Revista Ejército nº 977 Septiembre 2022

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About This Presentation

Ya está disponible el número 977 de la #RevistaEjército correspondiente al mes de septiembre del 2022. Entre otros artículos de interés, podemos leer "Ferrocarriles Militares: Ciento Cincuenta Años al Servicio del Ejército"

El 3 de octubre de 1872, mediante real orden, se constituy...


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LECCIONES DE AFGANISTÁN
LA RESERVA FINLANDESA:
CIUDADANOS PARA LA DEFENSA TOTAL
DOCUMENTO
FERROCARRILES MILITARES
CIENTO CINCUENTA AÑOS AL SERVICIO DEL EJÉRCITO
REVISTA DEL EJÉRCITO DE TIERRA ESPAÑOL
NÚMERO 977 SEPTIEMBRE 2022 - AÑO LXXXIII
EJÉRCITO SEPTIEMBRE 2022 - año LXXXIIInúm. 977MINISTERIO DE DEFENSA
MINISTERIO DE DEFENSAEJ?RCITO

SuscripSuscripción y venta: calle del Factor n.º 12 - 4.ª planta, 28013 MADRIDción y venta: calle del Factor n.º 12 - 4.ª planta, 28013 MADRID
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De Pazos Portal, García-Vaquero,
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Tenientes coroneles
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Ofimática y Maquetación
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Catálogo de Publicaciones de Defensa
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ARTÍCULOS
NUESTRAS INSERCIONES
NORMAS DE COLABORACIÓN 16
APP Y WEB DEFENSA 35
CONGRESO DE SOCIOLOGÍA 45
INFORMACIÓN DESVINCULACIÓN 76
NOVEDADES EDITORIALES DEL MINISTERIO DE DEFENSA 113
PUBLICACIONES DEL EJÉRCITO DE TIERRA 130
INTERIOR DE CONTRAPORTADA: 500.º Aniversario del Patronazgo de Santa Bárbara 131
LAS ABUELAS DE CANARIAS Y SU TESORO ESCONDIDO: EL TELURIO
Miguel Ibáñez Medrano. Coronel de Infantería DEM retirado
4
BOSNIA Y HERZEGOVINA, 30 AÑOS DESPUÉS
José María Ortega Trujillo. Comandante de Infantería
10
LECCIONES DE AFGANISTÁN
Víctor Manuel Caride Abalde. Coronel de Infantería
18
LA DIDOM AFRONTA LAS OPERACIONES MULTIDOMINIO
Antonio Jesús Cabrerizo Calatrava. General de división
24
DETECCIÓN PRECOZ DEL TALENTO MILITAR: LA EXPERIENCIA DEL PLAN 1973
José Miguel Palacios Coronel. Coronel de Infantería retirado
30
LA RESERVA FINLANDESA: CIUDADANOS PARA LA DEFENSA TOTAL
César Pintado Rodríguez. Profesor del Campus Internacional
de Seguridad y Defensa (CISDE)
36
LA CABALLERÍA Y LOS MEDIOS ACORAZADOS (I) (1922-1980)
Juan Carlos Medina Fernández. General de brigada de Caballería retirado
46
INGENIERÍA MILITAR E IMPERIO: DEL REFORMISMO BORBÓNICO AL DESTINO MANIFIESTO
Aurelio Hinarejos Rojo. Comandante del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos
del Ejército de Tierra
56
LLUVIA DE LAUREADAS SOBRE KUDIA TAHAR
Joaquín Navarro Méndez. Comandante de Infantería retirado
64
ELOGIO Y GLOSA HISTÓRICA ACTUALIZADA DEL MADRILEÑO PALACIO DE BUENAVISTA
Francisco Ángel Cañete Páez. Comandante de Infantería retirado
y Profesor Mercantil
70
LECCIONES DE AFGANISTÁN
LA RESERVA FINLANDESA:
CIUDADANOS PARA L A DEFENSA TOTAL
FERROCARRILES MILITARES
CIENTO CINCUENTA AÑOS AL SERVICIO DEL EJÉRCITO
REVISTA DEL EJÉRCITO DE TIERRA ESPAÑOL
NÚMERO 977 SEPTIEMBRE 2022 - AÑO LXXXIII
EJÉRCITO SEPTIEMBRE 2022 - año L XXXIIInúm. 977
MINISTERIO DE DEFENSAMINISTERIO DE DEFENSA
EJÉRCITO
Miembros de la
Cía de Ferrocarriles
del RPEI 12 en acción
Septiembre 2022 • AÑO LXXXIII • NÚM. 977

SECCIONES
Revista fundada el 30 de septiembre de 1939, siendo continuación de la revista La Ilustraci?n Militar fundada en 1880, el semanario El Mundo Militar fundado en 1859 y el periódico La Gaceta Militar fundado en 1857.
La revista Ej?rcito es la publicaci?n profesional militar del Ej?rcito de Tierra. Tiene como nalidad facilitar el intercambio de ideas sobre temas militares y contribuir a la actualizaci?n de conocimientos y a la cultura de
defensa. Est? abierta a cuantas personas sientan inquietud por los temas militares. Los trabajos publicados representan, ?nicamente, la opini?n personal de los autores sin que la revista E j?rcito, ni ning?n organismo
oficial, compartan necesariamente las tesis o criterios expuestos.Ferrocarriles Militares
150 a?os al servicio del Ejército OBSERVATORIO INTERNACIONAL
La crisis política y económica de Sri Lanka
y sus repercusiones
Alberto Pérez Moreno
Coronel de Infantería DEM retirado
114
Enfrentamiento breve pero intenso
entre Yihad Islámica Palestina e Israel en Gaza
Carlos Echeverría Jesús
Profesor de Relaciones Internacionales
de la UNED
116
PENSADORES ESTRATÉGICOS
Vladimir Splinchenko
y las Guerras de Sexta Generación
Ángel José Adán García
Coronel de Artillería DEM
118
INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA
Cinco armas para el futuro
Paño tranquilizador
Ricardo Illán Romero
Teniente coronel de Infantería
120
FILMOTECA
Onoda: 10.000 noches en la jungla
Siempre hace buen tiempo
José Manuel Fernández López
Ejército de Tierra
122
INFORMACIÓN BIBLIOGRÁFICA 124
SUMARIO INTERNACIONAL 126
WARGAMES / JUEGOS DE GUERRA
Squad Leader
José Manuel Fernández López
Ejército de Tierra
128
DOCUMENTO
PRESENTACIÓN
Santiago Martín Sanz
Coronel de Ingenieros DEM
77
150 AÑOS DE LAS UNIDADES DE FERROCARRILES EN
EL EJÉRCITO ESPAÑOL
Óscar Luis Gálvez Cortés
Capitán de Ingenieros
80
LAS UNIDADES DE FERROCARRILES MILITARES EN
OPERACIONES INTERNACIONALES
Adrián Crucis Hortigüela
Capitán de Ingenieros
90
INFRAESTRUCTURAS DE USO DUAL PARA FERROCARRIL
Santiago Martín Sanz
Coronel de Ingenieros DEM
100
LOS FERROCARRILES MILITARES EN LA FUERZA 35
Santiago Martín Sanz
Coronel de Ingenieros DEM
106
FE DE ERRATAS
En el artículo «El Dualismo» que figura en el n.º 974, correspondiente al mes de junio de 2022, página 92, se atribuye a
don Pedro de Aberni la antigüedad de 1 de julio de 1802, cuando en realidad se trata de 1 de julio de 1702.
Por indicación del autor del artículo «El asesoramiento jurídico en el Líbano», capitán auditor Luis M. de las Heras, publicado
en el n.º 976, correspondiente al mes de julio-agosto; tanto en el índice como en la página 92, donde dice doctor en
Seguridad Internacional, debe decir doctorando en Seguridad Internacional.
En este mismo número, en la reseña de la página 109 realizada por esta redacción sobre el libro «Las clases de tropa de
segunda categoría», se afirma erróneamente que la creación del Cuerpo de Suboficiales en 1931, tuvo lugar durante el
reinado de Alfonso XIII, cuando en realidad, según nos corrige su autor, se culminó en diciembre de 1931, ocho meses
después de instituida la República.

4 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Miguel Ibáñez Medrano
Coronel de Infantería DEM retirado
LAS ABUELAS DE CANARIAS
Y SU TESORO ESCONDIDO:

EL TELURIO

5
INTRODUCCIÓN
No, este artículo no trata de simpáticas abuelitas guanches que atesoran sus ahorros
en recónditas cuevas, ni el telurio es una especie de lagarto exótico propio de las islas
Canarias. Se trata, técnicamente, de un semimetal que se caracteriza por su elevada
capacidad de conductividad y, por tanto, es muy atractivo para la industria electrónica,
en especial para la fabricación de paneles solares, coches eléctricos, pantallas táctiles
y otras muchas aplicaciones que requieran conductores de alta velocidad. Es el llamado
«oro tecnológico». Y las «abuelas» de Canarias son trece montes submarinos, antiguos
volcanes situados al suroeste de la isla del Hierro. Todos ellos, excepto uno, se ubican
en la zona económica exclusiva (ZEE) de España. Hay que decir que también existen las
«madres», las «hijas», que corresponden a las actuales islas, y los «embriones», que
dentro de millones de años constituirán un nuevo archipiélago

6 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
En otoño de 2016, una expedición
conjunta hispano-británica compro-
bó la riqueza mineral existente en la
superficie de estos volcanes sub-
marinos, entre los que destaca el
monte Tropic, precisamente el único
que está fuera de las doscientas mi-
llas náuticas que constituyen la ZEE,
como se explica posteriormente. En
concreto, está a doscientas sesenta
y nueve millas
1
al suroeste de la isla
del Hierro y su cima se encuentra a mil
metros por debajo del nivel de mar. Se
trata, probablemente, del mayor yaci-
miento mundial de telurio, además de
cobalto —fundamental para las ba-
terías de los coches eléctricos—, ní-
quel, cobre, vanadio, platino y tierras
raras, todos ellos de gran valor para la
industria. También hay que decir que,
en la actualidad, no se dispone de la
tecnología necesaria para una explo-
tación del yacimiento y se calcula que
no será hasta dentro de treinta años
cuando se pueda obtener un rendi-
miento, con independencia de los
efectos que pudieran derivarse so-
bre el medio marino.
Para darnos una idea de la riqueza
del yacimiento, en su momento la re-
vista Science calculó que, con el co-
balto existente, se podrían fabricar
277 millones de coches eléctricos
y, con el telurio, los paneles solares
necesarios para cubrir la mitad del
consumo eléctrico del Reino Unido.
LA REGLAMENTACIÓN
INTERNACIONAL
En la actualidad, se encuentra en
vigor la Convención de Naciones
Unidas sobre el Derecho del Mar
de 1982. España aprobó el instru-
mento de ratificación de esta con-
vención el 14 de febrero de 1997
(BOE n.º 39, de 14 de febrero).
Con independencia de los aspectos
técnicos sobre cómo realizar las me-
diciones, básicamente este convenio
reconoce las siguientes áreas funda-
mentales:
— Mar territorial: se extiende a doce
millas de la costa
2
. En esta zona, el
Estado ejerce total soberanía sobre el
lecho, el subsuelo y el espacio aéreo,
aunque se reconoce el derecho de los
buques de otras nacionalidades a sur-
car estas aguas sin necesidad de so-
licitar permiso, en lo que se conoce
como derecho de paso inocente. En
caso de que se superpongan zonas de
varios Estados, el mar territorial se di-
vide entre los países afectados.
— Zona contigua: se extiende hasta
doce millas más a contar desde el lí-
mite del mar territorial. En esta zona,
el Estado tiene la potestad de perse-
guir delitos relacionados con el ám-
bito fiscal, aduanero, sanitario y de
inmigración, y de sancionar las infrac-
ciones que se cometan.
— Zona económica exclusiva: se ex -
tiende doscientas millas a partir de la
costa y en ella el Estado tiene uso ex-
clusivo para la explotación, la conser-
vación, la exploración y la administra-
ción de los recursos del mar, del lecho
y del subsuelo.
— Plataforma continental: se define
como la prolongación sumergida del
Las abuelas de Canarias

7
Estado ribereño y puede extenderse
hasta el límite de la ZEE. Sin embargo,
y en el caso de que el fondo marino lo
permita, la plataforma puede alcanzar
hasta las trescientas cincuenta millas
desde la costa, previa autorización de
la Comisión de Límites de la Platafor-
ma Continental de Naciones Unidas.
En esta área, el país en cuestión tiene
derecho exclusivo para la explotación
de todos los recursos del lecho y el
subsuelo. Cualquier otro país que esté
interesado en ella necesita el consen-
timiento del Estado «propietario».
En el caso de que las zonas de dos
países se superpongan, se exige una
negociación entre ambos para delimi-
tarlas de acuerdo con el criterio de la
mediana o equidistancia, que supone
dividir las zonas en dos partes igua-
les. Sin embargo, el convenio recono-
ce la posibilidad de utilizar el criterio
de equidad, basado en que las zonas
en disputa deben repartirse en pro-
porción a la longitud de la costa des-
de la que se calculan. Hasta que no se
alcanza un acuerdo, rige el criterio de
la equidistancia, como ocurre actual-
mente en el caso de las aguas cana-
rias por el solapamiento de las zonas
española y marroquí.
La distancia entre la parte oriental de
Canarias y Marruecos es de poco más
de sesenta millas, con lo que las ZEE
nunca podrán alcanzar las doscientas
millas reconocidas y es necesario un
reparto entre los dos países. Además,
Marruecos aduce que su línea de cos-
ta es mucho mayor que la canaria y,
por tanto, le corresponde una mayor
proporción de ZEE. En caso de no lle-
gar a un acuerdo, es el Tribunal Inter-
nacional del Derecho del Mar de Ham-
burgo el que toma una decisión.
Un aspecto independiente de este
convenio que afecta al reparto de las
aguas canarias y que se ha puesto de
actualidad en los últimos meses es el
de la situación jurídica del Sáhara Oc-
cidental: para Naciones Unidas, cons-
tituye un territorio no autónomo bajo
la supervisión del Comité Especial de
Descolonización; España, en su mo-
mento, concedió a Marruecos la res-
ponsabilidad como potencia adminis-
tradora, aspecto no reconocido por la
ONU; Marruecos considera el Sáhara
como parte de su territorio en lo que
se conoce como las Provincias del
Sur, a las que pretende conceder una
autonomía política según el plan pre-
sentado ante la ONU en 2007; la Unión
Europea no reconoce el Sáhara como
parte del territorio marroquí, como se
puso de manifiesto cuando se nego-
ció el acuerdo pesquero UE-Marrue-
cos. En definitiva, la consideración
de las aguas saharauis como propias
por parte de Marruecos no cuenta
con el respaldo de la legalidad inter-
nacional. Esta situación, sin embar-
go, comienza a experimentar ciertos
cambios, al menos de facto: Estados
Unidos ha reconocido la soberanía
marroquí; Alemania considera que el
plan de autonomía es una buena vía
para resolver el conflicto; Francia ha
adoptado una postura similar, y Espa-
ña, en 2022, también considera que el
plan marroquí es «la base más seria,
creíble y realista para la resolución de
esta disputa», pero sin reconocer la
soberanía marroquí.
¿QUÉ HA HECHO ESPAÑA?
En 2014, España solicitó ante Na-
ciones Unidas la ampliación de su
plataforma continental en Canarias
hasta las trescientas cincuenta mi-
llas náuticas, solicitud que hasta el
momento no ha recibido respuesta.
Con dicha ampliación, la explota-
ción de las riquezas mineras del
monte Tropic quedaría en manos es-
pañolas. Esta ampliación choca con
la pretensión portuguesa de ampliar
su zona al suroeste de Madeira, ex-
tensión que no afecta a «las abue-
las de Canarias», pero, sobre todo,
se superpone a la extensión de las
aguas saharauis.
Desde 2003, existe un grupo técnico
de trabajo hispano-marroquí respon-
sable de establecer la delimitación de
las correspondientes zonas económi-
cas. Después de varios años de paráli-
sis y tras la última visita del presidente
Sánchez a Marruecos, se tomó la de-
cisión de reactivar las labores de este
grupo. En la actualidad, de forma tá-
cita, la división de zonas entre los dos
países se realiza según el criterio de
equidistancia.
¿QUÉ HA HECHO
MARRUECOS?
En 2007, Marruecos ratificó la Con-
vención sobre el Derecho del Mar,
aunque la legislación marroquí ya ha-
bía definido legalmente las diferen-
tes zonas en 1981 siguiendo las di-
rectrices del convenio que se estaba
Superposición de la Plataforma continental de España y Marruecos

8 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
negociando en ese momento. La rati-
ficación de 2007 vino dada por la posi-
bilidad de ampliar la plataforma conti-
nental hasta las trescientas cincuenta
millas y aprovechar el respaldo jurídi-
co para la explotación de los recursos
del lecho marino.
En el año  2020, Marruecos aprobó
dos leyes que modificaban en parte
la legislación vigente hasta entonces
en el país vecino. Los aspectos más
relevantes de estos cambios son:
— Se indica de forma expresa la ex-
tensión de la plataforma continental
hasta las trescientas cincuenta mi-
llas, si bien esta ampliación debe con-
tar con la aprobación de la Comisión
de Límites de la Plataforma Continen-
tal de Naciones Unidas. No se puede
hacer de forma unilateral, ya que no
estaría respaldada por la legalidad in-
ternacional.
— Se expresa la necesidad de que la
delimitación de las ZEE de Canarias
y Marruecos se realice según el cri-
terio de equidad, con lo que la ZEE
marroquí se ampliaría a costa de la
española. De hecho, la postura ma-
rroquí es que el reparto de las ZEE se
realice con la proporción de 7,3 a 1
y de 5,3 a 1. La primera correspon-
de a las aguas saharauis y la segun-
da, a las aguas entre Canarias y la
costa marroquí. Esta pretensión no
es reconocida por España sobre la
base de determinados argumentos
de carácter técnico o jurídico.
— De forma unilateral, se considera
como marroquí la ZEE que corres-
ponde al litoral del Sáhara Occiden-
tal, territorio sobre el cual Marruecos
no tiene una soberanía reconocida in-
ternacionalmente.
En definitiva, el objetivo de esa re-
forma legislativa es, en palabras del
ministro de Asuntos Exteriores ma-
rroquí, «adaptar estas leyes a la ple-
na soberanía interna de Marruecos
sobre todo su territorio y sus aguas
territoriales, desde Tánger hasta La
Agüera». Hay que recordar que esta
última ciudad se encuentra en el lími-
te sur del Sáhara, lo que significa que
Marruecos considera el territorio sa-
haraui como propio.
¿HAY PROBLEMAS?
Con independencia de la situación de
la división de las aguas en Ceuta, Me-
lilla y los peñones, sí, existen diversos
problemas.
En primer lugar, el trabajo que realiza
el grupo encargado de la división de
la ZEE en Canarias solo tiene validez
en lo que se refiere a la costa marro-
quí y no puede extenderse a las aguas
saharauis por no tener validez interna-
cional.
Como se ha indicado anteriormente, el
yacimiento más importante de telurio
y de otros minerales se encuentra fue-
ra de la ZEE de Canarias, pero dentro
de lo que podría considerarse la plata-
forma continental. España ya solicitó
su extensión para que incluyera este
yacimiento, el cual, a su vez, y tras la
modificación legislativa de Marrue-
cos, quedaría incluido en la platafor-
ma continental del Sáhara Occidental.
A este problema, que se planteará a
medio plazo, hay que añadir los posi-
bles yacimientos de gas y de petróleo.
A 175 km al noreste de la isla de la Gra-
ciosa, una empresa británica, Europa
Oil&Gas, ha detectado la existencia de
un yacimiento «seguro» de petróleo
dentro de las aguas territoriales marro-
quíes, pero muy próximo a la mediana
que divide las ZEE de los dos países.
Hay que recordar que esta mediana
tiene un reconocimiento tácito, pero
no legal, a expensas de lo que acuerde
el grupo de trabajo activado con moti-
vo de la visita del presidente Sánchez
a Marruecos. Probablemente, parte
de ese yacimiento se encuentre bajo
el subsuelo de la ZEE española y de
ahí el interés de Marruecos por con-
seguir que la división entre zonas se
realice según el criterio de la equidad,
lo que ampliaría considerablemente
Las aguas territoriales y las zonas por tratar

la ZEE marroquí, asegurándose de
esta manera la propiedad de todo o
de gran parte del yacimiento. En cual-
quier caso, hay mucho escepticismo
en la comunidad científica acerca de
la veracidad de este hallazgo y, de ser
cierto, sobre la posibilidad de una ex-
plotación rentable.
Otra zona de exploración de Marruecos
se sitúa al este de Lanzarote y Fuerte-
ventura, en la zona de Tarfaya. En este
caso, la empresa responsable es la ita-
liana ENI (Ente Nacional de Hidrocar-
buros), junto con Qatar Petroleum.
En los últimos meses, Marruecos ha
firmado un acuerdo con la empresa
israelí Ratio Petroleum Energy con el
objetivo de iniciar la búsqueda de pe-
tróleo y gas en la zona de Dajla, dentro
de la ZEE del Sáhara Occidental. Este
es el último capítulo de una política de
prospecciones llevada a cabo por Ma-
rruecos tanto en tierra como en el mar
desde hace ya varias décadas.
A este respecto, hay que recordar que
la Ley de Cambio Climático y Transi-
ción Energética española, de 2021,
prohíbe la exploración, los permisos
de investigación y las concesiones
de explotación de hidrocarburos en
todo el territorio nacional, incluidas
las aguas territoriales.
IMPACTO EN LAS RELACIONES
INTERNACIONALES
Si bien todos los aspectos relacio-
nados con las aguas territoriales se
enmarcan dentro de una estricta re-
lación bilateral, no hay que olvidar el
papel que desempeña la Unión Euro-
pea, uno de los principales socios in-
ternacionales de Marruecos. En los
últimos años, los principales proble-
mas en las relaciones Marruecos-UE
han sido la pesca, la inmigración y el
terrorismo yihadista. En los tres ám-
bitos, se ha llegado a acuerdos que,
hasta el momento, parecen funcionar
adecuadamente, pero que, como en
el caso de la inmigración, dependen
en gran parte de la buena voluntad del
Gobierno marroquí, que puede utilizar
los flujos migratorios como elemento
de presión para lograr acuerdos bene-
ficiosos en otros campos.
Los diversos anuncios en los que se
comunica el hallazgo de petróleo
o gas pueden tener como objetivo
atraer inversores extranjeros (el Rei-
no Unido, Israel, Catar, Italia) y servir
como un elemento más que consi-
derar en las negociaciones globales
entre España y Marruecos. Hay que
tener en cuenta la gran preocupa-
ción existente en Canarias sobre el
posible impacto ambiental de estas
prospecciones una vez que se pon-
ga en marcha su explotación, si es
que esto llega a producirse en algún
momento.
Por otro lado, una vez que se ha con-
sumado la salida del Reino Unido de
la Unión Europea, este país tiene es-
pecial interés en convertirse en socio
prioritario de Marruecos, sustituyen-
do a Francia y España. En 2019, am-
bos países firmaron un tratado de
asociación mediante el que se con-
ceden los mismos beneficios que ya
existían en el acuerdo UE-Marrue-
cos, colaborando al deseo británico
de convertirse en el principal inversor
en África.
CONCLUSIÓN
Marruecos, de forma unilateral, ha
proclamado su soberanía sobre las
aguas que corresponden al Sáhara
Occidental. España solamente puede
negociar con Marruecos lo relativo a
las aguas que corresponden a la costa
marroquí. El hecho de que determina-
dos países estén a favor de la autono-
mía política de un Sáhara incluido en
Marruecos puede favorecer esta pre-
tensión.
La explotación de los yacimientos mi-
nerales que, en su caso, podrían rei-
vindicar España y Marruecos consti-
tuye un problema que se planteará a
medio y largo plazo.
La existencia de petróleo y gas entre
Canarias y Marruecos, a pesar de su
dudosa rentabilidad, constituye un
elemento más que tener en cuenta en
las relaciones bilaterales, y no sola-
mente en lo que se refiere al reparto
de la ZEE.
NOTAS
1. La unidad de medida empleada
es la milla náutica, que equivale a
1852 metros, diferente de la milla
terrestre.
2. Desde el punto de vista técnico,
se establece una línea de base
que coincide con la línea de baja-
mar, considerando otros aspectos
como el tipo de costa, la existencia
de islas u otras características.
BIBLIOGRAFÍA
 -García Pérez, R. (2019). Canarias y
la previsible ampliación de su pla-
taforma continental: el difícil equi-
librio entre España, Marruecos y el
Sáhara Occidental. Revista de Es-
tudios Internacionales Mediterrá-
neos. N.º 26.
 -Barrada Ferreiros, A. (2020). Las
nuevas leyes de Marruecos sobre
espacios marítimos. Revista Gene -
ral de Marina. N.º 279.■
Extracción de telurio

10 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
BOSNIA Y HERZEGOVINA,
30 AÑOS DESPUÉS
José María Ortega Trujillo  | Comandante de Infantería

11
Todavía hoy, al pasear por la ciudad de Sarajevo, se pue-
den ver marcas que la guerra ha dejado en diversos edi-
ficios. Unas marcas que parecen heridas que no acaban
de cerrarse, lo cual puede compararse a la situación que
se vive en el país. Una cruenta guerra que vivió Bosnia y
Herzegovina y de la que muchos militares españoles fui-
mos testigos.
Hoy, treinta años después de que el primer contingente
español llegara a estas tierras a intentar poner su granito
de arena para frenar un inevitable conflicto, intento hacer
una comparación de lo vivido en aquellos lejanos años y
la experiencia de formar parte de la presencia española
dentro de una fuerza internacional, liderada en este caso
por la Unión Europea (UE).
Móstar. 1994. Foto: J. M. Ortega

12 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
España instaló
una pasarela
que estuvo
permitiendo el
tránsito entre la
zona este y oeste
de la ciudad a
muchas familias
durante más de
diez años
Intercambios en la Plaza de España de Móstar, 1994. Foto: J. M. Ortega
Pasarela temporal sobre el río Neretva (Móstar)

