimonio y cobalto
e incluso de níquel, antimonio y cobalto, que constituyen un cóctel de toxicidad extrema
debido a las acciones sinérgic

4. Soldaduras en metales preciosos
9) Soldaduras de oro y plata
El oro, plata y platino se sueldan con soldad
un punto de fusión inferior al del metal precioso a unir.
La soldadura más utilizada en la plata es la de plata
a estas soldaduras son de doble naturaleza:
- Riesgo de inhalación de los vapores por parte del soldador, dados los bajos puntos de
evaporación del cinc (900 ºC) y el cadmio (765 ºC)
- Toxicidad cutánea en el consumidor por motivo de los productos de corrosión del
cadmio provocados por el sudor en contacto con
Existen alternativas a la presencia del cinc y el cadmio en la soldadura de la plata que permiten
salvar los bajos puntos de vaporización de estos dos metales: galio (2.400 ºC), indio (2.000 ºC)
y estaño (2.200 ºC), que dan lugar a productos de co
Estas alternativas pueden contener eventualmente hasta un 5 % de cobalto o níquel que
deben ser evitadas por los problemas de dermatitis que generan en contacto con la piel.
En el caso del oro las soldaduras fuerte
más utilizadas para este fin es la de oro
riesgos a los descritos para la de plata.
Los problemas derivados del uso del cadmio pueden ser evitados sustituyén
por indio y/o galio. En la actualidad existen en el mercado diferentes soldaduras para
aleaciones de oro de 18 k y 14 k que contienen como componentes base: oro
indio.
Con respecto a los valores límite de emisión del cadmio
toxicidad por inhalación, ha sido publicado recientemente un texto vinculante
(Recomendación de la Comisión 2008/446/CE) dirigido hacia las medidas de reducción del
riesgo para los trabajadores mediante la aplicación
que garanticen el cumplimiento de los Valores Límite de Emisión establecidos por la legislación
europea.

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Los recubrimientos de estaño-cobalto permiten obtener recubrimientos negros zaínos. Sien
determinantes la receptividad y el brillo superficial de la plata para conseguir un buen
acabado, se suelen aplicar recubrimientos previos de plata-antimonio.
Este es el motivo por el que se detectan casos con presencia conjunta de antimonio y cobalto
e incluso de níquel, antimonio y cobalto, que constituyen un cóctel de toxicidad extrema
debido a las acciones sinérgicas entre todos estos aleantes.
Soldaduras en metales preciosos
Soldaduras de oro y plata
El oro, plata y platino se sueldan con soldaduras fuertes (“brazing”) que incorporan metales de
un punto de fusión inferior al del metal precioso a unir.
La soldadura más utilizada en la plata es la de plata-cobre-cinc-cadmio. Los riesgos inherentes
a estas soldaduras son de doble naturaleza:
de inhalación de los vapores por parte del soldador, dados los bajos puntos de
evaporación del cinc (900 ºC) y el cadmio (765 ºC)
Toxicidad cutánea en el consumidor por motivo de los productos de corrosión del
cadmio provocados por el sudor en contacto con la piel
Existen alternativas a la presencia del cinc y el cadmio en la soldadura de la plata que permiten
salvar los bajos puntos de vaporización de estos dos metales: galio (2.400 ºC), indio (2.000 ºC)
y estaño (2.200 ºC), que dan lugar a productos de corrosión inocuos bajo la acción del sudor.
Estas alternativas pueden contener eventualmente hasta un 5 % de cobalto o níquel que
deben ser evitadas por los problemas de dermatitis que generan en contacto con la piel.
En el caso del oro las soldaduras fuertes también incorporan cadmio. Una de las aleaciones
más utilizadas para este fin es la de oro-plata-cobre-cinc-cadmio, que presenta idénticos
riesgos a los descritos para la de plata.
Los problemas derivados del uso del cadmio pueden ser evitados sustituyén
por indio y/o galio. En la actualidad existen en el mercado diferentes soldaduras para
aleaciones de oro de 18 k y 14 k que contienen como componentes base: oro
Con respecto a los valores límite de emisión del cadmio en el entorno del trabajo y su extrema
toxicidad por inhalación, ha sido publicado recientemente un texto vinculante
(Recomendación de la Comisión 2008/446/CE) dirigido hacia las medidas de reducción del
riesgo para los trabajadores mediante la aplicación de Mejores Técnicas Disponibles (BATs)
que garanticen el cumplimiento de los Valores Límite de Emisión establecidos por la legislación

