La señalética estudia las relaciones entre los
signos de orientación en el espacio y el
comportamiento de los indivíduos.
Se aplica para la mejor y la más rápida
accesibilidad de las personas a los servicios
requeridos y para una mayor seguridad en sus
desplazamientos y sus acciones.
¿Para qué sirve la señalética?
Facilita la comunicación.
Ayuda a dirigir los movimientos y flujos de conjuntos.
Informa, identifica, orienta.
Sistematiza los conjuntos de señales ya establecidas.
Ayuda a controlar la contaminación visual.
Las características principales de una buena
señalética deben ser:
Finalidad (funcional, organizativa)
Orientación (informativa, didáctica)
Procedimiento (visual)
Código (signos simbólicos)
Lenguaje (icónico universal)
Presencia (discreta, puntual)
Funcionamiento (automático, instantáneo)
Los sistemas señaléticos
pueden ser:
Direccionales
Marcan una dirección o ruta. En general, se trata de
sistemas de flechas y se ubican en los puntos donde el
visitante debe elegir un camino.
Indicativos
Se utilizan para señalar espacios, lugares u objetos. Se encuentran
por lo general al inicio o final de un trayecto (oficinas, centros
comerciales, instituciones, universidades, etc.)
Informativos
Brindan información específica y detallada sobre asuntos, horarios,
recorridos, instrucciones, etc. Se trata, en general, de textos.
Prohibitivos
Indican zonas de peligro y prohibición. Se acompañan, por
lo general, de pictogramas y textos de advertencia.
¿Cual es la diferencia entre señalética y
señalización?
La señalización tiene por objeto la regulación de flujos
humanos y motorizados, es un sistema determinante
de conductas y es universal, es decir, las imágenes
preexisten a los problemas itinerarios.
La señalética, en cambio, tiene por objeto identificar,
regular y facilitar el acceso a los servicios requeridos
por los individuos en determinado espacio. El sistema
debe crearse y adaptarse para cada caso.