13
Una de las primeras cosas que hice al
volver a este país, el cual no visitaba
desde  1994, fue recorrer con mi com-
pañero entrante y con los salientes las
localidades que habían tenido un im-
portante significado por hechos allí
acaecidos a los militares que formaban
el contingente en el que tuve el honor
de estar integrado: la Agrupación Tác-
tica Madrid, formado principalmente
por unidades de la Brigada Paracaidis-
ta, en la cual estaba destinado, siendo
el tercer contingente español que des-
plegaba en Bosnia y Herzegovina.
España instaló una pasarela que estu-
vo permitiendo el tránsito entre la zona
este y oeste de la ciudad a muchas fa-
milias durante más de diez años.
Fue muy emotivo recorrer ciudades,
pueblos, carreteras, puentes y tantos
lugares donde, a pesar de los años
pasados, se mantenía el recuerdo de
la crudeza de una guerra que castigó
muy severamente sobre todo a la po-
blación civil. También cómo olvidar a
compañeros que dejaron lo más pre-
ciado que tenían, su vida, por cumplir
con la misión encomendada por Espa-
ña en apoyo a la gente que tan angus-
tiosos momentos estaba pasando.
Por mucha preparación que tuviéra-
mos en territorio nacional antes del
despliegue, allá por la primavera y ve-
rano de  1993, creo que, cuando llega-
mos a ejecutar las primeras misiones,
internándonos en este país fracturado
por tres diferentes bandos en conflic-
to, pocos nos esperábamos contem-
plar una guerra de desgaste que man-
tenía a la población civil prisionera en
sus propias ciudades y pueblos.
Ciudades como Móstar, la más impor-
tante de las que se encontraban dentro
del área de responsabilidad de nuestro
contingente, Jablanica, Stolac, Čaplji-
na, Medjugorje y Konjic, entre otras,
eran de paso frecuente por nuestras
unidades en patrullas, escoltas de
convoyes, reconocimientos, etc...
El contingente se mantenía en dos
bases principales en Dracevo, un pe-
queño pueblo al sur de Móstar y Med-
jugorje, con destacamentos perma-
nentes en Móstar y Jablanica, en los
cuales íbamos rotando. En estos dos
últimos destacamentos era donde se
vivía más de cerca el conflicto. En la
primera localidad, una ciudad dividi-
da por los bandos bosniaco y bosnio-
croata, los movimientos estaban muy
limitados por las acciones de franco-
tiradores y fuego de morteros princi-
palmente. Era realmente angustioso
ver a niños jugando en las calles, sa-
biendo el riesgo que corrían.
Recorrer la ciudad de Móstar ahora
que, aunque mantiene esas heridas
abiertas del conflicto, goza de una
gran vitalidad fue para mí un motivo de
orgullo; pensar que pusimos nuestro
empeño en intentar paliar el sufrimien-
to que la población estaba pasando en
esos duros momentos y que contribui-
mos a que ambos bandos llegasen a
acordar un alto el fuego permanente y
posteriormente la paz.
Todo ese esfuerzo se ve reflejado en la
plaza de la ciudad, que lleva el nombre
de Plaza de España y donde se man-
tienen una bandera nacional junto a la
de Bosnia y Herzegovina y una placa
que recuerda a los 23  militares espa-
ñoles fallecidos en los diferentes con-
tingentes. También es un reflejo de
ello el nombramiento como hijo pre-
dilecto de la ciudad del que fuera el
jefe de la Agrupación Madrid, coronel
D. Luis Carvajal Raggio, recientemen-
te fallecido.
En esa plaza fuimos testigos de los
primeros encuentros de familias que
habían quedado divididas por el con-
flicto, después de realizar un minu-
cioso trabajo de limpieza de artefac-
tos explosivos no detonados, minas
Monumento a la participación española en diferentes contingentes. Móstar, 2021.
Foto: J. M. Ortega

14 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
e incluso cadáveres, principalmente
de civiles que quedaron atrapados ahí
para siempre.
Aunque he de decir que algo me en-
tristeció en nuestro paseo por la ciu-
dad: la visita al famoso puente anti-
guo de Móstar, el cual fue destruido
en 1993, estando yo presente en el
país, y tras lo cual España instaló una
pasarela que estuvo permitiendo el
tránsito entre la zona este y oeste de
la ciudad a muchas familias durante
más de diez años. Hoy el puente está
reconstruido a semejanza del origi-
nal, con una placa que agradece las
contribuciones para realizar esa obra,
pero ninguna referencia a aquella pa-
sarela que tanto agradeció la pobla-
ción en su día.
Sin embargo, en Jablanica, una ciudad
sitiada por los bosniocroatas, el riesgo
principal provenía de unas piezas de
artillería que esporádicamente abrían
fuego sobre la ciudad, impactando va-
rias veces en el propio destacamento.
Algunas veces, fuerzas locales aprove-
chaban los momentos de confusión de
un ataque para intentar sustraer gasoil
de los propios blindados y cisternas,
por lo que había que defender la base
ante estas incursiones.
Ahora existe un centro comercial al
lado del campo de fútbol que ocupá-
bamos como base y quedan pocos
restos de lo que fue un destacamento
de vital importancia, tanto para la po-
blación local como para la escolta de
los convoyes que se dirigían a la capi-
tal, Sarajevo.
Igualmente, el asentamiento de la base
de Dracevo ha quedado reducido a un
camino con huellas donde estaban co-
locados los alojamientos. Y la base de
Medjugorje es un complejo de aparta-
mentos de lujo para visitar la ciudad y
su famoso santuario.
Tras acabar el recorrido me pregunta-
ba: ¿ha avanzado realmente el país du-
rante todos estos años como para con-
siderar si es necesario mantener una
fuerza internacional presente? En un
primer momento, al ver tanta norma-
lidad donde había visto caos, me pa-
recía que sí. Pronto averigüé que nada
más lejos de la realidad.
Entre el último trimestre de  2021 y la
fecha en que se escribe este artícu-
lo, la situación ha cambiado drástica-
mente en Bosnia y Herzegovina. Tal y
como han repetido diferentes líderes
internacionales que han visitado el
país, está en la situación más crítica
después de la finalización de la guerra
en 1995. Según se acordó en el tra-
tado de paz de Dayton, el país se di-
vidía en una Federación (con mayoría
de bosniacos y bosniocroatas) y una
República (Srpska, de mayoría serbo-
bosnia). Además, durante el periodo
posterior a la guerra se organizaron
instituciones estatales comunes a
ambas entidades.
El principal riesgo para el país lo está
protagonizando la República Srpska,
por una deriva secesionista que re-
cuerda en muchos aspectos a la vivida VEC en Bosnia

15
en los inicios de los años  90. Las dos
etnias que forman la Federación tam-
poco colaboran para llegar a acuer-
dos a nivel nacional. El riesgo de des-
membramiento del país y, en caso
de que ocurriese, de que este no se
produjera pacíficamente, es alto. Los
motivos de esta situación se pueden
encontrar en una sociedad que no ha
superado el conflicto pasado, que se-
para la educación por etnias, que tie-
ne tres presidentes que van rotando
en su puesto (pertenecientes a cada
una de las etnias mayoritarias) y mul-
titud de celebraciones que no hacen
más que rememorar los tres bandos
que se enfrentaron en el conflicto y
que no han tenido una verdadera re-
conciliación.
A esta situación hay que añadir la exis-
tencia de una influencia externa que
actúa sobre una u otra etnia según
su conveniencia y que no ayuda a esa
necesaria reconciliación. Mientras
tanto, la Unión Europea se enfrenta a
esta situación con una fuerza que ha
ido disminuyendo gradualmente con
el paso de los años y que comprome-
te su efectividad en caso de tener que
ser utilizada.
El reto que tiene la comunidad inter-
nacional y en particular la UE es con-
siderable, puesto que, en caso de
secesión, constituiría un inmenso fra-
caso después de tantos años de ac-
tividad y dirección diplomática, ade-
más de los esfuerzos realizados por
los diferentes contingentes de los mu-
chos países que han pasado por es-
tas tierras en las sucesivas misiones:
UNPROFOR (United nations Protec-
tion Force) de Naciones Unidas, IFOR
(Implementation Force) y SFOR (Sta-
bilisation Force) de OTAN y EUFOR
(de la UE), la actualmente presente.
Se incluyen también las organizacio-
nes internacionales con delegaciones
en el país, como la propia UE, la Or-
ganización para la Seguridad y Coo-
peración Europea (OSCE) y la Oficina
del Alto Representante para Bosnia y
Herzegovina (OHR), entre otras.
Viendo la situación actual y compa-
rándola con la vivida hace casi trein-
ta años, cuando esta era mucho más
complicada y unos soldados españo-
les se empeñaron en que al menos
las partes en conflicto en su zona de
acción intentasen llegar a un acuer-
do, facilitando todos los medios para
ello, me viene a la cabeza la idea de
que puede que no fuese descabella-
do que la diplomacia española, con
ese carácter conciliador que nos ca-
racteriza, intentase participar más ac-
tivamente en la posible resolución de
la situación actual, poniendo como
ejemplo la reconciliación que nuestro
país llevó a cabo el siglo pasado. Pero
ese es un asunto que no compete a
este soldado, que en dos ocasiones
ha intentado poner su granito de are-
na para que en Bosnia y Herzegovina
exista una convivencia sin violencia ni
diferencias étnicas.■
Placa a los españoles caídos en Bosnia y Herzegovina. Camp Butmir, Sarajevo, 2022. Foto: J. M. Ortega

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Así mismo, por la autoridad u
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?extraordinario?, que se encargará
de la coordinación del trabajo con la
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EJ?RCITO
LA
LEGI?N
A?OS DE VALOR,
EL VALOR
DE 100
100
A?OS
REVISTA DEL EJ?RCITO DE TIERRA ESPA?OL
N?MERO 951 EX TRAORDINARIO JUNIO 2020 - A?O LXXXI
EJ?RCITO EX TRAORDINARIO JUNIO 2020 - a?o L XXXIn?m. 951
16 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022

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reconocibles sus facciones.

18 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Víctor Manuel Caride Abalde  | Coronel de Infantería
LECCIONES DE
AFGANISTÁN
Este artículo aborda, de forma somera, las múltiples lecciones que nos aportó el conflicto
de Afganistán en los niveles estratégico, operacional y táctico.
Dentro de ellas se destacan, entre otras, la necesidad de un liderazgo estratégico sólido, la
importancia de la conciencia o sensibilidad intercultural, la dificultad de las operaciones
de estabilización y de apoyo a la paz y las fricciones propias del campo operacional
INTRODUCCIÓN
El desastre de la retirada precipita-
da de las fuerzas estadounidenses
de Afganistán el verano del año pasa-
do, junto con la repentina y sorpresiva
toma de poder por parte de los taliba-
nes, trajo consigo un gran número de
artículos en los que se enumeraban
los muchos errores cometidos por
los actores implicados en el conflicto.
Uno de los sentimientos unánimes de
todos los autores era que los soldados
que habían combatido o habían dado
su vida en Afganistán durante los casi
veinte años de duración del conflicto
no se merecían ese final.
Como soldados, sabemos que en el
cumplimiento de la misión asignada
hay muchos factores que escapan a
nuestro control y, por desgracia, en el
conflicto de Afganistán hubo muchas
de esas circunstancias externas que
no facilitaron la consecución del ob-
jetivo final buscado.
Ahora, tras el resultado, es el momen-
to de recapitular y fijarnos en esos
factores que tanto condicionaron el
cumplimiento de la misión y extraer
de ellos las lecciones oportunas para,
en lo posible, tratar de mitigarlos o
conjurarlos en operaciones futuras.
Enumerarlos y desarrollarlos todos
estaría fuera del alcance de este ar-
tículo, por lo que nos limitaremos a
destacar aquellos que, a nuestro en-
tender y en un análisis preliminar, tu-
vieron mayor influencia en el resulta-
do final.
LA CLAVE DE LIDERAZGOS
SÓLIDOS PARA EL ÉXITO DE
LAS OPERACIONES
Un liderazgo sólido enmarca su ac-
tuación en una estrategia definida que
lleva a la consecución del objetivo final
buscado. Corresponde al nivel políti-
co formular los objetivos estratégicos

19
buscados por la operación. En el caso
que nos ocupa, la concurrencia de di-
ferentes actores políticos propició,
ya desde el mismo inicio de la ope-
ración, una acusada falta de acuerdo
sobre los objetivos que debían alcan-
zarse y una continua descoordinación
para establecer planes y prioridades
en aras de la estabilización del país.
La política errática de las cinco admi-
nistraciones norteamericanas que se
sucedieron durante el conflicto, la au-
sencia de una dirección estratégica
clara por parte de Naciones Unidas,
las tensiones existentes dentro de la
comunidad internacional para asu-
mir los riesgos inherentes a la ope-
ración y el nulo liderazgo ejercido
por la propia Administración afga-
na arrastraron a una falta clara de
autoridad estratégica que aportase
coherencia y supervisión a los dife-
rentes esfuerzos y acciones realiza-
dos tanto por el componente civil y
militar de la operación como por las
propias autoridades afganas a nivel
local, regional y central.
Todo ello puso de manifiesto una vez
más las muchas carencias de las que
adolece el actual liderazgo político
estratégico, instalado en el inmedia-
to horizonte temporal de la contien-
da electoral y, en general, más preo-
cupado por la imagen y la narrativa
que por la realidad imperante. Se
echó en falta una adecuada comu-
nicación estratégica que expusiera a
la población la transcendencia de los
fines y objetivos perseguidos y tra-
tara de amoldar, a la vez, los respec-
tivos intereses políticos nacionales
con los propios de la escena interna-
cional y otros de índole ética y moral.
Otro aspecto importante que se
puso de manifiesto es que el unilate-
ralismo en la definición de fines y ob-
jetivos estratégicos conduce a bien
poco en un mundo cada vez más
multipolar, donde la persuasión y la
habilidad para construir consensos
dentro de las organizaciones inter-
nacionales son del todo necesarias.
Sobre el asunto y en relación con la
apresurada salida estadounidense
de Afganistán, ha quedado paten-
te que «las decisiones estratégicas
traen consecuencias estratégicas»
1

como es la vuelta al poder de los ta-
libanes y la reversión, en cuestión de
días, de todo el trabajo realizado en
veinte años.
LA IMPORTANCIA DE
LA SENSIBILIZACIÓN O
CONCIENCIA INTERCULTURAL
2

(CROSS-CULTURAL
AWARENESS)
A la indefinición político-estratégi-
ca de los actores operantes en Afga-
nistán se unía el problema de la di-
versidad cultural propia del pueblo
afgano y, en muchos aspectos, to-
talmente alejada de la cultura occi-
dental.
Uno de los indicadores más de-
terminantes de la falta de sensibi-
lización intercultural es caer en el
etnocentrismo, que impone la cul-
tura propia como único patrón in-
terpretativo de modelos sociales y
culturales. Así, algunos ejemplos
clásicos de ese etnocentrismo que
se pusieron de manifiesto en Afga-
nistán fueron imponer un régimen
social y democrático de derecho
sobre un grupo de tribus y etnias
carentes de identidad nacional y de
cultura democrática, favorecer una

20 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Administración afgana y un desarro-
llo institucional totalmente alejados
de las necesidades del pueblo afga-
no y estimular la creación de órganos
de seguridad nacional al estilo de los
países occidentales.
Las consecuencias de esa falta de
sensibilización intercultural fueron
un Gobierno afgano muy cuestiona-
do por su pueblo al considerarlo tí-
tere de la comunidad internacional y,
también, por sus múltiples escánda-
los de corrupción, que lo hacían in-
capaz de imponerse en todo el terri-
torio; unas Fuerzas Armadas y unas
Fuerzas de Seguridad afganas total-
mente inoperantes en su lucha con-
tra la insurgencia talibana, sin el apo-
yo de las fuerzas estadounidenses y
las de la coalición, y una comunidad
internacional alejada de las percep-
ciones reales del pueblo afgano.
Cuando hablamos de percepciones,
es muy importante captar esa sen-
sibilidad intercultural que nos ayu-
da a conocer las prioridades de las
distintas culturas e identidades ét-
nicas operantes y, de ese modo, lle-
gar con efectividad a sus mentes y
corazones. En el caso que nos ocu-
pa, Naciones Unidas debería haber
actuado desde el principio como
una instancia aglutinadora de todas
esas sensibilidades culturales que, a
modo de equipo negociador, apoya-
se la toma de decisiones de los com-
ponentes civil y militar participantes
en la estabilización y reconstrucción
del país.
En el aspecto operacional y táctico,
aunque esa sensibilización intercul-
tural está grandemente instalada en
la forma de operar de la mayoría de
los ejércitos occidentales, muchas
veces la misma dinámica operativa
conduce a escenarios radicalmente
contrarios a esta.
Sobre el asunto, el comandante de
ISAF TG McChrystal, en su directiva
táctica de fecha 2 de julio de 2009,
alertaba sobre la nula rentabilidad
de una victoria táctica a costa de una
derrota estratégica, «causando ba-
jas civiles o excesivo daño y, de este
modo, indisponiéndonos con la po-
blación». La publicación doctrinal
Empleo de las fuerzas terrestres ya
nos alerta sobre «la capacidad de los
potenciales adversarios para realizar
acciones de propaganda» en la «lu-
cha por las percepciones»
3
. En este
caso, la insurgencia talibana lideró di-
cha propaganda a nivel local, regional
e internacional, con muy poco contra-
peso por parte del Gobierno afgano
y la propia comunidad internacional.
LA DIFICULTAD DE
LAS OPERACIONES DE
ESTABILIZACIÓN Y APOYO A
LA PAZ
El entorno operativo de las operacio-
nes en Afganistán ha estado marcado
desde sus inicios por su gran com-
plejidad debido a la diversidad de ac-
tores implicados en la resolución del
conflicto. A ello habría que sumar las
intermitentes dosis de conflictividad,
representadas por las acciones de las
fuerzas de la insurgencia talibana, jun-
to con las acciones terroristas llevadas
a cabo por las células terroristas de Al
Qaeda que operaban en su seno.
El objetivo final de la operación de es-
tabilización en Afganistán buscaba la
reducción de la violencia, representa-
da por la insurgencia talibana, de for-
ma que permitiese al Gobierno afga-
no, legítimamente establecido, ejercer
sus funciones apoyado en una eficaz
estructura de seguridad nacional.
La inesperada caída del régimen tali-
bán a finales del 2001 por la acción de
las fuerzas de las tribus de la Alianza
del Norte, junto con el apoyo aéreo y
las fuerzas especiales estadouniden-
ses, abría un rayo de esperanza en
gran parte de la población afgana, so-
metida a un régimen teocrático fun-
damentalista que, en cinco años, ha-
bía llevado el país al nivel de Estado
fallido. Con los Acuerdos de Bonn de

21
diciembre de 2001, la comunidad in-
ternacional, bajo los auspicios de Na-
ciones Unidas, buscaba instaurar en
Afganistán una nueva estructura de
poder que iniciase su reconstrucción.
Esos acuerdos abogaban por la crea-
ción de un Gobierno interino y de una
nueva estructura de seguridad nacio-
nal, amparados en unos potentes re-
sortes que favoreciesen todo el proce-
so mediante una fuerza multinacional
de asistencia a la seguridad (ISAF),
aportada en su mayoría por los países
de la OTAN, y una misión de Naciones
Unidas de asistencia a la gobernanza
(UNAMA).
Establecido el plan estratégico de la
operación de estabilización y recons-
trucción del país, fue en su desarrollo
donde se malogró parte de su éxito
por la falta de ambición de los actores
implicados, la ausencia de una direc-
ción estratégica sólida y la inaplica-
ción de las salvaguardas a las que obli-
ga un enfoque integral en este tipo de
operaciones.
Sobre la falta de ambición, habría que
empezar por la propia administración
estadounidense, que fue la que inicial-
mente lideró todo el proceso con una
acción limitada marcada por su estra-
tegia de guerra global contra el terror
y que, al encontrarse con el vacío de
poder tras la caída del régimen tali-
bán, buscó el auxilio de la comunidad
internacional para apoyar las opera-
ciones de estabilización y recons-
trucción del país. Esa misma falta de
ambición también es achacable a di-
cha comunidad internacional, que, a
lo largo de veinte años, no fue capaz
de aprovechar las distintas ventanas
de oportunidad abiertas por la fuerza
operacional para un fortalecimiento
coordinado y sin fisuras de las nuevas
instituciones estatales afganas.
Anteriormente, ya se habló sobre la
importancia de una dirección estraté-
gica sólida, pero, en lo que respecta a
la operación de estabilización y apoyo
a la paz, tenía que haber sido Nacio-
nes Unidas la que ejerciera dicho lide-
razgo mediante la designación de un
representante con la suficiente auto-
ridad para coordinar los esfuerzos in-
ternacionales y supervisar eficazmen-
te la Administración afgana.
Como señala la publicación doctri-
nal Empleo de las fuerzas terrestres,
el enfoque integral busca «concertar
planes, objetivos y acciones de todos
los actores participantes en la ges-
tión de una crisis o conflicto, en todos
sus niveles (estratégico, operacional y
táctico) y en todas sus fases»
4
. En este
caso, la falta de ese enfoque integral
abocó a la deslegitimación de las ins-
tituciones afganas, que no supieron o
no quisieron integrar en su seno a to-
das las etnias e identidades sociales;
a una acusada falta de coordinación
por parte de la comunidad internacio-
nal para establecer planes, objetivos y
prioridades, y a una conflictividad de
roles entre las fuerzas de ISAF y de la
misión de Naciones Unidas (UNAMA):
las primeras tendrían que haberse
centrado exclusivamente en tareas de
seguridad y la segunda, en tareas de
reconstrucción.

22 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
LA FRICCIÓN EN EL CAMPO
OPERACIONAL
Otra lección que nos aportó el con-
flicto fue la imperfección manifies-
ta del multilateralismo hegemónico
ejercido por los Estados Unidos de
América al condicionar la interven-
ción de los otros actores con su ac-
ción unilateral, de modo que las mi-
siones en apoyo a la estabilización
del país llevadas a cabo por ISAF,
UNAMA y la propia acción guberna-
mental del gobierno afgano se vieron
desde sus inicios lastradas y entor-
pecidas por la acción de las fuerzas
estadounidenses, que, con su ope-
ración Libertad Duradera (OEF), li-
braban su particular guerra global
contra el terror, dirigida contra los
elementos de Al Qaeda y sus colabo-
radores en el seno de la insurgencia
talibana.
Dicha campaña, centrada casi exclu-
sivamente sobre la comunidad pas-
tuna, agudizaba su resentimiento
contra el Gobierno afgano y las pro-
pias fuerzas de la comunidad inter-
nacional. Además, socavaba la au-
toridad de la Administración central
afgana al apoyarse con frecuencia en
las autoridades y hombres fuertes lo-
cales y regionales, en detrimento de
las Fuerzas Armadas y de seguridad
afganas. Ante ello, los múltiples pro-
gramas de reconciliación llevados a
cabo por el propio Gobierno afgano
con el apoyo de la comunidad inter-
nacional fracasaron en su intento de
atraer y desmovilizar a la fuerza in-
surgente dentro de la comunidad
pastún.
Esta situación provocó que la misión
principal de apoyo a la seguridad por
parte de las fuerzas internacionales
se viera amenazada y, en muchos ca-
sos, comprometida con las acciones
de apoyo a la lucha contraterrorista,
liderada casi en exclusiva por los Es-
tados Unidos, y con los programas de
reconciliación llevados a cabo por la
Administración afgana.
Fue esta fricción la que condicionó
el objetivo último de la misión de las
fuerzas de la Alianza: crear un entor-
no de seguridad estable que abarca-
se todo el territorio afgano y donde las
nuevas instituciones se convirtieran
en las únicas que ejerciesen el poder
legítimo. La falta de coordinación y de
unidad de esfuerzos hacia ese obje-
tivo estratégico final estuvo muy pre-
sente a lo largo de toda la operación.
La creación de ese entorno de se-
guridad estable implicaba, para las
fuerzas de la Alianza, trabajar con-
juntamente con las Fuerzas Armadas
(ANA) y Fuerzas de Seguridad afga-
nas (ANSF), empeñadas en anular la
influencia de la insurgencia talibana
sobre el pueblo afgano y ganarse, de
ese modo, su apoyo.
Todo ello planteó continuos retos ope-
racionales y tácticos a las fuerzas in-
ternacionales, que tuvieron que lidiar
en su día a día con el apoyo al sistema
de seguridad nacional afgano y con
la amenaza de una fuerza insurgente
que comprometía sus tareas más bá-
sicas. Con tesón y valentía, se fueron
ganando el apoyo popular allí donde
operaban, pero la errática acción po-
lítica de la Administración afgana ma-
logró la consolidación de un clima de
paz y seguridad estable en todo el te-
rritorio afgano.
Las Fuerzas Armadas y los órganos
de seguridad afganos se aprestaron
Mulá Mohamed Omar

23
a las acciones de la lucha contrate-
rrorista, liderada por los Estados Uni-
dos, pero nunca tuvieron la determi-
nación y la capacidad para enfrentar
una guerra de guerrillas contra la in-
surgencia talibana que neutralizase
con efectividad su influencia sobre el
pueblo afgano y erradicase los san-
tuarios mantenidos a lo largo de la
línea fronteriza con Pakistán. A esa
situación contribuyeron tanto la au-
sencia de liderazgo por parte del Go-
bierno afgano como la falta de am-
bición y compromiso por parte de la
comunidad internacional, que, ante
la prolongación del conflicto, forza-
ron la solución política de una recon-
ciliación con la insurgencia, la cual
terminó de la peor forma posible: con
la toma de poder por parte de los ta-
libanes.
Esa falta de coherencia con el ob-
jetivo final buscado, evidenciada
por los órganos de seguridad na-
cional afganos, marcó también la
dinámica operacional de las fuer-
zas de la Alianza a lo largo del con-
flicto, sin un establecimiento y con-
trol claro de finalidades, acciones
y resultados. Además, los vetos y
limitaciones operativas naciona-
les, la falta de interoperabilidad o
de capacidades vitales y la aplica-
ción heterogénea de técnicas, tác-
ticas y procedimientos malograban
la ansiada unidad de acción de di-
chas fuerzas.
En lo que respecta a los retos ope-
racionales a los que debían enfren-
tarse las fuerzas internacionales a lo
largo del conflicto, fue evidente que
no estaban preparadas para comba-
tir la insurgencia talibana, y tampoco
era su misión, ya que la fuerza legi-
timadora de tal acción tenía que re-
caer exclusivamente en los órganos
de seguridad nacional afganos. Sin
embargo, desde su creación, tanto el
Ejército nacional afgano (ANA) como
los nuevos órganos policiales se vie-
ron incapaces de combatir dicha in-
surgencia sin un oportuno apoyo
aéreo, logístico y de inteligencia por
parte de las fuerzas internacionales,
lo que fue aprovechado por la insur-
gencia para restarles legitimidad y
apoyo popular.
Otro desafío operacional para las
fuerzas internacionales fue adap-
tarse a un entorno operativo muy
centrado en la población, con cam-
bios significativos en el esfuerzo de
inteligencia y en el estilo de man-
do. A diferencia del modelo conven-
cional, este nuevo entorno primaba
un esfuerzo de inteligencia de flujo
ascendente y transversal, y un esti-
lo de mando orientado a la misión.
Con ello, las unidades ganaban au-
tonomía y una mejor percepción del
ambiente operativo.
La mentorización y colaboración con
las fuerzas y cuerpos de seguridad
nacional afganos supusieron conti-
nuos retos dentro de las fuerzas de
la alianza por su falta de profesio-
nalidad y experiencia, y sus casos
de corrupción e infiltración de ele-
mentos no deseados, que, con los
temidos incidentes green-on-blue
5
,
generaban un ambiente de falta de
confianza plena.
En el aspecto táctico, las fuerzas in-
ternacionales también se vieron so-
metidas a continuos retos que pu-
sieron en cuestión muchos de los
procedimientos tácticos emplea-
dos. Así, uno de los mayores desa-
fíos a los que se enfrentaron fueron
los numerosos artefactos explosivos
improvisados (IED) colocados por la
insurgencia y los grupos terroristas
infiltrados en su seno, lo que obligó
a adoptar nuevos medios de trans-
porte táctico y logístico, y mejoras
continuas en las medidas de seguri-
dad. Sobre la adopción de los nuevos
medios, se echó en falta una acción
concertada por parte de las fuerzas
de la Alianza que diera una rápida
respuesta al desafío tecnológico y
táctico planteado.
NOTAS
1. Palabras pronunciadas por el ge-
neral jefe del Estado Mayor Con-
junto Mark Milley ante el Congreso
el 28 de septiembre, hablando so-
bre la retirada de Afganistán.
2. La publicación doctrinal PD1-001
Empleo de las fuerzas terrestres lo
contempla como conciencia inter-
cultural en el apartado 7.3.b.
3. Página 2-9 de la PD1-001 Empleo
de las fuerzas terrestres, apartado
2.4.
4. Página 7-2 de la PD1-001 Empleo
de las fuerzas terrestres, apartado
7.3.a.
5. Ataques a las fuerzas de la coa-
lición por parte de elementos ta-
libanes infiltrados en las Fuerzas
Armadas y órganos de seguridad
afganos.■

