POEMAS DE INVIERNO

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About This Presentation

Dormías profundamente, te dijo el sueño: “¡es invierno!,
hoy comienza esa estación que termina en tu cuaderno”
Era tan blanco aquel día y con la nieve cayendo
que pensé: “todo es hermoso, aunque el calor va muriendo”

Pequeño recopilatorio de poemas invernales


Slide Content

Berta González-Sugasaga
POEMAS DE INVIERNO
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N
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.
Dormías profundamente, te dijo el sueño: “¡es invierno!,
hoy comienza esa estación que termina en tu cuaderno”
Era tan blanco aquel día y con la nieve cayendo
que pensé: “todo es hermoso, aunque el calor va muriendo”
También quería decirte que, a la vez van resurgiendo
señales de grandes fiestas y tormentas que irás viendo,
es el contraste: ve y mira, compara calor y hielo,
imagina a quien no tiene cómo taparse, en el suelo
Todo lleno de palabras y de grandes juramentos,
de la conciencia que expresa el juicio de sus lamentos;
el hielo junto a la puerta del corazón, siente miedo
porque el calor ya no llega para compartir, recuerdo
Llegan esas emociones que, sólo el frío, te entrega
a pesar de su optimismo la realidad se subleva,
porque las llagas del alma nunca se cubren con tela,
ni siquiera tienen hambre, piden amor, primavera…
Uno…
Sol de invierno

.
Están entre los vivos y son muertos
No lo parecen porque están dormidos
Sólo son moho en la evidencia de elementos
Gusanos entre sombras con los vivos
Cubren de cal el tiempo, desprenden grueso filo
que es despertar en él, cual huérfano en asilo;
porque se muere el alma en ese escalofrío;
la voz, que me taladra, lo convierte en sombrío

No sale ya espontánea la alegría hoy es ruido;
se macera en el tiempo de ese luego perdido.
Ya nunca oirás la risa con toque entretenido,
sobre esta vida llega a estar mudo el sonido
Eso que me supura y que ya nunca cierro
Nunca me habían salido heridas por lo fiero
Dejad pasar en calma, tempestad y aguacero
Guardad la espada o el alma se volverá de acero
Dos…
SON MUERTOS (I)

.
Si vaciar pudiera esta agonía,
para librarte, desazón, de este momento;
con ese poco, aún lo intentaría:
borrar lo que te ha hecho el sufrimiento
Tengo que confesar que he visto a cientos,
tal vez a miles, estrujar talentos;
son señalados porque nunca han resuelto,
sobre el decir y el hacer, han inventado un cuento.
Quien ha trazado tanta abreviatura
que ya no pueda ver nada de honesto.
Cuántos los siglos y más, de soldadura,
gotas de sangre y llanto en el cemento
El malhechor se libra a conveniencia…
Quién analiza el caos en la conciencia;
el que impartió dolor tiene solvencia,
¿por qué todo lo amargo es reincidencia?
Tres…
Son muertos (II)

.
Quién, como yo, que espera el mundo le sonría,
dejándose llevar, dicharachero, por nueva luz del día;
que se proyecta sin enconos, como si fuera fiesta.
Recordad, que estar vivos ya es una buena apuesta
Engrandece el ambiente, lo que no es estridente.
Cuando late y se escucha la música, en su fuente
la calidez despierta, sonríen los deseos;
donde empieza la magia, aparecen destellos
No quiero descubrir que sea opaca la verdad, bajo un velo
envuelto en la materia, destruiría mi corazón el hielo.
He desechado el alto precio de caminar con credo:
buscaré ese milagro en el vivir, sin esperar con miedo
Fórmulas aprendidas, de bagajes extremos,
para que no se culpe al que avanzó sin remos;
en un mar de derrotas, con inquietud de ciego,
exploraremos fondos donde encontrar sosiego
Cuatro…
Donde empieza la magia

.
Significa la puerta para salvar la Ciencia,
seguir abierta al mundo la conexión-conciencia;
un esquema directo necesita experiencia,
saber de realidades que imprimen cruel tendencia
No dejen que “privados” manejen su cartera,
los medios siguen firmes, la sociedad coopera
para que, lo que se hace, viaje por buena vía,
supervise e indague, utilice su guía
No parecen mostrarse dispuestos a pelea,
incumplen estamentos: hoy el juicio flojea,
cómodo, fácil, tierno... adjetivos que emplean,
seguirán quebrantando las leyes, mientras puedan.
Abusos colectivos, a impulso de creencias,
satisfacciones propias generan deficiencias,
sin importar qué pase, perdidos en carencias,
los mantos del cobijo son esperanzas muertas.
Cinco…
El manto de cobijo

.
El corazón late en un hueco triste, se ha ido mi amada
¡Dónde estás, te llama mi ansia desbordada!
Desde este vacío que hace la distancia
Respiro y en lo hondo siento su fragancia
Se tensan las cuerdas de esta melodía que escucha mi alma
Cuando en la penumbra se ahoga mi sollozo e impide la calma
No me desampares en la noche oscura del nunca ya hallarte
En estas paredes los dos encerrados, no poder amarte
Qué cruel castigo tener que estar vivo sintiendo la muerte
Ahora que no escucha nadie, sé valiente, grita
Espíritu, rompe en mil pedazos esta vida doliente
Para que esta noche no se haga infinita,
Yo también, como ella, quiero estar ausente…
Seis…
Encerrados

.
Alma y materia están, pero les falta…
Su lucha es un vivir poco certero;
mientras en esa incógnita aquí espero,
sufre mi corazón, algo le exalta
Vuelve a gemir después, tan dolorido…
En un loco soñar me lleva ingrato,
para morir de sed; no se han cumplido
los sueños, que en el alma desbarato
Saber sólo y vivir, por qué no basta.
Cuántas heridas das, dolor ajeno,
Vuelves, tiempo veloz, la vida exhausta.
¿Dónde la calma hallar, viento sereno?;
Siente el alma ese amor que es transparente,
en cambio, su dolor es la materia
que le induce a pensar, cosa evidente,
¿Qué das riqueza, amor, dolor, miseria…?
Siete…
Alma y materia

.
Eres fina y exquisita, como flor de la canela;
dichoso quien te retuvo, aunque sea fugaz tu estela,
cómo desearían los magos, alcanzar tan alta ciencia
para poder transformar la maldad en inocencia.
Cuídala por ser sensible, o lamentarás perderla;
siendo su mundo tan puro, querrán robarla, tenerla,
aquellos que no sabrían nunca cuidarla, atenderla,
por envidia desearían de sus pétalos romperla
Cuando la riegues, procura que no se extinga su aroma,
viviendo en rama segura, haz que perdure su forma.
No permitas que se incline, ni puedan quebrarle el tallo;
su despertar vivifica, llega como agua de mayo.
La ves feliz en su mundo, derrochando esa belleza,
no dejes jamás que el aire la esconda, tras la maleza.
Ningún viento huracanado le destruya su presencia,
por ser noble de linaje: ¡qué grande eres inocencia!.
Ocho…
Inocencia

.
¡Ay, clamor!, si por querer darle un sentido
a tanta hondura es mucha la exigencia;
expresar esta vida con vehemencia,
¿Por qué lucha sin triunfo, cual vencido?
¡Quiero vivir, no estar en esa capa
donde al mirar los sueños, no se tocan!
Las horas que en la inercia el alma atrapa,
se cansan de esperar y se desbocan…
Quién puede preservar y ser la roca,
materia de verdad, cuerpo profundo,
¿Qué culpa tuve yo de darle al mundo
un rostro humano que en dolor se troca?
Sólo vivir, qué es eso, a la ventura;
después de haber penado en este suelo,
si con mis manos no tocara el cielo,
que se me antoja envuelto en la ternura.
Nueve…
Vivir (I)

.
Todo, hasta la voz, se va extinguiendo;
en este tiempo en que el dolor se asienta
y parece expirar si está sintiendo,
sobre ese espacio, toda alma sedienta.
Hay veces que me digo:¡es suerte!,
a pesar de la lucha entre materia,
lo que me resta por decirle a la miseria,
que la riqueza es espíritu fuerte.
Puedo expresar con fuerza esta batalla
de sordos y de mudos, entre ciegos;
ese desesperar clamando a ruegos,
de agonizantes hombres, de gran talla.
Y digo, de morir en vida,
cuando, sin más te esparces, sufrimiento
y, ya no puedes, juventud erguida,
quedarte, y procurarte tu sustento.
Diez…
Vivir (II)

.
Vuelan tan aprisa…
Se va, junto al adiós
de su sonrisa,
la fuerza, donde
estaban mis anhelos
Esa sombra que llega,
que no avisa,
me hizo caer de bruces
en el suelo
Surgió, zarandeándome
los sueños
quién sabe de dónde
se surte la vida
Si se va apagando
la luz, donde anida
la ilusión, la fuente
que emana agua viva
Once…
Los recuerdos
Dónde pongo el beso
que el alma me obliga,
amor deseoso
de hallar su cabida
Y mientras confieso
que me da fatiga
seguir a su paso,
me quema, me abraso
De inquietud pasiva
la misma, obsesiva,
dolencia clavada,
que desde esa amada
Vivencia pasada
tan dentro la siento,
¡la vida que amaba
se ha vuelto un lamento!

