Adolescencia: orientación sexual Página 2
Adolescencia: preferencias sexuales
Introducción:
Ser joven en el siglo XXI es reconocerse parte del futuro. Es buscar lo nuevo, incursionar en aventuras,
experimentar e inaugurar formas distintas de vivir, buscar y encontrar la identidad y ser uno mismo, lo que
uno realmente quiere ser, sin interferencia de otras personas. Ser joven es ser un sujeto de cambio,
pertenecer a ese grupo de quienes quieren transformar el mundo y hacerlo mejor. Ser joven también es
reconocer una gran diversidad de estilos de ser y de sentir, de vestir y de consumir, de creer y de no creer,
de amar, de olvidar, de buscar y de luchar, de abrirse camino, equivocarse, aprender y acumular
experiencias.
Poniéndolo como un ejemplo:
Los dos amigos mantuvieron una conversación íntima de unos pocos minutos, recordando una vez más los días
del pasado, mientras el prisionero de uno de ellos forcejeaba en el interior de su persona en vano, para romper
con la máscara que lo protegía y mostrar verdaderamente lo que era, de lo que aún no lo reconocía, pero que
pensaba en ello. Ese ello, surgió desde hace ya unos tres meses, cuando él y dos de sus mejores amigas,
planearon en actuar fingidamente con un chico, que también se había ganado su confianza, pero que no estaba
del todo conectado con ellos, puesto que tenía ideas diferentes que provenían de su educación familiar, o más
bien de su padre, que lo había formado de esa manera: a un hombre que pareciera no ser de ésta época, sino
de la época de su padre o su madre, o sus abuelos, en donde esas ideas eran respetables, pero ahora, en este
siglo, en esta época, no es así: la propia sociedad lo ha cambiado todo, ha cambiado ideas con las que se deben
vivir, aunque para algunos de nosotros no nos parezcan, ya sea por la educación que nos impartieron, por la
religión que profesamos, pero nada de lo anterior importa, lo que importa es mostrar y no proteger con una
máscara qué somos y qué queremos ser.
Es una explicación sencilla y congruente que muchos de los jóvenes de ahora lo sienten, pero no lo quieren
vivir. ¿Por qué?, ¿A qué tienen miedo?, o ¿A quiénes le tienen miedo? Es una situación que ahora en este
momento, en este día, en este minuto, muchos adolescentes de todo el mundo se encuentran
enfrentándolo de aquellas personas que aún no logran abrir su mente, que se encuentran educadas por sus
padres, abuelos, por la sociedad de generaciones pasadas; pero resulta imposible que esas enseñanzas de
esas generaciones puedan congeniar con la de ahora. Y es fácil de demostrarlo: la discriminación, la
homofobia, la misoginia. Palabras que han tomado polémica en el siglo XXI. ¿Quiénes enfrentan esa
situación y cuándo lo hacen? La respuesta es sencilla, es en la adolescencia, en la juventud, los jóvenes lo
enfrentan día a día. Tienen miedo a la reacción de esa sociedad, que aún no puede ver o aceptar a esos
nuevos ideales, a esas nuevas situaciones o más bien, a esos nuevos modos de vivir. Las principales
personas que demuestran esas actitudes de discriminación, son los propios jóvenes, con preferencias
diferentes a las de otros, que son respetables; pero ¿Por qué esas otras preferencias no pueden ser
respetables? Un valor humano es el respeto, y eso es lo que se está perdiendo, en cierto sentido, en cierto
ámbito, al demostrar actitudes discriminatorias, denigrantes, hacia otros jóvenes. Pero es cierto, que
también existen infinidades de personas, jóvenes, adultas, que pueden ver y aceptar a esos adolescentes,
jóvenes con preferencias diferentes y es con ellos con los que se sienten bien, sin miedo a demostrar lo que
son. La heterosexualidad como la homosexualidad son cosas equilibradamente iguales, no hay diferencias,