ERROR DE ÁNGULO EN UNA SOLA ESTACIÓN:
Cuando se ha cometido una falta en la medida de un ángulo en una sola
estación, se puede encontrar la estación en que se ha cometido dicha falta, a
condición de que se midan todos los ángulos interiores de la poligonal. Si
suponemos que se ha cometido una falta en la estación E, siendo este un error
ñ, el que será acusado por la ecuación:
= [(n-2)*200 ]+d
La que arrojara un valor aproximadamente de ñ para d. Por lo que si
construimos gráficamente la poligonal, partiendo de A, luego B, etc., calculando
previamente los azimuts en el mismo orden de partida, sin considerar el error
encontrado para E, en lugar de llegar a A, llegaremos a A' por la desviación
brusca sufrida en E, de no saber que E tiene el error, se procede a graficar
nuevamente la poligonal, sobre la ya realizada, pero en lugar de hacer el
recorrido ya hecho, se hará en sentido opuesto, con lo que encontraremos el
vértice del error, el que se notara, debido a su proximidad a la intersección de
ambas poligonales; de lo anterior, nos daremos cuenta, que el punto de
intersección es E o muy próximo a él.
ERROR DE DISTANCIAS:
Cuando la condición de los ángulos se verifica satisfactoriamente, y al graficar
la poligonal, resultase un error de cierre muy grande, es así seguro que este se
debe a faltas en la medida de las longitudes. Solo es posible localizar el error
cuando corresponde a un solo lado de la poligonal. En este caso, el error de
cierre, será paralelo a la dirección del lado culpable, por lo que se puede
comprender, el éxito no es siempre seguro, porque podrían haber varios lados
cuya dirección sea muy parecida, como lo ocurrido frecuentemente en trabajos
llevados por los caminos públicos, y en este caso, siempre subsiste la
indeterminación. Por lo que debido a la serie de circunstancias que tienden a
ocurrir para la localización de este error, en la mayoría de las situaciones en
que aparece, es necesario rehacer parte del trabajo.
ERRORES DE CIERRE TOLERABLES
Siendo la tolerancia el error máximo aceptable en toda observación, para lo
cual se eliminan las equivocaciones, aceptando dentro de un cierto límite
esperado, tanto los errores sistemáticos como accidentales.
Como las pequeñas equivocaciones no son fáciles de detectar, y ellas no
producen generalmente grandes dificultades, se procede en el momento de su
encuentro, a tratarlas y no a eliminarlas, sino que burlarlas del lugar en que
entorpecen.