.
Siempre desestimé hablar de recuerdos,
que de un falso vivir, el alma huyera.
Hoy para ti se para el tiempo, ¡espera!,
el corazón te llama a sus misterios
Porque no estuvo distraído en la añoranza,
hoy, el espacio-tiempo lo ha hecho nuevo.
Apareció la luz, tras mi denuedo.
No tendré que vivir sin esperanza
Se exalta mi sentido, y no hay memoria
Será porque es presente y no la historia,
cuando me hace vivir mi sueño el verte;
he esperado hasta hoy, por conocerte
Difícilmente un mundo positivo,
desde la juventud va a amedrentarse,
con fuerza e ilusión no habrá derribo,
porque el valor está en el superarse.
Doce…
Superación

.
Una vida con cuerpo
Pretendía mostrarte
La musa de su tiempo
Vigorosa y constante
Cuando alguien improvisa
La rutina se acaba
Arranca una sonrisa
Satisface y se alaba
Aún lo simple renace
Con el arte y la gracia
Porque de todo se hace
Magia, con la constancia
En tiempos de carencia
Virtud y fuerza alzada
para que la paciencia
sea menos cansada
Trece…
Constante
Proyectando ese aire
De un alma generosa
También sutil, valiosa
¡Feliz el que la hallare!

.
¿Quiénes pudieron contemplar, perplejos,
y no sentir así un escalofrío?
Da la impresión, que el mundo se halla lejos,
al respirar se aleja lo sombrío...
El tiempo se torna lento, se oye el eco desprendido
en las cuevas de Cantabria, suena distinto el sonido,
hacia el río Asón descienden, nubes blancas, no se han ido
y en ese desfiladero de La Hermida, oigo el graznido
Se acelera, y se hace fuerte, sobre las pautas del frío;
Junto a la Montaña, arde mi corazón, su latido
cercado entre picos, valles, cuevas, ríos, ¡qué delirio!,
Al contemplar esa magia de verlo todo, reunido.
Desde la Naturaleza, en pleno
sin darme cuenta, sonrío;
el interior se hace tierno,
mi corazón es un río
Catorce…
Naturaleza
Junto al eco, sin bullicio,
la mente toma un respiro,
donde se siente el silencio,
flota la paz que yo admiro.

.
Aún queda para hablar la vida entera
hasta que en su extensión, la siegue el dalle;
mientras el Sol golpee en la ladera,
contemplaré en silencio, el hondo valle
¡Cómo sentir el alma, sin reproche,
la realidad palpable, el duro empeño!
Amanecer ya no despeja el sueño,
que te dejó la sombra, de la noche
La sintonía triste, hoy, me invade.
Aunque los ríos fluyan como espejos,
para expresar su voz, entre reflejos,
cuando se oculte el Sol, puede que calle
Desde el dolor se escuchará su grito,
derramará sus lágrimas, ardiente,
solo, sin luz, y un mundo inconsistente
ya no podrá aferrarse al infinito...
Quince…
Cuando se oculte el Sol

.
Aquí, donde durmieron mis ancestros,
tal vez he de volver a las cavernas,
los bosques, entre robles, lunas llenas,
no volverán... Quizá ya estemos muertos.
Sin esa envidia, y el poder sediento,
prefiero respirar entre las flores,
¿quién hizo un nuevo mundo con horrores
forjando un mal vivir sobre escremento?
Juegos para matar, tubos de ensayo
sobre materia, el mundo sumergido,
el Cielo, nunca está desprotegido,
hay trueno y estallido, luz de rayo
Suele pasarle así, al que mucho tiene,
porque en su realidad nunca hay cariño,
como el juguete que desprecia un niño,
cuando lo ha roto, ya no le entretiene
Dieciséis

Quizá ya estemos muertos
Sacian con sangre el odio virulento
y la obra desde el mal les enriquece,
¡toman las armas falseando invento!
Para ellos, “lo que no nace no crece”.

.
Son espíritus distantes,
ligados, en desacierto.
Distintos mundos y mentes
que nunca van a encontrarse,
porque mañana, hoy y antes,
su proyección y reflejos
siguen, sin querer soltarse,
enganchados al cemento
Conserva la mente fuerte,
aleja del balbuceo
ese espíritu doliente;
de este modo, no te estancas.
Raudo, cruza la corriente,
bracea, cauto, sin miedo,
aunque exista un forcejeo,
lucha con tus armas francas
Diecisiete

En desacierto
Sólida, ha de hacerse firme
la voluntad, como piedra.
Permanecerá, he de asirme,
como se adhiere la hiedra.
Alma humana, salvadora,
que los afanes detienes.
Buscaré junto a esa gloria
que mi corazón serenes.

.
Aunque inevitable,
tú también lo sientes.
Que haya días tristes
no es irrevocable
Que nadie te esconda
lo que al fin deseas;
contarle a la vida
todas tus ideas
No le des más vueltas,
pensamientos libres
que sientas, y vibres
cuando lo prefieras
Dieciocho…
Contarle a la vida
Tus miras no ruedan,
si bien las sujetas.
Al nacer, que puedan
sonreír, despiertas...
Firmes, alejadas
de falsas promesas...
Que sin darte cuenta,
al alma secuestran.
Adiós a la angustia
de un vivir sin aire,
vuela cada día,
sin freno ni amarre

.
He creído que nunca
te diste por vencido,
que, en tus manos, la música
llevaba otro sonido
Porque representaba
la fuerza que doblaba
un dolor, con olvido.
La esperanza quebrada,
la rabia contenida
Cuando, lo que lograste
luego, se había extinguido.
Pero, a pesar de todo,
no te vi amilanarte
ni sentirte vacío
Diecinueve…
He creído
Porque eres del presente,
el cauce de tu río;
que brota, firmemente,
de la ilusión y el brío
Ahora que caminamos,
sobre este invierno frío;
en nuestro recorrido, vamos
hacia el estío...

.
Sobre esta arena suave
se hubo sentado el viento,
empujando las olas, vuelve
en su batir más lento
Me tiene sumergido,
en lo alto, el pensamiento.
De paso, en este enclave,
absorto, entre su acento.
Qué profunda la noche,
en mi vagar desierto.
Lo delicado, aprecio;
con el alma en silencio.
Aislándose mi cuerpo,
desfallecido, siento
que el vaivén se detuvo,
mientras estoy traspuesto.
Diecinueve…
Desde el vagar
Inmenso el firmamento,
los sueños me han llevado
a otro mundo encerrado,
al embrujo de un cuento...
Desaparece el tiempo,
deslumbrado allá abajo
el mar se ha vuelto quieto.

.
Ese alegre vivir has de vivirlo
De ello voy a insuflarte
Y eso que te deprime,
desecharlo
tirar, dejarlo aparte
Corazones amables
sentimientos nobles
Las ansias de llegar
a muchas partes
Para fantasear
en ese dialogar
Estar, soñarte
porque tú eres la rama
donde ahora, se sujeta
el baluarte
Veinte…
Querer ser
La dignidad, la trama
la grácil silueta
Hecha con arte
y dentro de un querer
Ser, el fruto apetecible
el resurgir, el comestible
que los ojos de luz, desean ver

.
Veintiun
o…
Caminos
Los caminos
Se pueden reparar, hacer mejor
Conscientemente somos
Nuestro propio error
Tal vez, éso ignoramos
Te paras a pensar
La quieres hacer nueva
mientras volvemos a pasar
la vida, se nos va
Abandonar la hiel, las quejas
Sería fácil si queremos
No repetir caminos
donde la piel te dejas
Bebes, dejas beber, hallas la calma,
Si sólo existes tú se amarga el vino
Brindar, cuando el camino tiene alma
y su trayecto, es fuente con destino
Quieres llegar….
¿para quién,
para qué?
en dónde estar…
O, te da igual
llegar…
Es realidad virtual
Algo te impide valorar
¡Será, que quieres escapar!

