ALIENACION
JULIO RAMON RIBEYRO
Resumen del cuento Alienación de Julio Ramón Ribeyro es el siguiente: por conseguir
el amor de una joven llamada Queca.
Roberto López, un zambo, que cada vez quería parecerse a un rubio de Filadelfia y no
un blanquito peruano más, ser un gringo era estar por encima de todos.
Todo comenzó así, Eran épocas de vacaciones y todos los blanquitos nos reuníamos en
la plaza de Bolognesi, en realidad todos íbamos a ver a Queca, todos estábamos
enamorados de ella y ahí también estaba Roberto López, y muchos otros mozos
habían venido de san Isidro, Barranco pero ninguno habíamos podido conquistar a
Queca.
Una Vez Peluca Rodríguez se lanzó de una rama más alta de un ficus, Lucas de
Tramontana vino en una moto nueva, el chancho Gómez le rompió la nariz a uno por
haberla silbado. Pero Queca no hacía caso a nadie, con todos conversaba y se reía, y
le gustaba jugar vóley.
Fue un día en que Queca jugaba, pues alguien lanzo la pelota, y Queca no alcanzo, y
la pelota fue ahí donde siempre había estado sentado en una banca Roberto López,
quien reaccionó salvando la pelota de que un carro lo atropellara.
pero Queca en el momento que estiraba las manos, observo algo que nunca había
visto, a un ser retaco, oscuro. Aterrorizada corrió y mientras lo hacía pronunció “Yo
no fuego con Zambos”. A partir de ahí Roberto andaba con una mirada perdida.
Cuando Queca Creció, descartó a los trigueños y se inclinó por Chalo Sander, el chico
que tenía el pelo más claro, todos estábamos tristes pero ya no teníamos nada que
hacer. El la llevo como pareja en la fiesta de Promoción.
Cuando terminamos el colegio, ya casi nadie iba a la plaza, ahora estaban
preparándose para el ingreso a la universidad, solo Roberto recalcaba en el anochecer
en la plaza y de reojo veía la casa de Queca, y ahí comprobó que Chalo Sander ya no
estaba con Queca sino Billy Mulligan, hijo de un funcionario del consulado de los
Estados unidos.
Es así como Roberto se da cuenta, que a los Gringos no se les niega nada, no basta con
ser un blanquito más, ejemplo estaba en los otros que quisieron conquistar a Queca, y
así empieza la historia de Roberto, se tiñe el pelo y se lo hace planchar, experimenta
con polvos para hacer su piel más pálida, aprende inglés y se viste como
norteamericano, imitando magistralmente sus modales.
Él y su amigo José María convierten su departamento en un pequeño oasis
norteamericano, Además cambia su nombre por el de Boby. Pero con el tiempo en su