SUPI: probablemente sea una contracción de SUPINO que, según el
DRAE en su acepción nº 5, dice que se aplica ciertos estados de
ánimo, acciones o cualidades morales, y que también puede
significar necio, estólido (falto de razón y discurso) Como en
Cuenca la usamos para designar a la persona cursi y presumida no es
descabellado pensar que quizá derive de suponer en su significado
de presumir.
TÁRTAGO: planta euforbiácea anual; es común en España y tiene
propiedades purgantes y vomitivas. También significa infortunio,
suceso desgraciado, disgusto que sobreviene por algún grave suceso,
como la pérdida del caudal o de la salud. Broma o chasco pesado. En
Cuenca la usamos, exclusivamente, atendiendo al significado de
disgusto. “¡Hay que ver el tártago que tengo, qué disgusto!”
TENTEMOZO: puntal o arrimo que se aplica a una cosa expuesta a
caerse o que amenaza ruina. Cada uno de los palos que cuelgan de la
lanza del carro que, puestos de punta contra el suelo, impiden que el
carro se vuelque hacia delante. Los diccionarios consultados dicen
que para estos significados (entre otros muchos) también se puede
usar la palabra MOZO/A, que también significa, sobre todo en
Andalucía, pieza de las trébedes en forma de horquilla, en la que se
apoya el mango de la sartén. Para los cuenqueños la palabra
“tentemozo” designa no sólo a la horquilla sino al conjunto de
trébedes y horquilla.
TORTORUELO: no he podido encontrar esta palabra en los
diccionarios consultados, aunque podría provenir del lat. “tortus”,
retorcido. Sí aparece tortor, que significa palo corto o barra de
hierro con que se aprieta, dándole vueltas, una cuerda atada por sus
dos cabos, un tensor, pero no parece tener relación, ni poniéndole el
sufijo –uelo , con lo que significa para nosotros tortoruelo: tenerlo
todo desordenado, manga por hombro. “No encontré nada en la
habitación, lo tenía todo al tortoruelo”
VILORIO: deformación de VELORIO, de velar, del lat. “vigilare”,
reunión con bailes, cantos y cuentos que durante la noche se celebra
en las casas de los pueblos, por lo común con ocasión de alguna
faena doméstica, como hilar, matar el puerco, etc. En algunos sitios,
velatorio, especialmente cuando es de un niño. En Cuenca usamos
esta palabra con el primer significado y también se los aplicamos a
la persona que está un poco vilorta, un poco locuela. “¡Vaya vilorio
que tienen formado en el bar!”
VILORTA: Del lat. “bis”, dos veces, y “rotula”, rueda. En Cuenca
usamos esta palabra (también en masculino, vilorto) para calificar a
una persona que está alocada, que muchas veces actúa y se comporta
sin ton ni son. “¡Qué vilorta está! ¡Hay que ver lo que va diciendo!”
Sin embargo, los diccionarios no recogen este significado. Para ellos
una vilorta pude ser una vara flexible para hacer aros, una arandela,
un juego con una especie de raqueta (el vilorto) y una bola de
madera (la vilorta) que ha de pasar entre unas estacas, una planta y
también cada una de las abrazaderas de hierro, dos por lo común,
que sujetan al timón la cama del arado. Este último significado
pudiera ser el origen de nuestra vilorta ya que, al parecer, estas
abrazaderas siempre iban sueltas, como locas.