.
Nuestra luz, sombras traspasa
de ese túnel hay salida
Ella nos dice: ya pasa
ese mal tiempo, en seguida
Nuestro invierno se prepara
para entrar en sintonía
Fuente nueva que repara
le traerá más vida al día
Con largos atardeceres
volverá a haber armonía
¡Aguarda, no desesperes!
reforzarán tu alegría
Hay motivos suficientes
para caldear la vida
Son humanos eficientes
que no se dan a la huída
Veintidós

Fuente nueva
El momento victorioso
es la gloria conseguida
Salir del combate airoso
en la muerte y por la vida

.
Fabricar nuevos sueños
desde la fantasía
Aspirantes a magos
llenos de sintonía
Mejor, aunque notemos
un fondo de ironía,
Pasar de los incrédulos,
que vivan su agonía
No abrazar inquietudes
estimular lo ameno
Asumir actitudes
que huyen del desenfreno
Aunque cruces senderos
difíciles de andar
Encontrarás en ellos
paisajes por soñar.
Veintitrés

Lo ameno

.
I
La busco en mi sueño
no hay otra manera
Despierto y la extraño
no hay luz, es ceguera
Como si temblara
La tierra y se abriera
Como si me hablaran
los tiempos, escucho
Voces apagadas que lloran
y sufren, lo que les han hecho
Esas almas, sin alma
las quemas sin lumbre
Destruir la calma;
de niebla, se cubre
mientras avanzamos
ese otro comienzo
Pensando, qué haremos
y no hallar tropiezo
Vuelvo a sumergirme;
lo llaman proyecto
Veinticuatro

Voces apagadas
II
A veces me digo:
"si no lo sintiera,
ese frío intenso
y me protegiera“
La vida que siento,
es como un castigo
Donde se ha hecho inmenso
lo que apenas era
Un prender de hoguera
esa mecha franca
Ahora es vida estanca
pedernal, y arena
Inmensa distancia
que hasta el paso frena
Lleno de inconsciencia
el mundo se aferra
A esos sueños falsos
de enormes fracasos
¡Eso es lo que aterra!
He de repetirme,
mientras me conecto
A ese desvarío
viajo, sin un puerto

.
Para que con él puedas tener siempre un encuentro
hay diversas maneras de diseñar el tiempo
Unas veces dejarlo que se te escape, lento…
y acaparar sus horas, leerle el pensamiento
Cuando junto a él te abrigues de júbilo, por dentro
nadie entrará de pronto a romperte el momento
Porque, en las ilusiones estará lo que quieres
esa esperanza viva de abrazar lo que esperes
Los pequeños momentos traerán grandes deseos
no te cortará el aire cuando sean extremos
Para ser de coraza más fuerte, sin enredo
absorberás la calma de plenitud, sin miedo.
Los afanes no deben detener tu camino
a pesar de las piedras, el mundo tiene un ritmo
Has de seguir guiando tus pasos, a un destino
donde al final se encuentra, lo mejor de ti mismo
Veinticinco

Horas de diseño

.
Porque se encuentra cerca el precipicio
vacía la razón, hueco el anhelo,
Inútil el camino, y el desvelo,
La marcha, nos retorna hacia el inicio
Parece como si impidieran
alzar la voz, y levantar la frente
Cómo bajar sin miedo esa pendiente
son demasiados ojos los que lloran
Temido el huracán que azota a extremo
todo lo arrasa, es látigo que hostiga
Como en esclavitud, bajo su amo
querer llegar y descansar, fatiga
Se percibe en el aire eso que ha sido
desmoralización, el cuerpo herido
Nadie quiere abrazarlo, es un castigo
cómo suena esa voz, ¡es un mendigo!
Alzar la voz
Veintiséis…
Nadie supera un corazón vencido
Si en esas calles aún ha subsistido
Ni siquiera su dueño oirá el latido
bajo la caridad, se habrá extinguido.
Os digo, que cualquiera que es testigo
que si el culpable no se ha arrepentido
Cuando en su soledad no encuentre
amigo
ha de pasar el trago sin abrigo

.
Todo el mundo sobrevive
por orden de prioridades
Que ni te falte ni sobre
tiempo, dinero, amistades
Pero si la vida, luego
muestra sus calamidades
Deberás tomarte un tiempo,
para usar las cualidades
Existirá de igual modo
salida, cuando tuvieres
Una andadura que, en todo,
te lleve donde tú quieres
No dejes la mente quieta
esfuerza en tus ideales
Esperando, ella se agrieta
estimamos que lo sabes
¡Esfuerza!
Veintisiete…
Muchos pocos, hacen un mucho
todos es plural, conecta
Junto a ese mundo te escucho
comunícate, es tu apuesta.

.
Estés lejos o cerca, el ser humano está ahí
cuando mires paisajes, regresarás aquí
Porque de la memoria surge lo que viví,
en el entorno queda la persona que fui
Yo te estaré esperando para saber de ti
de lo que has conocido, y aprender desde aquí
Ya que, no todos vieron de cerca otro vivir
muchos lo imaginaron desde su subsistir
No siempre se contempla lo hermoso, en su perfil
Y si vas por el mundo, y no encuentras allí
aquello que buscabas y cambiaste por mí
Porque en toda aventura se ansía frenesí
te llevarás contigo lo mejor que te di
Entre tantos recuerdos se hallará ese jardín
del paso de fronteras, desde principio a fin.
El viaje
Veintiocho…

.
Descansen de una vez los “poseídos”
que disfrazados, van de almas en pena
Espíritus banales, de condena,
romped cadenas, que atan a los vivos
Llenan las arcas de oro con bravatas
Nunca se sacian, son como los cuervos
separados del mundo hacen sus nidos
su bienestar es fruto de piratas
Haciéndote expirar se hacen visibles
acto inquisitorial, la sangre entrego
Por caldear los cuerpos insensibles
No quedan ánimos nos quedamos sin fuego
En la desolación no hallamos ruta
si la vida es vivir, por qué dar muerte
Le digo a quien se ufana en la corriente
será verdad que en desaliento alguien disfruta
Disfrazados
Veintinueve

La siento a mi pesar entre la gente
¡cuánto dolor esconde la tristeza!
El sobreesfuerzo hunde la fortaleza
el corazón se encoje en lo evidente

.
Para tener empuje y armonía
cada mañana, se abre nuestra fuente
La flor, el día, el horizonte
se envuelve en nuestros brazos la alegría
Los pensamientos negros ya no cuajan,
para tanta ilusión, no hallan cabida
Se confunden los ruidos, y se alejan,
en nuestros corazones, sólo hay vida
Hay que saber apreciar lo que perdimos
y también, descartar lo que nos frena
El fondo oscuro, hacerlo luna llena
debemos proseguir con buenos ánimos
Si hubo dos partes que entender
la mala, y buena,
Que sean suficientes, y querer
no repetir la mala, de la escena
Simiente nueva
Treinta…
Nunca habitemos edificios sin salida
encerrados, dando vueltas nuestro
cuerpo
Para poder llevar feliz la vida
somos, los estrategas de este tiempo
Diferenciamos las realidades, de los
“cuentos”
incompatibles, para un mundo que
renueva
Ha amanecido la simiente nueva,
no será fácil, manipular a los talentos
Quiero sentirla, y apagar el tedio
la luz, al natural, sin lentejuela,
Lumbre de paz con la virtud, y el medio,
para que luzca blanca nuestra estela.

.
De entre todas esas formas
de avanzar, en lo que hacemos
Están las más convenientes; normas
influyentes, aunque no las acatemos
Deseamos hacer frente
a nuestra propia flaqueza
Ser libres, e independientes
duchos, por naturaleza
De la causa, surge efecto
por esperar al destino,
No detengas el trayecto
cuando emprendas un camino
Cada día es hoy, se estima
Mañana, se queda lejos
Pueden fallar los reflejos
y el mundo, venirse encima
Treinta y
uno…
Cada día

.
Se nos habla de la entrega…
¡escuchamos el dolor!
el corazón, se ha hecho amargo
no sale de su letargo
el alma, ¿cuándo sosiega,
del vivir y su labor?
Junto al tiempo, muy veloz,
naces, sientes una mano
nada más, alzas la voz
eres ese nuevo humano
pasan tus ciclos, temprano
sobre una estancia, precoz
Cuánto empeño, a tu favor
pensarás, soy de la Tierra,
¿he sido un hombre de piedra
o, he vivido dando amor?
Busca en tu interior, confort
se marcha el tiempo, aligera,
te resarcirá, allá fuera,
ser ese hombre de honor.
Treinta y
dos…
Con el corazón

.
De esa estampa, entre nieve,
surge el sol que caldea,
el frío, y el calor; su referente
y, sobre el horizonte, el pensamiento breve,
de quien capta la imagen, cuando crea
Hay mayor tolerancia
en mentes espaciosas
con paciencia, y constancia
se logran grandes cosas
La voluntad es fuerza,
que alcanza a la conciencia
en cambio, la pereza
las convierte en mohosas
Un paso en falso, el eslabón aprieta
es la propia vivencia, quien nos ata
todos llevamos intención, y una cadena
sólo el buen juicio, nos desata.
Treinta y
tres…
Sin cadenas

.
Todos quieren rodar bien esa escena
excepto el que la vive, y se estremece
la cruel historia, ha vuelto, reaparece
sentaos, descubrid “la última cena”
No digáis más, de esto que pasa, estáis molestos
oyes, sin solución, y te derrumbas
los que en la soledad, se fueron prestos
quién podrá levantarlos, de sus tumbas
Cada mensaje es un ¡hasta luego,
que te vaya muy bien, no te abandones!
a veces quieres resistir las desazones
con la sonrisa, a falta de ese abrigo
Superar el ambiente de tibieza
donde se esconde, el caldo de cultivo
¡déjalo estar, si no estás conmovido!
porque, si para ti tan sólo era una prueba
Treinta y
cuatro…
La última cena
Abandonar el cuerpo, en la tristeza,
dramática es haberla conocido
¡aquel quiso vivir, no haber podido,
representa una muerte, en la vileza!

