¿ Qué es el teatro neoclásico? El teatro neoclásico es un movimiento teatral con orígenes en el siglo XVII, desarrollado plenamente durante el sigo XVIII, y que se caracterizó por retomar los estilos de las sociedades romanas y griegas clásicas representando así las ideas de la ilustración en el ámbito de la cultura. En el teatro neoclásico había un gran interés en mantener el decoro, el realismo y combinar el entretenimiento con lecciones morales. La mayoría de las obras se realizaban en cinco actos, con pocas representaciones y frecuente improvisación. El movimiento neoclásico comenzó en Francia y se extendió rápidamente por toda Europa.
Las cinco reglas y las tres unidades del teatro neoclásico El neoclasicismo pensaba que el movimiento cultural previo había sido demasiado laxo y que se centraba demasiado en el individuo. Los neoclásicos se centraron más en lo que cada individuo podía aporta al conjunto de la sociedad con una actitud estricta dirigida por 5 reglas básicas: pureza, 5 actos, verosimilitud o realismo, decoro y propósito.
Pureza Los géneros teatrales reconocidos oficialmente durante el período neoclásico fueron sólo la comedia y la tragedia . Estos géneros nunca se mezclaban, incluso se llegó a utilizar máscaras que representaban la felicidad y la tristeza y así conseguir la máxima pureza en la representación. La comedia era típicamente relacionada con las clases bajas mientras que las complejas tragedias reflejan la vida dramáticamente sofisticada de las clases altas de la sociedad. Desviarse de estos límites iba en contra del orden clásico.
5 actos y tres unidades Una obra teatral debía estar estructurada exactamente en cinco actos vinculados a las tres unidades diseñadas por Aristóteles , filósofo y científico de la Antigua Grecia (384 a. C. – 322 a. C.). Según Aristóteles un teatro realista tenía que cumplir con la unidad de acción, unidad de lugar y unidad de tiempo . La unidad de acción hacia referencia a que la obra debía relatar un sólo argumento con muy pocos subargumentos o ninguno. La unidad de lugar restringía la ubicación de la acción a un mismo espacio o localización geográfica. Por último, la unidad de tiempo limitada la duración del argumento de la obra a un máximo de 24 horas.
Realismo y verosimilitud El teatro neoclásico debía ser lo más realista posible. En este sentido los actores debían retratar a su personajes de forma exacta debiendo adherirse fielmente a la clase social, temperamento y género del personaje. El teatro neoclásico no incluía casi nunca elementos fantásticos ni sobrenaturales así como soliloquios ni coros, pues no representan fielmente el mundo real. Además de los cinco actos de la regla anterior, las obras más serias eran representadas muy pocas veces para maximizar la sensación realista al no dar lugar a que los espectadores fueran a ver la obra con ideas preconcebidas.
Decoro El llamado “decoro” en el teatro neoclásico perseguía demostrar imparcialidad en la forma en la que los personajes se mostraban en la escena, aunque había actos de Justicia si era necesario. No había, por tanto, finales sorprendentes en el teatro neoclásico; los personajes con alto valor moral siempre eran recompensados y los que seguían acciones moralmente dudosas eran castigados.
Propósito La última regla que regía el teatro neoclásico, relacionada con el decoro, era el propósito de la obra, generalmente relacionado con enseñar un lección moral al espectador.
El Teatro Neoclásico en Francia Está asociado al absolutismo del Rey imperante (Luis XIV) y, por ello, responde a los cánones establecidos por la corona. Los autores más relevantes fueron Racine , La Fontaine y Moliére , siendo este último uno de los más destacados. Jean Baptiste Poquelin , más conocido como Moliére , fue quien desarrolló la comedia francesa , integrando elementos ridículos y grotescos en sus obras, que tenían un fuerte espíritu crítico; utilizando a personajes que representaran los vicios de la sociedad de ese entonces, como el avaro o el vanidoso burgués o los comerciantes sin criterio, a los que caracterizaba sin tapujo alguno y de modo descarado y descarnado; sin embargo, cuidó de no acercarse a la monarquía en sus textos, dejándoles fuera de cualquier representación satírica. Tartufo es una de sus obras cúspides, también fueron importantes El médico a palos y El burgués gentilhombre.
El Teatro Neoclásico en España Existía un espíritu crítico, que era la base de la creación literaria de la época en esa nación, donde predominaba un fuerte sentimiento de patriotismo. Leandro Fernández de Moratín fue el mejor y mayor exponente de este tiempo en España , gracias a su inteligencia creativa y su crítica asociada con la cultura. Sus obras son sencillas pero agudas, enfatizando en los rasgos psicológicos de los personajes, con un toque de ironía y sarcasmo, pero de manera sutil y elegante; como en el caso de la crítica hacia los matrimonios previamente arreglados por los padres, situación muy usual en ese tiempo y en los anteriores, dando una visión que se basaba en lo ético y moral y que respondía a la decadencia que estaba viviendo la sociedad. Sus obras fueron: El viejo y la niña, El sí de las niñas y La mojigata, entre otras.