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mundo está lleno de magia y que
Cuando el niño se convierte en mago, no queda en tela di
juicio aquello de que “La mano es más veloz que los ojos
Durante este lapso, los padres descubren mensajes y jerogll
ficos pintados en la pared con lápiz de labios, páginas arrai
cadas del directorio telefónico y de la Biblia, el rollo de papel
higiénico hundido en la tina, todos los libros tirados al pi
del librero, la ropa fuera del armario y el gatito en el refri
gerador. Naturalmente, la mano rápida es la del niño. Log
ojos lentos son los de sus padres,
‘Al principio, los padres no parecen molestos. Se rien M
alaban al mago por sus funciones y numeritos, —; No te pad
rece divino? —murmuran.
Luego, se ponen celosos porque la magia del nene es mes
jor que la de ellos. Se ponen colorados, miran con frialdad y]
comienzan a aplicar la antigua mano veloz al traserito lentog
sólo para dejar establecido que no han perdido la periciay
y, pero qué travieso es este niño! —gimen
1 pequeño hechicero se esfuerza en vano por lograr quel
los ancianos comprendan, Inventa trucos nuevos, hace tras
bajar todo su ingenio, realiza más y mejores actos de mas
labarismo. .. sólo para que le recuerden la existencia de su
defensa trasera que sigue igual de lenta para la huiday
El pequeño mago traba conocimiento con el miedo y llega el
fin, Los antiguos trucos ya no funcionan, En los años venis
deros, cuando toda la magia haya quedado en el olvido y sus]
ojos se hayan vuelto lentos, estará listo para, a su vez, cond
vertirse en padre o en madre
Los Navegantes y sus padres habitan mundos distintos.
Los Navegantes viven en un mundo mágico de encantamien
tos, donde todo lo que ven, lo que tocan y escuchan es nuevo,
Todo lo que sucede en el mundo del pequeño Navegante, ocus
rre por vez primera. .. y sucede para él, y sólo para él, paral
nadie más. El pequeño no conoce suficientes palabras como
para explicar los acontecimientos extraordinarios, espléndis
dos, que ocurren en su mundo: no hay palabras para explicar!
cómo y por qué se desgarra el papel o se rompe el cristal en
¡Porque lo mando yo! 63
mil añicos. No hay razones para nada; todo es “porque sí”
Noes de extrañarse que los niños crean en la magia,
Cuando un huevo cae al suelo, la imaginación del pequeño
He doce meses puede “ver” que se derrama un pedacito del
fol. Su madre sólo ve un mugrero. Los deditos dimiñutos
Alcanzan objetos que se desarman, se caen y rebotan, se rom-
Den o se diseminan por todo el piso: Para él, es magia pura,
Pura sus padres es una travesura que se traduce en pérdidas
conémicus, en ensuciar y en desorden, Pero aun en la trave-
fura hay la emoción del descubrimiento y, por consecuencia,
lu razón del Aprendizaje, con “A” mayúscula,
1 niño pequeño no tiene el vocabulario suficiente para
comprender los “Porque sí” y “Porque no” de los adultos; él
descubre al mundo experimentándolo directamente, Defini
tivamente, que las cosas se rompan, se extiendan por el suelo
© reboten, está condicionado por la acción del niño, y a tra=
vés de su acción descubre de qué está hecho su mundo, cómo.
se rompe, qué tiene adentro, qué puede sucederle a qué cosa,
cómo y cuándo. La criatura debe experimentar todo esto
antes de que para ella puedan tener sentido las palabras que
usamos los adultos para describir el “Por qué”. Y es así
como estas travesuras mágicas también son la raíz y la cau-
sa del Vocabulario, con “V” mayúscula.
Con este tipo de travesura investigadora, a los niños a
quienes se permite curiosear, aprenden que las palabras tam-
bién pueden usarse mágicamente, Absorben rápidamente un
amplio vocabulario y lo aplican muy bien, Estas “travesu-
ras” también florecen para transformarse en imaginación y
creatividad. Después de todo, los científicos son magos adul-
tos curioseando y haciendo travesuras con el futur
La naturaleza investigadora y curiosa del nene es la fuer-
za que impulsa el aprendizaje y el logro. Lo malo es que
también es origen de nfüchos accidentes infantiles, Durante
esta fase crítica del desarrollo, es imprescindible que se-esta-
blezcan ciertos límites físicos, tanto para orquestar la segu-
ridad del pequeño como para ofrecerle un ambiente propicio
para la exploración, el aprendizaje y la creatividad. El pe-