.
Nunca será lo mismo
soñar la vida, que vivirla
sentir y no vivir, es un abismo
que encierra el alma, sin poder abrirla
Tortura es caminar, en senda oscura
no ver la noche azul, la luna ocre
como dejar pasar la primavera
y, oír del corazón su último toque
Nada resurgiría, aunque amaneciera
se ha refugiado la luz, entre mi llanto
han consentido, que en la vida, se perdiera
el amor, la libertad,
¡lo extraño tanto!
Treinta y
cinco…
Recuperar
Qué amarga sensación, la carne joven
la juventud caída, el desencanto,
cuando todo está ahí, que te lo roben
¡quién se aprovecha de lo frágil, y por cuánto!
Perder la voluntad, fue el peor castigo
nada compensará ese sangrar lento
no poder olvidar, y seguir vivo,
¡quién borrará del mundo el sufrimiento!

.
Un corazón nacarado
y, unas promesas eternas
en un cofre, se han quedado
Junto a esas palabras tiernas
el amor, lo ha custodiado
mi alma, para que tú lo sintieras
las rosas blancas, y el beso
el último que él me diera,
son símbolo de embeleso
¡lo tengo resucitado!
aún el día en que yo muera
el amor, no habrá acabado
De las campanas, me guardo
el llanto, por mi soldado
profundo sabor amargo
una carta y un mal trago
Treinta y
seis…
El soldado caído
El héroe, que ahora, está muerto
la vida, sabe que es cierto
su corazón se ha parado
junto al mío, así, apagado.

.
Son los hechos humanos, las carencias,
costumbres del pasado en el presente y, las ausencias,
que unos quieren tapar, otros lo cuentan
son formas de abarcar, donde se asientan

Arrebatar, destruir lo que han logrado
en un vivir de paso… las tendencias,
las ansias de poder, no se han colmado
el odio entre los hombres, exigencias
De afanes locos, de saqueo, que denigra
es una Tierra en actitud esclava,
vuelta a empezar, es la locura que no acaba
sintonizar lejos del ruido, ¿quién pudiera?
Siguen latiendo, costumbres que matan
de hambre, de opresión, calor de infierno
desde el frío del alma, nos alertan
las avaricias, de un declive interno
Treinta y
siete…
Vuelta a empezar
Entre el cansancio, quieres saberlo todo
aquello que interesa, se esconde tras la ciencia
sufre el entendimiento, el juicio es sordo
se oculta la verdad, falta conciencia

.
La realidad es un concepto, aparte
tu realidad, mi realidad, son parte
de todo lo que vives, sientes el instante
en el que, el todo ya no está, ni analizaste
Por ello, te insto a contemplar
para poder calmar la sed, imaginar,
hacer, lo que tú quieras, impulsar
en tu ilusión; pon corazón al realizar
La llama de tus días, ten presente,
es el calor que necesitas como guía
repite, en tu interior, la fantasía,
para que cada día sea ardiente
En el destino hacia el que cruzas, sin fronteras
alma fugaz, felicidad, y puente
vierte pasión, y empuje, en lo que hicieras
de lo eficaz, nace lo convincente.
Treinta y
ocho…
Impulsar

.
El corazón precisa
donde poder vivir tranquilo
forjando, desde abajo, el nuevo anhelo,
sin la necesidad de ir tan deprisa
Quiero sentir, muy cerca, su sonrisa,
esa emoción intensa en la que creo
reconocible, siendo tan precisa,
con esas notas de un cascabeleo
Mirar ese jardín, de flores vivas,
campos de trigo, árboles llenos
de frutos; se me alegren las pupilas,
al contemplar las azucenas, y los lirios
Que en el amor, me envuelva, estremecido,
desde hoy, haré distinta cada hora,
hube entendido que en las noches
no está el frío...
Treinta y
nueve…
Quiero sentir
Contemplaré la llegada de la aurora,
junto a mi alma, entre los brotes
del rocío...

.
Entre plácidos caminos,
la adolescencia se aferra
a mundos, donde libera
la eclosión de los sentidos
¡Cuidado!, si en el pasado
surgió una mala experiencia,
a veces, queda marcado
despertar en la inocencia
Tentáculos, donde quedan
imágenes subyacentes,
entre escenas, que se ruedan
y serán luego influyentes
De aquellos días vividos
quedarán esos retazos,
de su hoguera, los chispazos,
como ecos, sumergidos
Cuarenta

Adolescencia
Cuando se escuchan
las voces, lejanas, y su latido;
los corazones despiertan,
pero, el tiempo, ya se ha ido

.
¿En qué lugar se quedarían tus sueños,
si no intentaras defender su causa;
con qué derecho, el mundo, los traspasa
y te hacen concebir que se hallan lejos?
La sensibilidad es fuente cristalina,
que logra atravesar burdos complejos;
el buen ejemplo es rey de los consejos,
que afianza la ilusión, y no margina
No dejes de escalar en la alta estima,
siempre serán loables los intentos.
Mejor que el que censura, es el que anima
a procurar la calma en fuertes vientos.
Crecen en magnitud los pensamientos,
que abarcan una idea estable y clara;
se acercan al progreso, están abiertos,
en esa libertad que les ampara.
Cuarenta
y uno…
Los intentos

.
Tu recuerdo, en esa cita
en la mente, un temblor
mi corazón la recita
es esa palabra, ¡amor!
Puede ser,
que estuviera durmiendo
y al pasar esa brisa,
que deja tu pelo, tu risa,
un sueño, escogido,
envolviera mi ser
Desplegando las alas,
fue esa hora, el momento,
de ansiado placer
que te idealicé
Era magia, en un cuento
cuando, yo te amé
caminabas descalza, Y de pronto,
al sol de tus ojos, lento… me quemé.
Cuarenta
y dos…
El amor

A pesar del dolor y la miseria,
aún hay gente de paz, que es influyente
pensando un Paraíso, ¡quién nos diera,
buen fruto para echar mejor simiente!.

¿Es cierta la locura de quien piensa?
viendo fantasear, vivir la vida,
a espaldas de la muerte, en qué compensa
dejarse apuñalar sobre la herida?.

El juicio y el pudor roncan cual cerdos
a un paso del terror hoy se hacen fiestas
para evitar la cruz, llevarla a cuestas
a precio de burdel hoy nos vendemos.

¡Ay, tiempos venideros ya a la puerta!
el cuerpo no comulga con la mente
no quiero infierno oscuro, deprimente,
mejor sentir la luz, estando alerta.
¿ES CIERTA LA LOCURA?
http://www.blogodisea.com/wp-content/uploads/2011/10/noche-estrellada-vincent-van-Gogh-realista.jpg

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Si me pierdo en la niebla de estos días
porque mi corazón aún no pudo hallarte,
será que existen otras sintonías,
dentro de un mundo, donde quiero amarte
Esperaré que escuche el infinito
las razones por las que te he esperado,
están guardadas emociones que no he dado,
son mil palabras que ningún poeta ha escrito
En tú mirada, traspasar los rumbos,
beber sus labios será el néctar que enloquece
contemplar, sucumbir, sentir el roce
de la piel, que nos lleve hacia otros mundos
Semilla de calor, más duradero
que el sabor de una fruta que perece,
perfume de una flor que luce y crece,
algo más que una llama, es lo que espero
Buscándote
Cuarenta
y tres…
Cada mañana, en un nuevo deseo,
yo seguiré buscándote, en la calma,
donde no existe error, ni titubeo,
volver a reencontrar lo que uno ama

.
Seguiré pensando, sigo imaginando…
un mundo de locos,
en esa vorágine, amando…
quedamos muy pocos
Siempre ocupados, junto a la marea
donde el viento sopla, y nos trae la idea
llenos de esperanza, donde se renueva
la sangre, que brota, poniéndote a prueba
En estos momentos, no hablo de materia
sentimos, y amamos, lo que no envejezca
eso que te ensalza, aún en la miseria
algo más profundo, que el alma merezca
Los atardeceres, entre savias tiernas,
riachuelos largos, paisajes, que tiemblan
corazones llenos, de burbujas nuevas,
salpicando el aire pétalos que vuelan
Libres
Cuarenta
y
cuatro…
Susurrante el alba, en dulces cadencias,
de amantes que habitan estancias secretas,
en promesas libres, fuentes de vivencias;
elevando, a lo alto, sus mentes abiertas...

