Introducción
Las infecciones de vías urinarias (ITU) se definen
como la presencia y multiplicación de
microorganismos en las vías urinarias, capaces de
generar un proceso de invasión en los tejidos y que
en su forma general tienden a dar o cursar con la
presencia de agentes bacterianos en la orina.
Epidemiologia
ITU bacterianas justifican el 15% de prescripción
antibiótica ambulatoria en Estados Unidos.
Entre el 50-60% de las mujeres adultas padecerán de
por lo menos 1 ITU a lo largo de su vida.
Con un mayor pico de incidencia dentro de la edad de
los 14-24 años en las mujeres sexualmente activas,
posteriormente tiende aumentar con la edad, sobre
todo en mayores de 65 años en un 20%
Etiología
Los agentes bacterianos o microorganismos son
similares a los que se encuentra en las ITU de
mujeres no gestantes.
Los mas frecuentes son:
Escherichia coli en un 63-85%1.
Kliebsella spp en un 8%2.
Estafilococo coagulasa negativa en un 15%3.
Staphylococcus aureus en un 8% 4.
Se ha encontrados otros
microorganismos en menor
frecuencia como:
1. Myclopasma hominis,
2. Ureaplasma parvum,
3. Gardnerella vaginalis,
4. Chlamydia trachomatis
Como tal el embarazo y los cambios fisiológicos no son
criterios o factores exclusivos para desarrollar una ITU
gestacional, se requiere en conjunto otros factores de riesgo
en hacer una acción sinérgica para el desarrollo de la
patología, aunque el embarazo es un factor predisponente
para su desarrollo.
Factores de riesgo
historia de ITU o ITU gestacional
ITU a repetición
diabetes mellitus
edad avanzada
multiparidad
embarazo
Factores de riesgo
nivel socioeconómico bajo
relaciones sexuales frecuentes
mala higiene del área perianal
incontinencia intestinal
malformaciones uroginecológicas
enfermedad neurovesical
Las múltiples factores de riesgo que se han establecido en
carácter del desarrollo de esta patología son:
Hidronefrosis fisiológica
Uretra corta
Reflujo vesicoureteral
Estasis urinaria
Cambios fisicoquímicos
de la orina
Aumento de la
progesterona
Factores predisponentes
bacteriuria asintomatica
Se define o se refiere bacteriuria asintomática (BA)
como la presencia en una muestra aislada de orina
con presencia de 105 UFC/ml o 108 UFC/L
recolectadas de forma adecuada en un individuo el
cuál no presenta signos o síntomas de una ITU.
La recomendación actual para el cribado de BA se basa
en la realización de un urocultivo cuantitativo siendo el
estándar de oro.
El manejo y tratamiento:
Amoxicilina: 500mg c/8h VO por 4-7 días
• Cefalexina: 500mg c/6-8h VO por 4-7 días
• Cefuroxima: 250mg c/12h VO por 4-7 días
• Amoxicilina-ácido clavulánico: 500mg c/8h o 875mg c/12h VO por 4-7 días
DIAGNOSTICO
Contraindicaiones
Con respecto a la TMP-SMX se recomienda evitar su uso en el 1er y 3er
trimestre del embarazo.
La nitrofurantoína está contraindicada en pacientes embarazadas de término,
durante el trabajo de parto, el parto o inicio de parto inminente ya que es
posible desarrollar anemia hemolítica en el recién nacido.
La incidencia de ictericia neonatal aumenta cuando se utiliza nitrofurantoína en
los últimos 30 días de embarazo
Se recomienda el uso de nitrofurantoína durante el 1er trimestre del embarazo
si no hay otras alternativas
cistitis aguda
Se podría definir como un cuadro con
características clínicas de urgencia miccional,
polaquiuria, disuria, tenesmo vesical y dolor
suprapúbico, sin presencia de síntomas o signos
sistémicos.
