Un altar de 7 pisos, o de 7 niveles, requiere una imagen del santo devoto en el primer nivel, un espejo en el segundo junto a las ánimas del purgatorio, sal en el tercero para purificación, pan de muerto en el cuarto para alimentar a los difuntos, comida y bebida favoritas en el quinto, la foto del ser querido en el sexto, y una cruz de semillas o frutas en el séptimo nivel para ayudar al alma en su descanso. Elementos y significados por nivel: Nivel 1: Se coloca la imagen del santo de la devoción del difunto, como guía espiritual. Nivel 2: Se destina a las ánimas del purgatorio, y se añade un vaso de agua y/o un espejo para reflejar la pureza del alma. Nivel 3: Se coloca sal como elemento de purificación para que el alma no se corrompa en su viaje. Nivel 4: Se ofrece pan de muerto, que simboliza la eucaristía y el sustento para el alma que visita la ofrenda.
Nivel 5: Se incluyen los alimentos y frutas preferidos del difunto, para que pueda disfrutar de sus manjares en el más allá. Nivel 6: Se coloca una fotografía del difunto al que se dedica el altar, para recordarlo y honrarlo. Nivel 7: Es el más alto y se pone una cruz de semillas o frutas o de cal, para que el alma pueda expiar sus culpas y encontrar la paz. Otros elementos para un altar de 7 niveles: Agua: Para calmar la sed del alma y purificarla. Velas y veladoras: Guían a las almas a través de su camino. Flores de cempasúchil: Su aroma y color ayudan a las almas a llegar al hogar. Copal o incienso: Purifica el ambiente y ayuda a la comunicación espiritual. Papel picado: Adorna el altar con colores que representan luto y alegría. Calaveritas de azúcar: Representan la muerte de manera festiva.
OFRENDA PREHISPANICA
Elementos principales y su significado: Agua: Para calmar la sed del espíritu en su largo viaje. Sal: Para purificar el alma y evitar que el cuerpo se corrompa en el viaje de regreso. Copal o incienso: Se quema para purificar el ambiente y guiar a las ánimas a través de su humo, además de representar el elemento aire. Flores: Principalmente la flor de cempasúchil, cuyo aroma y color atraen a los difuntos y marcan el camino hacia la ofrenda. Tierra: Representada con semillas, frutos y otros elementos de la naturaleza, y a menudo forman patrones en el suelo del altar. Comida: Alimentos sagrados como el maíz y el amaranto, así como tamales y atoles, eran ofrendados. Velas y veladoras: Se encienden para iluminar el camino de los espíritus y representar el elemento fuego. Petate: Es la base donde se coloca la ofrenda, sirviendo de tapete para recibir a los espíritus. Izcuintle : Un perro de raza xoloitzcuintle que, según la creencia, ayuda a las almas a cruzar el río para llegar al Mictlán. Otros elementos que se pueden incluir: Calaveras: De azúcar o barro, como alusión a la presencia constante de la muerte. Objetos personales: Para que el difunto recuerde los momentos de su vida. Frutos y semillas: Para enriquecer la representación de la tierra y los dones de la naturaleza. Papel picado: Se utiliza para representar el elemento viento, adornando el altar con un diseño vibrante y festivo Una ofrenda prehispánica se caracteriza por incluir los cuatro elementos de la vida: agua, sal, aire y tierra, representados por agua, sal, papel picado o copal, y flores o semillas respectivamente. También suele contener comida tradicional, como maíz y amaranto, velas, un petate y, en ocasiones, el izcuintle o perro que acompaña a las almas en su viaje al inframundo .
Copal e incienso Estas fragancias purifican el ambiente y ayudan a alejar a los malos espíritus. El aroma del copal, utilizado desde tiempos prehispánicos, simboliza la conexión entre los mundos terrenal y espiritual. Agua. El agua representa la pureza y es ofrecida para calmar la sed del espíritu en su viaje desde el más allá. También simboliza la continuidad de la vida y el ciclo de la naturaleza. Sal: La sal es otro elemento de purificación, que ayuda a proteger al alma y evitar que se corrompa en su viaje de regreso al mundo de los vivos. Comida y bebida favorita del difunto: Además del pan de muerto, se coloca la comida y bebida que eran favoritas del difunto, como tamales, mole, café, tequila o mezcal. Estos alimentos se consideran una muestra de afecto y atención a los espíritus, quienes disfrutarán de los aromas y sabores que alguna vez amaron en vida. Papel picado: Con colores vivos, el papel picado representa la alegría y el aire, uno de los cuatro elementos esenciales. Los colores suelen tener significado: el morado simboliza el luto y el respeto, mientras que el naranja representa la vida y la muerte. Elementos menos comunes pero significativos Petate: Este tejido de palma tiene múltiples usos, como cama, mesa o mortaja. En el contexto del altar, funciona como un lugar de descanso para las ánimas y como mantel sobre el cual se colocan los alimentos de la ofrenda. Izcuintle : El juguete del perrito izcuintle es esencial en los altares para niños, ya que se cree que ayuda a las almas de los pequeños a cruzar el caudaloso río Chiconauhuapan , el último paso para llegar al Mictlán .
Golletes y cañas Los golletes son panes en forma de rueda que se colocan en las ofrendas sostenidos por trozos de caña. Simbolizan los cráneos de los enemigos vencidos, mientras que las cañas representan las varas donde se ensartaban, conectando así el pasado prehispánico con la tradición actual. Significado más allá de la tradición Para muchos mexicanos, el altar de muertos es más que un simple ornamento; es una forma de mantener viva la memoria de quienes partieron. Colocar un altar es un acto de amor y respeto que une a las familias en un momento de reflexión y recuerdo. La celebración del Día de Muertos, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, recuerda que, para el mexicano, la muerte es solo una continuación de la vida. A través de cada elemento, se teje un hilo entre los vivos y los muertos, recordando que su legado perdura en las memorias y corazones de quienes los amaron.