La lección ha finalizado. La casa ha sido limpiada. La gente se ha ido. Y ¿ahora qué?.
Lo que pasa durante las dos horas de la reunión es tan importante como los seis días
y las 22 horas que no se está en reunión.
Un buen líder busca las oportunidades para conectarse, ministrar y alcanzar a los
miembros del grupo durante la semana. Una llamada telefónica, un mensaje de
texto, un mensaje en Facebook, o incluso una visita, son las formas que puede usted
hacerlo. Usted puede escoger hacerlo usted mismo o delegar esta responsabilidad a
algún miembro del grupo. Aquí tiene algunas tareas básicas a seguir:
A. Recuérdele sus responsabilidades a los miembros de su equipo –
Puede hacerlo durante el tiempo que pasan juntos, y reforzarlo con un correo
electrónico o cualquier otro medio de comunicación a inicios de la semana.
B. Recuerde a los miembros del grupo sobre la próxima reunión –
Esto es probablemente obvio, pero es extremadamente importante notificar a los
miembros de su grupo con anticipación si el lugar, hora, o el día de la reunión cambia
por alguna razón. Dado que las personas tienen diferentes formas de comunicación, es
importante que como líder usted sepa el medio de comunicación apropiado para cada
miembro (correo electrónico, mensaje de texto o llamadas).
C. Ore por el grupo –
Ya hemos hablado de esto, pero sólo quiero recordarle que aquí es donde la hoja de
peticiones tiene su importancia. Usted puede compartir una copia de estas peticiones
con los miembros del grupo. Recuerde conforme se incrementan las oraciones, vienen
las bendiciones.
D. Llame a aquellos que estuvieron ausentes –
Una de las quejas más comunes de las personas que han dejado la iglesia es que cuando
ellos dejaron de asistir nadie se dio cuenta. Cuando usted trata de alcanzar a alguien
que no asistió a una reunión, usted le está enviando el mensaje de que él o ella es
valioso. Usted también podría enterarse acerca de la razón por la cual ellos no asistieron
y conjuntamente con el grupo ayudarles.
E. Envíe un reporte al líder (Ver apéndice 5) –
Podría ser que reportar no sea algo que a usted le guste hacer pero es una buena forma
para evaluar la fortaleza y salud del grupo. Su pastor podría o no pedirlo, pero incluso si
él no lo pide, este es beneficioso para mantener los registros precisos. Se provee una
muestra del reporte.
F. Evalúe la lección –
Las personas que hicieron posible este recurso están muy interesadas en mejorarlo. Por
favor envíe su retroalimentación, comentarios y sugerencias a
[email protected] . Ahora que usted conoce lo básico, es momento para
ir a trabajar. Que Dios bendiga sus esfuerzos hechos para “La Ciudad de Dios, Mi
Ciudad.”
Apéndice 1 – Información
Nombre Teléfono Correo Electrónico Dirección