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cobalto permiten obtener recubrimientos negros zaínos. Siendo
determinantes la receptividad y el brillo superficial de la plata para conseguir un buen
Este es el motivo por el que se detectan casos con presencia conjunta de antimonio y cobalto,
e incluso de níquel, antimonio y cobalto, que constituyen un cóctel de toxicidad extrema
uras fuertes (“brazing”) que incorporan metales de
cadmio. Los riesgos inherentes
de inhalación de los vapores por parte del soldador, dados los bajos puntos de
Toxicidad cutánea en el consumidor por motivo de los productos de corrosión del
Existen alternativas a la presencia del cinc y el cadmio en la soldadura de la plata que permiten
salvar los bajos puntos de vaporización de estos dos metales: galio (2.400 ºC), indio (2.000 ºC)
rrosión inocuos bajo la acción del sudor.
Estas alternativas pueden contener eventualmente hasta un 5 % de cobalto o níquel que
deben ser evitadas por los problemas de dermatitis que generan en contacto con la piel.
s también incorporan cadmio. Una de las aleaciones
cadmio, que presenta idénticos
Los problemas derivados del uso del cadmio pueden ser evitados sustituyéndole igualmente
por indio y/o galio. En la actualidad existen en el mercado diferentes soldaduras para
aleaciones de oro de 18 k y 14 k que contienen como componentes base: oro-plata-cobre-cinc-
en el entorno del trabajo y su extrema
toxicidad por inhalación, ha sido publicado recientemente un texto vinculante
(Recomendación de la Comisión 2008/446/CE) dirigido hacia las medidas de reducción del
de Mejores Técnicas Disponibles (BATs)
que garanticen el cumplimiento de los Valores Límite de Emisión establecidos por la legislación

9. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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5. Secuencias de recubrimientos
10) Bisutería (joyería de fantasía)
El término bisutería o joyería de fantasía presupone la aplicación de una secuencia de
recubrimientos de metales comunes + metales preciosos sobre sustratos de metales comunes.
Los sustratos más utilizados son: aceros, latones, bronces, zamak y peltre.
El término “bisutería de plata” encierra un interés engañoso cuyo objetivo no es otro que
sustraer a la plata recubierta de otros metales preciosos de las obligaciones legales del
contraste. Como ya se ha descrito anteriormente, los objetos de plata dorados,
ruteniados son artículos de joyería que deben ser contrastados.
En todos los casos la inalterabilidad del acabado final es la principal característica deseada. Por
ello la gama de tonalidades empleadas son los amarillos del oro y sus aleaciones,
del rodio y el paladio y el gris del rutenio.
La plata también se utiliza en la gama de blancos por motivos de tonalidad o precio aunque, a
causa de su sensibilidad al manchado bajo la acción del sudor o los contaminantes
atmosféricos, demanda ser sometida a tratamientos de protección suplementarios.
Si el efecto buscado para la plata es la tonalidad, son usuales los tratamientos adicionales de
pasivación más un barnizado transparente. La ausencia de porosidad y la resistencia al rayado
serán las principales exigencias para el barniz.
Si por el contrario, la plata se aplica por motivos de su menor coste, es recomendable el uso
del rodio como acabado final dado que un espesor de 0,1 µm es suficiente para evitar el
ennegrecimiento.
En general, si los espesores de los metales preciosos son bajos, siendo más nobles que los
restantes recubrimientos metálicos subyacentes, su comportamiento catódico generará
problemas de picaduras (corrosión localizada de tipo perforante) a través de su porosidad.
Por ello, los acabados de calidad pertenecientes a esta familia de productos suelen intercalar,
entre la capa externa más noble y las secuencias profundas más comunes, otras capas de
recubrimientos más nobles que las internas pero menos que las externas.
Con este sistema se consigue una sucesión de recubrimientos en la que, aunque la capa
intermedia sigue actuando como ánodo respecto de la externa, su mayor espesor permite que
la corrosión por picaduras sufra una ralentización apreciable.
Las secuencias más utilizadas en la gama de amarillos son:
- Cu (o bronce) / Paladio / Oro decorativo (22
- Cu (o bronce) / Aleación oro (18 k) / Oro decorativo (22
- Otras con orden creciente de quilataje en oro (14 k / 18 k / 22