24 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
En el año en que se conmemora el 25.º aniversario del MADOC, la Dirección de
Investigación, Doctrina, Orgánica y Materiales (DIDOM) ha organizado en Granada el
panel «Multi-Domain-A Multinational Understanding», que forma parte de una campaña
multinacional cuyo objetivo principal es desarrollar entre los aliados las capacidades
necesarias para resolver problemas militares operativos compartidos
AFRONTA
Antonio Jesús Cabrerizo Calatrava  | General de división
(MADOC: VEINTICINCO AÑOS EN VANGUARDIA DE LA INNOVACIÓN EN LAS TÁCTICAS, TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS)
LA
LAS OPERACIONES
MULTIDOMINIO

25
El Centro Conjunto de Desarrollo de
Conceptos español definió en  2020
el concepto  / término «multidomi-
nio» como «un entorno de actuación
muy complejo, que engloba a todos
los ámbitos de operación, con una
gran interdependencia e interacción
entre todos ellos (bien sean físicos o
no físicos)»
1
. Asimismo, definió el tér-
mino «operaciones multidominio» en
el entorno conjunto de las FAS como
«aquellas operaciones realizadas por
la Fuerza Conjunta que, por su agili-
dad y complejidad, necesitan de una
adecuada interoperabilidad y conec-
tividad que posibiliten un control dis-
tribuido de los medios para permitir
la integración de todas sus capacida-
des y así poder producir efectos en y
desde cualquiera de los ámbitos de
operación»
2
.
De la lectura simple de estas definicio-
nes, parecería que es suficiente con
incluir el ámbito cognitivo y ciberes-
pacial en las ya conocidas operacio-
nes conjuntas, tratando de armonizar
las acciones en los cinco dominios
3
,
pero no es así. En los conflictos que
se prevén ya no existe una situación
de paz, de la que se pasa a una de cri-
sis y a otra de guerra. La amenaza es
permanente y requiere acciones du-
raderas para evitar una posición de
desventaja relativa contra un adver-
sario de capacidades actuales
4
en zo-
nas geográficas críticas de cualquier
parte del mundo.
No parece adecuado desechar el es-
tudio de las operaciones multidomi-
nio dentro del ET, en la errónea idea de
que solo son responsabilidad del ám-
bito conjunto o de escalones superio-
res a la división. Es preciso buscar los
medios y procedimientos que permi-
tan al Ejército integrarse y colaborar
en estas operaciones que se van a de-
sarrollar bajo una coordinación y una
integración de capacidades nunca
antes planeadas. Por ello es preciso
anticipar rápidamente, desde la pers-
pectiva específica propia de nuestro
Ejército, los cambios necesarios para
operar en los nuevos dominios. Hay
naciones que ya están asimilando esa
evolución y modifican sus doctrinas
para adaptar sus herramientas de su-
perioridad de la información a la supe-
rioridad en el dominio cognitivo.
Tras años de buscar la mejor manera
en que las fuerzas terrestres podrían
asumir su papel en las operaciones
conjuntas determinadas por mandos
componentes, la DIDOM está involu-
crada ahora en desarrollar la integra-
ción del ET en lo que se ha llamado
«operaciones multidominio».
DESARROLLO CONCEPTUAL
En los ámbitos internacionales, se su-
giere que una visión sobre operacio-
nes multidominio compartida entre
los distintos Ejércitos es insuficiente
y se necesita una auténtica coordina-
ción y cooperación en la búsqueda de
un enfoque adecuado que establezca
las técnicas y procedimientos y guíe
las inversiones correspondientes en
los sistemas necesarios.
En la ESN  21 se dice que «en este
contexto y debido a la naturaleza
cambiante de los conflictos, los tra-
dicionales dominios terrestre, naval y
aéreo se ven ahora complementados
por la aparición de nuevos espacios
de competición, como el ciberespacio
y el espacio ultraterrestre, que obligan
a incorporar nuevas formas de actua-
ción, así como tecnologías de última
generación, para mantener una capa-
cidad de enfrentamiento actualizada y
moderna».
Aunque nuestra última doctrina con-
junta, Doctrina para el empleo de las
Fuerzas Armadas, que se publicó en
febrero de  2018, introdujo como otras
contribuciones de las Fuerzas Arma-
das a la seguridad la ciberseguridad y
la seguridad del espacio aéreo y ultra-
terrestre, no desarrolla cómo afrontar
las operaciones en varios dominios ni
cómo enfrentar la competencia pro-
longada en alguno de ellos
5
.
Nuestra doctrina específica de Em-
pleo de fuerzas terrestres (PD1-001,
2.ª edición de septiembre de  2021) no
recoge el concepto, pero establece
una nueva función táctica denominada
«información» que engloba el conjunto
de actividades concebidas específica-
mente para actuar en el ámbito cogni-
tivo mediante su incidencia en el entor-
no de la información con la finalidad de
modificar o reforzar las percepciones,
las conductas y las actitudes de las
audiencias autorizadas. Esta función
comprende las actividades psicológi-
cas, la comunicación pública, la inte-
racción y la cooperación cívico-militar,
la interacción personal, la decepción,
la presencia, actitud y perfil de la fuer-
za y, en general, todas aquellas que se
diseñen expresamente para actuar en
el ámbito cognitivo. Pero mantener lo
cognitivo o informativo como una fun-
ción táctica, centrada en sus aspectos
militares y gestionada por una célu-
la específica de los Estados Mayores,
parece insuficiente para enfrentar las
amenazas futuras.
Nuestro cuerpo doctrinal, plenamen-
te desarrollado para la mayoría de
las funciones tácticas de esta recien-
te doctrina, tiene que actualizarse en
todo lo relativo a la función táctica de
información y su coordinación con las
que se lleven a cabo en el ámbito cog-
nitivo dentro de las operaciones con-
juntas.
DESARROLLO PRÁCTICO
Las operaciones de información si-
guen siendo los instrumentos milita-
res clásicos para gestionar el dominio
de la información en los escalones di-
visión y brigada, aunque sobre todo
se enfocan a las fuerzas adversarias.
Sin embargo, la mayoría de las ame-
nazas en el dominio cognitivo y ciber-
nético no tienen un origen conocido
(y normalmente este no es militar), ni
se producen solo en tiempo de con-
flicto, ni tienen un objetivo concreto
y delimitado a las fuerzas militares.
«Es indudable que la solución a los
complejos problemas que plantea el

dominio cognitivo o de la información
obligará a abrir el concepto de ope-
raciones multidominio a una realidad
mucho más amplia de enfoque inte-
gral que busca la integración de todos
los esfuerzos, civiles y militares, en la
resolución de los problemas de segu-
ridad»
6
.
«En las operaciones multidominio,
una división debe mantener el cono-
cimiento de la situación y su influencia
a distancias de potencialmente cien-
tos de kilómetros dentro de un lapso
de tiempo de setenta y dos a noventa
y seis horas»
7
. La división (y sus bri-
gadas) combate dentro del paraguas
de capacidades multidominio esta-
blecido por ella o el cuerpo de ejérci-
to del que depende con la intención
de degradar amenazas de fuegos de
largo alcance, cibernéticas y enjam-
bres de armas y sensores (incluso
con alcances superiores a los cuatro-
cientos kilómetros). «La división ma-
niobra rápidamente hasta ciento cin-
cuenta kilómetros del frente, donde la
amenaza de fuegos de alcance me-
dio se convierte en el problema prin-
cipal, cuando los sistemas enemigos
de largo alcance están lo suficiente-
mente degradados»
8
. Pero esta ma-
niobra irá precedida de lo que se ha
llamado «confrontación o competen-
cia», que determinará la maniobra de
la división, situándola en una posición
de ventaja.
Como ejemplo de la importancia que
el ciberespacio tendrá en las opera-
ciones multidominio y en esa com-
petencia previa que nos permitirá
iniciarlas adecuadamente, hay que
destacar que el US ARMY ha anuncia-
do que para 2030 tiene la intención de
doblar el número de componentes de
la especialidad «cíber».
La denominada «nube de combate
multidominio» (multi-domain com-
bat cloud) debe ser resistente a la
amenaza cibernética en todos los
dominios que utilizan tecnologías
basadas en red, conectando nodos
para todas las fuerzas, lo que permi-
te que la información fluya en tiem-
po real. La implicación de las FAS
y el ET en esta misión no se redu-
ce a periodos de crisis o conflicto,
ya que las redes de comunicaciones
y de mando y control deben funcio-
nar en todo tiempo y situación para
garantizar la adecuada activación y
respuesta de las capacidades nece-
sarias.
26 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022

27
Nuestro ET, que durante los últimos
años ha estado involucrado princi-
palmente en operaciones de contra-
insurgencia y estabilización, debe
ahora adaptarse para orientar sus
herramientas de operaciones de in-
formación a las operaciones multido-
minio, siendo difícil todavía delimitar
la coordinación con las actuaciones
de los demás mandos componentes
y su integración en una actividad es-
trechamente integrada en el esfuerzo
general de STRATCOM.
Mediante la experimentación y el aná-
lisis crítico, se debe investigar qué
capacidades deben retenerse en CE
y división y cuáles deben ser respon-
sabilidad de las brigadas, y, con base
en ello, llevar a cabo las modificacio-
nes orgánicas necesarias. Inicialmen-
te, parece ineludible crear un paquete
de capacidades que puedan agregar-
se en el escalón división o CE bajo un
mando orgánico de información que
agrupe las capacidades relacionadas
con el ámbito cognitivo como centro
orgánico de una estructura terrestre,
pero realizando su actividad en bene-
ficio de la acción conjunta.
AFRONTANDO EL FUTURO
«En el tipo de batalla terrestre multi-
dominio que se librará […] la maniobra
principal consistirá en la convergen-
cia de capacidades de guerra electró-
nica, cibernética, de sensores y fue-
gos»
9
, y la superioridad aérea será
cada vez más difícil de conseguir al
tener que enfrentarse a una profusión
de sensores y fuegos que permitirá
destruir blancos aéreos hostiles más
fácilmente.
En el reciente conflicto de Nagorno
Karabaj de  2020, el copioso uso de
RPAS para acciones de fuego y ob-
tención de información, vigilancia y
reconocimiento permitió a Azerbai-
yán batir objetivos de gran valor en
profundidad, aumentar la sorpresa y
la confusión en la retaguardia y desa-
rrollar las capacidades de su artille-
ría convencional mediante la adqui-
sición de objetivos y la valoración de
sus efectos, mejorando la maniobra
de la información, con ejemplos va-
rios como el de difundir imágenes de
la eficacia de sus acciones a su públi-
co objetivo
10
.
«El uso de drones de combate turcos
Bayraktar por parte ucraniana ha re-
volucionado todos los conceptos bé-
licos actuales. Su precisión a la hora
de elegir blancos mucho más poten-
tes y destruirlos a larga distancia ha
sido una de las claves para aguantar
el empuje ruso inicial»
11
.
El ataque masivo de drones en en-
jambre y la velocidad y precisión de
las municiones futuras nos obliga-
rán a establecer una cúpula de se-
guridad de fuegos y electrónica que
impida que seamos batidos antes de
acercarnos a una distancia adecuada
para atacar al objetivo. Necesitamos
armas de alcance superior o similar
al del enemigo que nos permitan ac-
tuar sobre él mientras mantenemos
esa cúpula.
Pero ¿es posible disponer de ella en
cientos de kilómetros? No parece via-
ble a corto plazo, por lo que se necesi-
tan cúpulas superpuestas que se pue-
dan ir moviendo y acoplando en las
zonas que consideremos necesarias.
Los medios de A2/AD (anti-access/ area
denial) que nos permitan establecer di-
chas cúpulas han comenzado a desa-
rrollarse mediante sistemas antidron, de
defensa antiaérea, ciberdefensa, guerra
electrónica, comunicaciones satélite,
etc., que están todavía muy lejos de lo
que harán dentro de pocos años y, so-
bre todo, de estar bien integrados entre
ellos, con la maniobra táctica y la opera-
ción conjunta, en las que las capacida-
des marítimas y aéreas son fundamen-
tales para mantener la cúpula en el lugar
adecuado. Para la DIDOM, se vislumbra
un campo muy importante de desarro-
llo en experimentación, procedimien-
tos, requerimientos de materiales, etc.,
que nos llevará a afrontar la propuesta
de capacidades necesarias para resol-
ver problemas tácticos, pero mediante
soluciones que estén integradas en la
respuesta estratégica.
Ya que la amenaza está creciendo
(es global y multidominio), el Ejército
de Tierra debe ser una organización
permanentemente consciente de lo
que de verdad implica su misión fun-
damental. La forma de conseguir la
ventaja se basa en cuatro elementos
fundamentales: rapidez, liderazgo,
procedimientos adecuados y asegu-
rar los CIS y el C2 en territorio nacio-
nal y en la zona de operaciones. Para
ello es necesario tener fuerzas operan-
do desde la confrontación permanen-
te, preposicionadas, con movilidad y
posibilidad de operar dispersas y con
adecuadas capacidades CIS, cíber y
de fuegos de largo alcance, así como
escalones división y brigada adecua-
dos y preparados, superando la hasta
ahora predominante importancia de la
agrupación táctica.
CONCLUSIONES
«Por muy radical que un cambio de
este tipo parezca, hay que estar abier-
to a investigar este tipo de ideas si con
ello se consigue estar más cerca de la
superioridad en todos los dominios,
especialmente en los que aún están
por desarrollar»
12
.
Plataformas aéreas para reconocimiento, ataque y logística.
Foto cedida por Octavio Díez Cámara

28 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Es responsabilidad de todos los jefes
de unidad del ET conocer y prepararse
para actuar en las guerras en las que
podrían involucrarse sus unidades. Y
es responsabilidad del MADOC y de
otros mandos de primer nivel actuali-
zar los procedimientos para adaptarlos
a los nuevos conflictos. «En el verano
de 1914, los Ejércitos opositores a los
poderes aliados anticiparon una corta
pero decisiva campaña basada en sus
doctrinas»
13
, pero se equivocaron. Esa
errónea previsión los llevó a la necesi-
dad de probar nuevos procedimientos
sobre la marcha mediante el ensayo y
error, sin posibilidad previa de experi-
mentar ni practicar.
Las sucesivas generaciones de mi-
litares han encontrado retos prácti-
cos que los conceptos recibidos no
resolvían y sobre los cuales sus pre-
decesores dejaron análisis y concep-
tos útiles pero insuficientes. La úni-
ca manera de evolucionar en estos
dilemas es desarrollar nuevos plan-
teamientos que permitan la integra-
ción eficaz de ideas no probadas en
ambientes nuevos. Así, el trabajo de
la DIDOM está orientado hacia el ob-
jetivo de ser útil para todo el Ejérci-
to de Tierra y por ello su implicación
en prospectiva, investigación, expe-
rimentación, lecciones aprendidas,
evaluación, foros conjuntos y orga-
nizaciones internacionales obliga y
posibilita adelantarse a lo que luego
será el cuerpo doctrinal y los proce-
dimientos.
La DIDOM hace prospectiva por lo
menos tres años antes de que los
conceptos evolucionen y se convier-
tan en la doctrina que guía a la fuer-
za. Por ejemplo, las actuaciones del
Ejército de Tierra en los conflictos
asimétricos se comenzaron a estu-
diar en la DIDOM tres años antes de
que ninguna fuerza española desple-
gara en Afganistán, donde nuestras
tropas emplearon los procedimientos
definidos en las publicaciones doc-
trinales consecuencia de dichos es-
tudios: PD3-301. Contrainsurgencia,
de 2008; PD3-302. Protección de la
fuerza, de  2009; PD2-001. Operacio -
nes de estabilización, de  2013; PD4-
006. Procedimientos tácticos en con-
trainsurgencia, de 2014, etc.
Lo mismo ocurre ahora con las ope-
raciones multidominio, que para mu-
chos pueden sonar desconocidas o
como un concepto moderno y «pere-
cedero» , pero que seguramente se-
rán el pegamento de fusión del ET en
nuestras futuras operaciones conjun-
tas.
Las técnicas actuales no permiten
todavía combinar y emplear rápida-
mente los efectos multidominio, pero
dentro de pocos años las herramien-
tas proporcionarán análisis avanza-
dos capaces de identificar y emplear
combinaciones óptimas de capacida-
des de todo dominio en periodos de
oportunidad anticipados. Además, la
automatización y las comunicaciones
modernas deben proporcionar estas
capacidades sin impedir la movilidad
de las unidades tácticas de maniobra.
Si el Ejército encuentra soluciones
eficaces en materia de doctrina, or-
ganización, adiestramiento, material,
liderazgo, formación, personal e ins-
talaciones, entonces podrá cumplir
su misión en una confrontación que ni
empieza ni termina con las operacio-
nes militares, afrontando el problema
de los combates que presentarán los
futuros conflictos.
Carros de combate Leopardo. Foto Octavio Díez Cámara
Nube multidominio

29
NOTAS
1. Nota conceptual «Operaciones
multidominio». Página  5. Párra-
fo 32. EMAD. Abril de 2020.
2. Nota conceptual «Operaciones
multidominio». Página  5. Párra-
fo 33. EMAD. Abril de 2020.
3. En este artículo se empleará el tér-
mino «dominio» como sinónimo de
«ámbito».
4. Actualmente, el fácil acceso a las
tecnologías de la información (or-
denadores, redes de mando, con-
trol y comunicaciones, sistemas de
geolocalización, inteligencia artifi-
cial o cibernética), junto con el de-
sarrollo de medios A2/AD, está au-
mentando la vulnerabilidad de las
bases en zonas de operaciones,
los vehículos terrestres, los siste-
mas de mando y control, los heli-
cópteros tripulados y las cadenas
logísticas. Ello compromete la uti-
lidad del paradigma de presencia y
proyección del poder militar vigen-
te desde hace años.
5. Párrafo 302: «Existen zonas de
contacto o de intensa interacción
entre ámbitos, físicos y no físicos,
que dan lugar a ámbitos mixtos,
como el litoral, el aeroterrestre,
el aeronaval, o los que generan
el ámbito ciberespacial y el cog-
nitivo, como las redes sociales,
transversales al resto de ámbi-
tos».
6. Párrafo 314: «Los conflictos actua-
les tienden a ser transfronterizos,
al romper los tradicionales límites
geográficos, políticos y legales;
multiámbito, al afectar a todos los
posibles ámbitos de operación, y
multifunción, al involucrar a todos
los instrumentos de poder».
7. García Servert, R. y Calvo Albe-
ro, J.L. El dominio cognitivo en las
operaciones multidominio: con-
cepto y problemática.
8. Desmond Bailey (antiguo director
de la Concepts Development Di-
vision, Maneuver Center of Exce-
llence), correo electrónico dirigido
al autor, 15 de abril de 2020.
9. Desmond Bailey, Multi-domain
operations frontages (presenta-
ción de PowerPoint, Fort Eustis,
VA, 15 de marzo de 2020).
10. Pulido, G. (2021). Guerra multido-
minio y mosaico. Universidad de
Alcalá.
11. DIDOM. Lecciones de la guerra en
Nagorno Karabaj 2020.
12. Rojas, A. (2022). La guerra que
cambió la forma de hacer la gue-
rra, en El Mundo.
13. García Servert, R.C. y Hidalgo Ri-
vero, F.J. Las operaciones multi-
dominio desde la perspectiva de la
Alianza Atlántica.
14. Maher, B. (2016). The origins of
operational depth in the First World
War, School of Advanced Military
Studies, Fuerte Leavenworth, Kan-
sas, p. 18.
BIBLIOGRAFÍA
 -Pulido, G. (2021). Guerra multido-
minio y mosaico. Madrid, Catarata.
 -Maher, B. (2016). The origins of
operational depth in the First World
War. Kansas, Fort Leavenworth,
School of Advanced Military Stu-
dies.
 -Desmond, B. (2020). Multi-domain
operations frontage. Fort Eustis.
 -García Servet, R. C., Hidalgo Rivero,
F.J. (2020). Las operaciones «multi-
dominio» desde la perspectiva de la
Alianza Atlántica. El Radar.
 -García Servet, R. C., Hidalgo Rive-
ro, F.J. (2020). El dominio cognitivo
en las operaciones multidominio:
concepto y problemática. Madrid,
Academia de las Ciencias y las Ar-
tes Militares.
 -Kofman, M. (2019). It's time to talk
about A2/AD: rethinking the Rus-
sian military challenge. Texas Na-
tional Security Review.■
Adquisición de materiales. Foto cedida por Octavio Díez Cámara

30 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
José Miguel Palacios Coronel
Coronel de Infantería retirado
DETECCIÓN PRECOZ
DEL TALENTO MILITAR:
LA EXPERIENCIA DEL PLAN 1973
Los sistemas de ingreso en el cuerpo
de oficiales pueden perseguir dos fi-
nalidades distintas: seleccionar a los
que más lo merecen o a aquellos que
tienen más cualidades para llegar a
ser buenos mandos. Parece claro que
existe un importante solapamiento
entre ambos criterios y que muchos
de los que más se merecen el ingreso
son, precisamente, los que en el futu-
ro resultarán ser mejores oficiales. No
obstante, siempre queda la duda de si
algunos de los que no consiguieron
superar los procesos selectivos po-
drían haber llegado a ser militares so-
bresalientes. Dicho de otra manera,
si en la selección estamos perdiendo
una parte significativa del talento que
existía entre los opositores.
A partir de los años sesenta del si-
glo XX se popularizó en nuestro Ejérci-
to el uso de las técnicas psicométricas
de selección de personal. Se preten-
día con ellas optimizar la asignación
de recursos humanos detectando en
una fase muy temprana el rendimien-
to esperable de cada una de las per-
sonas sometidas al proceso. La refor-
ma de la enseñanza militar de  1973
incorporaba el uso de esas técnicas y
esperaba poder servirse de ellas para
identificar aquellos candidatos cuyas
cualidades los hacían más aptos para
la carrera militar
1
.
No podemos saber si algunos de
los descartados en aquellos proce-
sos selectivos habrían llegado, con
el tiempo, a ser grandes militares.
Sí podemos, en cambio, valorar de
una manera limitada la capacidad
predictiva del sistema de selección
examinando los resultados que en
él obtuvieron aquellos oficiales que
acabaron desarrollando las carreras
más brillantes. Si el sistema fue ca-
paz de predecir en una proporción
notable el éxito de los que acaba-
ron obteniéndolo, podemos espe-
rar también que el número de «re-
chazos tempranos» que produjo fue
escaso.
ORGANIZACIÓN DEL ESTUDIO
Y METODOLOGÍA
El Plan de  1973 se aplicó a seis pro-
mociones de la Academia General
Militar, de la  XXXIII a la  XXXVIII, cu-
yos procesos de selección se de-
sarrollaron entre los cursos aca-
démicos  1973-74 y 1978-79. Sin
embargo, en este estudio conside-
raremos únicamente las cinco pri-
meras. El motivo es que las pruebas
de acceso de la promoción XXXVIII
tuvieron lugar en 1978, año en que
se había añadido un curso más al
bachillerato superior (el tercero de
BUP), lo que hizo que la cohorte
de los nacidos en 1961, que en las
condiciones anteriores se habría
presentado, no pudiera hacerlo.
Por este motivo, los miembros de la
promoción  XXXVIII tienen una edad
media superior y son muy nume-
rosos los que habían realizado con
anterioridad partes del proceso de
selección (examen inicial, campa-
mento o fase escolar), lo que hace
que sus resultados no resulten com-
parables con los de las promociones
anteriores.

