está sometido a una sociedad que no permite dicha libertad, en una parte del texto se afirma lo
anterior: “Pero oigo exclamar por doquier: ¡no razones! El oficial dice: ¡no razones, adiéstrate! El
financista: ¡no razones y paga! El pastor: ¡no razones, ten fe! (Un único señor dice en el mundo:
¡razonad todo lo que queráis y sobre lo que queráis, pero obedeced!) Por todos lados, pues,
encontramos limitaciones de la libertad.”
A partir de esto Kant nos explica cuáles son las acciones que impiden que el hombre llegue a la
ilustración, hace referencia al uso público y privado de la razón; el uso público es que todo hombre
puede acceder a la razón, y el uso privado es que a partir de ello el hombre que usa su razón no
debe impedir el paso a la ilustración, sino que al contrario debe asegurar el progreso de los demás;
pero también Kant hace referencia a que en una sociedad hay hombres que piensan y otros que
deben obedecer, esto sin embargo no debe impedir el uso de la razón sino que a partir de aquellas
obligaciones que tenemos podamos comunicar nuestras ideas cuidadosamente examinadas y bien
intencionadas al público, es decir, debe exponer al público las proposiciones relativas a un
mejoramiento de las instituciones. El filósofo alemán nos habla sobre la iglesia y la sociedad
eclesiástica que a partir de unos dictámenes atenta contra el progreso humano, dado de esta
forma esto atentaría contra la ilustración sabiendo que tal acto “Sería un crimen contra la
naturaleza humana, cuya destinación originaria consiste, justamente, en ese progresar.” Teniendo
en cuenta esto Kant finaliza diciendo “¿vivimos ahora en una época ilustrada? responderíamos
que no, pero sí en una época de ilustración. Todavía falta mucho para que la totalidad de los
hombres, en su actual condición, sean capaces o estén en posición de servirse bien y con
seguridad del propio entendimiento, sin acudir a extraña conducción. Sin embargo, ahora tienen el
campo abierto para trabajar libremente por el logro de esa meta, y los obstáculos para una
ilustración general, o para la salida de una culpable minoría de edad, son cada vez menores. Ya
tenemos claros indicios de ello. Desde este punto de vista, nuestro tiempo es la época de la
ilustración” después de esto nos expresa “Estado libre: ¡razonad tanto como queráis y sobre lo
que queráis, pero obedeced!” terminando ya con su ensayo al final Kant menciona que es más
provechoso tratar al hombre conforme a su dignidad que tratarlo como una máquina, ya que se
lograría más y rodeamos llegar a una utopía, sin embargo siempre habla ignorancia y aquellas
personas que hacen uso privado de su razón solo pensaran en sí.