Este tema nos ayudará a comprender como realmente debe vivir el ser humano para agradar a Dios
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Language: es
Added: Sep 11, 2025
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PARA AGRADAR A DIOS Sofonías 3:17 Jehová está en medio de ti; ¡él es poderoso y te salvará! Se gozará por ti con alegría, callará de amor, se regocijará por ti con cánticos.
¿COMO SE DESCRIBE DIOS? EL PODEROSO QUE SALVARÁ : Dios como un salvador lleno de poder, capaz de liberar a su pueblo. SE GOZARÁ SOBRE TI CON ALEGRÍA : Dios no solo los salvará, sino que se regocijaría con ellos. CALLARÁ DE AMOR : Dios ama profundamente a su pueblo y su amor es tan grande que no necesita palabras para expresar Su afecto. SE REGOCIJARÁ SOBRE TI CON CÁNTICOS : Celebración y gozo, Dios canta sobre la restauración de Su pueblo.
CONCEPTOS Dios valora profundamente a cada ser humano. Podemos agradar a Dios por medio de Cristo.
LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO El amor incondicional: El padre recibe al hijo arrepentido con gozo y perdón (Lucas 15:11-32). Lección del otro hijo: Enseña que la justicia humana no comprende la profundidad del amor divino.
EL REGOCIJO DE DIOS POR LA HUMANIDAD Sofonías 3:17: Dios se regocija en la salvación de una sola persona. Isaías 62:4: Comparación del amor de Dios con una relación matrimonial.
LA CAPACIDAD HUMANA DE AGRADAR A DIOS Aunque somos pecadores, Dios nos ama (Romanos 5:8). Dios se deleita en nuestras oraciones y actos de justicia (Proverbios 15:8-9).
LA FE QUE AGRADA A DIOS Hebreos 11:6: Sin fe es imposible agradar a Dios. 1 Pedro 2:4-6: Los creyentes son aceptados por la mediación de Cristo.
RESPUESTAS HUMANAS AL AMOR DE DIOS Dios valora incluso la más pequeña expresión de fe (Marcos 9:17-29). Nuestra fe, aunque débil, es suficiente si confiamos en Él.
CÓMO VIVIR PARA AGRADAR A DIOS Colosenses 1:10: Vivir de manera digna, creciendo en buenas obras. Romanos 12:10-13: Amar al prójimo, practicar la hospitalidad, y servir al Señor con fervor. Reflexión: Aceptar a los demás como Dios nos acepta.
ESPERANZA EN LA OBRA DE CRISTO Cristo intercede por nosotros en el Cielo (Hebreos 13:21). La redención no solo nos transforma, sino que nos da esperanza en tiempos difíciles.
Aceptar el llamado de Dios nos lleva a vivir una vida de amor y obediencia.
Toda verdadera obediencia proviene del corazón. La de Cristo procedía del corazón. Y si nosotros consentimos , se identificará de tal manera con nuestros pensamientos y fines, amoldará de tal manera nuestro corazón y mente en conformidad con su voluntad, que cuando le obedezcamos estaremos tan sólo ejecutando nuestros propios impulsos. La voluntad, refinada y santificada, hallará su más alto deleite en servirle. Cuando conozcamos a Dios como es nuestro privilegio conocerle, nuestra vida será una vida de continua obediencia. Si apreciamos el carácter de Cristo y tenemos comunión con Dios, el pecado llegará a sernos odioso. D.T.G. 621.4