31
Con el fin de investigar la capacidad
predictiva del Plan  1973 y de sus
principales pruebas de selección, en
este trabajo estudiaremos qué resul-
tados obtuvieron en ellas los cuaren-
ta primeros de cada una de las cinco
promociones que consideramos (en
lo sucesivo, los «top  40»). El orden de
promoción será el convencional en el
Ejército español, es decir, el de anti-
güedad. Ordenaremos, pues, a estos
oficiales por el empleo más alto que
alcanzaron y, dentro de cada empleo,
por la antigüedad dentro de él. Este
orden refleja la valoración que el Ejér-
cito realiza del conjunto de la carre-
ra profesional de estos oficiales, es-
pecialmente en los empleos medios
y altos.
Se consideran únicamente los ofi-
ciales de las cuatro armas comba-
tientes que existían en el momento
de graduación de estas promocio-
nes (Infantería, Caballería, Artillería
e Ingenieros), integradas desde la
Ley 39/2007 (de la carrera militar) en
el Cuerpo General del Ejército de Tie-
rra. No se ha incluido a los oficiales
de Intendencia y Guardia Civil, que
pertenecen administrativamente a
cuerpos distintos y cuyo modelo de
carrera ha resultado ser significati-
vamente diferente del de los oficiales
de las armas.
En este trabajo consideraremos qué
proporción de los «top 40» y de los
«generales» de cada una de las pro-
mociones XXXIII-XXXVII superó las
diversas fases de selección dentro
del «primer tercio» (33,3  %) y de la
«cabeza» (10  %) de los presentados.
Utilizaremos los resultados como
medida de la efectividad de estas fa-
ses selectivas para la identificación
precoz de futuros altos mandos del
Ejército de Tierra, es decir, para co-
nocer la capacidad del sistema para
la detección temprana de futuros ta-
lentos militares.
EL CAMPAMENTO COMO
MÉTODO DE SELECCIÓN
El campamento era la innovación
más importante del Plan  1973 en el
proceso de selección de futuros ofi-
ciales. Los diseñadores del sistema
esperaban que la fase de campa-
mento permitiera conocer bien a los
aspirantes y elegir de entre ellos a
aquellos cuyo perfil se ajustara mejor
a las exigencias de la carrera militar.
Hemos investigado qué resultados
obtuvieron en el campamento los
oficiales clasificados entre los cua-
renta primeros de sus respectivas
promociones y, en particular, cuán-
tos de ellos, por su nota final, se en-
contraban dentro del primer tercio.
Para los que alcanzaron empleos
de general, hemos contado cuán-
tos obtuvieron puestos de cabeza
(primer  10 %). En cada caso hemos
considerado dos posibilidades: el
último campamento al que acudió
y el primero. Como base de com-
paración, hemos tomado el núme-
ro total de aspirantes convocados
al campamento, con independencia
de que llegaran o no a terminarlo.
Los resultados son los siguientes:
Es más fácil comparar estos datos
si construimos un «índice de efica-
cia» de la siguiente manera: conce-
deremos 1  punto por cada porcen-
taje de «top 40» que consiguieron
terminar el campamento dentro del
primer tercio y 2  puntos por cada
porcentaje de futuros generales que
lo hicieron en el primer 10  %. De
acuerdo con este procedimiento, un
sistema que consiguiera detectar
(en el sentido explicado) a dos ter-
cios de los futuros «top  40» y a la
mitad de los futuros generales ob-
tendría 167  puntos (67+100), mien-
tras que un sistema de selección en
el que las cualidades o el desempe-
ño de los aspirantes que acabaron
graduándose como tenientes no se
hubiera tenido en cuenta en absolu-
to obtendría  53 (33+20). Dicho esto,
pasamos a examinar los resultados
obtenidos:
Promoción
Último
campamento
Primer
campamento
GeneralesTop 40GeneralesTop 40
XXXIII 33% 68% 33% 68%
XXXIV 42% 80% 25% 65%
XXXV 23% 45% 15% 35%
XXXVI 15% 60% 15% 53%
XXXVII 7% 56% 7% 45%
Promedio 24% 62% 19% 53%
Tabla 1: porcentaje de futuros «top 40» que superaron el campamento en el
«primer tercio» y de futuros generales que lo hicieron en la «cabeza»
Promoción
Último
campamento
Primer
campamento
XXXIII 134 134
XXXIV 163 115
XXXV 91 66
XXXVI 91 83
XXXVII 70 58
Promedio 109 91
Tabla 2: índice de eficacia del campamento

32 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Las conclusiones que obtenemos
del examen de estos datos son las
siguientes:
a) En cada una de las cinco ediciones
que estudiamos, el campamento de
selección produjo resultados de cali-
dad muy diferente.
b) La eficacia del campamento como
prueba selectiva tendió a disminuir
con cada sucesiva edición.
c) La diferencia entre la primera vez
que los aspirantes concurrían al cam-
pamento y las ocasiones sucesivas
es importante (18 puntos por térmi-
no medio).
d) Para la promoción  XXXVII, la efi-
cacia del primer campamento al que
los aspirantes habían concurrido es
apenas superior a la de una selección
completamente aleatoria (entre aque-
llos aspirantes que superaron las dis-
tintas pruebas de selección y acaba-
ron graduándose como tenientes).
Todo ello nos sugiere que, a pesar del
esfuerzo realizado para crear un sis-
tema que permitiera observar en de-
talle las cualidades personales de los
aspirantes y seleccionar de entre ellos
a los más dotados para la profesión
militar, este objetivo no llegó a alcan-
zarse. El campamento acabó siendo
una «prueba» que había que superar
para ingresar en la Academia, más
que un sistema eficaz de selección de
los más dotados para desarrollar con
posterioridad una carrera militar exi-
tosa. La reiteración de esfuerzos y el
conocimiento colectivo adquirido so-
bre cómo funcionaba la prueba y qué
había que hacer para puntuar bien en
ella acabaron teniendo un efecto de-
terminante sobre los resultados.
LA FASE ESCOLAR DEL
CURSO SELECTIVO FRENTE
A LA TOTALIDAD DE LA
CARRERA COMO PRUEBA DE
CLASIFICACIÓN
En segundo lugar, intentaremos res-
ponder a la pregunta de si los resulta-
dos de la fase escolar del Curso Selec-
tivo constituían un buen predictor del
futuro éxito en la carrera militar. Para
ello, compararemos dichos resultados
con los obtenidos al terminar los cinco
cursos de estudio en las academias,
que culminaban con la graduación
como tenientes. En principio, estos úl-
timos resultados deberían ser mejores,
ya que estaban basados en un periodo
de observación de los alumnos mucho
más largo (cinco años, en lugar de uno)
y en ellos se tenían en cuenta los re-
sultados obtenidos en una gran varie-
dad de materias de estudio (militares,
ciencias sociales y ciencias puras), así
como la conducta. Sin embargo, dado
que el enfoque de la enseñanza en las
academias españolas era «procedi-
mental» y estaba enfocado en las ne-
cesidades de los primeros empleos de
oficial, esos resultados finales en reali-
dad deberían reflejar la aptitud estima-
da para ser un buen teniente y capitán.
Cabría preguntarse si los resultados
de la fase escolar del Curso Selecti-
vo, basados, sobre todo, en las califi-
caciones obtenidas en asignaturas de
ciencias puras, constituían un mejor
predictor de éxito en empleos milita-
res más avanzados.
Para dar respuesta a esta pregunta
estudiaremos qué proporción de los
generales de las promociones  XXXIII
a XXXVII se encontraba en la cabeza
(primer 10  %), tanto al superar el Cur-
so Selectivo como al final de los estu-
dios, y qué proporción de los «top 40»
se encontraba en el primer tercio. Para
el ingreso utilizaremos las listas de ad-
mitidos a segundo curso de la Acade-
mia General Militar, según fueron pu-
blicadas en los respectivos Diarios
Oficiales del Ejército, que incluyen no
solo a los futuros oficiales de las cua-
tro armas combatientes, sino también
a los del Cuerpo de Intendencia (me-
nos del 10 % del total, con una mayoría
situada en los dos últimos tercios de
sus respectivas promociones). Para
los resultados de salida, se tomará el
escalafonamiento definitivo realizado
para el ascenso a teniente, que está
confeccionado por armas. La base
de referencia para calcular los por-
centajes es el conjunto de aprobados
al finalizar la fase escolar del Curso

33
Selectivo, que es muy similar al gru-
po de los graduados cuatro años más
tarde. Teniendo en cuenta estos as-
pectos, los resultados que hemos
obtenido son los siguientes: (ver ta-
bla 3).
Si elaboramos un índice de eficacia,
siguiendo los criterios utilizados en
la sección anterior, los resultados
que se obtienen son los siguientes:
(ver tabla 4).
Del examen de los resultados pode-
mos extraer las siguientes conclu-
siones:
a) En los aspectos estudiados exis-
ten diferencias notables entre las di-
ferentes promociones.
b) En todos los casos, los resultados
son mucho mejores en la clasifica-
ción de salida que en la clasificación
de entrada (es decir, tras el Curso
Selectivo). Las diferencias son muy
importantes: 12  puntos porcentua-
les para el grupo «top  40», 16  pun-
tos porcentuales para el grupo «ge-
nerales» y 34  puntos en el índice de
eficacia.
A la vista de estos datos, resulta evi-
dente que el resultado final a la gra-
duación constituyó un predictor de
éxito futuro en los empleos superio-
res mucho más exacto que la califi-
cación de la fase escolar del Curso
Selectivo, lo que contradice algunas
de las ideas preconcebidas existen-
tes en las Fuerzas Armadas españo-
las sobre la importancia de los estu-
dios científicos y técnicos. Aunque
se ha intentado racionalizar la pre-
ferencia histórica por este tipo de
formación con el argumento de que
supuestamente proporciona una
buena preparación para el ejercicio
de empleos superiores, los datos ob-
tenidos no apoyan esta idea.
No solo la capacidad predictiva del
puesto de graduación ha mostrado
ser claramente superior a la de la nota
final del Curso Selectivo, sino que
esta capacidad predictiva no pare-
ce haber cambiado demasiado como
consecuencia de las importantes mo-
dificaciones que el Plan  1973 introdu-
jo en el proceso de selección y forma-
ción. Así, según estudios publicados
recientemente, el 68  % de los gene-
rales pertenecientes a las promocio-
nes I-XXVIII (graduadas entre 1946
y 1973) habían terminado la carrera
en el primer tercio de sus respecti-
vas promociones (Ortega 2016, 33),
mientras que la cifra correspondien-
te a las promociones XXXIII-XXXVIII
es similar, el 71  % (Palacios 2021, 58).
Esto nos sugiere que no fue el conte-
nido del programa de estudios, que
cambió, sino el conjunto de la expe-
riencia académica, que permaneció
relativamente estable, el factor que
puede haber tenido más peso.
Promoción
Generales Top 40
Cabeza tras
Selectivo
Cabeza a la
graduación
Primer tercio
tras Selectivo
Primer tercio a
la graduación
XXXIII 27% 33% 45% 58%
XXXIV 42% 58% 58% 73%
XXXV 15% 31% 48% 58%
XXXVI 31% 46% 55% 68%
XXXVII 13% 40% 43% 53%
Promedio 25% 41% 50% 62%
Tabla 3: el Curso Selectivo frente al conjunto de los cinco cursos como procedimiento de identificación de talentos
Promoción Selectivo Conjunto de los estudios
XXXIII 93 161
XXXIV 158 174
XXXV 77 127
XXXVI 123 156
XXXVII 93 126
Promedio 107 141
Tabla 4: índice de eficacia de la fase escolar del Curso Selectivo, comparado con el índice de eficacia del conjunto de los estudios

34 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
CONCLUSIONES
¿Era el innovador sistema de selección
adoptado en  1973 por el Ejército de
Tierra español lo suficientemente efi-
caz como para permitir la identifica-
ción temprana de futuros talentos, es
decir, de jóvenes aspirantes con el po-
tencial para ser los futuros mandos su-
periores de las Fuerzas Armadas? Esa
es la pregunta a la que hemos intenta-
do dar respuesta en este trabajo, aun-
que las conclusiones a las que pode-
mos llegar con el material disponible
solo son tentativas.
Cuando el sistema que hemos consi-
derado fue suprimido estaba aún en
sus comienzos y, tras solo seis pro-
mociones, no había alcanzado aun lo
que podríamos llamar su «velocidad
de crucero», es decir, su régimen defi-
nitivo de funcionamiento. Las diferen-
cias notables que se advierten entre
los resultados de las diversas promo-
ciones se deben, probablemente, a las
características propias de todo pro-
ceso de transición, con la adaptación
progresiva a unas reglas del juego en
principio mal conocidas. En la prime-
ra promoción de las cinco que hemos
considerado (la  XXXIII), los aspirantes
se enfrentaron a una prueba cuyas re-
glas ignoraban, mientras que en la úl-
tima (la  XXXVII) la mayor parte de ellos
comprendía bien qué debían hacer
para obtener buenas puntuaciones y
superar a los demás concurrentes. Por
ello, hacia el final del periodo que con-
sideramos, cuando el sistema estaba
ya muy próximo a su final, empiezan a
estabilizarse los parámetros que he-
mos estudiado.
Con esta información, parece claro
que el sistema de selección de  1973
no era capaz de ofrecer buenos pre-
dictores de éxito profesional a largo
plazo. Uno de los rasgos más carac-
terísticos de la mentalidad militar es-
pañola es el temor a la arbitrariedad.
Por ello, pruebas complejas en las que
un número elevado de calificadores
valoraba a los aspirantes y luego un
algoritmo insuficientemente (o nada)
testado combinaba esas valoracio-
nes para obtener una calificación fi-
nal única pueden llegar a ser bien
aceptadas. Lo importante en ellas no
es tanto la «selección» (el resultado)
como la propia «prueba» (el proce-
so). Los diseñadores del Plan 1973
se esforzaron en organizar una buena
prueba que se desarrollara en condi-
ciones de equidad y los aspirantes se
adaptaron a lo que se les exigía, asu-
mieron las reglas del juego y buscaron
optimizar su rendimiento a fin de su-
perarlas. En la prueba se valoraba y se
seleccionaba al que lo merecía más,
no al que tenía un potencial mayor de
convertirse con el tiempo en un buen
oficial, particular o general. Por el tipo
de prueba, más cercano que la tradi-
cional oposición al ejercicio real de la
profesión militar, se esperaba que los
que la superaran fueran luego exce-
lentes profesionales, pero lo cierto es
que no se verificó de manera sistemá-
tica en qué medida ello era así.
A la luz de cuanto hemos expuesto, así
como de las sugerencias que pueden
encontrarse en la literatura (Lescrè-
ve 2000), surgen algunas ideas que
podrían haber servido para que el sis-
tema de selección fuera más eficaz:
a) Deberían haberse planteado de una
manera más clara los objetivos a medio
y largo plazo del proceso de selección.
b) El sistema tendría que haber selec-
cionado perfiles diversos, incluyen-
do el de candidatos potenciales a los
puestos superiores de las Fuerzas Ar-
madas.
c) La prueba no debería haber sido en-
trenable. Ante la imposibilidad prácti-
ca de alcanzar un objetivo tan ambicio-
so, se debería haber hecho, al menos,
un esfuerzo importante para minimizar
las ventajas que a la hora de superar la
prueba puede conceder el haber po-
dido prepararla de manera específica.
d) Habría sido mejor que el personal
encargado de la selección hubiera
estado especializado en esta mate-
ria, que poseyera los conocimientos
científicos apropiados y que hubiera
desarrollado un criterio estable y co-
herente con los objetivos que el pro-
ceso de selección planteaba.
e) Los criterios de calificación y los al-
goritmos utilizados para integrar las
valoraciones de calificadores diferen-
tes deberían haber sido testados para
verificar que los resultados se corres-
pondían con las expectativas.
El sistema actual de ingreso, en vigor
desde el curso 2010-2011, está basa-
do en supuestos muy distintos de los
del Plan de  1973. El proceso selectivo,
sin embargo, sigue reposando sobre
dos ideas muy enraizadas en la tra-
dición militar española: la valoración
de conocimientos y el temor a la ar-
bitrariedad. De los cinco criterios ten-
tativos que acabamos de exponer, tan
solo el tercero parece haberse tenido
en cuenta en el diseño del proceso.
NOTAS
1. Para una descripción detallada del
sistema establecido en el Ejército
de Tierra por la reforma de  1973,
véase Palacios, 2020.
BIBLIOGRAFÍA
 -Lescrève, F.J. (2020). Data integra-
tion and classification for an offi-
cer selection system [en línea].
NATO-RTO Meeting Proceedings
55 'Officer Selection'. Disponible
en: https://apps.dtic.mil/sti/pdfs/
ADA387133.pdf#page=186
 -Ortega Martín, J. (2016). Nuestros
tenientes generales. Ejército. 903,
pp. 29-36.
 -Palacios, J.M. (2020). Enseñan-
za Superior Militar: la reforma de
1973. Revista de Historia Militar.
128, pp. 151-198.
 -Palacios, J.M. (2020). Los generales
del Selectivo. Ejército. 959, pp. 56-
60.■
Aspirantes alumnos AGM

35
App
Revistas de Defensa
Consulta o descarga gratis el PDF
de todas las revistas del Ministerio
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Boletín Oficial de Defensa de acceso libre.
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La invasión de Ucrania ha imprimido
un giro copernicano en el escenario
europeo de seguridad y defensa. Uno
los cambios más llamativos han tenido
lugar en Finlandia que, con su solicitud
de ingreso en la OTAN, ha puesto fin
a 74 años de neutralidad. Con 1.324
kilómetros de frontera con Rusia y
cinco millones y medio de habitantes,
Finlandia basa su defensa en el servicio
militar obligatorio y un sólido sistema
de reserva. Con el recuerdo colectivo
de la Guerra de Invierno (1939-40), es
el momento de saber cómo se preparan
sus ciudadanos al volver a sentirse
amenazados desde el Este
36 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
LA
RESERVA
FINLANDESA
CIUDADANOS PARA LA DEFENSA TOTAL
César Pintado Rodríguez
Profesor del Campus Internacional
de Seguridad y Defensa (CISDE)

37
El servicio militar
obligatorio (voluntario
para las mujeres)
es la base
para la generación
de la reserva militar,
que alcanza
los 900.000 efectivos

38 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
INTRODUCCIÓN
La defensa de Finlandia tiene como
primera prioridad la defensa te-
rritorial, lo que significa que las
Fuerzas Armadas, en colaboración
con las demás instituciones, es-
tán orientadas en gran medida a la
protección de las actividades esen-
ciales y los objetivos de interés es-
tratégico.
LA CONSCRIPCIÓN
Conforme a estos principios, Finlan-
dia sigue confiando en el servicio mi-
litar obligatorio para dotarse del per-
sonal necesario. Ese servicio, que
está definido en la sección 2 del Acta
de Conscripción, comienza en el año
en que cada varón cumple dieciocho
años y acaba en el año en que cumple
cincuenta o sesenta.
A lo largo de ese período, un finlan-
dés, salvo exención, está en el ser-
vicio activo, en la reserva o en la re-
serva auxiliar. Las mujeres pueden
prestar servicio de manera volunta-
ria y en las mismas condiciones que
un hombre, incluyendo la duración.
Lo habitual es que el servicio militar
se realice a los 19-20 años y su du-
ración sea de entre 165 y 347 días.

39
Los mandos y la tropa y marinería
con servicios especialmente exi-
gentes, tienen 347 días de forma-
ción. Otros miembros de tropa y
marinería sirven durante 255 días;
el resto de los conscriptos, 165. No
obstante, la mayoría sirve 347 días.
El objetivo del servicio militar obli-
gatorio es formar al personal a fin
de integrarlo en unidades para una
situación de guerra o crisis.
Los últimos sesenta días de su ser-
vicio, los conscriptos forman una
unidad (compañía o similar) para
adiestrarse y servir como tal. Ter-
minado el servicio, esa unidad es
transferida a la reserva para «seguir
su curso», es decir, continuar adies-
trándose conforme al Acta de Cons-
cripción. Toda unidad recibe un
15  % extra de efectivos, con lo que
resulta fácil ir supliendo las bajas.
Unas quinientas mujeres se presen-
tan voluntarias cada año para hacer
el servicio militar. Los requisitos son
parecidos: nacionalidad finlandesa,
edad de entre dieciocho y veintinueve
años, pasar un reconocimiento médi-
co y un test para determinar su aptitud
para el servicio. Las que son acepta-
das reciben una orden de incorpora-
ción, pero si cambian de idea deben
comunicarlo por escrito en un plazo
de cuarenta y cinco días antes de co-
menzar el servicio.
Una vez incorporadas, su formación y
servicio son iguales a los de los hom-
bres, sin excluir puestos tan exigentes
como los de operaciones especiales.
En realidad, se busca minimizar las
disposiciones especiales para muje-
res. Los alojamientos están separa-
dos, aunque se están llevando a cabo
experiencias piloto con ambos sexos
compartiendo alojamiento volunta-
riamente. Como cualquier conscrip-
to, su servicio puede ser suspendido
temporalmente por motivos de salud,
incluyendo en este caso el embarazo
1
.
LA RESERVA
Las fuerzas de defensa finlandesas,
cuyos efectivos rondan normalmente
los 34.700 (con un 25  % de profesio -
nales), pueden ampliar su plantilla has-
ta los 280.000 en caso de guerra gra-
cias a los 900.000 reservistas con los
que pueden llegar a contar. Esta capa-
cidad vital se basa en un programa de
adiestramiento para los reservistas tan
estricto como el servicio militar obliga-
torio. Por consiguiente, estos tienen
obligación de informar a las oficinas
regionales de sus cambios de domici-
lio. También pueden actualizar su ex-
pediente al adquirir cualificación o ex-
periencia relevante para el servicio
2
.

Una vez completado el servicio mi-
litar obligatorio, los conscriptos pa-
san a la reserva hasta los cincuenta
años (sesenta para los mandos). Du-
rante ese tiempo, los reservistas son
activados para que actualicen co-
nocimientos por períodos variables
en función de su categoría, puesto
y contingencias. Los haberes diarios
por esas activaciones son de alre-
dedor de 62,05 € diarios para tropa
y marinería, 65,16 € para los subofi-
ciales y 68,26 € para los oficiales.
Los ejercicios
de actualización
pueden extenderse
hasta los 50 o 60
años y son la base
del adiestramiento
de los reservistas

40 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
A ello hay que añadir un complemen-
to diario libre de impuestos de 5,20 €
diarios y otros 0,50 € para equipo
adicional femenino
3
. En cuanto a los
desplazamientos, el reservista pue-
de recibir una compensación equiva-
lente a la modalidad más barata de
transporte público entre su domicilio
y su unidad.
Los reservistas de tropa y marinería
pueden ser activados hasta ochen-
ta días para que actualicen cono-
cimientos (o ciento cincuenta si se
trata de puestos especiales), mien-
tras que para los mandos ese límite
puede ser de hasta doscientos días.
Es más, esos límites pueden exten-
derse otros veinte días anuales si el
reservista así lo desea y se le con-
sidera esencial para el mando o el
adiestramiento de su unidad. Las
activaciones obligatorias están re-
guladas por el Acta de Conscripción
y la protección laboral está asegura-
da, mientras que las «extensiones»
requieren el consentimiento del em-
pleador si tienen lugar en su horario
laboral.
Las activaciones obligatorias deben
notificarse con tres meses de ante-
lación al reservista, que a su vez avi-
sará a su empleador o a la oficina de
empleo con al menos dos meses de
antelación. Además, durante esas
activaciones, tanto el reservista
como su familia pueden solicitar las
ayudas previstas para el personal en
servicio activo (incluyendo apoyo fi-
nanciero)
4
.
La primera activación del reservis-
ta suele ser en el mismo puesto que
ocupó como conscripto, entre dos y
cinco años tras el fin de su servicio.
Esas activaciones, que suelen durar
unos cinco o seis días, tienen lugar
cada tres-siete años y no tienen por
qué realizarse siempre en el mismo
puesto
5
.
Al extenderse tantos años la vin-
culación con las Fuerzas Armadas,
es inevitable que surjan problemas
de aptitud psicofísica. Un reservis-
ta clasificado como C queda exen-
to del servicio en tiempo de paz y
es transferido a la reserva auxiliar.
También puede someterse a otra
evaluación para volver a la catego-
ría A (apto) o para recibir la baja de-
finitiva.
Además de por motivos de salud, y
tras estricta justificación, un reser-
vista puede quedar exento del ser-
vicio por:
 —motivos laborales o de estudios
incompatibles con las activacio-
nes;
 —residencia permanente en el ex-
tranjero;
 —razones personales (paternidad,
cuidado de un familiar depen-
diente, etc.)
6
.
LAS POSIBILIDADES
Todos los conscriptos reciben un
certificado de experiencia laboral
al acabar su servicio, ya que no son
pocos los empleos que lo requieren.
Además, muchos de ellos se bene-
fician de una formación práctica en
liderazgo gracias a los cursos de ofi-
cial o suboficial de la reserva.
La Reservilaisliito,
con unos 42.000 miembros,
es la principal asociación
de reservistas y agrupa
a 320 asociaciones locales

41
En realidad, el servicio militar obliga-
torio se concibe como una base de
formación. Tras acabar, se puede as-
pirar a una plaza como tropa o mari-
nería profesional, e incluso a ascen-
der a suboficial u oficial. Para esto
último, es necesario realizar los es-
tudios pertinentes en la Universidad
Nacional de la Defensa y el curso de
oficial de la reserva. También puede
ser admitido un aspirante que cum-
pla todos los demás requisitos y haya
completado los cursos de suboficial
y de jefe de sección en la Escuela de
Oficiales de la Reserva. Asimismo,
aquellos que hayan superado al me-
nos el curso de suboficial, pueden
optar a plazas de oficiales de ingenie-
ría, sanidad y otras especialidades.
En general, un reservista es asignado
a una tarea en función de su forma-
ción militar y de su especialidad civil.
Por ejemplo, los médicos militares
son seleccionados por sus perfiles
profesionales, no por su capacidad
como militares.
Si el objetivo es convertirse en un
mando reservista, existe la posibili-
dad de seguir cursos complementa-
rios para ascender de categoría. Los
aspirantes deben presentar sus soli-
citudes en su oficina regional antes
del fin de septiembre del año anterior
al del curso de su interés. Esos cur-
sos, que se convocan en años alter-
nos, se extienden a lo largo de doce
meses y suponen varias semanas de
clases presenciales, online y manio -
bras. Por ejemplo, la tropa y la mari-
nería reservista que aspiran a la cate-
goría de suboficial deben superar un
período de formación de entre quince
y treinta días (cuarenta para los as-
pirantes a oficial, que además deben
ser suboficiales), incluyendo ambos
casos una fase a distancia
7
.
Por otra parte, existe la posibilidad
de ascenso dentro de cada categoría
en función de los días de activación,
el puesto operativo y la idoneidad del
candidato. Dichos ascensos son me-
nos frecuentes a medida que el em-
pleo es más alto, pero pueden llevar
entre cuatro y siete años. Suelen ha-
cerse oficiales coincidiendo con fes-
tividades como el Día de las Fuerzas
de Defensa Finlandesas (4 de junio)
o el Día de la Independencia (6 de di-
ciembre).
Los requisitos básicos para ascen-
der son:
 —Cabo: siete días de activación y
cuatro años de antigüedad en el
empleo anterior.
 —Sargento: curso de suboficial
de la reserva; diez días de acti-
vación y cuatro años de antigüe-
dad en el empleo anterior.
 —Sargento 1.º: curso de subofi-
cial de la reserva; veinte días de
activación, diez de sargento de
reemplazo y cuatro años de an-
tigüedad en el empleo anterior.
 —Brigada: curso de suboficial de
la reserva; cuarenta días de ac-
tivación, treinta de sargento de
reemplazo y cinco años de an-
tigüedad en el empleo anterior.
 —Subteniente: curso de suboficial
de la reserva; cincuenta días de
activación, cuarenta de sargen-
to de reemplazo y cinco años de
antigüedad en el empleo ante-
rior.
 —Suboficial mayor: curso de sub-
oficial de la reserva y cuatro
años de antigüedad en el em-
pleo anterior.
 —Alférez o alférez de fragata: cur-
so de oficial de la reserva.
 —Teniente o alférez de navío: cur-
so de oficial de la reserva; diez
días de activación y cuatro años
en el empleo anterior.
 —Teniente 1.º (sin equivalente):
curso de oficial de la reserva;
treinta días de activación y cinco
años en el empleo anterior.
Militares finlandeses
en la EUFOR RCA. Finlandia
despliega unos 400 militares
en misiones exteriores,
incluyendo mandos reservistas

