Frases en borrador para usar más tarde:
- Pedro llegó de manera completamente repentina tal y como se presentó el perdigón
que anunció su arribo. Curiosamente era ese mismo tipo de metralla el que acabaría
disparando cuando realizó su servicio militar.
- Su destino siempre estuvo marcado en el vientre de su madre
3. Mi fragmento final:
Sin embargo, era Pura Vicario la que mejor conocía a sus dos gemelos. Fue, de hecho, des del
preciso instante en que le atravesó una bala el vientre yendo a cazar con su marido Poncio, que
ya tuvo claro el destino de su hijo Pedro. Salieron un día a buscar venados de cola blanca, en la
época en la que todavía no habían empezado a montar la pocilga donde se criarían sus futuras
fuentes de subsistencia. Los venados, solían vivir en uno de los escasos bosques de neblina
presentes en América del Sud, que se situaba cerca del pueblo de Riohacha. Prepararon la
escopeta, una del tipo 270 Winchester Short Magnum, la cargaron y se dispusieron a esperar a
sus presas. Luego de un rato, le pareció ver a Poncio una sombra zarandeándose a través de la
bruma y disparó sin pensárselo dos veces. El ruido que hizo el animal le pareció bastante inusual,
pero ya se iba a acercar a buscar a su presa para recogerla y desmembrarla más tarde, así que,
simplemente se aproximó en ese momento para ver a qué clase de especie había alcanzado con
la Magnum. No obstante, no fue a un pato barraquete ni a un venado lo que se encontró, sino a
su mujer medio inconsciente en el suelo meneándose de un lado al otro, como cuando se tiene
un dolor intolerable en el abdomen tras una indigestión. Espantado, se acercó a su Pura Vicario
para examinarla y denotó una perforación en la lateralidad del vientre que había empezado a
sangrar. Inmediatamente, fue a buscar el automóvil que un rato antes había aparcado en el
camino de detrás del bosque y sosteniendo a su mujer a modo de abrazo, la introdujo en el
asiento trasero, más accesible en ese momento.
El doctor Dionisio Iguarán dejó todos sus quehaceres al ver entrar por la puerta del hospital el
panorama sanguinolento que ingresaba en la sala, a través de la camilla de Pura Vicario. Después
de un largo proceso de exploración, el médico, no logró encontrar la bala en el útero de la mujer,
pero si denotó la presencia de un segundo feto. Curiosamente, ni Pura ni Poncio se habían
percatado hasta ese momento de la presencia de una segunda criatura y la noticia les alegró
muchísimo. Ninguno de los dos hijos sufrió ningún daño y la herida de bala solo necesitó unas
cuantas semanas para cerrarse. Tres meses más tarde, en la misma cama de hospital llegaron
estos al mundo y Dionisio se dio cuenta de que uno de los dos hijos tenía algo agarrado en la
mano derecha. Con delicadeza separó sus diminutos dedos y encontró un proyectil de escopeta
Magnum. Pura Vicario decidió llamar Pedro al recién nacido en honor a su abuelo, que había
nacido en medio de las guerras civiles y sufrido las miserias de las mismas armas con las que su
hijo llegó al mundo.
Pedro Vicario arribó a el pueblo de Riohacha, de manera completamente repentina tal y como
se presentó el perdigón que anunció su arribo. Paradójicamente, era ese mismo tipo de metralla
el que acabaría disparando cuando realizó su servicio militar y su madre Pura, siempre tomaría
esta historia como un presagio de la vida de su descendiente.