Cucufato el señor don gallo , se despertó muy temprano, como de costumbre. Abrió lentamente el pico, llenó sus pulmones de aire y: - co - co -ro- yó , co - co -ro- yó , Arriba todo el mundo que aquí estoy yo. El sol dio un brinco. «Debo darme prisa», pensó. Exprimió una gran nube, se lavó la cara y estirando sus rayos, salió a alumbrar un nuevo y brillante día.
Pisotón el Hipopótamo terminó su desayuno, se lavó los dientes, cogió su lonchera y cantando con su mami, caminó hasta el colegio.
-Chao mami- dijo Pisotón después de darle un beso, y corrió emocionado a buscar a Pelusa la Ardilla Colorada, que se columpiaba debajo de una acacia.
«Me montaré en el otro columpio», pensó, y se dispuso a hacerlo, pero cuando se sentó… su colita fue a dar al piso.
Desconcertado, miró hacia arriba y vio a Chapuzón el cocodrilo, agarrando el columpio. -Pero si tú no lo estabas usando -dijo Pelusa-, préstaselo a Pisotón. -No. Es mío – dijo de nuevo Chapuzón.
-Entonces, vamos a jugar en la arenera –le propuso la ardilla a su amigo, y de un ágil brinco, se paró junto a él y lo abrazó con su roja cola para hacerlo sentir mejor
Ya estaban listos para jugar con los baldes y las palas, cuando Chapuzón los adelantó y utilizando su larga cola y sus manos, agarró todos los baldes y les dijo: - Son míos. Pisotón y Pelusa lo miraron disgustados.
Entonces, la ardilla le dijo al oído a su amigo: -vamos a jugar en la casita del árbol- Y emocionados con la idea, corrieron hacia allá.
Estaban felices jugando, cuando vieron a Chapuzón. -Cierra rápido la puerta- dijo Pelusa a Pisotón-. Seguramente que ahora tampoco nos quiere dejar jugar.
Chapuzón empezó a tocar, toc , toc , toc , toc , toc , toc . -Abran la puerta que quiero jugar- Dijo Chapuzón. -¡No!- Contestaron los dos amigos-. No te vamos a dejar entrar.
Chapuzón comenzó a llorar y sus lágrimas salían a chorros. -¡Yo quiero entrar a jugar! ¡Déjenme entrar a jugar! Los animalitos del colegio empezaron a llegar para ver qué sucedía. -¿Y porqué no lo dejan jugar si la casita es de todos? – preguntó Ricardo el Castor. -Llamemos a la profesora- dijo desde atrás del tumulto, con el cuello bbien estirado, Bambú la Jirafa, que corriendo apresurada fue a busacar a doña Búho.
-Qué pasa Chapuzón- preguntó Doña Búho la profesora. –No lo quieren dejar jugar- dijo Negrito el Murciélago, ajustándose los lentes oscuros antes de colgarse de una rama del árbol. Y mientras la profesora Búho lo abrazaba, Capuzón le empezó a contar: -Ellos no me quieren dejar entrar a jugar- dijo el cocodrilo ahogado en llanto.
-Bueno, Chapuzón, deja de llorar para oír lo que dicen tus amigos – y tocando la puerta de la casita, llamó a Pisotón y a Pelusa para que le contaran lo sucedido.
-Es que él no nos dejó jugar en los columpios –dijo Pisotón. -Y tampoco nos prestó los baldes – dijo Pelusa . -¿Es eso cierto? – preguntó Doña Búho a Chapuzón. -Sí- contestó enojado el cocodrilo. Pero es que yo llegué al columpio. -Pero el columpio no es tuyo- dijo pelusa.
- Sí, es mío yo lo encontré primero – dijo llorando Chapuzón, y doblando su colita se cubrió la cabeza para no oír lo que la ardillita le decía.
La profesora abraza a los tres pequeños les habló: - Las cosas no pueden ser solo nuestras. Si tú quieres montar en el columpio- dijo mirando al cocodrilo- , puedes hacerlo, pero después debes prestárselo a otro amiguito.
Si quieres jugar con los baldes, utiliza uno y permite que tus amigos jueguen contigo. De manera, ellos también te invitarán a jugar
¿Verdad?- Preguntó Doña Búho mirando a Pelusa y a Pisotón-. Y ahora dense un fuerte abrazo y jueguen juntos en la casita. Los tres amigos se abrazaron y estuvieron un rato jugando, hasta que fueron llamados para entrar a clases.
Y así, pasando de un juego a otro, transcurrió otro día de colegio. Pisotón tenía algo nuevo que contarle a su mamá. Había aprendido lo más importante que es compartir.
Por la noche, en un rato de descanso, abrió su lonchera y sacó un libro sobre la vida de los cocodrilos. Se lo había prestado su amigo Chapuzón. FIN.
REVISIÓN DEL CUENTO ¿Qué cosas le sucedieron a Pisotón en el colegio? ¿Porqué Pelusa y Pisotón no dejaron jugar a Chapuzón en la casita del árbol? ¿ Qué hicieron todos los compañeros del colegio? ¿Cómo ayudó la profesora y qué les dijo? ¿Qué aprendió ese día en el colegio? DISCUSIÓN DE SENTIMIENTOS Y COMPORTAMIENTOS DE LOS PROTAGONISTAS DEL CUENTO ¿Cómo se sintió Pisotón cuando Chapuzón, le quitó el columpio? ¿Qué hizo Pelusa y Pisotón cuando Chapuzón les quitó los baldes? ¿Qué hizo Chapuzón cuando Pelusa y Pisotón no lo dejaron jugar en la casita del árbol? ¿Cómo se arreglaron los problemas luego que la profesora los aconsejó? ¿ Luego de esto cómo se sintieron?
DISCUSIÓN DE CÓMO LOS NIÑOS SE PUEDEN SENTIR EN SITUACIONES SIMILARES ¿Alguna vez te ha sucedido algo parecido como a Pisotón con algún o algunos amigos? ¿cuándo? ¿Qué has hecho? ¿Qué otra cosa piensas tú que hubiera hecho Pisotón ante esa situación? ¿Qué pudimos aprender de ese cuento?