estamos comprometiendo con el resultado del pedido. Muchas veces nos dicen que “Si”, como a los
locos, o nos dicen que Sí, porque tenemos un rol de líderes o un cargo formal en una empresa. Sin
embargo, por más que tengas el sí, muchísimas veces el Resultado "no aparece". ¿Entonces qué
haces cuando te prometieron algo y no te cumplen? Bajás más presión con nuevas órdenes,
reaccionando, en lugar de accionar, utilizando el viejo modelo de premios y castigo. Son las
promesas que cumplimos y las que no cumplimos las que nos convierten en la persona que somos.
En la empresa existen infinitas promesas que un empleado le hace a otro, promesas a los clientes y
a los superiores, promesas cumplidas que generan credibilidad y confianza y promesas incumplidas
que generan resentimiento, broncas y pérdida de confianza.
¿Una promesa se cumple cuando el Pedido se convierte en un Hecho? Por ejemplo, compro una
prenda de vestir, la pago con tarjeta, me la envuelven y me voy a mi casa. Podríamos decir que la
promesa del vendedor se cumplió, porque yo tengo lo que le pedí. Sin embargo, cuantas veces tuviste
que volver a cambiarla porque esa prenda tenía una "falla" o un "error". Veremos que el Círculo de
la Promesa termina con la Satisfacción de aquella persona que hizo el pedido o la oferta y no cuando
se produce el hecho.
Existen cuatro momentos determinados, para que la promesa se lleve a cabo; el primer momento, es
cuando una persona verbaliza la promesa hacia otra persona. El segundo momento es cuando el oyente
o el receptor recibe y acepta la promesa. El tercer momento es cuando una acción se lleva a cabo, es
decir, se realiza la promesa. Y por supuesto el último momento es cuando se cumple el factor
tiempo.
ANÁLISIS CRÍTICO
Durante la vida nos preocupamos por cosas que creemos que no se realizan, porque los demás no nos
escuchan o no entienden.
Pedimos una determinada tarea, ofrecemos algo, pero no obtenemos lo que esperábamos.
Entonces, hay algo que está fallando en la manera en que nos comunicamos con las personas. Por eso,
hay que saber en qué están centrados nuestros pedidos, ofertas y promesas.