En el mes de febrero de 1949, después de haberse publicado las reformas a la ley electoral, el PRI, el PAN y el PP,
legalmente registrados, lanzaron sus candidatos a diputados federales, que ocuparían una curul del 1 de septiembre
de 1949 al 30 de agosto de 1952. Posteriormente, bajo la presidencia del secretario de Gobernación, Adolfo Ruiz
Cortines, se instaló la Comisión de Vigilancia Electoral, encargada de encauzar y observar el cumplimiento de la ley
Electoral en las elecciones para diputados federales.
Al iniciar la década de los cincuenta, de cara a la industrialización, la sociedad mexicana experimentó cambios
profundos que alteraron su fisonomía: abandonó su carácter esencialmente agrario y se transformó en una sociedad
urbana e industrial. Las expectativas de mejoramiento y movilidad social condujeron a una nueva estratificación,
sobre todo entre las clases altas, medias y los obreros sindicalizados que incrementaron su importancia social al
amparo de la industrialización. La irrupción de los sectores medios en los años sesenta constituyó un fenómeno
importante en la transformación de la estructura social. No obstante lo anterior, la tendencia al desequilibrio social
se fue acentuando cada vez más, pues si bien existía un sector de la sociedad que registró una notable mejoría en sus
ingresos, hubo otro que lejos de mejorar su situación, se vio severamente afectado.
Es muy posible que sin Miguel Alemán la consolidación del civilismo se hubiese retrasado hasta cuatro décadas,
como en muchas regiones latinoamericanas.
Fue, también, el caudillo, el líder y el gobernante que sentó las reglas claras de nuestra política exterior. Asumió el
gobierno de México al inicio de la postguerra mundial. Fue el mexicano que sintió como una injusticia que las
naciones ricas que triunfaron en la gran conflagración destinaran sus recursos excedentes para reconstruir a otras
regiones del planeta, desde luego muy sufridas, y a postergar una vez más y como siempre los esfuerzos, las
solidaridades y las demandas de los latinoamericanos. El que consideró que no era aceptable la ecuación de canalizar
con urgencia todas las transferencias financieras para restaurar a Europa y al Oriente bajo la idea de que la América
Latina se tendría que aguantar con su hambre, con su enfermedad, con su atraso y con su marginación otros cuatro o
cinco siglos. El que rechazó la falsa idea de que existen pueblos y regiones que no tienen la mínima obligación de
esperar y de que existen pueblos y regiones que no tienen el mínimo derecho de urgir.
Con la llegada de Miguel Alemán al poder presidencial se inicia el civilismo posrevolucionario, con una muestra de
que la estabilidad política se había consolidado y se había superado ya la etapa del militarismo, anunciándose el
acceso al poder de una joven generación de políticos que no habían participado en la lucha armada revolucionaria.
Se daba comienzo así a una nueva era que arrancaba sobre bases sólidas tanto en el aspecto político como en el
económico, heredadas del proceso de reconstrucción nacional y de institucionalización emprendiendo por los
procesos emanados de la Revolución. Después de largos años de maduración política, se requería ahora de una
nueva forma de hacer política en manos de personas civiles, profesionales encargados de realizar tareas acordes con
su preparación académica y con su experiencia en las lides políticas; ese tipo de personas estaba llamado a integrar
el gabinete del primer presidente civil en tiempos posrevolucionarios.
Autoritarismo. Por lo anterior, aun cuando se había propuesto como meta la democratización del país, Alemán hubo
de iniciarse hacia una moderna forma de autoritarismo, puesto en práctica por medio de tres líneas de acción: a)
sometimiento de los gobernadores a la disciplina política presidencial; b) eliminación de la izquierda en los
sindicatos; c) expulsión de los elementos comunistas del PRI.
Respecto al sometimiento de los gobernadores, el autoritarismo alemanista se manifestó fundamentalmente en
casos concretos, cuando los ejecutivos estatales daban muestras de actuar de forma independiente, o cuando se
mantenían bajo la influencia de presidentes anteriores o de políticos con poder nacional. Específicamente Emilio
Portes Gil, y sobre todo Cárdenas, seguían teniendo adeptos que se oponían al nuevo giro que había tomado la
política oficial.
Política
Las relaciones en el exterior en el periodo alemanista están situadas en el contexto de la posguerra y por ello, todos
los sucesos al respecto guardan una estrecha relación con la línea ideológica marcada por Estados Unidos en los
comienzos de la Guerra Fría. De acuerdo con estos lineamientos se desarrollarían las políticas del presidente Alemán,
incluso en el orden interno, por que en función de su interés en acelerar la industrialización en México, se vería
obligado a recurrir al financiamiento externo. Por lo tanto, debía actuar de forma congruente con la perspectiva de
las potencias capitalistas, sobre todo con Estados Unidos, ya que siguió manteniendo buenas relaciones que se
reflejaron en las visitas recíprocas que hicieron los mandatarios de ambos países.
Respecto a la relación de México con estados unidos, el gobierno alemanista se propuso varios objetivos y hubo de
enfrentar algunos problemas. Entre los objetivos destacan los siguientes: a) buscar apoyo financiero para realizar el
proyecto económico; b) conseguir créditos para la industria petrolera; c) atraer la inversión extranjera; d) revisar el
tratado comercial de 1942 para finalizar los compromisos contraídos e el mismo.
Ahora bien, entre los problemas que se suscitaron en las relaciones mexicano estadounidenses durante el gobierno
de Alemán: uno se refiere a los braceros mexicanos que emigraron a los Estados Unidos a consecuencia de la falta de
mano de obra en ese país durante la guerra mundial, y el otro tuvo lugar en el sector rural, provocado por la