• ¿Qué es la redacción?
Toda expresión que se valga de la palabra escrita, logra su propósito de comunicación
mediante el arte de redactar. Redactar, que etimológicamente quiere decir “poner en
orden”, consiste en expresar por escrito los pensamientos e ideas previamente ordenadas.
El propósito de la redacción es combinar palabras, frases, períodos, párrafos y textos,
para, a través de ellos, verter ideas ya elaboradas, de manera que se produzcan en un
todo armonioso, capaz de ser debidamente comprendido. En otras palabras, la redacción
podría definirse como una composición literaria en la que se desarrolla, de una manera
completa, correcta y elegante, un tema determinado, dentro de ciertos límites de
amplitud.
La redacción es fundamental si deseamos consignar algo por escrito. Cualquier texto que
queramos suministrar, cualquier impresión que deseemos transmitir a través de la palabra
escrita, no son ni más ni menos que una redacción. Su trascendencia es enorme, pues, si
bien la palabra transmitida en forma oral, vuela y se desvanece, lo escrito, por el
contrario, se perpetúa: puede leerse, releerse, meditarse, y, a través de ello, el lector
puede formarse una idea completa de lo que piensa y quiere decir el escritor. Debido a
ello, es muy importante que se tome en cuenta lo siguiente:
• Al inicio, antes de escribir, se debe pensar qué se va a escribir.
• Es necesario saber qué mensaje se desea comunicar.
• Debe preguntarse sobre a quién va destinado lo escrito.
• Utilizar el tono y el lenguaje apropiados en la escritura.
• La forma y el fondo.
Todo tipo de redacción, como cualquier manifestación literaria o artística, debe poseer
dos elementos básicos, que son la forma y el fondo, ya que de nada sirve tener ideas
originales y acertadas, si no se pueden expresar con la debida corrección. Tampoco
reporta utilidad tener un amplio dominio del idioma si no se tiene nada que decir.
• La forma.
La forma, el cómo decirlo, es el modo particular que se posee de expresar una idea, lo que
llamamos técnicamente redactar.
Resulta un poco difícil instituir normas rígidas y concretas sobre la manera de redactar, ya
que la expresión de nuestros pensamientos, sentimientos, emociones, vivencias y
conceptos está sujeta a fenómenos tanto artísticos como científicos. En el primer caso, la
expresión de nuestros pensamientos está atada al entorno y variaciones del momento, del
lugar, la moda, etc. En el segundo, está cambiando a cada instante por los procesos de la
fonética, la lingüística y la gramática, debido a que el idioma evoluciona día a día.