20 ¿Qué podemos hacer frente a esto? Hay que volver a los conocimientos vernáculos que existen en la población guatemalteca, que respetaban la naturaleza. No usaban fertilizantes y plaguicidas químicos y muchos productos que nosotros ahora usamos y de los cuales dependemos innecesariamente, y que además son dañinos para el medio ambiente, nuestra salud y nuestra economía. Hay que buscar las alternativas a lo que contamina, existen, pero tenemos que buscarlas y en algunos casos desarrollarlas. Por ejemplo la producción y uso de abono orgánico, la producción agrícola orgánica sin plaguicidas, la utilización de estufas ahorradoras de leña, la captación de ciertas aguas residuales para su filtración y reutilización en riego, la utilización de bombillas ahorradoras en el alumbrado interior, etc. Hay que seguir el principio de las tres R: Reciclar o consumir papel reciclado y productos reciclados y reciclables; Reutilizar todo lo que puede reutilizarse, como ambos lados del papel por ejemplo, o las llantas que se reutilizan para hacer columpios o caites, así como reutilizar ropa, plásticos, vidrio, cartón, etc.; Reducir, sí reducir lo que consumimos que no es necesario como bolsas plásticas, o productos contaminantes. Reducir la cantidad de basura que producimos por persona, como familia, en las escuelas y en las oficinas. 4. Hay que incidir en las políticas públicas, por la defensa del territorio, los bosques, los suelos, las aguas y la integridad de la naturaleza. Es importante promover por ejemplo el principio de “el que contamina paga” para que los principales responsables de la degradación ambiental asuman el costo, y no sea la sociedad quien lo haga.