Tipos de hojas Existe una gran diversidad en las formas y características que las hojas adoptan. De hecho, aunque la mayoría de limbos son aplanados y anchos o alargados, no siempre tienen esa forma. Las coníferas, por ejemplo, se caracterizan por sus hojas escuamiformes, es decir, en forma de aguja. Así, podemos clasificar las hojas según distintos criterios: Según si son hojas simples o compuestas: cuando de cada pecíolo nace un limbo, la hoja es simple. Por el contrario, si de un solo pecíolo nacen varios limbos, es una hoja compuesta. Estas pueden ser binadas, ternadas, quinadas o digitadas, en función del número de foliolos, o pinnadas, si los foliolos salen todos de un solo eje. Según la disposición de las nerviaciones o los nervios de las hojas: estas pueden ser paralelinervias , penninervias, palminervias, dicotómicas o uninervias. Según la forma del limbo de las hojas: estas pueden ser sagitadas, ovaladas, orbiculares, espatuladas, aciculares, escamosas, acorazonadas, romboides, lanceoladas, lineares, acintadas, palmeadas o arriñonadas.