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Antecedentes
Se estima que en el Parque Sangay existen importantes poblaciones de especies en peligro de
extinción como el tapir de montaña (Tapirus pinchaque) y el oso de anteojos (Tremarctus
ornatus), entre otros. El Parque contiene dos de las Áreas de Endemismo para las Aves: los
páramos de las Andes Centrales, hogar de diez especies de aves de rango restringido, y los
Andes Orientales, hogar de 15 especies de rango restringido. De la gran variedad de especies
que aquí habitan, de destacan: monos, osos, tigrillos, jaguares, gallos andinos, tapires y
diversidad de aves que van desde los colibríes hasta los majestuosos cóndores. Se estima que
en el Parque Nacional Sangay existen más de 500especies de vertebrados. El grupo más
representativo, son las aves con 343 especies, seguido por los mamíferos con 100, anfibios
con25 y reptiles con 14 especies (Erika Urbano, 2016).
El Parque Nacional Sangay y en especial el área de amortiguamiento, se caracteriza por una
belleza escénica, con un alto potencial eco-turístico que para los amantes de la naturaleza flora
y fauna, en especial aves se considera estos remanentes de estribaciones de cordillera óptimos
para realizar caminatas y apreciar sus potenciales turísticos. Es importante considerar que la
vegetación y ecosistemas en el país en general cada vez son sometidos a drásticos cambios,
por esta razón la declaratoria de estas áreas verdes como vegetación protectora inciden
grandemente para que el país promocione estos recursos naturales posiblemente únicos en el
mundo por su mega biodiversidad (Pablo Lozano, Diego Lozano, et al,2016).
La existencia de especies de aves únicas en el Cantón y la provincia, especies que se
encuentran en el área de influencia del Parque Nacional Sangay, debido a ello se presenta
la visita de turistas y visitantes nacionales y extranjeros que requieren el uso de facilidades
turísticas; la ausencia de servicios es uno de los grandes problemas por lo que se hace evidente
el Inventario ornitológicoy su incidencia en el ecoturismo (Carlos Renato Chávez Velásquez,
2012).
La vertiente oriental de los Andes tropicales es una importante área de diversidad y
endemismo (Myers et al., 2000; Ceballos & Ehrlich, 2006; Morrone, 2014), aloja una de las
biotas más diversas del planeta (Patterson et al., 2006) allí se concentra numerosas especies
de mamíferos con rangos geográficos restringidos (Voss, 2003; Patterson et al., 2006; Mena et
al., 2011; Prado et al., 2014) por lo que la mayoría de especies neotropicales amenazadas a
nivel mundial están concentradas en esta área (Amori et al., 2013). Entre los 1.000 y 3.000
msnm, la ladera oriental de los Andes ecuatorianos exhibe un vacío de información
concerniente a los mamíferos (Voss, 2003). Solamente algunos inventarios puntuales que
corresponden a la cuenca alta del río Pastaza y Napo en el nororiente han sido publicados
(Rageot & Albuja, 1994; Haynie et al., 2006; Lee et al., 2006, 2008; Borman & Quemaná, 2009;
Lee et al., 2011). Sin embargo, la vertiente suroriental es conocida solo por reportes de las
cordilleras amazónicas Cóndor-Kutukú (Albuja & Luna 1997; Zapata-Ríos et al., 2006; Boada,
2011), permaneciendo una carencia de información entre la cuenta alta del río Upano, Paute,
Zamora y Chinchipe.