42 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
 —Capitán o teniente de navío: cur-
so de oficial de la reserva; sesenta
días de activación y seis años en el
empleo anterior.
 —Comandante o capitán de corbe-
ta: curso de oficial de la reserva y
siete años en el empleo anterior.
 —Teniente coronel o capitán de fra-
gata (solo casos excepcionales):
curso de oficial de la reserva y sie-
te años en el empleo anterior.
Además, el reservista puede ganar
puntos para el ascenso:
 —completando estudios en la pla-
taforma online de las fuerzas de
defensa finlandesas;
 —realizando las pruebas de aptitud
física;
 —superando dos de los tres cursos
de aptitud de campo (tiro, marcha
y orientación).
Las fuerzas locales son la base de la
defensa territorial, realizando tareas
que van desde la protección de obje-
tivos estratégicos a la asistencia en-
tre organismos. Los reservistas de las
fuerzas regionales y de la fuerza ope-
rativa con un profundo conocimiento
de la zona de operaciones pueden ser
destinados a las unidades locales. Se
trata de una fuerza de unos cinco mil
efectivos divididos en compañías que
seleccionan al personal que se ha pre-
sentado voluntario en los términos de
la sección 28 del Acta de Defensa Na-
cional Voluntaria
8
.
Reservistas finlandeses de una sección
de ingenieros en Säkyla se preparan
para su despliegue en Estonia
como parte de las maniobras
Kevadtorm 2017
El adiestramiento voluntario con la
Reservilaisliito permite al reservista ampliar
sus conocimientos y habilidades sin tener que
esperar a los ejercicios oficiales

43
La edad militar en Finlandia puede extenderse hasta 42 años
La formación del conscripto dura entre 165 y 347 días,
dependiendo del puesto y categoría
LA RESERVILÄISLIITTO
La Asociación Nacional de Formación
para la Defensa es una parte esencial
del sistema de reserva al agrupar a
320 asociaciones locales y represen-
tar a unos 42 000 miembros.
Uno de los principales beneficios de
esta asociación es ofrecer a los reser-
vistas la posibilidad de participar vo-
luntariamente en ejercicios y ampliar
su formación presencialmente u on-
line. Esas «autoactivaciones» no son
remuneradas por el Ministerio de De-
fensa ni sustituyen a las activaciones
obligatorias, pero se consideran for-
mación regulada y, en consecuencia,
cuentan como mérito para ascensos o
la concesión de plazas y cursos
9
.
Esta asociación ofrece cada año unos
dos mil cursos con unos cincuenta mil
participantes. La mayoría de los so-
cios son reservistas y la oferta de cur-
sos es de contenido militar. Sin em-
bargo, también se organizan varios de
familiarización para futuros conscrip-
tos, otros para personal extranjero e
incluso algunos para el público gene-
ral, por ejemplo, sobre actuación en
emergencias o senderismo. También
existe para el reservista la posibilidad
de convertirse en instructor de la aso-
ciación.
LAS MISIONES EXTERIORES
Finlandia es un sólido contribuyen-
te a las misiones de la ONU y la UE
(57 000 efectivos desde 1956), aun-
que su entidad militar no le permi-
te enviar grandes contingentes. En
realidad, no se despliegan unidades
existentes, sino que son formadas
ad hoc. Actualmente, despliega a al-
rededor de cuatrocientos militares en
el extranjero, la mayoría de ellos son
reservistas elegidos por su especiali-
dad civil. Un reservista puede solici-
tar la participación en una misión ex-
terior como observador militar, entre
otros cometidos. Los principales re-
quisitos son:
 —empleo de teniente (mínimo);
 —ausencia de antecedentes penales;
 —demostrar el necesario nivel de
inglés;
 —superar un reconocimiento médi-
co y psicológico;

44 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
 —presentar un informe favorable de
sus últimas activaciones;
 —completar con éxito el curso co-
rrespondiente de tres o cuatro se-
manas en Säkylä.
Los seleccionados para la misión de-
ben firmar un compromiso de seis
meses o el período que se estime ne-
cesario, con opción de otros seis me-
ses en algunos casos
10
.
CONCLUSIONES
La reserva finlandesa sigue el esque-
ma clásico ligado al servicio militar
obligatorio, lo que la haría obsoleta,
salvo por sus estrictos términos de
servicio y la resolución de la amplia
mayoría de la población a defender su
soberanía. Ante la pregunta «Si Fin-
landia fuese atacada, ¿deberían los
finlandeses, en su opinión, tomar las
armas para defenderse en cualquier
situación, incluso si el resultado pa-
reciera incierto?», la respuesta en la
fecha aproximada en la que se escri-
ben estas líneas (primavera de  2022)
fue afirmativa en un 83  %
11
.
La conscripción y el posterior servi-
cio en la reserva de Finlandia parecen
experiencias útiles, llenas de posibili-
dades, que permiten la optimización
de los recursos humanos. Y lo que
es más importante, la protección la-
boral está asegurada. No obstante,
cabe señalar algunas áreas mejora-
bles:
 —Los emolumentos son adecuados
para los empleos más bajos, pero
no tanto a medida que el reservis-
ta suma años y ascensos.
 —No parece haber un sistema para
incorporar a reservistas con es-
pecialidades demandadas direc-
tamente de la vida civil, como en
la reserva voluntaria española.
 —Mantener actualizados cada año
los perfiles de capacidad de esa
masa de reservistas genera un
enorme trabajo administrativo.
Al necesitar una amplia cantera para
la defensa territorial, no parece pro-
bable que Finlandia cambie a un sis-
tema de reserva especializada espe-
cíficamente voluntaria como el que
tienen otros países de la UE. Sin em-
bargo, al nutrirse principalmente de
personal de reemplazo, la proporción
de mujeres en la reserva es baja, lo
que limita la incorporación de pro-
fesionales con cualificación y expe-
riencia.
Dicho esto, Finlandia tiene en gran
medida lo que necesita: un magní-
fico sistema de conscripción que le
proporciona una tropa y una marine-
ría sólidamente adiestradas y un flu-
jo constante de reservistas a los que
puede sacar partido a lo largo de mu-
chos años.
AGRADECIMIENTO
Quisiera expresar mi sincero agra-
decimiento al personal de las emba-
jadas de Finlandia en Madrid y París
por su amable ayuda en la elabora-
ción de este artículo. Kiitos paljon,
ystävät
12
.
NOTAS
1. Puolustusvoimat. Conscript 2022.
A guide for getting prepared for
military service, p. 13.
2. https://puolustusvoimat.fi/en/
web/intti/in-the-reserve.
3. Puolustusvoimat. Conscript 2022.
A guide for getting prepared for
military service, p. 37.
4. https://puolustusvoimat.fi/en/
web/intti/refresher-training-exer-
cises.
5. Puolustusvoimat. Conscript 2022.
A guide for getting prepared for
military service, p. 71.
6. https://puolustusvoimat.fi/en/
web/intti/refresher-training-exer-
cises.
7. https://puolustusvoimat.fi/en/
web/intti/reserve-supplemen-
tary-training-programmes.
8. https://puolustusvoimat.fi/en/
web/intti/local-forces.
9. https://puolustusvoimat.fi/en/
web/intti/voluntary-national-de-
fence.
10. Puolustusvoimat. Conscript 2022.
A guide for getting prepared for
military service, p. 73.
11. The Advisory Board for Defen-
ce Information (2022). Finn’s opi-
nions on foreign and security poli-
cy, national defence and security.
Bulletins and reports. May 2022,
p. 29.
12. Muchas gracias, amigos.■
Con sólo un 3 % de militares profesionales,
las FF. AA. finlandesas son
un verdadero ejército ciudadano

45? Museo del Ej?rcito
EJ?RCITO
DETIERRA
J
E
F
A
TURA CIS y A. T?CNICA

Amplio perfil de asistentes. Más información y propuestas en...
https://ejercito.defensa.gob.es/eventos/congreso-civico-militar-sociologia/Organiza JCISAT
Objetivo Ahondar en el conocimiento de los factores que
condicionarán la operatividad y la cohesión de
las unidades que forman y formarán parte de las
estructuras jerarquizadas en el entorno 2035.
Tem?tica ?Sinergias entre los ámbitos familiar y laboral.
?Motivación y compromiso:
el papel de los valores.
?Enfoque sociológico en la gestión del
personal.
?Metodolog?a y t?cnicas de aplicación a los
estudios sociales.
?Imagen de las Fuerzas Armadas y otras
instituciones.
22 a 24
noviembre 2022
Academia de
Infanter?a
Toledo
Organiza JCISAT
Objetivo Ahondar en el conocimiento de los factores que
condicionarán la operatividad y la cohesión de
las unidades que forman y formarán parte de las
estructuras jerarquizadas en el entorno 2035.
Tem?tica ?Sinergias entre los ámbitos familiar y laboral.
?Motivación y compromiso:
el papel de los valores.
?Enfoque sociológico en la gestión del
personal.
?Metodolog?a y t?cnicas de aplicación a los
estudios sociales.
?Imagen de las Fuerzas Armadas y otras
instituciones.
22 a 24
noviembre 2022
Academia de
Infanter?a
Toledo

46 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Juan Carlos Medina Fernández
General de brigada retirado

47
Este año se celebra el centenario de la aparición de los medios acorazados en nuestro Ejército de Tierra y a
esa historia nuestra caballería también ha contribuido con su granito de arena, como iremos viendo, al reali-
zar una profunda modificación y adaptación tanto de la estructura de sus unidades como de las tácticas que
emplear, pasando del caballo, que fue el origen del Arma y que tanta gloria le dio, a los medios acorazados y
mecanizados; pero eso sí, transfiriendo y manteniendo el espíritu del arma y sus principales características,
que son su auténtica razón de ser, en los nuevos medios y haciendo que todas ellas hayan permanecido vivas
hasta el día de hoy
LA CABALLERÍA
Y LOS MEDIOS ACORAZADOS (I) (1922-1980)

48 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
La Primera Guerra Mundial marcó el
fin de la caballería a caballo. Aunque
en 1914 había más caballería que en
épocas anteriores y se calcula que
unos trescientos mil jinetes toma-
ron parte en la guerra, bien es cier-
to que la aparición de las ametralla-
doras de alta cadencia de tiro y las
trincheras y alambradas impidieron
la maniobrabilidad de la caballería y
la acometividad de sus cargas. Con
ello, su empleo suponía una autén-
tica sangría de hombres y animales,
lo que definitivamente marcó el fin
de una época de muchos siglos en
la que los soldados a caballo eran las
tropas de choque de muchos ejérci-
tos y dominaron a todas las demás
armas. En ese escenario de trinche-
ras y alambradas aparecieron los
primeros carros de combate, me-
dios que nadie sabía muy bien cómo
emplear y que carecían de flexibili-
dad y maniobrabilidad, por lo que
se utilizaron principalmente como
armas de apoyo a la infantería.
Tras la guerra, se extrajeron las co-
rrespondientes lecciones y, aunque
nunca dos conflictos han sido igua-
les y probablemente las posibles lec-
ciones aprendidas en uno no fueran
muy eficaces en el siguiente, se de-
cidió cambiar las unidades a caba-
llo por otras blindadas o acorazadas
que ocuparían su puesto en el campo
de batalla. El pionero en ese cambio
fue el Reino Unido, que tras la guerra
abandonó completamente las unida-
des a caballo y las transformó en me-
canizadas o acorazadas, quedando
la caballería a caballo solo como or-
namental para ciertos actos y para la
Casa Real.
Ese camino emprendido por el Rei-
no Unido fue seguido por el resto
de países, aunque no de forma in-
mediata, y tampoco supuso la su-
presión total del caballo. Así vemos,
por ejemplo, que en la guerra pola-
co-soviética, inmediatamente pos-
terior a la Primera Guerra Mundial,
la caballería roja soviética empleó
una fuerza de unos dieciséis mil ji-
netes contra Polonia en las afueras
de Varsovia, y el invasor fue derro-
tado por la caballería polaca. Igual-
mente, en la Segunda Guerra Mun-
dial la Wehrmacht utilizó unidades
a caballo en la invasión de Francia
para proteger los flancos y en mi-
siones de reconocimiento, pese al
uso intensivo de medios acoraza-
dos y mecanizados.
Por su parte, en España, la caballe-
ría a caballo continuó siendo utili-
zada en combate, tanto en la gue-
rra de Marruecos (recordemos,
por ejemplo, las cargas del laurea-
do Regimiento Alcántara en la re-
tirada de Annual) como posterior-
mente en la Guerra Civil, en la que,
entre otras actuaciones, podemos
destacar la que se considera la úl-
tima carga a caballo de la caballe-
ría española, realizada por la Ca-
ballería de Monasterio en febrero
M-41

49
de 1938 en la denominada batalla
de Alfambra.
En el periodo que transcurrió entre la
Primera y la Segunda Guerra Mun-
dial, surgió un conjunto de estrate-
gas y pensadores militares en varios
países que desarrollaron la doctrina
para el empleo de las unidades aco-
razadas; así tenemos a Liddell Hart,
J. F. C. Fuller y Percy Hobart en el
Reino Unido, Guderian en Alemania,
Adna R. Chaffee en Estados Unidos,
Charles de Gaulle en Francia y Mijaíl
Tujachevsky en la Unión Soviética. Sin
embargo, sería Alemania la que más
desarrollaría dichas doctrinas, adap-
tando sus unidades para ponerlas en
práctica con la famosa blitzkrieg. La
Segunda Guerra Mundial sería el es-
cenario donde el carro de combate
y las unidades acorazadas alcanza-
rían su mayoría de edad, pasando a
ser el principal elemento en la ba-
talla terrestre y la fuerza de choque
que antes era la caballería a caballo.
En España, el proceso de cambio y
transformación fue mucho más len-
to y, aunque ya se emplearon me-
dios acorazados en la guerra de
Marruecos, lo cierto es que su uso
fue más bien testimonial, llegándose
incluso a no tener muy clara su utili-
zación; así vemos que aparece una
batería de artillería con carros o una
compañía de infantería con ellos. No
se tuvo la visión de lo que podía supo-
ner este medio en el futuro y, desde
luego, no se tuvo la iniciativa de crear
un cuerpo o transformar la caballería,
como estaban empezando a hacer los
ejércitos de otros países.
Al llegar la Guerra Ci-
vil (1936-1939), con-
tinuábamos en la
misma situación: ape-
nas se poseían medios
acorazados, contando solo con un
puñado muy escaso de carros fran-
ceses FT-17, supervivientes de la
guerra de Marruecos, media docena
de arcaicos Schneider CA-1 y cuatro
carros Trubia. Por ello hubo que re-
currir a la ayuda extranjera, princi-
palmente de Alemania, con los ca-
rros Panzer IA, el CV3/35 italiano
para el bando nacional y los modelos
soviéticos T26B y BT-5
M-41
T-26

para el bando gubernamental. Los
carros aportados al bando nacional
eran muy inferiores tanto en número
como en características, con escaso
blindaje e insuficiente armamento (lo
que no tardó en quedar demostrado
en el campo de batalla) a los aporta-
dos al bando republicano, que, si bien
no disponían de un blindaje adecua-
do, estaban mejor armados. A lo lar-
go de la contienda, cada bando vino
a recibir unos trescientos carros de
combate, en muchos casos para re-
poner las bajas habidas. Este escaso
número, junto con la concepción de
su utilización como armas de apoyo
a la infantería, no permitió hacer un
empleo adecuado del medio y apenas
se dieron enfrentamientos de unida-
des acorazadas. Es curioso que, ha-
biendo sido la guerra civil española
un campo de pruebas y ensayos para
las potencias que luego se enfrenta-
rían en la Segunda Guerra Mundial,
especialmente en lo que a la aviación
se refiere, no lo fuese para las teorías
y doctrinas de las unidades acoraza-
das entonces bullentes.
La necesidad de
reconstruir el país
hicieron que no
se modernizase el
Ejército
La repercusión de los medios acora-
zados en la guerra civil española fue
escasa debido en parte a las defi-
ciencias del material recibido, en par-
te a su escaso número, también a la
insuficiente instrucción de las tripu-
laciones y a su inadecuado empleo
como apoyo a la infantería, al parecer
impuesto por el general Franco. La
única prueba que se hizo del concep-
to moderno de su empleo fue en la ba-
talla de Guadalajara: el cuerpo italiano
de tropas voluntarias consiguió per-
miso para realizar una ofensiva según
sus propios planes tácticos de guerra
celere que terminó en el bien conoci-
do desastre y que hizo que nunca más
se volviese a intentar una operación
semejante. Por supuesto, en ese tiem-
po no se pasó ni por la imaginación el
crear una nueva arma o transformar
la caballería, como estaban haciendo
todos los países.
Finalizada la guerra, el aislamiento al
que fue sometida España y la nece-
sidad de reconstruir el país hicieron
que no se modernizase el Ejército y
permaneciese con tan solo un puña-
do de carros, restos de la guerra, to-
talmente anticuados, por no decir in-
útiles, mientras se contemplaba ese
mundo nuevo de tácticas y empleos
que se aplicaban en Europa durante
la Segunda Guerra Mundial.
En los años cuarenta, la caballería
sufrió varias reestructuraciones, to-
das presididas por la penuria econó-
mica que sufría España en ese tiem-
po, la cual no permitía la provisión
de material moderno, pero sí había
una firme intención de evolucionar
y transformarse. Así lo demuestra la
inclusión de unidades acorazadas o
mecanizadas, como se llamaban en-
tonces en su estructura. De los die-
cisiete regimientos de caballería que
se crearon al acabar la guerra, había
dos mecanizados, cinco a caballo y
diez mixtos, estos con la mezcla de
escuadrones de sables a caballo y es-
cuadrones mecanizados o de autoa-
metralladoras cañón. Generalmente,
tanto los regimientos como los es-
cuadrones mecanizados estaban en
cuadro y solo contaban con el mate-
rial restante de la guerra; seguían las
unidades a caballo porque era lo que
había y, dado que la Wehrmacht se
encontraba a las puertas de España,
no se podía prescindir de ningún me-
dio, por poco eficaz que pareciese.
Posteriormente, se creó la división
de caballería que tomaría el nombre
de Jarama, compuesta por dos bri-
gadas, una de ellas mecanizada con
Jeep de una unidad de Caballería
50 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022

Carros de combate M-60 en una parada militar
51

52 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
medios como motos y autoametralla-
doras cañón.
En estos tiempos de reorganización,
ante la aparición de los medios aco-
razados y al ver cómo se utilizaban en
los campos de batalla de Europa, po-
día haberse pensado en copiar a esos
países, bien transformando la caballe-
ría en acorazada, como habían hecho
algunos, o creando el arma acoraza-
da, en la cual se integraba la caballe-
ría, como hicieron otros. Pero, des-
graciadamente, no fue así y comenzó
la dualidad que se ha mantenido hasta
nuestros días, con gran perjuicio para
el arma de caballería, como veremos
más adelante.
Por su parte, la caballería, acostum-
brada a la atención constante que
exigía el caballo (limpiarlo, cuidarlo,
alimentarlo, herrarlo, etc.), volcó esa
permanente dedicación en los nuevos
medios que iba recibiendo; también
supo mantener con ellos el espíritu de
arrojo, velocidad, audacia y constante
preocupación por el medio de comba-
te que creó el caballo, todo lo cual ha
llegado hasta nuestros días.
Esta situación de carencia de mate-
rial se mantuvo hasta que en 1953 se
firmaron los llamados Pactos de Ma-
drid entre Estados Unidos y España,
por los cuales empezó la ayuda mili-
tar que permitiría la modernización
de las Fuerzas Armadas en general y
de la caballería en particular. En  1956,
llegaron a España los primeros carros
de combate M-24. El primero en
recibir los nuevos carros sería el
Grupo de Dragones de Alfambra
de la División Brunete. En total se
obtendrían ciento ochenta unidades.
Así mismo, se recibieron los carros
M-41, M-47 y algunos semioruga M3.
Con esta llegada de material acoraza-
do moderno, de nuevo hubiera sido un
buen momento para decidir el futuro
de las unidades acorazadas, si con-
venía acorazar la caballería o crear el
arma acorazada; una vez más, no se
hizo nada de eso y los medios acora-
zados se repartieron entre la infantería
y la caballería.
Los medios recibidos por la caballe-
ría pronto se pusieron en acción y en-
traron en combate; así, en el verano
de 1957 se constituyeron dos grupos
expedicionarios de caballería que se
trasladaron al Sahara para apoyar a
las unidades de la Legión en el con-
flicto de Sidi Ifni y el Sahara. Dichos
grupos estaban formados por los re-
gimientos Santiago 1 y Pavía 4, y la
composición de cada uno de ellos era
de escuadrón de plana mayor, escua-
drón mecanizado y escuadrón blinda-
do con autoametralladoras o carros;
el material del que se les dotaba eran
jeeps, cuatro semiorugas, diez autoa-
metralladoras cañón M-8 y M-20 Ford
y diecisiete carros M-24 que no eran
de origen americano, sino que se ha-
bían comprado de segunda mano a
los franceses.
Tal fue el éxito de estos dos grupos
en sus actuaciones que un año des-
pués el mando decidió la asigna-
ción de dos grupos de caballería en
permanencia al territorio. En agosto
de 1958, se crearon los grupos lige-
ros blindados I y II, cada uno de ellos
compuesto por un escuadrón de pla-
na mayor y dos escuadrones ligeros
asignados a los tercios 3.º y 4.º de la
Legión. Gran parte del material de los
Carro de combate AMX-30 en maniobras

53
grupos expedicionarios pasó a dotar
inicialmente a estos nuevos grupos,
los cuales constituyeron la unidad
más potente y móvil de las fuerzas del
territorio sahariano. Posteriormente,
estos grupos pasaron a denominarse
grupos ligeros saharianos y recibieron
los Land Rover 88 y 109 y las Panhard
AML 60 y 90, con mortero de 60 mm
y cañón de 90 mm respectivamente.
En los años cincuenta sigue la moder-
nización de la caballería, aunque muy
despacio debido a la falta de material
acorazado y a la, en mi opinión, erró-
nea distribución de este entre unida-
des de infantería y de caballería. En
esta última existían quince regimien-
tos, más el grupo de Alfambra, los dos
grupos ligeros saharianos y los dos
grupos de regulares que, junto con
el Regimiento Alcántara, formaban
la Brigada de Caballería de Marrue-
cos; los regimientos constituían una
división con dos brigadas y el resto
eran regimientos independientes. De
todos ellos había ya seis regimientos
mecanizados, más los grupos de Al-
fambra y los saharianos, que eran me-
canizados desde su origen. Un paso
adelante fue que ya no había unidades
mixtas de caballos y mecanizados, las
cuales eran difíciles de manejar por la
gran diferencia de velocidad de am-
bos medios y las diversas necesida-
des logísticas que tenían.
El 15 de enero de 1960, el Estado
Mayor Central del Ejército emitió la
Instrucción General n.º 160-115 de
reorganización del Ejército; dicha ins-
trucción se basaba fundamentalmen-
te en las ideas americanas predomi-
nantes, abandonando los modelos
franceses seguidos hasta entonces.
Este hubiese sido también un buen
momento para copiar a los america-
nos y destinar los medios acorazados
a solo un arma y no a dos, como se
venía haciendo, pero fue otra oportu-
nidad perdida. En referencia a la caba-
llería, se crearon cuatro tipos de uni-
dades: las de la división de caballería,
las brigadas blindadas, los regimien-
tos blindados de las divisiones de in-
fantería y los grupos especiales. Po-
demos decir que en estos momentos
toda la caballería era ya acorazada o
mecanizada.
Los cuatro regimientos de la divi-
sión prácticamente no cambiaron.
Se crearon tres brigadas blindadas
que prácticamente no recibían me-
dios, una en Madrid, otra en Bada-
joz y la tercera en Zaragoza. Los ocho
regimientos blindados de las divisio-
nes de infantería fueron los más be-
neficiados y se encontraban general-
mente en las cabeceras de las ocho
regiones militares. Su composición
era mando y plana mayor de mando,
un grupo ligero blindado y un escua-
drón de carros medios.
La orgánica de esos grupos ligeros
blindados fue una gran innovación
y quizás la mayor en la historia de la
caballería que ha llegado hasta nues-
tros días. El gran cambio consistió en
pasar de unidades homogéneas en
su composición a unas heterogéneas
que permitían realizar el mayor núme-
ro de misiones que se les encomenda-
ran y lo que es más sobresaliente es
que esto se realizara al nivel sección,
por lo que pasaron a llamarse seccio-
nes mixtas. La sección mixta tenía una
composición fija y heterogénea, con
un elemento de exploración, consti-
tuido por el pelotón de exploradores
a dos escuadras sobre jeeps y luego
Land Rover; un elemento de combate,
AMX 30 de Recuperación