.
Os invito a entrar en ellas
a viajar en tren, sin vías
hacia esas doradas tierras,
que envuelven las fantasías
No existe mejor criterio,
que el de alegrarse en la vida
si nuestro talante es serio
la vemos con alma herida
Romped la melancolía
todo lo que haces, y quieres
siempre estará en armonía
imagina, que sí puedes
Compaginando deberes
con los sueños que tú ansías
haciendo bien lo que hicieres
cambia, transforma los días
El baúl
Cuarenta
y cinco…
Debes saber, que en el fondo
de tu baúl, hay quehaceres
a través de ver, lo hondo
rescata al hombre que eres

.
Por una empinada cuesta,
el corazón ha rodado.
Subirla de nuevo, cuesta,
pero tú lo habrás logrado
Aunque el mundo no le deja
vivir, es lo que ha apostado.
Marcha a un ritmo acelerado,
¡nueva sangre lo proteja!
Aunque se haya acostumbrado
a esta nueva vida densa,
hazlo descansar, y piensa
que ha vivido equivocado
Responde, si ya ha acabado
tu camino de imprudencia,
corazón recuperado,
refúgiate en la conciencia
La apuesta
Cuarenta
y seis…
Donde estuvo maltratado,
si asimiló la experiencia
una vez ya, renovado
se transformó su apariencia

.
Mantén la mente despierta,
dicen los que ya han vivido;
que no te hayan convencido
sabios, que no dan respuesta
Se me antoja ver de frente, no tener la venda puesta;
donde empiezan los fracasos, creer que nada nos cuesta.
He desatado los lazos, que me unían a la fiesta;
por si en el camino yerro, y se hace dura la vuelta
Sin esquivar esa marca,
que anuncia una puerta abierta;
yo quiero sentir despierta
la vida, y verla de cerca
Vive en mundos instructivos
no malgastes en proezas,
con métodos corrosivos
adornados de promesas
Soltar lazos
Cuarenta
y siete…
Expresa libre tu canto,
abre las alas, y vuela;
pero, no te adentres tanto
en un rumbo, que te estrella...

.
Se va alejando el invierno,
anduvo medio camino;
nos ha abierto su cuaderno
de historias, sobre el destino
Unos niños, en el valle
juegan, formando un corrillo;
no hay leyenda que se calle,
ni luna ocultando el brillo
Se salpicará la noche
de emociones, junto al río,
un despliegue y un derroche
de pálpitos que respiro
Aunque no puedan tocarse,
la sensación y el sentido,
la vida puede escucharse,
es nuestro propio latido
La última estación
Cuarenta
y ocho…
El fuego chisporrotea,
despiden los ojos brillo
y nuestro cuerpo flojea,
cual pequeño gorrioncillo
Cuentan, desde sus gargantas
relatos, con alarido
parecen haber vivido
los sucesos, y te espantas
Hay mucho fervor en todo,
si el que narra, lo ha sufrido;
transmitiéndolo a su modo,
lo revive, conmovido
Estábamos en el monte,
el Sabino y yo, Contreras.
A él se le fue la cabeza...
¡Detente! -le dije-,
no vaya a ser que me hieras
Me seguía, hecho una fiera.
Tuve que salir corriendo;
lo alcanzó un rayo, quisiera
olvidar, que murió ardiendo

.
¿Quién está frente al espejo?
como remolino de aire
hay una mueca, que se abre,
y frunce el entrecejo
A pesar de las imágenes,
el retrato del exceso
piensa, que lucen sus trajes,
no le preocupa su peso
Aunque, lo que hayas vivido
sea digno de olvido,
intenta un cambio rotundo
no sigas culpando al mundo
Soy débil, ahora me escondo
entre recortes de escuela
veo que se hace el sabiondo
hasta el que no estuvo en ella
Cambio rotundo
Cuarenta
y nueve…
El único hecho evidente
es que el avanzar no espera,
aquel que fue diligente
quitó abrojos en su tierra
Luce el campo, si se riega,
como espejo floreciente
La mala hierba se siega,
para echar buena simiente

.
Se unieron pasión, y esfuerzo
para hacer la mente próspera
también la constancia hizo
que el cuerpo lo consiguiera
La ocasión, desde temprano
de tener la salud nueva
que implica, el tesón humano
el deporte, es esa prueba
Para un esfuerzo importante
donde se unen la energía,
voluntad, y sintonía
revierten, en ese instante
Hacen subir a la cima
los logros, aún sin la fama
porque influyen en la calma
revalorizan la estima
Deportes (Juegos de invierno)
Cincuenta

El ejercicio es creciente
refuerza la perspectiva
se vuelve activa, la vida
de nuestro cuerpo, en su fuente
Sano ímpetu, es esa corriente
deportes, juegos, pelea
brota el flujo, cuando emplea
un esfuerzo inteligente

.
Donde el corazón se enfrenta,
temías esos encuentros,
de episodios dolorosos
que nunca tuviste en cuenta
En la evasión, ahora toca,
recoger el sufrimiento...
De esta vida que anda loca,
sólo viviste el momento
Donde la mente flaquea
¡juventud el tiempo frena!
utiliza de tu espíritu
su valor, te dará fuerza
Del vivir este presente
se puede cambiar la idea,
es transformar el ambiente
de algo que se tambalea
Joven ímpetu
Cincuenta
y uno…
Aunque arrastra la corriente
y salir de ahí es ardua tarea,
debes sujetarte fuerte,
cruza el que no desespera
Son grandes tus ilusiones,
no las cedas a cualquiera;
conserva las emociones
de forma más duradera

.
Trota potrillo, se libre, respira…
a ti, nadie te ha ensillado
puedes galopar, sin bridas
mientras el alma respira,
el mundo no se ha acabado
Vienes de un sueño profundo
allí no has sentido el llanto
¿quién pudo cavar tan hondo,
y quién ha sembrado tanto?
Algo tan inesperado
ha acrecentado tus fuerzas
deseo que te convenzas
de que has vuelto renovado
Todo ahora, lo ves más grande
eres un niño, arrobado
La luz, por dentro, te invade,
en tu interior se ha instalado
Sueño profundo
Cincuenta
y dos…
Desde ahí, siente tu mente
más claro, y menos dorado
puede mirar, transparente
el falso brillo ha acabado.

.
Salieron de un alma entera promesas
llenas de vida, dejando heridas abiertas.
Dentro de un fondo de hastío,
no volverán, están muertas.
Los ojos ahora se elevan, y contemplan el vacío;
cuando fueron pronunciadas, aseguraban ser ciertas.
Sobre el pálpito, en su aroma, el ánimo halló el infierno;
desde un viento embravecido,
por un camino de invierno.
Las emociones se juntan, por desterrar el gemido
de algo, que pudo ser tierno.
Vulnerables, ya no esperan, las ilusiones, se han ido
Del amor, si algo fallece…
al corazón no le importa morir, y ser revivido.
Amar es un bien sufrido
hay que trabajar su suerte;
despierta, y en su latido resplandece,
se hace joven y más fuerte
Revivir
Cincuenta
y tres…

.
Tú alumbrabas mis noches, abundantes de sueños;
yo, deseaba vivir sólo, para soñarte
en esa nube blanca, donde escondías tus besos,
para cuando sintiera tu sed, poder amarte
Se han quedado vagando los días que me diste,
en esa transparencia se ahoga mi emoción;
se secaron mis labios con tu nombre, te fuiste
como hubiste llegado, rompiendo el corazón
He cruzado descalzo ese río que anhelo,
desde la misma sombra vacilante, de ayer
desnuda, ha amanecido mi alma, junto al hielo,
en esa noche oscura que perdí tu querer
Cuando encuentre esa parte, que nunca hube entendido,
escucharé el concierto donde me enamoré;
las notas de tu ausencia no olvidarán; contigo,
sólo el tiempo de amarte, jamás podrá volver
Nube blanca
Cincuenta
y cuatro…

