establecida la caballería real de Dahoney, en donde ella es conocida como una
divinidad relacionada con fenómenos atmosféricos.
Se dice que allí fue donde la diosa adquirió su carácter de amazona, voraz y
valiente, sin embargo para los yorubas, la mujer no debe participar en
actividades con ejército alguno, ella se convierte en una divina para algunos
pobladores de la zona, quienes comienzan a considerarla reina de los vientos.
Algunas leyendas dicen que provenine del aire que respiramos, Oya es la
poseedora de la realeza del viento, es portadora que ayuda sostener la vida de
las aguas otorgadas por Oshun y Yemaya, sin la presencia de Oya
moriríamos, no pudiéramos respirar, no hay ser viviente en este planeta que
no pueda vivir sin el aire, los peces dependen del oxígeno, y ella es la presencia
de ese aire tan necesario en la Tierra.
Es concubina de Shangó, inseparable siguiéndole a donde el va, combate junto
a el sin importar el tamaño de la contienda, es su fiel seguidora y su leal
consorte. Considerada el brazo derecho de Shangó (Oyá Obinidóddo),
combatiendo siempre con dos espadas, considerada también el viento malo, el
remolino, la tromba marina, la devastación.
En algún momento fue la mujer de Oggún, a quien Shangó se la arrebató por
venganza, fue reina de Koso, santa corona, boyola y buena moza. Para
muchos devotos es muy noble, pero también violenta e irritable, vive en las
puertas de los cementerios ya que es la dueña, coincidiendo con Obba y Yewa.
Su número favorito es el 9 y su día es el viernes, le encantan todos los colores
menos el negro, domina los cuatro vientos junto a Elegguá, Orula y Obatalá,
así como los cuatro puntos cardinales (Ver articulo: Lokapalas).
Otra leyenda cuenta que a pesar de haber dejado a Oggún por Shangó,
continúa siendo amante de aquel, aunque otros cuentan que se convirtieron en
acérrimos enemigos, aunque la pasión de su amor con Oggun siempre es
mencionada en muchos relatos.
En Cuba no se aprecia como una divinidad relacionada con la lluvia, sino más
bien como una diosa de dominio a través de tempestades y vientos
huracanados, rayos, centellas, trombas marinas, por otro lado tampoco se le
considera la primera esposa de Shangó sino la segunda, asociada mucho a los
muertos, a diferencia de la manera como es considerada en África.