54 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
constituido por el pelotón de carros a
dos carros M-24 inicialmente ligeros
y en algunos M-41, y un elemento de
protección, constituido por el pelotón
de protección, sobre transporte oru-
ga acorazado (TOA) a dos escuadras,
una con ametralladora y otra con lan-
zagranadas. El escuadrón ligero blin-
dado estaba compuesto de tres sec-
ciones mixtas como la descrita, una
sección de plana mayor y una sección
de armas de apoyo formada por un
pelotón de cañones sin retroceso y un
pelotón de morteros medios (81  mm).
Posteriormente, en dichos escuadro-
nes desapareció la sección de armas
de apoyo y se aumentaron las seccio-
nes mixtas con un pelotón de moteros
pesados (120 mm) sobre transporte
oruga acorazado. Como hemos dicho
antes, esta orgánica ha llegado hasta
nuestros días, demostrando una gran
eficacia. El grupo ligero blindado es-
taba constituido por tres escuadrones
ligeros blindados y un escuadrón de
plana mayor.
Los grupos especiales eran cinco: el
Grupo de Dragones de Alfambra de
la División Acorazada, los dos gru-
pos ligeros blindados saharianos en
el Aaiún y en Villa Cisneros y los dos
grupos ligeros blindados de la Co-
mandancia General de Ceuta y Meli-
lla, respectivamente.
En 1965, se realizó otra gran reorga-
nización del Ejército de Tierra, esta
vez bajo marcada influencia francesa,
abandonándose la organización en
cinco unidades y regresando a la
estructura ternaria. Se crearon dos
grandes conjuntos operativos: el pri-
mero era la Fuerza de Intervención
Inmediata (FII), que agrupaba tres di-
visiones —acorazada, mecanizada y
motorizada— y tres brigadas —para-
caidista, aerotransporte y de caballe-
ría—; el segundo conjunto operativo
se llamó Fuerza de Defensa Operati-
va del Territorio (DOT) y estaba cons-
tituido por dos divisiones de monta-
ña, ocho brigadas de infantería, otra
de alta montaña, una de reserva, otra
de artillería para defender el Estrecho
y varias unidades de artillería antiaé-
rea y de costa, además de las tropas
destinadas en los archipiélagos y las
plazas africanas (Puell, 2010: 90-91).
En lo que respecta a la caballería, en
la Fuerza de Intervención Inmediata
se encontraban la Brigada de Caba-
llería Jarama, compuesta por tres re-
gimientos, que tomaba el nombre de
la extinta división, y los tres regimien-
tos de las tres divisiones creadas. En
la Fuerza de Defensa Operativa del
Territorio tenemos los dos regimien-
tos de las dos divisiones de montaña,
los regimientos de Ceuta y Melilla, los
dos grupos ligeros saharianos y once
grupos ligeros de caballería, uno por
cada una de las nueve regiones mili-
tares más uno por cada archipiélago,
el balear y las Canarias. Mientras que
las unidades de intervención inme-
diata tenían sus plantillas totalmente
cubiertas, la mayor parte de las de de-
fensa operativa las tenían reducidas
casi a la mitad. Esta organización, con
pocos cambios, pervivió hasta 1984.
Con esta reorganización, la caballería
perdió cinco regimientos, un tercio
del total que tenía en la anterior re-
organización del 60, iniciándose con
ello un largo camino de recortes que
ha perdurado hasta nuestros días. Es
cierto que de los cinco grupos que te-
nía pasó a trece, pero también que de
esos trece solo dos estaban al com-
pleto en sus plantillas, los saharianos;
los otros once de las fuerzas DOT es-
taban si acaso a la mitad, constituidos
durante muchos años por un solo es-
cuadrón mecanizado y dotados de ve-
hículos ligeros.
En esta organización de 1965, se es-
tablecieron dos tipos de regimientos
acorazados de caballería (RCAC), los de
montaña —compuestos de un escua-
drón de PLM, un escuadrón ligero aco-
razado ELAC, un escuadrón de carros
medios ECCM y un escuadrón mecani-
zado; los dos regimientos de montaña
son el Numancia  9 y el España  11— y los
RCAC de la brigada de caballería, que
son los más potentes del arma —com-
puestos por un escuadrón de PLM, un
escuadrón ligero acorazado ELAC, dos
escuadrones de carros medios ECCM y
un escuadrón mecanizado sobre TOA;
estos regimientos eran tres: Pavía 4, Al-
mansa 5 y Farnesio 12.
Respecto a los regimientos ligeros
acorazados RCLAC, solo había un tipo,
compuesto por un escuadrón de PLM
y tres escuadrones ligeros acorazados
ELAC. La organización de estos era se-
mejante a la de los creados en 1960,
solo que los carros eran carros medios:
de los M-41 y M-24 pasaron al M-47, y
a las secciones mixtas se les añadió un
TOA con un mortero de 120 mm. Seis
eran los RCLAC Villaviciosa 14 para la
División Acorazada, Sagunto 7 para la
División Guzmán el Bueno, Lusitania 8
para la División Maestrazgo, Santiago 1
para la Brigada de Caballería Jarama,
Montesa 3 para la Comandancia de
Ceuta y Alcántara 15 para la de Melilla.
Poco tiempo después, en el mundo ex-
terior tendrían lugar unas confronta-
ciones que volverían a poner en boga
a las unidades acorazadas; me refiero
a la guerra de los Seis Días (1967) y a
Carristas junto a su M-47

55
la guerra de Yom Kipur (1973), ade-
más de otros conflictos entre Israel y
sus vecinos. En estas guerras se libra-
ron grandes combates de unidades
acorazadas empleando tácticas muy
parecidas a las famosas blitzkrieg de
la Segunda Guerra Mundial, con mo-
vimientos rápidos y profundos en te-
rreno enemigo, estrategias que son
típicas de la caballería. Surgieron nom-
bres como Moshé Dayán e Israel Tal,
considerados grandes estrategas y
tácticos. Se puso de manifiesto la gran
importancia del apoyo aéreo y de que
la decisión y el arrojo pesaran más que
el número: se consiguieron victorias
de tres divisiones israelíes contra sie-
te egipcias, por ejemplo. En los altos
del Golán tuvo lugar entre los días 6 y
10 de octubre del 1973 un encuentro
de tanques, artillería pesada, cohetes,
aviación y blindados que fue conside-
rado la más grande batalla de blinda-
dos de la historia. En estas guerras se
enfrentaron tanques Centurión de ori-
gen británico y M-60 americano contra
T-54, T-55 y T-62 de origen soviético.
Muchas fueron las lecciones aprendi-
das de estas dos guerras, que demos-
traron que el carro de combate seguía
siendo el rey de las batallas, eso sí, en
conjunción con la infantería, la artille-
ría y las demás unidades.
Durante todo este tiempo, se fueron
completando las plantillas de las uni-
dades y recibiendo nuevo material;
en 1965 llegaron a España las prime-
ras Panhard AML H-60 y H-90, de ori-
gen francés, con una torre con mortero
de 60 mm y dos ametralladoras, y una
torre con un cañón de 90 mm respec -
tivamente. Se destinaron a los grupos
ligeros saharianos de la Legión.
La producción de la AML había co-
menzado en 1960, fabricándose más
de cuatro mil vehículos y siendo ven-
dida a más de treinta países. Se trata-
ba de un vehículo blindado de explo-
ración ligero y pequeño, con tracción
a las cuatro ruedas (4x4), que a su vez
se encontraba muy bien armado. Con
él se potenciaron significativamente
los grupos ligeros, que también cam-
biaron su denominación primitiva,
pasando a llamarse «grupos ligeros
saharianos».
A principios de los setenta, se hizo una
notable compra de carros M-41 que
fueron distribuidos entre los regimien-
tos peninsulares, lo que permitió com-
pletar las plantillas de algunos y refor-
zar la de otros. Así mismo, se hizo una
nueva compra de autoametralladoras
Panhard de los modelos H-60 y H-90,
con las que se dotó a los regimientos
de Ceuta y Melilla, se reforzaron los
dos grupos saharianos y se empezó la
dotación de los Grupos DOT, comen-
zando con ello su acorazamiento.
A mediados de los setenta, llegaron
los primeros TOA M-113 a la caba-
llería y se inició la actualización de los
carros M-47, aunque esta solo afectó
al grupo motopropulsor, dotándolo de
un motor de gasoil. Una vez renova-
dos los M-47, fueron sustituyendo a
los M-41 de los RCLAC. A fin de que
los regimientos de Ceuta y Melilla no
se quedaran sin carros durante la ac-
tualización, se los dotó con M-48 y lo
mismo se hizo con el RCAC Pavía 4.
Con la entrega del Sahara, los grupos
ligeros saharianos se trasladaron a
Fuerteventura, en donde se disolvieron
el Grupo II y el Grupo XI de Tenerife. Sus
Panhard AML, junto con otras de nue-
va compra, sirvieron para completar las
plantillas de los grupos DOT. Poco des-
pués, cada uno de ellos recibió como
dotación un escuadrón de carros M-41
a dos secciones, lo que incrementó su
potencia muy notablemente.
También a mediados de los seten-
ta, se empezaron a recibir los carros
AMX 30 de origen francés. La primera
unidad de caballería en obtenerlos fue
el RCLAC Villaviciosa 14  de la División
Acorazada. La llegada del AMX 30 fue
un gran salto hacia delante, pues era
un carro moderno, no como los que
hasta entonces teníamos en nuestras
filas, con una bonita y reducida línea,
una alta velocidad, muy maniobrable y
una buena potencia de fuego propor-
cionada por su cañón de 105 mm. Sus
puntos débiles eran su poca protec-
ción, pues inicialmente los franceses
lo concibieron como carro de instruc-
ción, y la dificultad de la conducción
debido a su caja de cambios manual,
que se accionaba mediante unas lar-
gas varillas metálicas y que obligaba
a realizar el cambio a un número de-
terminado de revoluciones, pues de lo
contrario no entraban las marchas y si
se forzaba se doblaban las varillas, im-
pidiendo dicho cambio. Este problema
se acuciaba debido a que la tropa era
de reemplazo, por lo que la instrucción
de conductores era una auténtica ob-
sesión de los capitanes jefes de escua-
drón. El carro fue construido en Espa-
ña por Santa Bárbara. Se lo dotó de un
motor marino Hispano Suiza que tenía
varios problemas de calentamiento y
que denotaba cierta desventaja con
respecto a su hermano francés, apre-
ciable en aquellas unidades que dispo-
níamos de las dos versiones. El carro
tuvo sus detractores por las averías
que sufría, pero también estamos los
que, aun reconociendo sus debilida-
des, creemos que las circunstancias le
fueron en contra y guardamos un buen
recuerdo de él.■
AMX-30 en fuego nocturno

Aurelio Hinarejos Rojo
Comandante del Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del ET
56 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022

En las últimas décadas, la intervención
de la ciencia en la formación y el
sostenimiento de imperios ha sido
objeto de un animado debate en la
comunidad académica de ambas orillas
del Atlántico
1
. Aunque la literatura
especializada se centra principalmente
en las grandes expediciones científicas
y en el desarrollo de las ciencias
naturales, la geografía y la cartografía,
ello no obsta para analizar también en
este contexto el caso de la ingeniería
militar, toda vez que ya desde la
Antigüedad clásica esta constituía un
factor importante en el desarrollo y
preservación del poder económico,
elemento habilitador de la hegemonía,
característica de los imperios
2
. Este
artículo analiza el papel desempeñado
por los cuerpos de ingenieros de dos
potencias imperiales, España y Estados
Unidos, en la ordenación espacial del
vasto territorio comprendido entre
la ribera oeste del río Misisipí y el
océano Pacífico durante la centuria y
media transcurrida entre el final de la
guerra de sucesión española (1714) y
la conclusión de la guerra de Secesión
estadounidense (1865)
Mapa de la Frontera, de Nicolás de Lafora
INGENIERÍA MILITAR E IMPERIO:
DEL REFORMISMO BORBÓNICO AL DESTINO MANIFIESTO

58 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
La exploración y colonización de es-
tas tierras había sido emprendida por
el Imperio español con un propósito
principalmente defensivo frente a las
amenazas procedentes de las demás
potencias europeas y fue proseguida
por el naciente Imperio americano. Los
cuerpos de ingenieros constituían en
la época las únicas instituciones téc-
nico-científicas con capacidad para
implantar una política de ordenación
espacial, por lo que en ambos casos en-
contramos que el sujeto importante de
la acción expansiva fue el ingeniero mi-
litar. Es por ello por lo que con este tra-
bajo pretendemos bosquejar la trayec-
toria de ambas instituciones en España
y Estados Unidos durante este crucial
capítulo de la historia atlántica, ponien-
do en contraste no solo sus naturales
diferencias, sino también sus puntos en
común. Entre estos destaca el hecho de
que, en su doble ámbito de actuación,
el militar y el civil, ambas constituyeron
poderosos instrumentos de la política
imperial de sus respectivas naciones.
Es ineludible, en todo caso, justificar el
uso del término «imperio» como con-
cepto extendido e independiente de la
forma del Estado, en línea con el trata-
miento dado por la historiografía más
reciente a determinadas formacio-
nes geopolíticas
3
. Así, calificaremos
como imperios tanto al español de la
monarquía hispana universal como al
establecido de facto por la joven re -
pública americana. En este último y
singular caso, llama la atención que la
concepción imperial de Estados Uni-
dos data del mismo momento de su
constitución como nación, en calidad
de heredero y sucesor del Imperio bri-
tánico en el Nuevo Mundo
4
. Para sus
padres fundadores, se trataba de un
hecho indiscutible: George Washing-
ton, su primer presidente, ya en 1783
calificaba a su patria como un «imperio
emergente» que habría de codearse de
igual a igual con otros imperios, mien-
tras que Thomas Jefferson, su tercer
presidente, veía en Estados Unidos un
empire of liberty
5
con la responsabi-
lidad de extender a escala global los
valores de progreso y libertad en los
que se hallaba constituido. En la ac-
tualidad, está ampliamente admitida
la tesis de que Estados Unidos «es y
ha sido siempre un imperio»
6
.
DOS IMPERIOS Y UN DESTINO
Durante el siglo XVIII, el espacio geo -
gráfico que hoy día constituye el te-
rritorio continental de los Estados
Unidos de América fue objeto de una
enconada disputa entre las principales
potencias europeas. Para España, esa
zona constituía la frontera norte de su
imperio americano, espacio que des-
de el siglo XVI había recibido escasa
atención
7
. Sin embargo, a lo largo del
siglo XVIII, España comenzaría a sen-
tir un incremento de la presión foránea
en esa zona, de Florida a California, al
converger sobre ella los intereses del
Imperio británico y Francia primero, y
del Imperio ruso y Estados Unidos des-
pués. La caída de La Habana en ma-
nos inglesas en 1762 durante la guerra
de los Siete Años (1756-1763) mostró
claramente a las autoridades españo-
las la vulnerabilidad de su imperio co-
lonial de ultramar, lo que llevaría a Car-
los III a emprender una política mucho
más activa. De esta resultaría una in-
tervención destacada de España en
Norteamérica durante el último tercio
del siglo que estuvo basada más en el
uso de la razón que en el de la fuerza.
La acción de gobierno sobre el territo-
rio requería una ordenación espacial
de este que, de acuerdo con la política
borbónica de reformismo ilustrado, se
debía llevar a cabo con criterios cientí-
ficos. El instrumento técnico-científico
más cualificado con el que contaba la
Corona española para este cometido
era su Real Cuerpo de Ingenieros.
Este había sido creado en plena gue-
rra de sucesión española (1701-1714)
por el Plan General de los Ingenieros
de los Ejércitos y Plazas, de 17 de abril
de 1711, expedido por el rey Felipe  V,
aunque el crédito de su concepción ha
de otorgarse a su ingeniero general, el
flamenco Jorge Próspero de Verboom,
primer marqués de Verboom. En las co-
lonias americanas, particularmente en
Nueva España, la presencia del cuerpo
databa prácticamente de su fundación,
aunque ya había existido una importan-
te tradición de ingeniería militar desde el
siglo XVI. En la frontera norte, la actua-
ción de los ingenieros del rey tendría lu-
gar en dos ámbitos: el militar, con la rea-
lización de actividades defensivas tales
como inspecciones, construcción de
fortificaciones y reconocimientos terri-
toriales encaminados al levantamiento
de mapas; y el civil, con una intervención
en el territorio basada en la realización de
obras públicas que mejorasen las condi-
ciones de vida de la población del lugar,
algo muy en línea con la política de co-
lonización de las autoridades españolas.
El primer ingeniero del cuerpo que llevó
a cabo reconocimientos del terreno en
la frontera norte fue Francisco Álvarez
Barreiro, quien participó en dos expe-
diciones militares de inspección: la de
Martín de Alarcón (1718-1724) y la del
brigadier Pedro de Rivera (1724-1728).
Durante las cuatro décadas que siguie-
ron a la expedición de Rivera no se tie-
ne constancia de actividad del cuerpo
en la frontera, lo que cambió radical-
mente tras la guerra de los Siete Años
al evidenciarse la necesidad de colo-
nizar esa inhóspita tierra como medio
para proteger la preciada posesión de
Nueva España
8
. Desplazado al virreina-
to con este propósito, el visitador gene-
ral José de Gálvez concibió y organizó
la expedición a la Alta California (1769-
1770) que, al mando del capitán Gas-
par de Portolá, dio inicio a la coloniza-
ción de esta provincia
9
. En esta misión
quiso Gálvez contar con el apoyo de un
ingeniero del rey, para lo que le fue co-
misionado el entonces teniente Miguel
Costanzó. Tras muchas vicisitudes,
que Costanzó narró vivamente en sus
diarios, comenzaba la ocupación de la
Alta California y su protección frente a
la amenaza del expansionismo ruso y
Ingeniero general D. Jorge Próspero de
Verboom

59
la ambición británica. La actuación del
versátil Costanzó en la expedición de
Portolá fue muy fructífera: planificación
de la defensa de Monterrey, abundan-
te cartografía y obtención de un impor-
tante conocimiento del territorio que le
valdría su elevada estima como asesor
de las autoridades coloniales. Su labor
en California sería continuada un cuarto
de siglo  después, en  1795, por el capi-
tán Alberto de Córdoba, quien se hizo
notar en materia de fortificaciones, car-
tografía e ingeniería civil, siendo cono-
cido por su papel en la fundación de la
Villa de Branciforte, en las cercanías de
la misión de Santa Cruz
10
. Por otra par-
te, la actuación del Real Cuerpo de Inge-
nieros no se limitó a California, sino que
se extendió por toda la frontera hasta
Florida. Entre 1766 y 1768, el ingenie-
ro Nicolás de Lafora acompañó al mar-
qués de Rubí en la inspección y recono-
cimiento de un área hostigada por los
apaches que hoy día integra gran parte
de Arizona y Nuevo México, siendo de
destacar su diario de viaje, su mapa del
norte de Nueva España y su dictamen,
en el que proponía una reorganización
militar de la zona que dio lugar a la crea-
ción de la Comandancia General de las
Provincias Internas. Otros ingenieros,
como Manuel Mascaró, Gerónimo de
la Rocha y, en menor medida, Juan Pa-
gazaurtundúa y José de Urrutia, traba-
jaron para el comandante general de las
Provincias Internas tanto en proyectos
de defensa militar como en ejecución
de obras públicas.
En la década de 1770, mientras Es-
paña se afanaba en reforzar su po-
sición en el norte de Nueva España,
en el este del continente estallaba la
Revolución de las Trece Colonias con-
tra el Imperio británico, que finaliza-
ría en  1783 con la Paz de París, por
la que el Reino Unido garantizaba for-
malmente la independencia de Esta-
dos Unidos. Así, tras un siglo de con-
flicto entre las potencias europeas por
la hegemonía en América del Norte,
aparecía en escena un nuevo y formi-
dable adversario que pronto habría
de desafiar la soberanía española.
Se iniciaban cuatro décadas de difícil
coexistencia entre un poder imperial
español en acusado declive y el de la
joven república, emergente, ambicio-
so cuando no arrogante y en rápida
ascensión, en cuyo favor los goznes
de la historia giraron definitivamente
en los albores del siglo xix .
En 1803, Thomas Jefferson adquiría
de la República de Francia la Luisiana,
un territorio de algo más de dos millo-
nes de kilómetros cuadrados en la se-
micuenca occidental del río Misisipí,
que España había cedido recientemen-
te a Francia con la condición de que no
acabara en manos de Estados Unidos
11
.
Por quince millones de dólares en oro,
este país doblaba la extensión de su te-
rritorio y se veía reforzado estratégica y
económicamente. No obstante, la ad-
quisición de la Luisiana implicaba para
la joven república que su Gobierno fe-
deral debía involucrarse activamente en
la ordenación espacial de este territorio,
que estaba destinado a servir de válvu-
la de escape a una creciente población
ávida de tierra. Para ello era imprescin-
dible el reconocimiento sistemático de
esa inmensa región, algo que solo el
Ejército, y en especial el Cuerpo de In-
genieros, estaba en condiciones de lle-
var a cabo. Precisamente había sido la
cuestión de la Luisiana la que había he-
cho a Jefferson plantearse un año an-
tes la posibilidad de una guerra contra
la Francia napoleónica, lo que a su vez
había motivado una reorganización del
Ejército que en marzo de 1802 llevó a
establecer con carácter permanente un
cuerpo de ingenieros profesional, que
fijaría su sede en West Point, en el es-
tado de Nueva York, donde quedó asi-
mismo instituida la Academia Militar de
los Estados Unidos, bajo dirección del
cuerpo hasta 1866.
Tras la adquisición de la Luisiana, la par-
ticipación del ejército estadounidense
en la exploración del oeste trans-Misisi-
pí no se haría esperar. En mayo de 1804,
ordenada por Jefferson, comenzaba la
expedición de los capitanes Lewis y
Clark a las fuentes del Misuri con el ob-
jetivo de explorar y cartografiar el nue-
vo territorio, así como de encontrar una
ruta viable hacia el Pacífico. Esta sería
la primera y más famosa de una serie
de expediciones entre 1804 y 1807, a
la que posteriormente seguirían otras
como la del comandante ingeniero to-
pográfico Stephen H. Long a Yellows-
tone en 1819, pero no fue hasta la dé-
cada de 1840, siete decenios después
de que España comenzara la ocupación
de la Alta California, cuando se reanudó
intensamente la exploración militar del
oeste. A ello contribuyeron dos factores
muy destacados: el primero, la constitu-
ción en 1838 del Cuerpo de Ingenieros
Topográficos del Ejército de Estados
Unidos como entidad administrativa in-
dependiente del Cuerpo de Ingenieros;
Mapa de las Provincias Internas de Nueva España

60 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
el segundo, el impulso que a la acción
expansiva hacia el oeste proporcionó la
difusión de la doctrina del destino ma-
nifiesto, planteamiento político aban-
derado por los demócratas jacksonia-
nos y cuya coartada moral era la firme
convicción de la excepcionalidad de la
nación estadounidense. El destino ma-
nifiesto propugnaba la incorporación
de todo el oeste hasta llegar al océano
Pacífico y se tradujo en la anexión de
Texas en 1845, la agregación del terri-
torio británico de Oregón en 1846 y la
cesión por parte de México de sus pro-
vincias de Alta California y Nuevo Méxi-
co a resultas de su derrota en la guerra
de 1846-1848. Es en este contexto en el
que el renombrado historiador del oes-
te norteamericano William H. Goetz-
mann señala al Cuerpo de Ingenieros
Topográficos como «institución central
del destino manifiesto»
12
.
En la década de 1840, alcanzaron
gran popularidad las exploraciones
del ingeniero topográfico John Char-
les Fremont, quien elaboró el primer
mapa general del oeste basado en ob-
servaciones astronómicas precisas.
Sus compañeros de cuerpo William
H. Emory y Amiel W. Whipple contri-
buyeron también notablemente, aun-
que con menos notoriedad pública, a
la exploración científica del territorio.
Si bien la guerra contra México ace-
leró estas operaciones, en la década
de 1850 el enfoque se desplazó del
reconocimiento a la exploración deta-
llada del terreno y la construcción de
carreteras: John N. Macomb diseñó
la red de caminos de Nuevo México y
George H. Derby se ocupó de mejorar
los puertos de California
13
. En 1863,
durante la guerra civil (1861-1865), se
reunificaron los dos cuerpos de inge-
nieros y, tras el conflicto bélico, las ac-
tividades de exploración científica fue-
ron asumidas definitivamente por el
Departamento de Interior, quedando
al mando de personal civil. El papel de
los ingenieros militares en la expansión
hacia el oeste había finalizado.
DOS CUERPOS DE
INGENIEROS MILITARES
EN UNA ENCRUCIJADA
HISTÓRICA
Aceptando que en el periodo histó-
rico considerado la ingeniería militar
constituyó un instrumento capital en
el proceso de colonización del vasto
territorio trans-Misisipí y que la ac-
ción de los ingenieros norteameri-
canos supuso en cierta forma la pro-
secución de las actividades iniciadas
por los españoles, es pertinente una
comparación entre las dos corpora-
ciones. El primer aspecto por desta-
car es que su fundación vino motivada
en ambos casos por la perentoria ne-
cesidad de contar con un Ejército mo-
derno en momentos especialmente
difíciles para las dos naciones. Recor-
demos que en 1711 España se hallaba
aún sumida en el caos de una guerra
dinástica y que en 1802 se cernía so -
bre Estados Unidos la sombra de un
conflicto bélico con la Francia napo-
leónica por la cuestión de la Luisiana.
Un rasgo común en la genética de am-
bas instituciones es el racionalismo, de
procedencia francesa. Aunque España
contaba con una importante tradición
de ingeniería militar propia desde el
siglo xvi que era representada en el
cuerpo por su ingeniero general, el
marqués de Verboom, ello no supuso
un impedimento para la introducción
de la escuela de pensamiento fran-
cesa y su ideal de excelencia
14
. Qui-
zás ayudase el hecho de que Verboom
había colaborado con el célebre inge-
niero francés mariscal Vauban y que el
cuerpo debía su existencia, autónoma
e independiente de la artillería, a la vo-
luntad reformista de un monarca de
ascendencia francesa: Felipe V. En Es-
tados Unidos, la tradición francesa da-
taba de la guerra revolucionaria, cuan-
do el general Washington se vio en la
necesidad de emplear ingenieros mili-
tares franceses, como el general Louis
du Portail, que aportarían sofisticadas
técnicas de construcción y asedio de
fortificaciones. La influencia francesa
persistió con la fundación de la Acade-
mia Militar de West Point, inspirada en
la elitista École Polytechnique creada
solo ocho años antes en París, durante
la Revolución francesa, y se acrecentó
tras la derrota definitiva de Napoleón
en 1815, cuando algunos prestigiosos
ingenieros militares franceses de la
talla de Claudius Crozet pasaron a for-
mar parte de la plantilla de profesores
de la academia
15
. Igualmente, el gene-
ral francés Simon Bernard, expatriado
en Estados Unidos, fue nombrado ge-
neral de brigada y jefe de la Junta de
Ingenieros en 1816, aunque en princi-
pio ello no fuera recibido de buen gra-
do por sus nuevos subordinados nor-
teamericanos.
La polivalencia fue otro aspecto que
caracterizó tanto al ingeniero mili-
tar español como al norteamericano.
Ambos fueron especialistas en mate-
máticas, dibujo técnico y ciencias en
general, así como cartógrafos y geo-
destas, participando activamente en
las tareas de ordenación territorial, ac-
tividad de la que resultaron numerosos
planos y mapas. Asimismo, las activi-
dades de ambos cuerpos abarcaron
un amplio espectro que no se limitó al
ámbito estrictamente castrense, sino
que se extendió a la construcción civil
y al desarrollo de infraestructuras que
facilitaran el desarrollo económico
16
.
En particular, los españoles llevaron a
cabo proyectos urbanísticos (con el fin
de mejorar el nivel de vida en las ciuda-
des) y arquitectónicos, interviniendo
en la construcción y remodelación de
Mapa de Norteamérica, donde se resalta la adquisición de la Luisiana