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Secuencias de recubrimientos
Bisutería (joyería de fantasía)
El término bisutería o joyería de fantasía presupone la aplicación de una secuencia de
recubrimientos de metales comunes + metales preciosos sobre sustratos de metales comunes.
Los sustratos más utilizados son: aceros, latones, bronces, zamak y peltre.
término “bisutería de plata” encierra un interés engañoso cuyo objetivo no es otro que
sustraer a la plata recubierta de otros metales preciosos de las obligaciones legales del
contraste. Como ya se ha descrito anteriormente, los objetos de plata dorados,
ruteniados son artículos de joyería que deben ser contrastados.
En todos los casos la inalterabilidad del acabado final es la principal característica deseada. Por
ello la gama de tonalidades empleadas son los amarillos del oro y sus aleaciones,
del rodio y el paladio y el gris del rutenio.
La plata también se utiliza en la gama de blancos por motivos de tonalidad o precio aunque, a
causa de su sensibilidad al manchado bajo la acción del sudor o los contaminantes
ser sometida a tratamientos de protección suplementarios.
Si el efecto buscado para la plata es la tonalidad, son usuales los tratamientos adicionales de
pasivación más un barnizado transparente. La ausencia de porosidad y la resistencia al rayado
as principales exigencias para el barniz.
Si por el contrario, la plata se aplica por motivos de su menor coste, es recomendable el uso
del rodio como acabado final dado que un espesor de 0,1 µm es suficiente para evitar el
los espesores de los metales preciosos son bajos, siendo más nobles que los
restantes recubrimientos metálicos subyacentes, su comportamiento catódico generará
problemas de picaduras (corrosión localizada de tipo perforante) a través de su porosidad.
llo, los acabados de calidad pertenecientes a esta familia de productos suelen intercalar,
entre la capa externa más noble y las secuencias profundas más comunes, otras capas de
recubrimientos más nobles que las internas pero menos que las externas.
te sistema se consigue una sucesión de recubrimientos en la que, aunque la capa
intermedia sigue actuando como ánodo respecto de la externa, su mayor espesor permite que
la corrosión por picaduras sufra una ralentización apreciable.
izadas en la gama de amarillos son:
Cu (o bronce) / Paladio / Oro decorativo (22 - 24 k)
Cu (o bronce) / Aleación oro (18 k) / Oro decorativo (22 - 24 k)
Otras con orden creciente de quilataje en oro (14 k / 18 k / 22 - 24 k)
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El término bisutería o joyería de fantasía presupone la aplicación de una secuencia de
recubrimientos de metales comunes + metales preciosos sobre sustratos de metales comunes.
término “bisutería de plata” encierra un interés engañoso cuyo objetivo no es otro que
sustraer a la plata recubierta de otros metales preciosos de las obligaciones legales del
contraste. Como ya se ha descrito anteriormente, los objetos de plata dorados, rodiados o
En todos los casos la inalterabilidad del acabado final es la principal característica deseada. Por
ello la gama de tonalidades empleadas son los amarillos del oro y sus aleaciones, los blancos
La plata también se utiliza en la gama de blancos por motivos de tonalidad o precio aunque, a
causa de su sensibilidad al manchado bajo la acción del sudor o los contaminantes
ser sometida a tratamientos de protección suplementarios.
Si el efecto buscado para la plata es la tonalidad, son usuales los tratamientos adicionales de
pasivación más un barnizado transparente. La ausencia de porosidad y la resistencia al rayado
Si por el contrario, la plata se aplica por motivos de su menor coste, es recomendable el uso
del rodio como acabado final dado que un espesor de 0,1 µm es suficiente para evitar el
los espesores de los metales preciosos son bajos, siendo más nobles que los
restantes recubrimientos metálicos subyacentes, su comportamiento catódico generará
problemas de picaduras (corrosión localizada de tipo perforante) a través de su porosidad.
llo, los acabados de calidad pertenecientes a esta familia de productos suelen intercalar,
entre la capa externa más noble y las secuencias profundas más comunes, otras capas de
te sistema se consigue una sucesión de recubrimientos en la que, aunque la capa
intermedia sigue actuando como ánodo respecto de la externa, su mayor espesor permite que

