ANÁLISIS DE LA PRÁCTICA
Para nosotros este tipo de espacios son demasiado importantes, en donde
tenemos la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos y muchas más
experiencias las cuales nos van a servir tanto ahora que estamos
formándonos, como más adelante cuando ya estemos en pro de ejercer la
profesión como tal. Porqué decimos que son importantes, porque como
apenas nos estamos formando y aprendiendo a ser maestros, tenemos la
posibilidad de ser observados por maestros y maestras que están en la
capacidad de corregirnos, tomando un criterio de evaluación ético y
profesional que nos va a servir, primero para no llegar a orientar a un grupo
de estudiantes de una manera negativa o contenidos que no correspondan y
segundo para autoevaluarnos y ver en que estamos fallando, o lo q ue
debemos cambiar y por ende ser cada día unos mejores educadores; de qué
forma, pues tratando de ser más activos, dinámicos, cambiando poco a poco
lo rutinario de nuestras clases, dando más espacio de participación a los
estudiantes, ya que esto nos permite un aprendizaje mutuo de maestro-
estudiante, estudiante-estudiante, siendo sus amigos no sus dictadores, y
creando un espacio y un ambiente más propicio para todos.
Estos espacios y en este tipo de ambientes es en donde debemos
aprovechar a nuestros estudiantes, para sacarles el mayor provecho de sus
actitudes, aptitudes, habilidades y destrezas para potenciar esas cosas
buenas en que se desempeñan tan bien. Por ejemplo nosotros en esta
práctica conocimos niños que se destacan en diferentes cosas, tant o
sociales como culturales, pero también conocimos estudiantes que quieren
hacer las cosas, pero que por no ser apoyados o no potenciarles sus
capacidades, no han dejado ese temor o vergüenza que muchas veces es
propiciado por sus propios compañeros y/o maestros, los cuales no hacen
sino tratar de opacarlos con sus críticas o saboteos, o con el simple hecho
de llegar a orientar una clase con una cara y una actitud que en vez de
animarlos, lo que hacen es atemorizarlos e intimidarlos y por ende
“obligarlos” a que realicen las cosas.
Particularmente aprendimos que no siempre el maestro tiene la razón o que
es el que lo sabe todo, y mucho menos nosotros que nos estamos formando,
debido a que hay muchos niños muy inteligentes, que tienen muchos
saberes y conocimientos que en ocasiones nosotros no los sabemos, y es
aquí donde comprobamos que no solo es el maestro quien enseña y que el
estudiante únicamente aprende, sino que es algo mutuo y recíproco, en
donde el estudiante aprende del maestro y viceversa.