61
palacios, aduanas, hospitales e igle-
sias. En cuanto a las infraestructuras,
españoles y norteamericanos intervi-
nieron en la ejecución de desagües y
drenajes y en la construcción de carre-
teras, canales, puentes y puertos. Los
americanos se encargarían además de
todas las grandes obras públicas en in-
terés del comercio y del transporte rá-
pido de mercancías, especialmente el
dragado de ríos y puertos
17
.
La coincidencia en las actividades de in-
tervención territorial y de construcción
nacional nos da una primera idea de la
utilización de ambos cuerpos como ins-
trumentos de una política imperial, más
allá de su carácter puramente militar. En
España, los ingenieros militares consti-
tuían la corporación técnica más com-
petente del imperio en el siglo xviii, lo
que los convirtió en actores principales
de la política del despotismo ilustrado y
de la voluntad centralizadora de los Bor-
bones. En Estados Unidos, el Cuerpo de
Ingenieros del Ejército, y especialmente
el Cuerpo de Ingenieros Topográficos,
fue también un importante medio del
que se valió ese imperio en expansión a
la hora de implantar la doctrina del des-
tino manifiesto. No obstante, el empleo
de instituciones de carácter militar para
la consecución de objetivos políticos no
estuvo exenta de conflicto. En algunos
mandos de ambos cuerpos, existía una
aversión a la ejecución de obras públi-
cas y otras tareas no estrictamente mi-
litares. Entre los españoles, el experto
en fortificaciones Félix Prósperi tenía la
firme convicción de que los ingenieros
del rey debían ocuparse exclusivamente
de asuntos castrenses, y de ahí emana-
ban su antipatía y su rivalidad hacia su
subordinado, el teniente Luis Díez Nava-
rro, quien se había ganado la confianza y
amistad del arzobispo y virrey de Nueva
España Juan Antonio de Vizarrón gra-
cias a los proyectos arquitectónicos de
carácter civil y religioso de estilo barro-
co que llevó a cabo entre 1732 y 1742
18
.
En Estados Unidos, los elitistas oficiales
del Cuerpo de Ingenieros consideraban
un demérito la ejecución de obras públi-
cas, circunstancia que sería sutilmente
aprovechada en 1838 por el sagaz coro -
nel John James Abert, jefe de la Oficina
Topográfica del Cuerpo de Ingenieros,
quien, asumiendo la ejecución de estas
actividades, conseguiría del Departa-
mento de Guerra la autonomía adminis-
trativa para su unidad, que se constituyó
en cuerpo de ingenieros topográficos.
Ingenieros españoles y americanos hu-
bieron de maniobrar hábilmente en las
procelosas aguas de la política, aunque
algunos sucumbirían en el intento. Po-
demos encontrar ejemplos en el brillan-
te pero ambicioso Nicolás de Lafora, por
parte española, y en el popular e impul-
sivo pero indisciplinado capitán John C.
Fremont, quien, a pesar del apoyo de su
suegro, el influyente senador Thomas
Hart Benton, hubo de afrontar un con-
sejo de guerra en Washington D. C.
En línea con la tesis de la instrumen-
tación política, se observa que, siendo
la propagación de determinadas ideas
estéticas un aspecto característico
del ejercicio del poder imperial, los in-
genieros militares resultaron ser tam-
bién vectores de desarrollo y difusión
del arte. Así, los ingenieros españoles
difundieron la estética neoclásica, es-
pecialmente en la arquitectura civil y
religiosa, promocionada por la nueva
dinastía borbónica frente al barroquis-
mo de los Austrias. Más tarde, imbui-
dos del espíritu de la época, los ame-
ricanos proyectarían en sus relatos y
grabados una visión romántica del oes-
te, contribuyendo además al desarrollo
del arte al hacerse acompañar de artis-
tas en sus expediciones.
Por otra parte, sí encontramos una
acusada diferencia entre los inge-
nieros militares de las dos nacio-
nes, y es su actitud ante la divul-
gación científica. Aunque ambas
corporaciones militares tenían carác-
ter científico-técnico, en la española
predominó el espíritu castrense, es-
tando sometida a un modelo adminis-
trativista, sin vocación de transmisión
ni de difusión pública de la informa-
ción. Los españoles raramente inter-
cambiaban información científica en-
tre ellos o con otros científicos, por lo
que, desafortunadamente, su ingente
producción científica no pasó del es-
tado de manuscrito o de meros apun-
tes personales
19
. Además, la excesiva
regulación y el celo en la supervisión
de las actividades de los ingenieros
les dejaban poco margen de actua-
ción, lo que tuvo como consecuencia
la falta de un reconocimiento público
que de otra manera hubieran obteni-
do
20
. Por el contrario, sus homólogos
estadounidenses habían sido educa-
dos en la tradición científica france-
sa del intercambio de conocimiento
científico. El antes mencionado coro-
nel John J. Abert instituyó un sistema
de intercambio de artículos científicos
entre sus oficiales con el que animaba
John Charles Fremont, teniente del Cuerpo de Ingenieros Topográficos del Ejército
de los Estados Unidos

62 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
a la crítica profesional mutua. Desde
Prusia, el renombrado naturalista y
explorador Alexander von Humboldt
mantendría correspondencia directa
con ingenieros tan destacados como
John C. Fremont, William H. Emory
y Amiel W. Whipple. Emory estaba
también en contacto con el astróno-
mo y matemático inglés George Bi-
ddell Airy, del Greenwich Royal Ob-
servatory, y con el lexicógrafo alemán
Johann Gottfried Flügel en Leipzig.
Otros científicos europeos, como
Louis Agassiz y Charles Lyell, e inclu-
so escritores viajeros, como Balduin
Möllhausen, intercambiarían asimis-
mo ideas con estos «militares-cientí-
ficos»
21
.
Finalmente, todavía en relación con la
difusión de la producción científica de
los ingenieros, resulta interesante se-
ñalar también a Alexander von Hum-
boldt como nexo entre los ingenieros
militares españoles del setecientos y
los norteamericanos del ochocientos.
Durante su estancia en Nueva Espa-
ña en 1803, el sabio prusiano tuvo ac-
ceso al Archivo General de la Nueva
España en Ciudad de México, lo que
le permitió recopilar abundante infor-
mación sobre el virreinato, proceden-
te en gran parte de los reconocimien-
tos del territorio efectuados por los
ingenieros españoles, e incluso llegó
a mantener correspondencia directa
con el ingeniero del rey Miguel Cos-
tanzó a fin de dilucidar algunas cues-
tiones. Al año siguiente, en 1804,
Humboldt se entrevistó con el presi-
dente Jefferson en la recién estrena-
da capital del país, Washington D. C.,
y le entregó valiosa información geo-
gráfica y estadística sobre Nueva Es-
paña, así como de la Luisiana, datos
en los que el presidente de Estados
Unidos estaba sumamente interesa-
do
22
. Este hecho ha suscitado histó-
ricamente una gran controversia que
dura hasta hoy día. Solo dos años más
tarde el teniente Zebulon M. Pike ya
utilizaría esta información durante su
incursión por las Provincias Internas
y posteriormente publicaría un mapa
basado en ella. Por su parte, en 1811
Humboldt publicó en París su Ensayo
político sobre el reino de la Nueva Es-
paña
23
y el Atlas geográfico y físico del
reino de la Nueva España
24
, lo que re-
veló a escala global información cla-
ve para la comprensión de ese vasto
territorio que hasta entonces había
permanecido celosamente guardada
por los españoles. La exploración del
oeste norteamericano por parte de
aquellos a los que Goetzmann deno-
minó alegóricamente «hijos de Hum-
boldt» es deudora de la información
reflejada por los ingenieros españo-
les en forma de diarios, informes y
mapas
25
. El prusiano, a caballo entre
la Ilustración y el Romanticismo, co-
necta a unos ingenieros y a otros, sin
perder ocasión de reconocer su apor-
tación a la ciencia: si en su obra ame-
ricana ya rendía homenaje a la labor
de los ingenieros del rey españoles,
en especial de Costanzó, cuatro dé-
cadas después volvía a felicitar con
entusiasmo a otro ingeniero militar,
John C. Fremont, por sus informes de
exploración del oeste.
CONSIDERACIONES FINALES
La exploración y colonización del oes-
te norteamericano fue iniciada con
carácter defensivo por un imperio en
declive, el español, y completada por
uno en expansión, el norteamericano.
En ambos casos, la dominación de un
espacio geográfico de gran extensión
y dotado de un medioambiente hostil,
escasamente poblado y con comuni-
caciones extremadamente difíciles
con los centros de poder, presentaba
numerosos desafíos de orden prácti-
co, siendo uno de los más acuciantes
la necesidad de su ordenación espa-
cial. En respuesta a este reto, España
empleó eficazmente su Real Cuerpo
de Ingenieros hasta que la indepen-
dencia de México en 1821 extinguió
su presencia. Por su parte, el destino
Mapa de la parte oriental de la Nueva España, por Alexander von Humboldt

63
manifiesto, soporte ideológico de la
política imperial estadounidense en la
década de 1840, encontró en el Cuer -
po de Ingenieros del Ejército de Esta-
dos Unidos, y especialmente en su
escindido Cuerpo de Ingenieros To-
pográficos, uno de sus más valiosos
agentes sobre el terreno en su labor
de exploración científica y reconoci-
miento espacial del territorio. De aquí
se concluye que existió una continui-
dad en la acción imperial, en la cual
los respectivos cuerpos de ingenie-
ros militares fueron sujetos activos
en la implementación de esa política
expansiva.
En su elegante uniforme azul celes-
te, el ingeniero militar español del
setecientos representaba el arque-
tipo de militar ilustrado promotor del
racionalismo constructivista; en un
azul más oscuro, el norteamericano
del ochocientos, cual caballero an-
dante de nuevo cuño, encarnaba el
espíritu romántico y nacionalista de
la época. No solo fueron leales ser-
vidores del Estado, sino virtuosos
hombres de ciencia que además po-
seían una sólida formación militar y
técnica, lo que les permitió hacer
frente con éxito a innumerables pro-
blemas prácticos, tanto en el ámbito
civil como en el de la milicia. Ade-
más, ambas corporaciones técnicas
tuvieron siempre presente la necesi-
dad de ampliar, preservar y gestio-
nar el conocimiento técnico-cientí-
fico adquirido, tratando por ello de
evitar en la medida de lo posible la
externalización de sus funciones.
Aunque el tiempo y su exposición a
las veleidades de la política han difu-
minado inexorablemente su recuer-
do, constituyen empero un referente
obligado para el ingeniero militar de
hoy día.
NOTAS
1. Delbourgo, J. y Nicholas, D. (2008).
Science and empire in the Atlantic
world. Nueva York: Routledge.
2. Kennedy, P. M. (1987). The rise and
fall of the great powers: economic
change and military conflict from
1500 to 2000. Nueva York: Ran-
dom House.
3. Münkler, H. (2005). Imperien: die
Logik der Weltherrschaft: Vom Al-
ten Rom bis zu den Vereinigten
Staaten. Berlín: Rowohlt.
4. Van Alstyne, R. W. (1960). The ris-
ing American empire. Nueva York:
Oxford University Press, p. 2.
5. Cogliano, F. D. (2014). Emperor of
liberty: Thomas Jefferson’s foreign
policy. The Lewis Walpole series
in eighteenth-century culture and
history. New Haven: Yale Universi-
ty Press.
6. Immerman, R. H. (2010). Empire for
liberty: a history of American impe-
rialism from Benjamin Franklin to
Paul Wolfowitz. Princeton: Prince -
ton University Press, p. 4.
7. Bolton, H. E. (1921). The Spanish
borderlands: a chronicle of old Flo-
rida and the Southwest. New Ha-
ven: Yale University Press.
8. Fireman, J. R. (1977). The Span-
ish Royal Corps of Engineers in the
western borderlands: instrument
of Bourbon reform, 1764 to 1815.
Glendale: A.H. Clark Co, p. 57.
9. Chapman, C. E. (1921). A histo-
ry of California: the Spanish peri-
od. Nueva York: Macmillan Co, pp.
216-231.
10. Hinarejos Rojo, A. (2015). El Real
Cuerpo de Ingenieros y la defensa
de California. Memorial del Cuer -
po de Ingenieros Politécnicos, 2
(2015), pp. 80-87.
11. Sofka, J. R. (2002). Thomas
Jefferson and the problem of world
politics,The Louisiana purchase:
emergence of an American na-
tion. Washington D. C.: CQ Press,
pp. 51-63.
12. Goetzmann, W. H. (1991). Army
exploration in the American West,
1803-1863. Austin: Texas State
Historical Association, p. 4.
13. Schubert, F. N. (1980). Vanguard
of expansion: army engineers in
the trans-Mississippi West, 1819-
1879. Washington D. C.: Historical
Division, Office of Administrative
Services, Office of the Chief of En-
gineers, p. x.
14. Capel Sáez, H., Sánchez, J.E. y
Moncada, O. (1988). De Palas a
Minerva: la formación científica y
la estructura institucional de los in-
genieros militares en el siglo  xviii.
Barcelona: Serbal, p. 256.
15. Goetzmann, Army exploration,
p. 14.
16. Melgarejo García, A. (2015). «Los
ingenieros militares y las obras pú-
blicas», en Memorial del Cuerpo de
Ingenieros Politécnicos, 2 (2015),
pp. 88-96.
17. Abbot, H. L., Carter, W. H., Robert-
son, E. B. y Wherry, W. M. (1894).
The corps of engineers, p. 423. Dis-
ponible en la Biblioteca Huntington
(San Marino, California).
18. Calderón Quijano, J. A. (1949). «In-
genieros militares en Nueva Espa-
ña», en Anuario de Estudios Ameri-
canos, 6, (1949): 1-72, p. 44.
19. Capel et al., De Palas a Minerva,
341. Véase también: Sandman, Al-
ison. Controlling knowledge: nav-
igation, cartography, and secrecy
in the early modern Spanish Atlan-
tic, en Delbourgo, James y Dew, N.
(eds.). Science and empire, pp. 31-
51.
20. Existía un real decreto que prohi-
bía la publicación de información
referente a las colonias america-
nas sin el conocimiento y la apro-
bación previa del Consejo de In-
dias. Por ello llama la atención
que fuera facilitado a Alexander
von Humboldt el levantamien-
to geodésico que había de servir
a un proyecto de defensa militar
de Nueva España, realizado por
los ingenieros Miguel Costanzó
y Diego García Conde en 1797,
que el prusiano publicó como lá-
mina IX del Atlas géographique et
physique du royaume de la Nouve-
lle-Espagne (1808-1811).
21. Goetzmann, Army exploration in
the American West, p. 17.
22. Rebok, S. (2019). Humboldt y Je -
fferson: una amistad transatlán-
tica de la Ilustración. Santiago de
Chile: Biblioteca Nacional de Chi-
le. Para un análisis detallado de
la transferencia de información a
EE. UU. por parte de Humboldt,
véase: Rebok,  S. (2022, en prensa).
Humboldt’s empire of knowledge:
from the royal Spanish court to the
American president’s house. Oak -
land: University of California Press.
23. von Humboldt, A. (1811). Essai
politique sur le royaume de la Nou-
velle-Espagne. París: F. Schoell.
24
von Humboldt, A. (1808-1811). At -
las géographique et physique du ro-
yaume de la Nouvelle-Espagne. París:
F. Schoell.
25
Goetzmann, W. H. (1995). New
lands, new men: America and the
second great age of discovery. Aus-
tin: Texas State Historical Association,
pp. 150-193.■

Tropas-Beni-Sikar-Trincheras-Españolas-Melilla-Rif
64 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Joaquín Navarro Méndez
Comandante de Infantería retirado
LLUVIA DE LAUREADAS
SOBRE KUDIA TAHAR
El 8 de septiembre de 1925, comenzaba el desembarco de Alhucemas, la feliz resolución
de una operación que abría el camino para poner punto final a la guerra de África. En
el contexto de esta magna operación anfibia, cobraron especial relieve la defensa y
liberación de la posición de Kudia Tahar (3-13 de septiembre de 1925). Los combates
que se libraron en torno a esta culminaron con la victoria de las tropas españolas. Esta fue
fruto del valor, la abnegación, el espíritu de sacrificio y la voluntad de vencer mostrados
por los oficiales españoles que participaron en ellos.
Sirvan estas letras como homenaje a los soldados de España que, en el cumplimiento
del deber, regaron generosamente con su sangre los secarrales del norte de Marruecos
ANTECEDENTES
Aunque las relaciones entre españo-
les y marroquíes abarcan varios si-
glos, los orígenes del Protectorado
Español en el norte de Marruecos hay
que situarlos a principios del siglo  XX.
En el año 1906 tiene lugar en Algeci-
ras una conferencia en la que partici-
pan las primeras potencias europeas.
Al final de esta, se acordó la división
de Marruecos en dos protectorados:
uno para Francia y otro para España.
En noviembre de  1912, estos dos paí-
ses firman una «entente» en Madrid,
quedando públicamente definidas sus
respectivas zonas de responsabilidad
en el país marroquí. Este tratado dio a
España el dominio sobre un rectángulo
dentado de tierra que se extendía des-
de el océano Atlántico al oeste hasta
el río Muluya, lindante con la frontera
argelina al este, y desde el mar Medi-
terráneo por el norte hasta una línea
irregular situada a unos cuarenta ki-
lómetros al norte del río Werga por el
sur. El Marruecos español abarcaba
aproximadamente trescientos sesen-
ta y cinco kilómetros de este a oeste
y entre cuarenta y ochenta de norte a
sur, con una superficie aproximada de
diecinueve mil kilómetros cuadrados.
La zona de Marruecos sobre la que los
españoles asumieron su responsabi-
lidad y autoridad en  1912 era un país
sin cartografía. Solamente había tres
puntos de penetración europea su-
perficial: Larache, pequeña ciudad del
Atlántico imposibilitada para la pose-
sión de un puerto importante a causa
de los violentos vientos y los bancos
de arena; Ceuta, en el Mediterráneo,
en la punta norte de la península de

65
Anjera, y Melilla, en el extremo nor-
deste del Mediterráneo. Aunque Ceu-
ta distaba de Melilla unos doscientos
quince kilómetros, no existía ninguna
ruta terrestre entre ambas plazas en
esas fechas, tampoco entre Ceuta y
Larache. Por lo tanto, las comunica-
ciones entre las mencionadas ciuda-
des tenían lugar por mar. El interior
de la zona constituía un misterio por
explorar.
En la época en que se inició la implan-
tación de nuestro protectorado, la po-
blación indígena se estimaba en unos
setecientos sesenta mil habitantes,
los cuales, en su gran mayoría, eran
bereberes —término de significación
lingüística más que racial—, hombres
de raza blanca que hablaban una len-
gua derivada de la rama camita de la
familia lingüística camito-semítica.
Los bereberes estaban organizados
en tribus (cabilas).
División del protectorado
España dividió su zona de responsa-
bilidad en cinco territorios:
1. YEBALA, habitado por las cabilas
de Anjera, Al Hauz, Wad-Ras, Beni
Mesauar, Jebel Habib, Beni Ider, Beni
Aros, Beni Lait, Beni Hassan y Beni
Hosmar.
2. LUCUS, donde vivían las de Gar-
bia, el Sahej, Khlot, Khot Tilig, Beni
Gorfet, Ahl Serif, Sumata, Beni Isser
y Beni Skar.
3. GOMARA, patria de las de Beni
Said, Beni Seyyel, Guezawa, Beni Yah-
med, Beni Khaled, Beni Ersin, Metiva,
Beni Smih, Beni Guerir, Beni Bus-
ra, Beni Selmán, Beni Mensor y Beni
Serwal.
4. RIF, con sus cabilas de Mestasa,
Beni G’mil, Beni Bu Frah, Targuist,
Ketama, Beni Ammart, Beni Urria-
guel, Bucoya, Beni Iterft, Beni Turin y
Gueznaya, así como un pequeño gru-
po de tribus reducidas cerca del mon-
te Tidiguin, conocidas colectivamente
con el nombre de senhaja.
5. KERT, habitado por las de Temsa-
man, Beni Ulishek, Tafersit, Metalsa,
Beni Said, Beni Bu Gofar, Beni Sicar,
Maruza, Beni Bu Ifruz, Beni Sidel, Beni
Bu Yahi, Ulad Stut y Quebdana.
En total, más de sesenta cabilas po-
blaban el territorio bajo responsabi-
lidad española. Entre todas ellas, las
del Rif habían sido siempre las más
fuertes e importantes y, entre los rife-
ños, los miembros de la de Beni Urria-
guel eran los más belicosos y nume-
rosos.
A la firma del tratado de Madrid
en 1912, España se prepara para la
ocupación de su zona; a tal fin, nom-
bra un alto comisario del Marruecos
español como máxima autoridad y
sitúa la capital en Tetuán. A efectos
administrativos, se dividió el protec-
torado en tres comandancias, Lara-
che, Ceuta y Melilla, y, a causa de la
dificultad para las comunicaciones
entre ellas, a cada comandante ge-
neral se le otorgó un grado de auto-
nomía importante en el ámbito local.
Aunque, teóricamente, los coman-
dantes se hallaban bajo la jurisdicción
del alto comisario de Tetuán, también
recibían órdenes directamente de los
Ministerios de la Guerra y de la Gober-
nación de Madrid.
A finales de diciembre de  1918, las
tres comandancias se refundieron en
dos: Ceuta y Melilla.
INTRODUCCIÓN
En 1919, fue nombrado alto comisa-
rio —es decir, máxima autoridad en el
Marruecos español— el general Dá-
maso Berenguer. En este orden de
cosas, en febrero de  1920 tomaba
posesión de la Comandancia General
de Melilla el general don Manuel Fer-
nández Silvestre. Ambos eran presti-
giosos militares con una gran expe-
riencia en los temas de África, donde
llevaban destinados bastantes años.
Empero, ambos tenían opiniones dis-
tintas sobre cómo pacificar mejor el
Marruecos español.
El general Berenguer defendía y apli-
caba el método de la «mancha de
aceite», es decir, un avance paulatino,
con vistas a la ocupación efectiva del
territorio, mediante la combinación
de la acción militar y de la acción po-
lítica con la finalidad de ganarse a la
Cabilas del Protectorado español de Marruecos

66 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
población nativa. Frente a la pruden-
cia que caracterizaba la estrategia de
Berenguer, se alzaba un Silvestre im-
petuoso y osado, gran amigo de la ac-
ción, el cual defendía la idea de ocu-
par militarmente y de forma rápida el
protectorado, dejando la acción polí-
tica subordinada a la militar. Así, una
vez tomado el mando de la Coman-
dancia General de Melilla, impulsó en
la zona oriental un avance precipitado
y no muy bien planificado hacia el co-
razón del Rif que Berenguer no pudo
o no quiso detener.
Eufórico y confiado por la aparente
facilidad con la que había avanzado,
Silvestre aseguraba estar a punto de
ocupar la bahía de Alhucemas. Empe-
ro, las múltiples posiciones o blocaos
que había ido estableciendo a lo largo
de un amplísimo frente eran estraté-
gicamente indefendibles en caso de
ataque. Este se produjo en el mes de
julio de 1921. Los cientos de muertos
en las posiciones de Abarrán, Igueri-
ben y Sidi Dris fueron solo un aviso de
rebelión generalizada de las cabilas
rifeñas, que, unidas bajo las órdenes
de Abd el-Krim, iban a sembrar el pá-
nico y la muerte en todo el sector de
Melilla.
La retirada de las tropas se hizo de for-
ma caótica, a la desbandada, dejando
en manos de los cabileños abundan-
te material y pertrechos militares. La
caída de la posición de Annual, piedra
angular del desastre, donde murió el
general Silvestre (su cuerpo nunca se
recuperó), propició la caída de las de-
más posiciones y el derrumbamiento
de la Comandancia General de Meli-
lla, ciudad que se vio seriamente ame-
nazada.
La victoria en Annual le dio a Abd el-
Krim un prestigio extraordinario entre
las cabilas, lo que, unido a sus dotes
de mando, le confirió un poder políti-
co y militar sobre la totalidad del Rif.
Aquella catástrofe dio al traste con los
esfuerzos de doce años y el caudillo
rifeño, antiguo protegido y empleado
de los españoles, se convirtió en su
peor enemigo. Desde 1921 y hasta el
final del régimen de la Restauración,
la cuestión de Marruecos, objeto de
incesante debate público, se convir-
tió en una pesadilla que envenenó la
vida nacional y acabó siendo una de
las principales causas de la destruc-
ción del régimen parlamentario.
En este contexto, la muerte del presi-
dente del Gobierno don Eduardo Dato
llevó a presidir el gabinete a don Anto-
nio Maura, el cual dirigió un Gobierno
enzarzado en agudas discrepancias
en torno a la política que, en adelante,
habría de seguirse en el protectorado.
Así, mientras algunos eran partidarios
de limitar sustancialmente la implica-
ción de España en Marruecos, otros
opinaban que la única política posible
era la ocupación de toda la zona, ya
que una retirada hacia la costa enva-
lentonaría a Abd el-Krim, dejaría las
manos libres a los franceses y supon-
dría una deshonra para la posición in-
ternacional de España.
El deterioro político y social en el que
se desenvolvía la sociedad española
en aquellos momentos —fruto, prin-
cipalmente, del proceso revolucio-
nario de  1917, al que se unieron las

