9
ANECDOTARIO
Una vez que hubo cursado su enseñanza secun -
daria en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de
Oaxaca, Francisco Hernández Domínguez salió a la
ciudad de México en donde realizó sus estudios pre-
paratorios en el Instituto Vasco de Quiroga y profe-
sionales en la rama de la Medicina, en la Universidad
Nacional. Al mismo tiempo ingresó al Pentatlón De-
portivo Militar Universitario, institución fundada en
1938 a sugerencia del Dr. Gustavo Baz Prada, quien
convocó a estudiantes de la Facultad de Medicina de
la UNAM, entre quienes se encontraban Fidel Ruíz
Moreno, Jorge Jiménez Cantú, Andrés Luna Castro,
Ángel Pérez Aragón y otros, quienes, impulsados por
una inconformidad común ante lo que consideraban
circunstancias prevalecientes en su generación.
La autodisciplina, aceptada voluntariamente por
los fundadores, fue de carácter militar para adiestrar-
se en la obediencia y mando, fortalecer la voluntad y
orientar la agresividad con nociones de nobleza, ho-
nor, sacrificio e íntima convicción del deber, eran las
metas a lograr por los jóvenes integrantes del Pen-
tatlón. A éste grupo se afilió Francisco Hernández y
destacó en él, cuando colaboró con la creación de la
“porra” para ser coreada por los entusiastas jóvenes
pentatletas, a las voces de:
¡Aiguín, aigón, aigueza; aiguín, aigón, aigueza!
- Bim, bom, peza. Bim, bom, bom; Patria, Honor y
Fuerza... ¡Pentatlón!
Desde luego que el joven Francisco, durante esta
época de estudiante, cultivaba la poesía y por pri-
mera vez ganó los Juegos Florales convocados por
los estudiantes de la Universidad Autónoma Benito
Juárez de Oaxaca en 1956 y 1975. También obtu -
vo una mención honorífica con su poema “Alba en
el polvo” en 1958. Como ya mencionamos en este
opúsculo, el Dr. Hernández Domínguez murió en sep-
tiembre de 1971 y ya post mortem, obtuvo su cuarto
triunfo en los Juegos Florales de la Universidad Be-
nito Juárez de Oaxaca en 1975. Uno de sus trabajos