extremadamente sutil, no el sonido que escuchamos con nuestro oído físico,
sino un tipo de sonido mántrico primitivo, primordial, en un plano espiritual.
Este sonido, este sonido silencioso incluso, es la Budavachana, en el sentido
más elevado del término.
La mente de Budha, la Realidad misma, produce este sonido. La Conciencia
Iluminada no está limitada por el tiempo ni por el espacio, por lo tanto
produce este sonido todo el tiempo y en todos los lugares.
Algunas tradiciones hindúes identifican este sonido primordial cósmico con
el mantram OM. No OM como la pronuncia cualquier lengua humana, sino un
OM interno, espiritual y sutil que a veces puede escucharse durante la
meditación o en otros estados elevados de Conciencia. Lo podemos escuchar
incluso en todos los objetos fenoménicos del Universo, debido a que la mente
del Budha está detrás de todos ellos, transmitiendo sonido a través de ellos.
Es posible decir que la Conciencia Iluminada es como el océano, y los
objetos fenoménicos como las olas o la espuma; es como si cada ola, cada
gota de espuma, cada fenómeno del Universo se encontrara repitiendo todo
el tiempo ese mantram OM, y nada más que OM. Al escuchar este mantram,
oímos la palabra de Budha; al oírla, oímos y entendemos todo; todo se
encuentra en este sonido indiferenciado.
No hay necesidad de palabras, no hay necesidad de pensamientos, no hay
necesidad de imágenes. A partir de este sonido primitivo, sonido que viene
de la mente de Budha, uno escucha todo, sabe todo y entiende todo.
El segundo nivel es el de las imágenes arquetípicas. La Mente Iluminada
desciende al nivel de las imágenes arquetípicas. En este nivel se encuentran
las imágenes del sol y la luna; la luz y la oscuridad; los cielos y la tierra; las
imágenes de los pájaros, bestias y flores; las imágenes de la lluvia, el viento,
los truenos y relámpagos; las imágenes de los Budhas y los Bodhisattwas; las
imágenes de los dioses y las diosas; las imágenes benignas y coléricas; las
imágenes, quizá sobre todo, que están coloreadas brillantemente y que son
luminosas, habiendo surgido desde las profundidades del espacio infinito.
No son creadas a partir de la mente humana individual, ni siquiera a partir
de la conciencia colectiva. Quizás estas imágenes no han sido creadas sino
que son co-eternas con la Conciencia Iluminada, por lo menos en cuanto se