.
Puede que en otra vida, mi corazón te amase;
no pudo separarse, y sintió devoción
Nuestros mundos se hicieron, para perpetuarse
nos hubimos amado, desde la Creación
Hoy importa que el tiempo se detenga, y no pase;
necesitamos horas llenas de inspiración
Aguas marinas, fueron el brillo de sus ojos
perdidos en la ruta de cada atardecer;
su mundo, traspasaba los más dulces antojos,
entrelazadas manos, abrazadas las almas, hasta el amanecer
Tocados por el signo de una estrella serena,
se acariciaron almas, sensibles, sin hablar;
un torbellino ardiente de miradas, que estallan
cataratas inmensas, desbordando un volcán,
destellos de pasiones centelleando a una;
en la diosa fortuna, de expandirse, y amar
Amor infinito
Cincuenta
y cinco…

.
Sé que se apagará pero, en mí, vuela
su apariencia de orquídea, definida
en su elegancia, seducción de perla,
nace mi primavera, y me suspira
Habitas rojo carmesí, en mis deseos
junto al azul del alma, enamorada
entre paredes de misterio, está guardada
la percepción de su calor, bajo mis sueños
Vivir, amar sublima, eleva, crea…
nueva estación enredas, en mi cuerpo
para llevarle al corazón, lo que desea
aunque en la Tierra, efímero, sea el tiempo
Son mil maneras de sentir, amando nuevo
no perderé más horas en buscarte
si no te puedo hallar, como te quiero
olvidaré tu aroma, en ese instante
Mi primavera
Cincuenta
y seis…

.
Velas enciende el corazón, y sopla el viento
nubes, de gasa azul, sobre mi aliento
Dulce de amor, que eclipsa el firmamento
¡quiero amarrar mis sueños, en su puerto!
Desatas un volcán, rompiendo el hielo
para dejar que brote, lava ardiente,
mis manos enredadas en su pelo
mientras la lluvia de sus besos, es mi fuente
El arte, enamorado, cruza hondura
lo sobrenatural, y lo elocuente
llamaradas de estrella, complaciente
son flujos de pasión, y desmesura…
Se muere, y nace como el día, es diferente
cuando ama, el amor, y se perdura,
desborda mares, crece su vertiente,
el alma lo reclama, en su premura
Lumbre de amor
Cincuenta
y siete…
Quiero pensarte amor, idealizarte
en besos de coral, y ráfaga de luna
gastar, y presumir de tu fortuna
decirle al corazón, cómo es amarte

.
Caminaba, y se hacía interminable el tiempo
de reposar el alma, en tanto padecer
en la pradera seca, de mis labios, gimiendo
cogido de su mano, llegó el atardecer
Se desploman las horas, bajo esta noche oscura
donde ninguna estrella, hace su aparecer
la soledad es tanta, que el corazón supura
sólo el silencio siente, la esencia de mi ser
En este suelo húmedo, donde la piel descansa
seguiré peleando, hasta desfallecer
no importa si en mis sueños, se quedó la esperanza
entre tanta nostalgia, de ver la luz nacer
La Tierra, está descalza, y aún desnuda consuela
saber, que en ella puede, mi cuerpo reposar
de ti hemos salido, sobre tu vientre vuela
la garganta, y el grito de ¡no desesperar!
Tierra asolada
Cincuenta
y ocho…

.
Desprendiendo su brillo
las flores del azahar,
se ha hecho mi alma un ovillo
contigo, al despertar
Desde esta sinfonía, amarte se me antoja;
ha amanecido toda la vida, el respirar
del corazón, la llama, se aviva, y se sonroja,
aletean tus labios de almíbar, al volar
A mis tornados llegan, encendidos, tus vientos
conectados, fundidos, se han hecho un huracán,
ha temblado la Tierra, montes estremecidos
resonando las cumbres, luego se calmarán
Así, mientras sentimos este frondoso valle
de alondras que suspiran, viviré ese vergel,
donde sueñan almendros, prendidos a su talle
la rosa, y el clavel
Contigo
Cincuenta
y nueve…

.
En esa noche triste de los tiempos
no deseo habitar
El corazón herido, y hecho añicos,
no llegaría a conectar
Y si alcanzase el dolor a mis entrañas
en esa losa penitente, y fría
mi alma, entre paredes tan dañadas
no soñaría más, y moriría
Aún más profundos que la propia estima,
ojos cansados de mirar posan retinas,
donde el espíritu siente, y me aproxima
a ese murmullo incomparable de horas tiernas
De ti, mundo plural, saco mi fuerza
sólo deseo elaborar mi pensamiento
estable, donde el juicio no se tuerza,
para volver y reparar el hundimiento
Sesenta…
Habitar
Con anuncios de sueños fugitivos,
ahora ya no me suenan las campanas...
¡dejadme reposar entre los vivos,
que entre la luz del Sol en mis mañanas!

.
Yo sería ese artista, que reflejara
en tu mirada el brillo de los sabios,
si modelar pudiera…
Igualaría tu hermosura
al firmamento,
si en arte yo esculpiera…
Con esas manos firmes, de un experto,
sobre la línea pura de tus labios
plasmaría esa luz, en un soneto
Y si al sueño accediera…
le impregnaría del más hermoso aliento
a tu sonrisa, porque me sedujera
Mi obra
Sesenta y
uno…

.
Sobre esa nostalgia, que añora recuerdos
mi amor está vivo, lo llevo despierto.
La prolongan años, y siglos perdidos
no porque ella huyera, sino porque ha muerto
Para qué gastarlos, los días, frente a los espejos
si sé que me miras, como yo te miro, con ese amor tierno
de cualquier tumulto de voces, tú y yo estamos lejos,
esperando al tiempo, a que nos retorne al cariño eterno
Junto a las hogueras de mi sangre roja, revivo tu fuego
como en esa balsa, que surge de un lago, mi alma te entrego
porque no hay distancias entre amor y tiempo…
En estas calderas de mi fuente nueva, ¡te amo, y te deseo!
Llévame contigo, cada noche, a un sueño…
donde no se acaben, gastados, los cuerpos
y siendo dos almas, que buscan su encuentro,
permanezcan juntos espíritus, tiempos...
Nostalgia
Sesenta y
dos…

.
Qué noche tan fría le dejó en la esquina,
está muy cansado, tiemblan sus rodillas;
tal vez, porque el tiempo le sumió en la ruina
En su humilde lecho sigue, dando vueltas,
entre pesadillas, andando descalzo,
porque esos zapatos le hicieron heridas
Pisando la losa, sufrido lamento
camina despacio, sobre la rutina
de su piel curtida, rozando el asfalto
Que le va exigiendo esa marcha indigna,
cual perro sin amo, de estancia sufrida,
recoge migajas hechas de limosna
Prolonga esa vida, que le da fatiga;
así han acabado, los que no podían,
cada día, superar la espera que obliga
Apartado
Sesenta y
tres…
Vivir sin recursos, sin casa, ni vida,
esperando a todos esos que le olvidan,
porque no es limosna lo que el alma ansía

.
Pasa la vida,
pero sigue estando
dentro de un pensamiento
duradero, que se activa
Soñando está el amor
de mis amores
y, en ese cielo abierto,
me extasío
Impulsando el motor
hacia lo alto, se escapan los dolores,
en su ascenso
se llenará el vacío
En el conocimiento, hay más allá;
es donde el corazón hace su embarque,
queda la vida, no se va,
aunque se escape...
Duradero
Sesenta y
cuatro…

.
Quería ser un cariño verdadero,
con muestras insondables,
no estar deliberando
sobre pompas, errando
un cabalgar sincero
de horas inacabables
Solía decir: ¡te quiero!,
él, la estaba ofreciendo
arrullo de paloma, despertando
debajo de un enhebro
Pero aquella paloma iba pensando
en el Edén, y alzó su vuelo
en tan alta ocasión, considerando
que en el imaginar no estaba el cielo
Bajo un enhebro
Sesenta y
cinco…
Hasta el más dulce sueño es gota fría,
si el impulso en sus alas, va perdiendo
al no poder volar en la distancia,
languidece, no se hace duradero;
sólo decir: ¡te quiero! es el segundo
donde se quema leña en un brasero

.
¡Cuántas, cuántas han sido,
decidme, primaveras contempladas!
¿Por qué, para mí, nunca habéis nacido?
No tuve la ocasión de conocerte,
primavera de amor, tan florecido
ahora tras el dolor, he vuelto a verte
He de sanar la herida permanente
donde tanto te amé sin ser amado;
siendo en mi corazón locura ardiente,
tú, alegre amanecer, me has olvidado...
Quiero sentir tu abrazo, saber cuánto
se quedó en el camino de la espera,
mientras en aquel tiempo sufría tanto….
¡Devuélveme esos días, primavera!
No estabas
Sesenta y
seis…

.
Si con un pan bajo el brazo
naciste, ¡buena suerte tú poseas!
y no te falte, si acaso,
sembrar trigo no pudieras
De los árboles talados
hoy, sólo es leña, en esta Tierra
cuántos imperios caídos
se llevaron su madera
El reloj marca la hora
de cambiar el testamento
¡eso no puede ser cierto,
que ya no herede la gorra!
Son cuatro generaciones
llevando la misma prenda
del neolítico, la piedra,
y el pregón de los tambores
El consejo
Sesenta y
siete…
No desviemos el rumbo,
la brújula marca el norte,
los que viven de la suerte
son los de platillo y bombo

