HISTORIA ARGENTINA
SUCESOS POLÍTICOS ENTRE 1810 Y 1820
El éxito de la Revolución de Mayo de 1810 planteó a sus protagonistas nuevas
dificultades. Era necesario decidir el momento oportuno para la emancipación definitiva de
la corona española y, a partir de entonces, la forma de organización para el nuevo Estado.
El nuevo gobierno debería:
Enfrentar la guerra con España
Declarar la independencia
Decidir la forma de organización del país
Si bien muchos grupos coincidieron en la necesidad de que los territorios del Río
de la Plata se emanciparan de España, varios se enfrentaron por la forma que tomaría la
organización nacional. Cada sector representaba las diferentes posturas políticas,
sociales, económicas y culturales que estaban vigentes en esa época: algunas, más
conservadoras (consecuentes con los gobiernos monárquicos); otras, más liberales
(inspiradas en las ideas de la Revolución Francesa).
Esas diferencias se pusieron de manifiesto en la sucesión de los distintos
gobiernos entre 1810 y 1820, y condicionaron la organización nacional hasta mediados
del siglo XIX.
La Primera Junta designada el 25 de Mayo de 1810 introdujo algunos cambios en
la antigua organización virreinal. Por ejemplo, los cargos en el gobierno ya no eran
ocupados por españoles sino por criollos, y en otros órdenes llevó a cabo diferentes obras
que señalarían un rumbo nuevo para la organización nacional. Entre ellas podemos
mencionar:
Envío de expediciones militares al Interior del país (Alto Perú, Paraguay,
Banda Oriental) con el objetivo de obligarlo a obedecer el poder de la Junta
Apertura de nuevos puertos al comercio con el exterior
Convocatoria de delegados provinciales para formar un gobierno
representativo de todo el país
Expulsión de sus cargos a funcionarios españoles
Sin embargo eran tiempos difíciles para gobernar el país. Por un lado, las derrotas
sufridas por las tropas criollas frente a los ejércitos españoles. Por otro lado, los
enfrentamientos internos que provocó la forma de organización, pusieron de manifiesto
los conflictos de intereses entre las distintas regiones del Río de la Plata y el recelo del
interior por el predominio que ejercía Buenos Aires.
En este marco de dificultades, en 1812 Manuel Belgrano, al mando de dos
baterías en Rosario que debían frenar el avance español, solicitó al gobierno el uso de un
distintivo para las milicias criollas de color celeste y blanco: la escarapela nacional; y el
27 de febrero de ese año, enarboló la bandera conforme a los colores de la escarapela
nacional. Aunque Belgrano no era militar, sino abogado, se hizo cargo del Ejército del
Norte que tenía a su cargo frenar el avance enemigo desde las provincias de Salta y
Jujuy.
En ese mismo año, llegó a Buenos Aires una figura clave en el proceso de la
independencia: José de San Martín. Como parte de una sociedad secreta- la Logia
Lautaro-, tenía para el país tres objetivos inmediatos: declarar la independencia, formar
una república y dictar una constitución. San Martín, militar de carrera, ofreció sus servicios
al gobierno para luchar contra los ejércitos españoles. Una de sus primeras acciones fue
la creación del Regimiento de los Granaderos a Caballo con quienes logro-en febrero de
1813 –su victoria en el combate de San Lorenzo, logrando frenar así el avance español en
el río Paraná.
A pesar de los buenos augurios de los triunfos militares, aún quedaban dos temas
pendientes para el gobierno: declarar la independencia y sancionar una constitución que
estableciera la forma de gobierno.
En enero de 1813 se reunió en Bs. As la Asamblea General Constituyente,
conocida como ASAMBLEA DEL AÑO XIII, cuya mayoría de miembros formaba parte de
la Logia Lautaro. La primera medida que tomó la Asamblea fue autoproclamarse soberana
ya que en ella estaban representadas las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Éstas y otras resoluciones demostraron la voluntad que manifestaba la Asamblea
para romper con España y consagrar una sociedad diferente de la colonial.
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