de alto poder adquisitivo tendrán un mayor número de opciones. Los de menor poder
adquisitivo, solo podrán adquirir lo que les corresponde. Conformidad.
“Hay un piso de lo que uno necesita para seguir con vida y ser capaz de hacer lo que exige
el rol de productor, pero también un techo de lo que se puede soñar, desear o procurar
contando con la aprobación social de las propias ambiciones, es decir, sin temor de ser
rechazado, reprendido o castigado. Todo lo que se encuentra por encima de ese límite, es un
lujo, y desear un lujo es un pecado”.
Por mejores intenciones del hombre en sociedad, éste, terminara indefectiblemente por caer
en las redes del consumismo, su identidad no será suficiente para salvarlo de ser parte de la
sociedad sinóptica. Sin embargo, aún existe sutilmente, una clara diferencia entre, el
enemigo número uno de la sociedad, el individuo, como lo señala De Tocqueville, y el
ciudadano, inclinado a procurar el bienestar de su ciudad.
En el tercer capítulo de Modernidad líquida, Bauman nos lleva a tratar de entender como ha
sido posible que el espacio se haya separado del tiempo, si antes éstos estaban unidos y
representaban fuerzas conjuntas para sí. Actualmente, aporta Bauman, estos no solo se han
separado, sino que, también hacen fuerza contra de si, sobre todo del tiempo sobre el
espacio. El tiempo es el medio, herramienta de conquista del espacio.
Antes, el tiempo se encontraba a la par de nuestros sentidos, sin embargo, con los avances
tecnológicos, esta percepción del tiempo ha venido a transformarse, de manera tal que lo
que antes nos parecía tan lejos, ahora solo está a un clic de nosotros, de esa manera
conquistamos el espacio. Una conquista instantánea, que más tarda en tener pasado que
futuro.
Otra gran aportación que la lectura hace, es aquella que se refiere en cuanto a la
clasificación de espacios, entendiéndose estos en el ámbito de la convivencia humana. Los
espacios o lugares émicos (aquel destinado a la exclusión), los lugares fágicos (aquel
destinado a la inclusión masificada del consumo), los no-lugares (es un espacio despojado
de las expresiones simbólicas de identidad) y los espaciosvacíos (lugares que siempre han
estado ahí, pero inexistentes en nuestro mapa mental).
Es, precisamente en estos espacios, en los que la humanidad se desenvuelve actualmente,
que se da una cierta necesidad de exclusión. Como la ciudad de Heritage Park.
El ser humano se siente más seguro estando solo que en sociedad, está perdiendo las
habilidades de convivencia, solo se moverá y expresara, en cierta medida, con aquellos a
los que considere de su propia clase. El no hables con extraños, como lo señala Bauman, se
ha convertido de una frase de protección infantil, a una coraza de protección adulta.
En el cuarto capítulo, el autor nos explica como la sociedad liquida ha transformado la
esencia del trabajo como bien común, a la esencia del trabajo individual. Por mis propios
intereses. Aquí el trabajo como tal, tiene dos aristas, primero la de los capitales financieros
que los producen a través de fábricas etc., el interés es solo como capital humano. Es decir,