ya ocurridos, de esta manera el método que se basa en la memorización fue y
continúa siendo el más utilizado.
Cuando hablamos de la influencia que marco el positivismo a la educación
podemos decir que esta buscaba formar un nuevo tipo de humanos que fuese libre
de defectos, con un espíritu practico, se buscó un reemplazo a la educación
escolástica. El positivismo contribuyo en gran manera a la educación, ha aportado
a la construcción del conocimiento científico, también contribuyo a la educación
laica y coeducación.
Pedagogía positivista tiene como objetivo principal descubrir la realidad, a través
del método científico, basado en la observación y la experimentación, para
descubrir lo verdadero, lo que se presenta objetivamente sin injerencia del sujeto
cognoscente.
Es una pedagogía al servicio de las ciencias naturales, pero que también en lo
social no se aparta de los hechos, suprimiendo lo metafísico, o sea, todo lo
referente a valores morales y teológicos. El Derecho y su enseñanza se limitan a
la ley escrita, descartando el derecho natural, que es imposible descubrir si no se
lo hace con el corazón. Lo positivo está en lo que podemos ver, en la normas que
se escriben, ya sea en las normas internacionales, en la Constitución y en todas
las demás que se despliegan jerárquicamente en inferior rango a partir de ellas.
En Historia y Geografía se refuerza lo nacional. La Historia es documental, y
ausente de la crítica del historiador. En Psicología se apunta a los factores
biológicos de la conducta.
Al abandonar toda referencia a lo que está más allá de la comprobación, el tipo de
educación propuesta por el positivismo es laica, gratuita, para todos, basada en un
programa de cumplimiento estricto, que contemple el objetivo práctico de crear
ciudadanos comprometidos con el progreso individual y social, para lograr un
Estrado ordenado y homogéneo, para lo cual se fijan los contenidos y el modo de
transmitirlos. En Argentina, la ley 1420 es un ejemplo de la aplicación del
positivismo en educación.