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Para la gama de blancos las secuencias más utilizadas pueden ser:
- Cu (o bronce) / Plata / Rodio
- Cu (o bronce) / Aleación oro
Para la gama de los grises una secuencia adecuada puede ser:
- Cu (o bronce) / Aleación oro
Los acabados finales de paladio (con espesores del orden de 0,3 µm) o de paladio + rutenio
(con espesores de 0,3 µm + 0,1 µm) requieren subcapas de oro aleado de al menos 1 µm.
Los acabados finales de oro o plata en contacto con capas subyacentes que contengan cobre,
caso de los bronces, son sensibles a la difusión del cobre hasta la superficie produciendo
manchas similares a la corrosión. Para evitar este problema se puede actuar en dos
direcciones:
- Para la plata: Dando un acabado final de rodio de 0,1 µm o intercalando una capa
barrera de paladio de 0,1
- Para el oro : Aplicando un espesor apreciable de oro (no inferior a 3 µm) o
intercalando una capa barrera de paladio de 0,1
Una capa barrera de paladio intercalada entre un bronce amarillo y el
problema por su color blanco ya que, dada su delgadez, si el oro se desgasta arrastrará al
paladio y el problema se disimulará con la aparición del bronce.
Respecto de los recubrimientos por PVD, se aprovecha el color amarillo del nit
para su uso como subcapa del oro. Esta secuencia confiere al conjunto una apreciable dureza y
resistencia mecánica.
Se describen a continuación con mayor detalle:
- Los recubrimientos de oro decorativo
- Los recubrimientos de chapado en oro
- Las terminaciones “antitarnish” para los recubrimientos de plata

Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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ecuencias más utilizadas pueden ser:
Cu (o bronce) / Plata / Rodio
Cu (o bronce) / Aleación oro-plata / Paladio
Para la gama de los grises una secuencia adecuada puede ser:
Cu (o bronce) / Aleación oro-plata / Paladio / Rutenio
paladio (con espesores del orden de 0,3 µm) o de paladio + rutenio
(con espesores de 0,3 µm + 0,1 µm) requieren subcapas de oro aleado de al menos 1 µm.
Los acabados finales de oro o plata en contacto con capas subyacentes que contengan cobre,
bronces, son sensibles a la difusión del cobre hasta la superficie produciendo
manchas similares a la corrosión. Para evitar este problema se puede actuar en dos
Para la plata: Dando un acabado final de rodio de 0,1 µm o intercalando una capa
barrera de paladio de 0,1-0,2 µm de espesor
Para el oro : Aplicando un espesor apreciable de oro (no inferior a 3 µm) o
intercalando una capa barrera de paladio de 0,1-0,2 µm de espesor
Una capa barrera de paladio intercalada entre un bronce amarillo y el oro no supone ningún
problema por su color blanco ya que, dada su delgadez, si el oro se desgasta arrastrará al
paladio y el problema se disimulará con la aparición del bronce.
Respecto de los recubrimientos por PVD, se aprovecha el color amarillo del nit
para su uso como subcapa del oro. Esta secuencia confiere al conjunto una apreciable dureza y
Se describen a continuación con mayor detalle:
Los recubrimientos de oro decorativo
Los recubrimientos de chapado en oro
s terminaciones “antitarnish” para los recubrimientos de plata

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paladio (con espesores del orden de 0,3 µm) o de paladio + rutenio
(con espesores de 0,3 µm + 0,1 µm) requieren subcapas de oro aleado de al menos 1 µm.
Los acabados finales de oro o plata en contacto con capas subyacentes que contengan cobre,
bronces, son sensibles a la difusión del cobre hasta la superficie produciendo
manchas similares a la corrosión. Para evitar este problema se puede actuar en dos
Para la plata: Dando un acabado final de rodio de 0,1 µm o intercalando una capa
Para el oro : Aplicando un espesor apreciable de oro (no inferior a 3 µm) o
oro no supone ningún
problema por su color blanco ya que, dada su delgadez, si el oro se desgasta arrastrará al
Respecto de los recubrimientos por PVD, se aprovecha el color amarillo del nitruro de titanio
para su uso como subcapa del oro. Esta secuencia confiere al conjunto una apreciable dureza y