Esherichia coli es el patógeno más frecuente y está presente en el
80% de los casos. Staphylococcus saprophyticus está presente en el
5 al 15 % adicional de pacientes con cistitis.
Cefuroxima: 250 mg c/12h VO por 7 días
• TMP-SMX: 800/160 mg c/12h VO por 7 días (exclusivo en 2do trimestre)
• Ampicilina: 500 mg c/6h VO por 7 días
• Nitrofurantoína: 50-100 mg c/6h VO por 7 días
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO
cistitis recurrente
Cerca de un 20% de las mujeres premenopáusicas
con un episodio inicial de cistitis tendrán
infecciones recurrentes. Más del 90 % de
estas recurrencias están provocadas por
reinfecciones exógenas. La cistitis recurrente debe
ser documentada por cultivos para descartar
microorganismos resistentes.
Las pacientes pueden ser tratadas con una de estas tres
pautas: a) profilaxis continua b) profilaxis
poscoital o c) tratamiento iniciado por la paciente cuando
note los primeros síntomas.
Las mujeres posmenopáusicas también pueden tener reinfecciones
frecuentes. El tratamiento hormonal o la crema de estrógenos tópica,
junto con la profilaxis antimicrobiana, son útiles para el tratamiento de
estas pacientes.
URETRITIS
Las mujeres con disuria provocada por uretritis tienen un inicio más
gradual con síntomas leves, que pueden estar asociados con
secreción o sangrado vaginal anormal, relacionados con una cervicitis
concurrente. También pueden tener un nuevo compañero sexual o
sufrir un dolor abdominal bajo.
La exploración física puede mostrar la presencia de
cervicitis mucopurulenta o lesiones vaginales
herpéticas. La uretritis aguda puede estar provocada por
C. trachomatis, N. gonorrhoeae, o por el herpes genital.
Ocasionalmente, la vaginitis provocada por C. albicans o tricomonas
se asocia con disuria. En el interrogatorio detallado, las pacientes
generalmente describen la disuria externa, algunas veces asociada
con secreción vaginal, prurito y dispareunia. Normalmente no tienen
urgencia ni frecuencia, y nunca, piuria ni hematuria.
pielonefritis aguda
El espectro clínico de la pielonefritis aguda no complicada, en mujeres
jóvenes, oscila entre la septicemia por gramnegativos hasta un
síndrome similar a la cistitis, con dolor en el flanco.E. colies la
responsable de más del 80% de estos casos
El estudio microscópico de la orina sin centrifugar revela
piuria y bacterias gramnegativas. Se debe realizar un
cultivo de orina a todas las mujeres
con sospecha de pielonefritis, y hemocultivos en
aquellas mujeres hospitalizadas puesto que el resultado
es positivo en el 15 al 20 % de los
casos.
Las pautas de tratamiento ambulatorio son:
1) trimetoprim-sulfametoxazol (160-800 mg cada 12 h) o una quinolona (p.
ej., 200 a 300 mg de ofloxacino
cada 12 h) durante 10 a 14 días.
Las pautas de tratamiento parenteral hospitalario son:
2) ceftriaxona (1-2 g diarios)
3) amplicilina (1 g cada 6h)
4) gentamicina (sobre todo si se sospechan especies de Enterococcus) o
aztreonam (1 g cada 8-12 h).
Los síntomas deben desaparecer después de 48 a 72 h. Si persiste la fiebre
y el dolor en el flanco después de 72 h de tratamiento, debe considerarse la
realización de una
ecografía o de una tomografía computarizada para descartar un absceso
perinéfrico o intrarrenal, o una obstrucción ureteral.
Se debe realizar un cultivo de seguimiento a las 2 semanas después de
terminar el tratamiento
tratamiento
Se puede administrar con seguridad un tratamiento oral ambulatorio, si
no hay náuseas, vómitos o enfermedad grave. Las pacientes con
náuseas y vómitos, las moderada a gravemente enfermas y las
embarazadas deben ser hospitalizadas.