SITUACIÓN ACTUAL DEL MERCADO DE SEGUROS Desde el año 2010, la industria aseguradora en Venezuela, se ha visto afectada en su desarrollo; Viendo estas afectaciones desde el punto de vista Comercial y de evolución del propio mercado, la promulgación de la Ley en el 2010, prohibió la comercialización de pólizas de seguros por medio del canal de Banca-Seguros, lo que dejo sin acceso a seguros directos a más de un 83% de la población Venezolana, considerando que este canal utiliza el fraccionamiento de prima como su principal atractivo, además del bajo costo de las pólizas que se comercializaron en su momento . Dicho esto, la SAA, decidió lanzar o mejor dicho, obligar a las aseguradoras, a comercializar productos “Solidarios” de Salud, Vida, Funerario y Accidentes Personales. A cada compañía le fue impuesta una cuota que debería cumplir cada año, algo parecido a la Gaveta Hipotecaria de los bancos . La Superintendencia de la Actividad Aseguradora precisa que en los primeros siete meses de 2016 las pérdidas técnicas suman 57 mil 099 millones de bolívares. Para tener una idea de la velocidad de la inmersión basta observar que en el mismo lapso de 2015 se ubicaban en 1.618 millones, mientras que en 2014 el resultado técnico lucía números positivos . La inflación es el epicentro del desbalance. El negocio de las aseguradoras se sustenta en que no todos los que compran una póliza sufrirán la enfermedad, el incendio, el choque de su vehículo o la calamidad sobre la cual se protegen. Pero cuando la inflación se desborda el costo de las intervenciones quirúrgicas o de los repuestos para reparar los vehículos, por ejemplo, crecen a una velocidad tal que impacta los resultados. En 2015, Venezuela sufrió una inflación de 180%, la más alta de su historia, y para este año el Fondo Monetario Internacional proyecta un salto a 475%. La escasez también interviene en la ecuación. Presionado por el descenso en los precios del petróleo —que aporta 96 de cada 100 dólares que ingresan al país, la falta de ahorros y el incremento de la deuda en divisas, el gobierno recortó las importaciones. El resultado son talleres mecánicos sin repuestos y clínicas sin insumos. Por lo tanto, un siniestro que es reportado hoy puede tardar hasta cinco o seis meses en resolverse y, en ese tiempo, el precio de la intervención quirúrgica o la reparación puede duplicarse.