.
Puede haber luz
pero nunca es tanta
como aquella
que trae la juventud
Desde su alma se asoma
la aurora de los sueños
que todo lo transforma
pero te alerta en ellos
Siempre estará la misma
sensación, presencia
de carisma, y en su esencia
la fugaz existencia
Emocionado escucho
ese interior que añora
aquel poco y lo mucho…
que le dio su memoria
Juventud
Sesenta y
ocho…

.
Te entiendo cuando dices: ¡ya es tarde!
que andar entre el escombro se hace duro,
pintar la obra acabada es paso en balde,
alimentar al alma de su engrudo
No hay otro honor que no desperdiciarla,
sabiendo que al nacer ya es conseguida,
si para degustarla hay que pincharla
¿de cuántos tenedores es la vida?
El propio sentido, reflexiona y te expande...
Ése ha de ser tu verdadero amigo,
que te levanta y dice: ¡ven conmigo
y, en esa entrega, por lograrte, te haces grande
Si al mirarte, te ves reconocido,
será ésa la alta estima por tu parte
El propio amigo
Sesenta y
nueve…

.
Son manantiales, fuentes cristalinas, crecientes ríos
¡qué más dará, mientras no suelten lágrimas,
y sigan reflejándose en los míos!
Semejarán luceros encendidos
al asomar, sus ojos,
al balcón de mis sueños, en estío
Surgirán cataratas hechas fuego
cuando mis labios colmen, en su aliento,
la sed que le atormenta a este vacío
Luna con arrebol, de mi alameda,
que en esta noche clara te respiro,
eres luna de miel, y de rocío
Imaginando el tacto de la seda,
al roce de tu piel, ¡cómo suspiro!
Sus ojos
Setenta…

Hay que saber soñar,
mostrar la piel serena,
estar en luna llena,
abrir esa compuerta,
llevar el alma suelta…
y navegar
Tocar los horizontes,
trepar sobre la magia
de sus montes,
a lo alto de la fantasía
Donde se halle mi espejo,
quiero saltar adentro,
dejar en ese espectro,
entre su brillo, mi reflejo

.
Hay que saber soñar,
mostrar la piel serena,
estar en luna llena,
abrir esa compuerta,
llevar el alma suelta…
y navegar
Tocar los horizontes,
trepar sobre la magia
de sus montes,
a lo alto de la fantasía
Donde se halle mi espejo,
quiero saltar adentro,
dejar en ese espectro,
entre su brillo, mi reflejo
Saltar adentro
Setenta y
uno…
Esa hora dichosa
llevará luz y fuente...
Al mostrarse espaciosa
no apagará su lumbre...
Para perpetuarse,
hará fluir la mente

.
No te quedes tan sola
como para rendirte,
al fin has de evadirte
de un mundo que se inmola
Alcanzar reposo tardo,
con el precipicio enfrente
subir, y subir el fardo
por esta cuesta es doliente
Tampoco sería hiriente,
si al menos no lo creyera,
que ser sensible en la Tierra
es sobrevivir, con suerte
Al medir la vida, observa
mientras ocupas la mente,
para hacer uso, y reserva,
comparte lo inteligente
Flor de vida
Setenta y
dos…
Protege mejor tus ramas
sin descuidar las simientes,
flor de vanidad, no te alces
en vientos que soplan fuertes

.
Semilla traes en mí, para que plante,
pero siguen clavadas las raíces
sobrevivir no basta, como dices,
pidiendo agua, y luz a cada instante
En un plantar de aroma, sosegado,
aún despiertan los brotes encendidos,
mas en un huerto rodeado de espinos,
para vivir, me siento postergado
Ahora hay que caminar en una estancia,
convertida en pasar del peregrino,
para cuidar y disfrutar en la bonanza,
mi noble Tierra, dónde hallar camino
Mientras limpiamos y no construimos,
los edificios caen, desaparecen,
en loco afán de hacerlo todo escombros,
retornan a un vacío y ya no crecen
Noble terruño
Setenta y
tres…
Plantaré algo que nunca desmerece,
mundos con hojas de corazón vivo.
Quiero explorar el viento fugitivo,
que viene y va, pero siempre aparece

.
La magia está en la misma Naturaleza,
en el invierno queda olor a brezo,
encendiendo el paisaje de alma y pureza,
miles de ramos blancos, flor del cerezo
Está todo naciendo, verde pradera,
una explosión de cielo cubre la Tierra
y el sol, sobre la esfera,
sale a anunciarnos: ¡es primavera!
Cumbres de plata, en lo alto de la ladera,
alejan, desafían a la tristeza;
el mirlo hace su nido de hoja y madera,
y el aire se desgrana en la belleza
Desde la misma sangre rompe la niebla,
se transforma la vida, el cuerpo tiembla;
del rincón más oscuro, la luz blanquea,
la vara de avellano, salta y cimbrea
Naciendo
Setenta y
cuatro…
Caracolas y conchas, sombrillas de medusas,
navegando un velero, gaviota en quilla;
el mar verde-azulado, playa, en su orilla,
arroja espuma blanca, algas marinas

.
Desperté en la conciencia,
nunca la tuve ausente;
en la propia existencia
vertí la sangre ardiente
Donde estaba sellada
la libertad, la gente…
qué fuerza enajenada
pudo abrir esa fuente
Llevado, en su corriente,
se trasladó aquel río,
donde estaba ese frío
que no tapa ni siente
Para aplacar el sincio
nunca fue suficiente
mirando ese torrente
por qué tanto bullicio
Desbordados
Setenta y
cinco…
Corrientes de agua oscura
saturan los embalses,
ahogada, entre farsantes,
se diezmará la Tierra

.
A quién le importa pensar, si se hace frágil
el espíritu errante, que padece
siempre aguardando a ver lo que acontece,
recordando que la vida no es fácil
Donde mi cuerpo alienta,
enmohecido, espera…
y cae en esa cuenta;
somos ocupantes de paso, en una esfera
Lo que separa al hombre
es la supervivencia,
sujeta en el alambre
de la ingrata exigencia
Le va quitando al tiempo
peldaños de conciencia,
por amparar el cuerpo
sutil de la vivencia
Los ocupantes
Setenta y
seis…
En mundos del silencio
por el hombre engreído
¡es tan grande el espacio
y a la vez tan perdido!
Si apagadas las almas,
las envuelve un vacío,
¿cómo llegar a tantas
el desfavorecido?
¿Quién ha viciado el aire
que apenas ya respiro?
¡hágase, y se separe
esa paja, del trigo!

.
En un abrir y cerrar de ojos
has visto transformado tu legado,
siendo dueño y señor de tus manejos,
ahora el cociente está desamparado
Eso de hacer o deshacer no te compete,
tú eres ahora una subasta de mercado,
a cuánto has de pagar sin el membrete
lo que por otra parte te han quitado
Lo de ser remitente se ha acabado,
sólo puedes ser tú sin nada encima,
qué queda por mandar sobre la cima
si para proseguir te han saqueado
Somos retazos de azul, que doblan esquina,
caminando despacio ese diseño
de un cuadro, por pintar a la sanguina,
lo poco que pintamos es de empeño
Ser yo
Setenta y
siete…

.
Si en este vasto imperio
de fábulas se advierte
que hay un agujero hondo
¡quién podrá protegerte!
Siembran el desenfreno
mentes desperdigadas
en una huida, empeñadas
en salpicar veneno
Teorías desmontables,
sin cimientos ni acceso
a habitar, nunca estables,
porque están en proceso
Entre sueños de paja, cuánto
has de esperar primero,
eso que dura tanto…
mientras quiebras por dentro
Agujero hondo
Setenta y
ocho…
Escarba entre tus dones,
para allanar comienzos,
la salud, tus esfuerzos
nunca, empero, abandones

.
Mientras existan, primaveras nuevas
el ritmo en las mareas,
la estrella que te guía
¡habrá luz, en tu día!
Aunque el temblor, en tu interior
de alma sensible,
se haga visible,
¡alejará el dolor!
¡Vence esa lucha que te da fatiga,
deja un espacio para hallar valor,
porque es más fuerte el tono de la vida
cuando se escucha el propio interior!
¡Sueña, y descansa en la contemplación,
en una marcha lenta de estímulo, emoción,
sin espinas clavadas de otra generación,
que no deja que tengas energía, ilusión!
¡Habrá luz!
Setenta y
nueve…

