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Ríos y lagos/ Introducción.
Los ríos y lagos son los volúmenes de agua superficial más importante de las
masas terrestres. Un río una corriente de agua dulce que circula por un
cauce y desemboca en otro río, un lago o el mar, u ocasionalmente en un
desierto interior.
Un río corto y estrecho recibe el nombre de riacho, riachuelo o arroyo.
Un lago es una masa de agua continental que ocupa una depresión en la
superficie terrestre. Por lo general, recibe agua de los ríos, aunque en
ocasiones sólo de manantiales. Lo normal es que tenga algún desagüe, o que
desemboque en un río, aunque también hay lagos cerrados, que sólo pierden
agua por evaporación, como el lago Eyre, en Australia, y el Great Salk Lake,
en Utah, Estados Unidos.
¿De dónde sale el agua de los ríos?
Los ríos pueden recibir agua de distintas fuentes, aunque éstas siempre
están relacionadas, directa o indirectamente, con las precipitaciones, un
término colectivo para designar la caída de humedad procedente de la
atmósfera sobre la superficie terrestre. A veces, la lluvia que cae sobre la
tierra desciende por las pendientes formando una corriente superficial,
concentrándose y, quizá, formando un curso de agua. Esto suele ocurrir
cuando la superficie es impermeable (es decir, que el agua no la puede
atravesar, como ocurre con algunas clases de rocas). se produce a veces
una impermeabilidad transitoria cuando el terreno ya está saturado de agua o
cuando las lluvias son torrenciales.
Con frecuencia, no obstante, los ríos reciben agua de los manantiales. Esto
sucede porque el agua de lluvia en general penetra en el suelo,
acumulándose o atravesando rocas permeables o porosas en forma de agua
subterránea. En las rocas permeables, el agua atraviesa la propia roca
mientras que, en las porosas, circula por orificios y fisuras. Un depósito
rocoso que contiene agua subterránea se denomina acuífero. Los
manantiales aparecen en la intersección de la parte superior del acuífero con
la superficie del suelo. El agua subterránea es una fuente fluvial importante,
ya que aporta agua incluso aunque no haya precipitaciones, manteniendo así
un caudal constante.
Una tercera parte del agua de los ríos es la fusión de las precipitaciones
sólidas (nieve) o de nieve que se ha transformado en hielo para formar un
glaciar o un manto de hielo. Esto tiene especial importancia en zonas
montañosas y en altas latitudes.
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