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DIAGNÓSTICO
Jaime Grijalva, médico veterinario, realizó en 2018 una revisión a su estudio del 2013
sobre la estimación de la población de perros vagabundos en la ciudad de Quito, revelando que en
zonas urbanas existe un perro por cada 74 habitantes y en zonas rurales un perro por cada 47
personas, es decir, que en promedio un can por cada 59 individuos. Este problema se aumentó con
el estudio que realizó la Universidad San Francisco de Quito, determinando un animal por cada
22 humanos, según el censo realizado por esta universidad se encontró “por ejemplo, que
Turubamba, Guamaní, Quitumbe, Cochapamba y el Comité del Pueblo tienen la mayor densidad
poblacional. Por otro lado, Conocoto, La Magdalena, Mariscal Sucre, Iñaquito, Rumipamba,
Jipijapa, La Concepción, San Isidro del Inca, Cotocollao, Carcelén y Pomasqui tienen menos
perros por kilómetro”. (Castellanos, 2018, Diario El Comercio)
Este estudio también reveló que la parroquia, La Mariscal tiene la menor presencia de
animales callejeros, “un perro por cada 998 personas” (Grijalva, 2018). En contraparte, en
Turubamba se ubica el número más alto, siendo las hembras los canes más abandonados. (El
Telégrafo, 2021).
Es así que, tomando en cuenta, que en general todo el distrito de Quito tiene este problema
hemos seleccionado varios parques estratégicos en cada sector: norte, sur y valles, donde
colocaremos varios comederos y bebederos, con el objetivo de ayudar a canes callejeros de la
ciudad.
Para evidenciar lo anteriormente escrito, 10 estudiantes de la Universidad Técnica de
Manabí recorrimos las calles principales de los sectores mencionados durante un mes,
concluyendo que, si, existe una gran afluencia, contando en promedio cerca de 20 perros por día,
que se pasean en manadas o solos, en su mayoría.