.
Somos esos castores, roedores,
ávidos de “leyendas”
hechas de las vivencias
en ríos de esplendores
Nuestros diques se han hecho
de misterio, el conseguir
la magia, sobre un lecho,
que es difícil de abrir
Caballeros, y damas, en ruta sumergidos
en hazañas, y viajes, revivir, conocer…
ese llamado mundo de muertos, afligidos,
de la Tierra, esos vivos, que matan por placer
Torpes, y entendidos, muestran esa evidencia
de un todo, reunidos, para hablar de la Ciencia
y de sus “perseguidos”, que no acatan creencia
en presencia, y en libros, despejan la conciencia
Los diques
Ochenta

Lo negro, se ha hecho blanco
tras ese arduo trabajo, la razón, ha crecido
siempre ha pertenecido
la historia de los hombres, a los que la han vivido

.
Quién pudiera orgulloso, hallar provecho
sin el edificar sobre cultura;
si nos dejásemos, nada se hubiera hecho,
de creatividad, en la censura
Con esa doble faz de su estructura,
saber cómo es el hombre, lo que ha hecho,
quién sustenta realmente ese derecho
de avasallar y repetirse en la locura
El hombre, en su otra forma, vence al hombre,
cuando refrena, y no secunda el odio;
se hace más fuerte el que acepta como obvio
el no afilar la espada en esa lumbre
Sólo algunos se han entretenido,
queriendo deshacer la propia obra,
peleando contra hombres, han perdido
la luz, su honestidad, entre la sombra
La propia obra
Ochenta
y uno…

.
Es un viento de brisa
de movimiento inquieto,
como ráfaga viva,
deslizando, en su cuerpo
Nacida, vigorosa
con porte sabio, abierto,
elegante, y frondosa,
infundiendo respeto
En tu flujo de ondas,
eres mar de requiebros,
cuerpo serpenteante, y alas
de abismo, en sueños…
Brilla satén, en calma, de paraíso eterno,
perfumada de nácar con reflejos de cielo
vanidad sobre estampa de coral, es un broche
que luce y que realza como estrella, en la
noche
La mar
Ochenta
y dos…
También es apariencia, de rostro pétreo, serio
reflejo, con mirada de augurio y de misterio
como espada, afilada, más dura que el acero,
canto de mar, bramido, con atavío en negro
El mar, la mar, los mares
son cobijo, alimento,
silencios sepulcrales...
y tránsitos a puertos

.
Abstraído, en un mundo
que se estaba acabando,
me ha dejado pensando
ese sueño profundo
Es un peso muy grande,
para un sobrevivido,
tener que sujetarse
a la vida y su olvido
Aunque me hayas penado,
se ha de quedar contigo
todo lo que hube amado,
mundo juez y testigo
La estrella inquieta, el sino
galopante, y extremo;
de precoz entusiasmo,
hecho de amor, y mimo
Juez y testigo
Ochenta
y tres…

.
Nunca, entonces, tuve en cuenta
tu laxitud, tiempo inerte,
ahora, el sentido se invierte,
su serenidad violenta
Arráncame de los brazos
en que la noche se asienta,
fuertes e invisibles lazos
de esta tristeza cruenta
Aunque mi vida lo intenta,
es el alma quien procede
en esa actitud resuelta
y, se queda inmóvil, cede
A ese otro sentir,
que la agrede
y la saja, sin medida,
¡cómo vivir si la herida
de tanto sangrarte, hiede!
Tiempo inerte
Ochenta
y
cuatro…
De tu postura, ¿quién puede
sacarte, echar la amargura,
desde esa celda de muerte
aislarla, de ese aprehenderte,
arrojarla, en la negrura,
y en vez de fijarse, ruede?

.
Hay tanto amor entre los dos
que son interminables las caricias;
el corazón nunca nos dirá adiós
en el jardín de todas las delicias
No somos huerto con un fruto prohibido
que nos quita, de golpe, la inocencia;
queremos perpetuar nuestra vivencia,
entre besos de amor comprometido
La llama intensa que alumbra en el vacío
es del calor que irradia tu presencia;
seguirá siendo eterno este amor mío,
que despierta el sentido de tu esencia
Dentro de mi alma, está sólo tu alma.
Nadie, así, puede amar como ella ama;
de tu boca y la mía sale fuego,
es lecho de pasión y miel, azul de espliego
Llama azul
Ochenta
y cinco…

.
Ha despejado el día toda la niebla
¡sube, asciende, ya llegas!
ahora ya estás, contemplas
desde arriba, la Tierra
A la llamada, al signo de primavera
parece despertarse, la vida entera
victoriosos se yerguen el sol, la espera,
no hay que aguardar que nazca, lo que ya era
Mucho saben las flores, lo que aprovecha
el aire puro, el agua, la luz intensa
los campos están plenos, de la cosecha
sirviéndoles de pasto, a la existencia
Somos caminos amplios, sin escalera
sencillos, llanos, de pisada ligera
y nos sentimos libres, sobremanera,
sin mostrarle a este mundo, alma de piedra
Ya llega
Ochenta
y seis…
Al corazón le suena voz de trompeta
ahora, el día es más largo, corta la siesta
el silencio se escapa, la vida alienta,
es la Naturaleza, cuando despierta

.
Te miro, y tú me sonríes
yo sabría interpretarlo
si al fin pudiera lograrlo
ver tus ojos, y me mires
No deseo que lo olvides
el corazón me has robado
desde que te vi, en mí vives
la dije, y se ha sonrojado
Creía haber fracasado
en un decir tan sincero
ahora, mucho más, te quiero
de cerca, siempre, a mi lado
Mientras yo se lo decía
que me había enamorado
ella se compadecía
en un gesto, muy callado
Sin palabras
Ochenta
y siete…
La besé, impulsivamente
ni aún así, se hubo inmutado
de repente, era evidente
al no poder escuchar, no hubo hablado
Se ha llenado ese vacío
cuando mi alma te ha encontrado
tal vez, se hizo ese silencio
para amarte, y ser amado

.
Ya nunca más he vuelto a recordarlo
aquello que se fue con el pasado
le hube ganado la batalla al tiempo
sin tener que insistir en olvidarlo
Y cuando descubrí que todo ente
lleva cabeza, me sentí aliviado
porque además, debiera llevar mente
para guiar al cuerpo, y no estropearlo
La extraña conjunción, materia-alma
cuando sienten dolor, varía su mundo
les detiene, de pronto, esa fatiga
de superar lo externo, en lo profundo
Superados los llantos, desde el fondo,
aflora en el vivir ese comienzo,
saber que no habrá vez, si en ella me hundo
es ocasión de comprender si pienso
Surgir
Ochenta
y ocho…

.
Camina sin querer darse importancia
siendo la obra de arte, para un cuerdo
armónica, elegante resonancia,
aún en fino tacón, su paso quedo
Eterna evocación, sueño en paisaje
de formas, resaltando la pureza
con ojos azul mar, en oleaje
desmesurada en porte, y en belleza
Mi corazón dio un vuelco, en esa estampa
dejándose escuchar, nunca tan vivo
se hallaba acelerado, e impulsivo
sorprendido, cual preso en una trampa
Sensación de misterio, algo divino
como quien toca el cielo, en los albores
lleva la libertad, en los valores,
ella es mi puerto, y mi destino
Armónica
Ochenta
y nueve…

.
No existe mejor razón
aunque la marcha sea dura
que alegrarse, en esta vida,
y alentar al corazón
para que exprese dulzura
A tiempo, no llega tarde
la fruta se hace madura
decir que piensa, es alarde
el hombre de cerviz dura
La vida aunque nos enreda
si halla un espíritu fuerte
en la luz, siempre se queda
nítida y resplandeciente
Noventa

Espíritu fuerte
Nuestras almas lo confirman
no existen mundos pequeños
todos juntos, se reafirman
cuando se cuidan los sueños
Quiero una vida aún más grande
la esperanza como guía
ver la luz naciendo el día
y ocultarse en cada tarde

.
Yo lo sabía, que aquel hermano, amigo,
era más que un amigo, era mi hermano
que hacía las distancias, menos cortas,
regando su calor de trato humano
Apoyarme en la vida, sin respuesta,
es golpe doloroso, y me desarmo
siento herido este cuerpo, cuánto cuesta
sin el refugio, superar el tramo
Aquí estoy con mi alma en esta cuesta
aunque nunca dijera, ¡cuánto te amo!
quiero saber si llegará a tu puerta
mi cariño, y te hará más cercano
De este vacío, se ha hecho una condena
mi corazón de juventud, se ha desbordado
siento, que en esta pena hay mucha pena,
al quedarme un adiós, tan desolado
Noventa
y uno…
Mi amigo
Amigo, que en tu juventud me dejas
yo que jamás hube brotado el llanto
siento mi corazón, lleno de espanto
teniendo que vivir, entre estas rejas

.
Fin…
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