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A. Recubrimientos de oro decorativo
Los recubrimientos de oro decorativo, aplicados directamente sobre otras secuencias de
recubrimientos menos nobles (bronce amarillo o bronce blanco + una
son propios de los artículos de bisutería de gama baja.
Las subcapas son las que proporcionan espesor y brillo. El recubrimiento final de oro es muy
delgado (rangos de espesor de 0,1 a 0,5 µm) y solo aportan el color del conjunto.
Los procesos de dorado a color pueden ser de oro puro (24 k) o aleaciones binarias o ternarias
con las que se consiguen diferentes tonalidades, todas ellas de alto quilataje (22
terminaciones más utilizadas son:
- Aleación oro-níquel-indio
- Aleación oro-hierro
- Aleación oro-níquel-cobalto
- Aleación oro-níquel
- Aleación oro-cobre
- Aleación oro-indio-cobalto
- Aleación oro-plata
- Aleación oro-cobre-níquel
- Aleación oro paladio
- Aleación oro-cobalto
El cadmio no es un componente de este tipo de acabados que, sin embargo, pueden incluir la
presencia de otros aleantes causantes de dermatitis como níquel y cobalto.

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Recubrimientos de oro decorativo
Los recubrimientos de oro decorativo, aplicados directamente sobre otras secuencias de
recubrimientos menos nobles (bronce amarillo o bronce blanco + una capa barrera de paladio)
son propios de los artículos de bisutería de gama baja.
Las subcapas son las que proporcionan espesor y brillo. El recubrimiento final de oro es muy
delgado (rangos de espesor de 0,1 a 0,5 µm) y solo aportan el color del conjunto.
Los procesos de dorado a color pueden ser de oro puro (24 k) o aleaciones binarias o ternarias
con las que se consiguen diferentes tonalidades, todas ellas de alto quilataje (22
terminaciones más utilizadas son:
indio : amarillo 1N y 2N
: amarillo 2N y 3N
cobalto : amarillo 3N
: amarillo 3N
: amarillo 4N
cobalto : amarillo Hamilton
: amarillo verde
níquel : amarillo rosa (champagne)
: amarillo rosa (champagne)
: amarillo intenso
El cadmio no es un componente de este tipo de acabados que, sin embargo, pueden incluir la
leantes causantes de dermatitis como níquel y cobalto.

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Los recubrimientos de oro decorativo, aplicados directamente sobre otras secuencias de
capa barrera de paladio)
Las subcapas son las que proporcionan espesor y brillo. El recubrimiento final de oro es muy
delgado (rangos de espesor de 0,1 a 0,5 µm) y solo aportan el color del conjunto.
Los procesos de dorado a color pueden ser de oro puro (24 k) o aleaciones binarias o ternarias
con las que se consiguen diferentes tonalidades, todas ellas de alto quilataje (22 – 23,5 k). Las
El cadmio no es un componente de este tipo de acabados que, sin embargo, pueden incluir la

12. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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B. Recubrimientos de chapado en oro
Los recubrimientos de chapado en oro se utilizan para obtener productos de bisutería de alta
calidad, principalmente:
- Bisutería fina
- Relojería
En el caso de los productos de relojería (cajas de reloj y accesorios), la norma ISO 3160
+ A: 2000 establece los quilatajes mínimos y las gamas de espesores admisibles.
Dados los elevados rangos de espesor utilizados, el brillo y las características del recubrimiento
dependen exclusivamente de la capa de oro, por lo que no suelen ser utilizadas subcapas de
metales no preciosos.
La práctica usual es aplicar tres secuencias de recubrimientos de oro aleado: 14 k
Las subcapas de 14 k son mayoritariamente aleaciones ternarias de oro
función de la densidad de corriente y el contenido en cadmio, adquieren diferentes
tonalidades desde el amarillo al rosado. Como alternativas exentas de cadmio se di
aleaciones binarias como: oro
Las capas intermedias de 18 k pueden ser igualmente aleaciones ternarias de oro
cadmio o, alternativamente, oro
Las capas finales de acabado a 23
toda la gama descrita en el apartado anterior.
La legislación europea es taxativa en cuanto a la prohibición del cadmio en diferentes
productos y sus recubrimientos (Anexo XVII del Reglame
embargo, su texto no se refiere explícitamente a la joyería y la bisutería.
Por ello ha sido necesaria la publicación de un texto vinculante (Comunicación de la Comisión
2008/C 149/03) para corregir la situación equívoca que
están ocasionando hacia los consumidores.
En esta Comunicación se menciona explícitamente a las joyas que contienen cadmio y,
textualmente, a “las joyas importadas”, remarcando que no debe ser utilizado el cadmio dado
su carácter genotóxico y carcinógeno sin umbral.
Este documento es de un gran valor jurídico ya que, a diferencia de otros metales tóxicos
como el níquel donde se establecen umbrales de liberación en términos de microgramos por
centímetro cuadrado y seman
cadmio es cero.

Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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Recubrimientos de chapado en oro
Los recubrimientos de chapado en oro se utilizan para obtener productos de bisutería de alta
oductos de relojería (cajas de reloj y accesorios), la norma ISO 3160
+ A: 2000 establece los quilatajes mínimos y las gamas de espesores admisibles.
Dados los elevados rangos de espesor utilizados, el brillo y las características del recubrimiento
dependen exclusivamente de la capa de oro, por lo que no suelen ser utilizadas subcapas de
La práctica usual es aplicar tres secuencias de recubrimientos de oro aleado: 14 k
Las subcapas de 14 k son mayoritariamente aleaciones ternarias de oro-cobre
función de la densidad de corriente y el contenido en cadmio, adquieren diferentes
tonalidades desde el amarillo al rosado. Como alternativas exentas de cadmio se di
aleaciones binarias como: oro-plata (amarillo pálido) y oro-cobre (amarillo rosado).
Las capas intermedias de 18 k pueden ser igualmente aleaciones ternarias de oro
cadmio o, alternativamente, oro-plata u oro-cobre.
ado a 23-23,5 k son aleaciones de oro decorativo que pueden incluir
toda la gama descrita en el apartado anterior.
La legislación europea es taxativa en cuanto a la prohibición del cadmio en diferentes
productos y sus recubrimientos (Anexo XVII del Reglamento nº 1907/2006 o REACH). Sin
embargo, su texto no se refiere explícitamente a la joyería y la bisutería.
Por ello ha sido necesaria la publicación de un texto vinculante (Comunicación de la Comisión
2008/C 149/03) para corregir la situación equívoca que las industrias de joyería y bisutería
están ocasionando hacia los consumidores.
En esta Comunicación se menciona explícitamente a las joyas que contienen cadmio y,
textualmente, a “las joyas importadas”, remarcando que no debe ser utilizado el cadmio dado
su carácter genotóxico y carcinógeno sin umbral.
Este documento es de un gran valor jurídico ya que, a diferencia de otros metales tóxicos
como el níquel donde se establecen umbrales de liberación en términos de microgramos por
centímetro cuadrado y semana, su texto significa que, el grado de liberación admisible para el

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Los recubrimientos de chapado en oro se utilizan para obtener productos de bisutería de alta
oductos de relojería (cajas de reloj y accesorios), la norma ISO 3160-1: 1998
+ A: 2000 establece los quilatajes mínimos y las gamas de espesores admisibles.
Dados los elevados rangos de espesor utilizados, el brillo y las características del recubrimiento
dependen exclusivamente de la capa de oro, por lo que no suelen ser utilizadas subcapas de
La práctica usual es aplicar tres secuencias de recubrimientos de oro aleado: 14 k-18 k-23,5 k.
cobre-cadmio que, en
función de la densidad de corriente y el contenido en cadmio, adquieren diferentes
tonalidades desde el amarillo al rosado. Como alternativas exentas de cadmio se dispone de
cobre (amarillo rosado).
Las capas intermedias de 18 k pueden ser igualmente aleaciones ternarias de oro-cobre-
23,5 k son aleaciones de oro decorativo que pueden incluir
La legislación europea es taxativa en cuanto a la prohibición del cadmio en diferentes
nto nº 1907/2006 o REACH). Sin
Por ello ha sido necesaria la publicación de un texto vinculante (Comunicación de la Comisión
las industrias de joyería y bisutería
En esta Comunicación se menciona explícitamente a las joyas que contienen cadmio y,
textualmente, a “las joyas importadas”, remarcando que no debe ser utilizado el cadmio dado
Este documento es de un gran valor jurídico ya que, a diferencia de otros metales tóxicos
como el níquel donde se establecen umbrales de liberación en términos de microgramos por
a, su texto significa que, el grado de liberación admisible para el

13. Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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C. Terminaciones “antitarnish” para los recubrimientos de plata
Los recubrimientos obtenidos con baños de plata, además de conferir un elevado nivel de
brillo, permiten recibir tratamientos posteriores de pasivación (tanto por mercaptanos como
por cromatizado electrolítico).
Los tratamientos de pasivación retrasan el problema de “tarnishing” o manchado superficial.
Estos acabados transforman la superficie de plata por reac
del recubrimiento a tratar no debe ser inferior a 5 µm.
Estos tratamientos permiten disponer de una alternativa para otros recubrimientos
“antitarnish” como la aleación plata
sales de antimonio (tricloruro y pentacloruro) formadas al contacto con el sudor.
Sin embargo, la aplicación de cromatizados (capas de conversión crómica a base de cromo
hexavalente) supone la presencia de un nuevo metal extremadamente tóxico al
la piel, cuyos riesgos están perfectamente definidos en el Anexo XVII del Reglamento nº
1907/2006 o REACH.
Por este motivo, la única vía admisible para prevenir los efectos del “tarnishing” de la plata es
la aplicación de tratamientos de pas
benzotriazol (BTA), mercaptobenzotriazol (MBT), hidroxibenzotriazol (HBT), etc.




Los metales tóxicos en joyería y bisutería
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Terminaciones “antitarnish” para los recubrimientos de plata
Los recubrimientos obtenidos con baños de plata, además de conferir un elevado nivel de
ibir tratamientos posteriores de pasivación (tanto por mercaptanos como
por cromatizado electrolítico).
Los tratamientos de pasivación retrasan el problema de “tarnishing” o manchado superficial.
Estos acabados transforman la superficie de plata por reacción química y por ello el espesor
del recubrimiento a tratar no debe ser inferior a 5 µm.
Estos tratamientos permiten disponer de una alternativa para otros recubrimientos
“antitarnish” como la aleación plata-antimonio, problemáticos por la toxicidad extr
sales de antimonio (tricloruro y pentacloruro) formadas al contacto con el sudor.
Sin embargo, la aplicación de cromatizados (capas de conversión crómica a base de cromo
hexavalente) supone la presencia de un nuevo metal extremadamente tóxico al
la piel, cuyos riesgos están perfectamente definidos en el Anexo XVII del Reglamento nº
Por este motivo, la única vía admisible para prevenir los efectos del “tarnishing” de la plata es
la aplicación de tratamientos de pasivación superficial a partir de soluciones de mercaptanos:
benzotriazol (BTA), mercaptobenzotriazol (MBT), hidroxibenzotriazol (HBT), etc.
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Los recubrimientos obtenidos con baños de plata, además de conferir un elevado nivel de
ibir tratamientos posteriores de pasivación (tanto por mercaptanos como
Los tratamientos de pasivación retrasan el problema de “tarnishing” o manchado superficial.
ción química y por ello el espesor
Estos tratamientos permiten disponer de una alternativa para otros recubrimientos
antimonio, problemáticos por la toxicidad extrema de las
sales de antimonio (tricloruro y pentacloruro) formadas al contacto con el sudor.
Sin embargo, la aplicación de cromatizados (capas de conversión crómica a base de cromo
hexavalente) supone la presencia de un nuevo metal extremadamente tóxico al contacto con
la piel, cuyos riesgos están perfectamente definidos en el Anexo XVII del Reglamento nº
Por este motivo, la única vía admisible para prevenir los efectos del “tarnishing” de la plata es
ivación superficial a partir de soluciones de mercaptanos:
benzotriazol (BTA), mercaptobenzotriazol (MBT), hidroxibenzotriazol (HBT), etc.
Por todo lo comentado anteriormente se aconseja siempre comprar las joyas en tiendas de confianza.
Os aconsejamos Dime que me quieres en sus categorías de:
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