67
consecuencias del desastre de An-
nual— propició el golpe de Estado del
general Primo de Rivera el 13  de sep-
tiembre de  1923 y la implantación de
una dictadura militar.
Uno de los primeros problemas a los
que tuvo que hacer frente el primer
gabinete de la dictadura fue el de Ma-
rruecos. En relación con el protec-
torado, Primo de Rivera siempre se
había manifestado partidario de su
abandono; a tal fin, inició el replie-
gue de los soldados que operaban en
la zona occidental. Sin embargo, las
circunstancias operaron en su con-
tra, pues la intención española fue in-
terpretada como signo de debilidad y
el líder rifeño Abd el-Krim cimentó en
ella su prestigio y credibilidad. Entre
septiembre y diciembre de  1924, las
tropas españolas abandonaron más
de trescientos puestos en el sector de
la Comandancia General de Ceuta, re-
plegándose hacia una línea fortificada
costera que se denominó «Línea Pri-
mo de Rivera» o «Línea Estella», alre-
dedor de las ciudades de Ceuta, Me-
lilla, Tetuán y Larache. El líder rifeño,
que había proclamado la República
del Rif a principios de  1923, logró, al
calor del repliegue español, consoli-
dar su liderazgo y aglutinar un ejérci-
to bien pertrechado y organizado, a la
par que controlar no solo el Rif, sino
Gómara y Yebala.
Esta situación obligó al dictador a to-
mar medidas excepcionales que se
materializaron en la planificación de
una gran operación anfibia: el desem-
barco en la bahía de Alhucemas, en el
corazón del Rif, que buscaba asestar
un golpe definitivo para acabar con el
foco central de la rebelión. No obstan-
te, Primo de Rivera tanteó otras posi-
bilidades, para lo cual inició negocia-
ciones con el líder rifeño, las cuales
fueron utilizadas por este para forta-
lecer la resistencia marroquí e incre-
mentar las operaciones bélicas, a la
par que le permitían la consolidación
y preparación de sus tropas.
El líder rifeño, envalentonado por el
repliegue español de  1924, tomó la
decisión de atacar el protectorado
francés en la primavera de  1925. En
su galopada llegó hasta las proximi-
dades de Fez. Así, Francia, que nun-
ca había querido colaborar con Es-
paña en operaciones destinadas a la
pacificación de Marruecos, se decidió
a cooperar el 8 de septiembre de 1925
en el desembarco de Alhucemas,
cuyo objetivo era acabar con el poder
de Abd el-Krim.
SITUACIÓN DE KUDIA TAHAR
Abd el-Krim tenía conocimiento de
que el Gobierno español estaba pre-
parando una operación de desem-
barco en la bahía de Alhucemas. No
obstante, desconocía el sitio exacto
donde se llevaría a cabo, no así que,
para su realización en breve plazo, de-
bía emplearse un número muy impor-
tante de fuerzas de la zona occiden-
tal. Con el fin de aventar el peligro que
dicha operación suponía para la Re-
pública del Rif, pergeñó un plan para
romper el frente de Tetuán y ocupar la
capital del protectorado. Si esta caía
—pensaba el líder rifeño—, se produ-
ciría un Annual político y la operación
de Alhucemas quedaría abortada.
Dada la magnitud de la empresa pro-
yectada, puso al frente de esta a su
mejor subordinado, Admed el Heriro.
La capital de la zona de nuestro pro-
tectorado estaba defendida hacia el
sur por una línea de posiciones que
distaban de esta unos cinco kilóme-
tros. De entre ellas destacaba Kudia
Tahar, verdadero nido de águilas, des-
de la que se dominaban las entradas
orientales a Tetuán.
El Heriro, conocedor de la importan-
cia de esta posición en el conjunto del
cinturón defensivo de la ciudad, deci-
dió atacarla. A tal fin, organizó un har-
ca de dos mil hombres, con los que
llevó nueve piezas de artillería. Ubicó
su puesto de mando en el collado de
Dar Rai, desplegó sus tropas para ata-
car la posición y emplazó los cañones
en Hafa de Duira.
ATAQUE A LA POSICIÓN
Al amanecer del día 3  de septiembre
de 1925, se desencadenó el ataque a
la posición que, al mando del capitán
Zaracíbar, defendía una compañía del
Regimiento de Infantería n.º  5, apoya-
da por los componentes de otras ar-
mas y servicios; en total, había unos
ciento treinta hombres. La posición
disponía, como armamento pesado,
de cuatro cañones y seis ametralla-
doras que, a las setenta y dos horas
de iniciado el ataque, habían sido in-
utilizados por el fuego enemigo. La
violencia del bombardeo al que fue
sometida la posición los días  3, 4 y 5
la dejó convertida en un montón de
ruinas humeantes y sus defensores
fueron reducidos a cuarenta y ocho
hombres útiles con escasa munición,
casi sin agua y con el jefe de la posi-
ción muerto.
Nada más tener conocimiento del ata-
que a Kudia Tahar, el mando organi-
zó varias columnas de socorro. Así, el
día 3 dos compañías del Batallón de
Cazadores de África n.º  6, al mando
del comandante Manuel González,
salieron de la posición de Gorgues

68 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
en socorro de esta. De esta fuerza,
solo un número reducido penetró en
ella, integrándose en los defensores.
El resto quedó retenido en el colla-
do de Vázquez. Asimismo, ese mismo
día salió desde Tetuán otra columna al
mando del teniente coronel Hernán-
dez Francés con la misión de arrojar
al enemigo del barranco de Assaden;
esta sostuvo violentos combates sin
conseguir su propósito. No obstante,
nuestras pérdidas fueron numerosas;
entre ellas se contaba el jefe de la co-
lumna.
Desde el 5  al 11  de septiembre, la
vida en la posición fue realmente
angustiosa. Sin embargo, tanta ad-
versidad poco afectó al espíritu de
combate de los sitiados. Por otra par-
te, el mando no cejó en su intento de
articular acciones para socorrer y li-
berar la posición, aunque con escaso
éxito. Así, el día  5 un tabor de regula-
res de Ceuta y un batallón del Regi-
miento del Serrallo solo consiguieron
recuperar varios puestos en la línea
de Nator. Asimismo, el día  9 el tenien-
te coronel Álvarez Arenas, al frente de
una columna constituida por un ta-
bor de regulares de Ceuta y la Me-
hl-la de Tetuán, trató de subir por el
barranco de Seguin mientras el co-
ronel Prats, al mando de un batallón
del Regimiento Toledo n.º  35 y otro
del Regimiento Ceuta n.º  60, obs-
taculizaba la progresión del enemi-
go hacia el valle del río Martín desde
posiciones defensivas en el barranco
Busamelal. Sin embargo, la tenaz re-
sistencia de los rifeños impedía a las
columnas de socorro aproximarse a
la posición.
POSICIÓN LIBERADA
La situación planteada era tan gra-
ve y tan desastrosas las consecuen-
cias que acarrearía la caída de Ku-
dia Tahar en manos enemigas que el

69
general Primo de Rivera se desplazó
a Tetuán para coordinar las operacio-
nes de salvamento. Al mismo tiempo,
ordenaba que un tabor de regulares
y dos banderas del tercio de las fuer-
zas de desembarco en Alhucemas se
trasladasen urgentemente vía Ceuta
a la zona de la capital del protectora-
do. El día  10 esta columna, al mando
del teniente coronel Balmes, estaba
presente en Tetuán. Allí se integró en
las fuerzas destinadas a liberar la po-
sición; al frente de ellas estaba el co-
mandante general de Ceuta, el gene-
ral Souza y Regoyos. Este las articuló
en tres columnas, que el día 11 ini-
ciaron un avance concéntrico sobre
la posición sitiada. Así, tras dos días
de indescriptibles combates cuerpo
a cuerpo en los que jugaron un papel
importantísimo las armas blancas y
las granadas de mano y después de
vencer la tenaz resistencia enemiga y
poner en fuga a las huestes del Heri-
ro, el día  13 por la mañana una ban-
dera de la Legión entraba por fin en
la posición de Kudia Tahar. Con su li-
beración se disipó la amenaza que se
cernía sobre Tetuán y el plan conce-
bido por Abd el-Krim se desarticuló.
En consecuencia, su prestigio en Ye-
bala quedó quebrantado. Su manio-
bra no logró los fines que perseguía,
ni se suspendió ni sufrió aplazamien-
to el embarque de la brigada del ge-
neral Saro. Asimismo, las tropas que,
procedentes de Alhucemas, tomaron
parte en la liberación de Kudia Tahar
pudieron regresar victoriosas a su
punto de origen, con la moral alta y
un acrecentado espíritu de combate.
CONCLUSIÓN
Los heroicos defensores y las va-
lientes tropas que los salvaron ha-
bían cumplido con su deber: Tetuán
se había salvado y, con la capital, el
desembarco de Alhucemas. La for-
midable gesta —cerca de un millar de
bajas— les granjeó el reconocimiento
del Ejército y de la nación.
Asimismo, revistió una gran impor-
tancia por tres motivos fundamenta-
les:
1. El fracaso que Abd el-Krim cose-
chó en dicha operación, el cual llevó
aparejado el éxito del desembarco de
Alhucemas.
2. La rehabilitación del soldado espa-
ñol como combatiente eficaz, condi-
ción que estaba en entredicho desde
el desastre de Annual.
3. La victoria en Kudia Tahar elevó la
moral del ejército español, el cual no
había dejado de sufrir descalabros
desde 1921.
A tan brillante éxito contribuyeron el
heroísmo de las tropas liberadoras, el
estoicismo de los defensores de la po-
sición y el acierto en la dirección del
conjunto de la operación. Este com-
pendio de actitudes propició un hecho
excepcional en los anales militares al
concederse hasta nueve Laureadas de
San Fernando, igualando las concedi-
das por las operaciones en el barranco
del Lobo y el Gurugú en julio de  1909.
Como homenaje a los hombres que,
con su conducta, se hicieron acreedo-
res a ostentar esta condecoración,
creada para premiar los actos de valor
heroico como virtud sublime, se reco-
gen aquí sus nombres:
De este temple son los hombres que
conforman el acervo de la España
inmortal.
BIBLIOGRAFÍA
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Madrid, Fundación Ignacio Larra-
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nial. Las guerras de España en Ma-
rruecos. Barcelona, Ediciones Ariel.
- Woolman, D. (1988). Abd el-Krim y
la guerra del Rif. Barcelona, Ediciones
Oikos Tau.■
Comandante de Infantería
D. Francisco García-Escámez
Iniesta
Capitán de Infantería
D. José Gómez Zaracíbar
Capitán de Infantería
D. Miguel Rodrigo Martínez
Teniente de Infantería
D. Bartolomé Muntaner Cirici
Teniente de Infantería
D. José Martínez Anglada
Teniente de Artillería
D. Joaquín Fuentes Pila
Teniente de Ingenieros
D. Ángel Sevillano Cousillas
Teniente de aviación
D. Antonio Nombela Tomasich
Sargento de Infantería
D. Mariano Ascoz Cabañero

70 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Francisco Ángel Cañete Páez  | Comandante de Infantería retirado  | Profesor Mercantil
A MODO DE PRÓLOGO
Se cumple en este año  2022, por el
que, con mayor o menor fortuna, ve-
nimos transitando, el 175.º Aniver-
sario del primer asentamiento de un
alto centro militar en el madrileño Pa-
lacio de Buenavista. En efecto. Corría
el año  1847 y reinaba en España doña
Isabel II cuando, por su real disposi-
ción, se ordenó que el Ministerio de
la Guerra, a la sazón regido por el ge-
neral don Manuel de Mazarredo, pa-
sase a ocupar su sede en el Palacio
de Buenavista. Pero no pensemos
que en ese año  1847, en que el pala-
cio se vinculó al Ejército, se acababa
de inaugurar, pues nada menos que
su construcción se había llevado a
efecto tres siglos antes, toda vez que
su origen se remonta a mediados del
siglo XVI, cuando se ubicaba en el lu-
gar conocido como el madrileño Alti-
llo de Buenavista, en el llamado valle
de las Anorias. Cuatro largos siglos
de existencia, de ellos  175 años in-
defectiblemente unido a nuestro
Ejército (unos años antes de  1847,
estuvieron situados en este palacio
los Museos de Artillería e Ingenieros,
pero de forma intermitente y por un
período de tiempo no muy largo), han
dado para un sinfín de anécdotas,
curiosidades, tragedias, cambios de
propiedad y hasta duelos de honor,
con algún fallecimiento entre sus
muros centenarios, como la muerte
del general Prim. Todos ellos, entra-
ñables retazos de nuestra historia,
son el objeto del presente artículo.
INTRODUCCIÓN
El origen de este palacio se remon-
ta hacia mediados del siglo xvi. Tuvo
su origen, como he reseñado en mi
prólogo, en el lugar conocido enton-
ces por el valle de las Anorias, don-
de existía el Altillo de Buenavista,
cerca del sitio por donde años más
tarde hiciera pasar Felipe III la ta-
pia que circundó la entonces toda-
vía incipiente población madrileña.
En este pequeño altozano, sobre el
año 1567, levantó una gran edifica-
ción el inquisidor general del reino
y cardenal arzobispo de Toledo don
Gaspar de Quiroga y Vela, pertene-
ciente a una de las familias de más
raigambre de Galicia. Con su agu-
deza política, el rey Felipe II se con-
venció de la importancia estatal que
podía tener el convertir la peque-
ña villa de Madrid en capital de las
Españas; así pues, y por su real man-
dato, hizo que se transformara en el
centro político de su dilatado impe-
rio. La población no poseía las mí-
nimas condiciones de habitabilidad
que requerían los altos mandatarios
de la burocracia real y el alcázar es-
taba en tal situación de abandono
que, a instancias del rey, el carde-
nal Quiroga se vio obligado a ceder
El Palacio de Buenavista fue mandado construir por el cardenal don Gaspar de Quiroga
sobre el año 1567. En estos cuatro siglos y medio de existencia, sus propietarios han
hecho en el inmueble reformas y transformaciones importantes. Desde 1816, en que
albergó los Museos Militares de Artillería e Ingenieros, y sobre todo desde 1847, en que
pasó a ser la sede del Ministerio de la Guerra, está unido a nuestro Ejército
ELOGIO Y GLOSA HISTÓRICA ACTUALIZADA
DEL MADRILEÑO
PALACIO DE BUENAVISTA
ELOGIO Y GLOSA HISTÓRICA ACTUALIZADA
DEL MADRILEÑO
PALACIO DE BUENAVISTA

71
su palacio del Altillo de Buenavista a
S. M. católica para que los aposen-
tos que ocupara estuvieran en con-
sonancia con el decoro que la realeza
requería. Pronto quedó convertido el
Palacio de Buenavista en el sitio fa-
vorito del rey, que lo llamó su «casa
de campo» por lo alejado que esta-
ba entonces del núcleo de la villa. Es
por ello por lo que este palacio sirvió
de alojamiento a la emperatriz Ma-
ría de Habsburgo (María de Austria),
consorte de Maximiliano II del Sacro
Imperio Romano Germánico; al falle-
cer este en 1576 y regresar su viuda
a España en 1581, su hermano Feli-
pe II le cedió el Palacio de Buenavista
para que fuera ocupado por ella y su
hija, la serenísima infanta doña Mar-
garita, la mujer que despreció la co-
rona más rica de la tierra por abrazar
los hábitos monjiles de las salesas
reales, entre las que llegó a ser aba-
desa del convento. Allí se hizo espo-
sa del Santísimo la que pudo haber
sido quinta esposa de su augusto tío.
En los salones de la nueva residencia
se despacharon los asuntos políticos
de nuestros inmensos dominios, de
aquel imperio donde jamás se ponía
el sol. La emperatriz María de Habs-
burgo falleció en el año 1603 y cedió
el Palacio de Buenavista a su sobri-
no, el rey Felipe III.
LA «HUERTA DE JUAN
FERNÁNDEZ»
Lindante con estos terrenos, se en-
contraba la llamada «Huerta de Juan
Fernández» o «Huerta del Corregi-
dor», uno de los sitios más concurri-
dos de la villa. Era propiedad de don
Juan Fernández, que fue corregidor
de Madrid por el año  1624. Durante el
reinado del «Rey Planeta», como lla-
maban sus cortesanos a Felipe  IV, este
lugar adquirió tal importancia que era
frecuentado por la mejor nobleza de
la corte. Cubierta de césped, con el
laberinto de sus bosquecillos y cena-
dores, las parejas de enamorados, los
poetas y las más bellas damas acu-
dían allí a darse cita, en el mismo lugar
que en las horas de la madrugada era
preferido por los duelistas para tratar
sus cuestiones de honor. Tirso de Mo-
lina inmortalizó los días de la Huerta
de Juan Fernández en una obra que
lleva ese nombre.
DISTINTAS VICISITUDES
Y NUEVOS CAMBIOS DE
PROPIEDAD DE ESTE
Fallecido el rey Felipe III el 31  de
marzo de  1621, el Palacio de Buena-
vista pasó después por venta a don
Diego de Silva y Mendoza, conde de
Salinas y Ribadeo, quien ensanchó
aquellos terrenos con la adquisición
de nuevas parcelas, entre las que se
encontraba la Huerta de Juan Fer-
nández.
La Huerta de
Juan Fernández
se anexiona por
compra al Palacio
de Buenavista
Diego de Silva habitó el Palacio de
Buenavista hasta su fallecimiento
el 15  de junio de  1630 y pasó a he-
redarlo su hijo don Rodrigo de Sil-
va y Sarmiento, el cual, ante la des-
arreglada hacienda de su padre el
conde y los muchos acreedores
Cardenal Gaspar de Quiroga y Vela (1512-1594)

72 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
que constantemente reclamaban el
pago de sus deudas, cedió el pala-
cio con otras tierras adyacentes a la
Real Congregación de San Ignacio
de Loyola con el fin de instalar en
él un colegio para hijos de ilustres
familias vascas. Allí se mantuvie-
ron un tiempo los religiosos sin ver
convertidos en realidad sus propó-
sitos docentes. Más tarde, se vieron
obligados a ceder toda la posesión
—excepto una parte edificada en el
ángulo que forman actualmente las
calles del Barquillo y Alcalá, la cual
se reservaron—, aunque sin abando-
nar la ilusión de volverla a adquirir.
De esta forma, el Palacio de Buena-
vista renació a la vida de relumbrón
de la corte por su venta al persona-
je más ilustre de aquel reinado: don
Zenón de Somodevilla, marqués de
la Ensenada y primer ministro de
Felipe  V y Fernando  VI. El merecido
prestigio que adquirió como buen
ministro y los muchos honores y re-
compensas que había recibido le lle-
varon a una vida de ostentación tal
que se cuenta que, en una ocasión,
se presentó al rey tan lujosamen-
te vestido que este se lo hizo notar,
por lo que el marqués contestó: «Se-
ñor, por la librea del criado se ha de
conocer la grandeza del amo». A su
caída del poder por intrigas palacie-
gas, fue desterrado a Granada, que-
dando así solitaria la rica mansión
que había llegado a ser la primera
de la corte por la fastuosidad de sus
salones y sus fiestas cortesanas. En
el año  1760, la reina Isabel de Farne-
sio, segunda esposa de Felipe V, la
mujer que consiguió alejar de su pri-
vanza a la omnipotente princesa de
los Ursinos, encaprichose —muerto
ya su esposo y reinando su hijo Car-
los III— del palacio y obligó a que lo
pusiera en venta el marqués de la
Ensenada, que de esta forma se vio
despojado de la posesión de su casa
favorita por el capricho de la reina.
La tasación la hizo el célebre arqui-
tecto Ventura Rodríguez. La reina
solo habitó en el Palacio de Buena-
vista los seis años que precedieron
a su muerte, acaecida el 11 de julio
de 1766.
Año 1768. El
Palacio de
Buenavista pasa a
ser propiedad de
la Casa de Alba
Después del fallecimiento de doña
Isabel de Farnesio (1766), el pala-
cio fue adquirido por el duodécimo
duque de Alba, don Fernando de Sil-
va y Álvarez de Toledo, abuelo de la
famosa duquesa Cayetana, la que
inspiró a Goya soberbios lienzos. El
duque pensó en rehacer todas aque-
llas posesiones que antes pertene-
cieron al palacio, influyendo cerca
de S.  M. y del Consejo de Castilla
para que la Real Congregación de
San Ignacio de Loyola abandonara
voluntariamente el único resto que,
como he mencionado anteriormen-
te, les había quedado en un ángulo
del edificio. A cambio, el de Alba se
comprometía a donar a los religio-
sos magníficas propiedades en Va-
lladolid. Accedieron estos por fin, y
toda la propiedad primitiva pasó a
formar parte de la hacienda del du-
cado de Alba. En el año  1775, caso-
se María del Pilar Teresa Cayetana
y de Silva con don José Álvarez de
Toledo y Gonzaga, marqués de Vil-
lafranca y duque de Medina Sidonia;
una vez muerto su abuelo el duque y
tras heredarle su sobrina, los nuevos
esposos se decidieron a demoler el
viejo caserón y levantar en su lugar
un suntuoso palacio que estuviera en
consonancia con las preferencias de
la época y el boato con el que gus-
taban de rodearse. Se encomendó
el proyecto al arquitecto Juan Pedro
Arnal, que comenzó la obra en  1777.
Se construyeron dos patios interio-
res divididos por una pequeña edi-
ficación que tuvo que ser destruida
más tarde a consecuencia de un in-
cendio que se produjo, por lo que
quedó de este modo un solo patio,
que es el más pequeño de los dos
que en la actualidad tiene el Pala-
cio de Buenavista. En el nuevo pro-
yecto, se le dio más importancia a la
fachada posterior, hoy principal por
la relevancia que iba adquiriendo
de día en día aquel trozo de la calle
de Alcalá. Después de la muerte del
marqués de Villafranca, esposo de
Cayetana, en 1796 y al año siguien-
te del primer incendio, se produjo
otro de menor consideración, que la
malicia popular achacó a la encona-
da rivalidad entre la reina María Luisa
y la duquesa Cayetana. Sin embar-
go, de forma repentina y víctima de
unas fiebres, el 23  de julio de  1802, a
los cuarenta años, falleció doña Ca-
yetana, que dejó su cuantiosa for-
tuna a los amigos y servidores más
íntimos, ya que no tuvo sucesión di-
recta y, comoquiera que los nuevos
copropietarios del palacio no po-
dían continuar con el gasto de las
obras que se hallaban en marcha,
decidieron ponerlo en venta.
Monumento al valor en los jardines del Palacio

73
Año 1807. El
ayuntamiento de
Madrid compra
el Palacio de
Buenavista y se
lo cede a don
Manuel Godoy y
Álvarez de Faria
Por aquellos días, se encontraba en su
máximo esplendor la figura más impor-
tante del reinado de Carlos  IV, don Ma-
nuel Godoy y Álvarez de Faria, príncipe
de la paz y duque de Alcudia. El Ayun-
tamiento de Madrid le preparaba un
gran homenaje para celebrar el nuevo
y pomposo nombramiento recién con-
cedido a Godoy de almirante mayor de
las Fuerzas Marítimas de Indias. En su
virtud, pronto surgió la idea de adquirir
el Palacio de Buenavista para regalár-
selo. Se hizo la compra en el año  1807
con un coste de nueve millones de rea-
les, incluyendo en este precio, además
del edificio, el rico mobiliario y los va-
liosísimos objetos de arte que perte-
necieron a la duquesa de Alba, entre
los que se encontraban los célebres
cuadros de Goya La maja vestida y La
maja desnuda, que de esta suerte pa-
saron a ser propiedad del príncipe de la
paz. La donación se efectuó en los ini-
cios del año  1808, cuando ya comen-
zaban los primeros chispazos políticos
adversos al favor del que Godoy gozaba
en la corte, promovidos por el príncipe
de Asturias, el infante don Fernando.
Uno de los salones de la zona noble del Palacio
Panorámica frontal del Palacio, sede del Ministerio de la Guerra, en 1891

74 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
18 de marzo de
1808. Motín de
Aranjuez y caída
de don Manuel
Godoy.
Guerra de la
Independencia
(1808-1814).
Reinados de
José Bonaparte y
Fernando vii.
Año 1847, el
Palacio de
Buenavista pasa
a ser la sede del
Ministerio de la
Guerra
El 18 de marzo de 1808 se produjo el
Motín de Aranjuez, acelerándose de
esta forma la rápida caída de Godoy.
Los reyes, para calmar un poco los
ánimos del pueblo, se vieron arras-
trados a seguir las imposiciones de
sus contrarios y exoneraron a su fa-
vorito. La invasión francesa (1808)
puso fin al tumultuoso estado de
cosas. Se dictó orden de embargo
de todos los bienes que poseyera el
príncipe de la paz, al mismo tiempo
que se le desposeía de todos los tí-
tulos y grandezas que le hubieran
sido concedidos por real favor, con
lo que el Palacio de Buenavista pasó
a poder del Gobierno. Surgieron en-
seguida las primeras discusiones
sobre la nueva pertenencia del co-
diciado palacio. José Bonaparte,
durante su breve reinado, impues-
to por las bayonetas de su hermano
Napoleón, pensó crear en él el Mu-
seo Josefino. A la subida al poder de
Fernando  VII y a instancias reitera-
das de la Real Academia de Nobles
Artes de San Fernando, el palacio
fue cedido para la creación del Mu-
seo Fernandino, aunque luego tuvo
que ser devuelto nuevamente al po-
der público por recomendación del
Real Consejo de Castilla. Llegados
a este punto, y aprovechándose las
disputas habidas entre el Consejo
de Castilla y la Academia de San Fer-
nando, en  1816 se habilitó el Palacio
de Buenavista para albergar los mu-
seos de Artillería e Ingenieros por-
que el edificio de estos había sido
destruido por las refriegas habidas
en el parque de Monteleón duran-
te la invasión napoleónica de 1808.
Durante la regencia del general Es-
partero (1840-1843), el palacio fue
desalojado de los museos milita-
res que lo habitaban para instalar
en él su residencia personal. El día
4 de octubre de  1851, murió en Pa-
rís Manuel Godoy, habiéndosele ya
restituido todos sus títulos y hono-
res, así como las posesiones que
anteriormente le habían sido confis-
cadas por real decreto. En su virtud,
sus herederos no pudieron apropiar-
se del Palacio de Buenavista, que ya
desde el año  1847 se había converti-
do en sede del Ministerio de la Gue-
rra, siendo ministro el general don
Manuel de Mazarredo. Se empren-
dieron numerosas obras de amplia-
ción y reformas que, iniciadas por
Mazarredo, fueron continuadas por
sus sucesores al frente del ministe-
rio, los también generales don Fer-
nando Fernández de Córdoba, don
Ramón María Narváez y don Francis-
co de Paula Figueras. Por la escalera
principal del palacio, subió herido de
muerte, en la atardecida del 27  de
diciembre de 1870, el general don
Juan Prim y Prats, entonces ministro
de la Guerra y presidente del Conse-
jo de Ministros, víctima de un cruel
atentado llevado a cabo por unos si-
carios en la calle del Turco (hoy mar-
qués de Cubas). Por esas heridas fa-
llecería tres días más tarde, el 30  de
diciembre de  1870. A Prim se debe
la construcción del gran patio y el
formato de edificación que hoy pre-
senta el suntuoso edificio.
Las últimas obras se iniciaron
en 1939. Con ellas se transformó
casi por completo: se modifica-
ron su estructura, ornamentación
y aspecto exterior, habiéndosele
elevado una nueva planta. La aus-
teridad suntuosa de todas sus de-
pendencias hace del actual Palacio
de Buenavista uno de los mejores
edificios del Estado español. Y, para
los que nos hemos honrado vistien-
do el respetable uniforme de nues-
tro Ejército de Tierra, el Palacio de
Buenavista siempre será nuestra
«casa solariega», que recordare-
mos con nuestro especial afecto,
gratitud y cariño. Palacio de Buenavista Siglo xx
Palacio de Buenavista. Siglo XX

75
EPÍLOGO EMOTIVO (1847-2022)
Desde el año  1847, en que se estable-
ció en el Palacio de Buenavista el Mi-
nisterio de la Guerra, hasta el día de
hoy, en que escribo las presentes lí-
neas (junio de  2022), han transcurrido
175 años de permanencia casi ininte-
rrumpida de nuestro Ejército en tan
suntuoso palacio, primero como Mi-
nisterio de la Guerra, que pasó des-
pués a denominarse respectivamen-
te Ministerio del Ejército (durante un
corto período a finales de la dictadura
del general Primo de Rivera) y Minis-
terio de Defensa (desde 1939 hasta
1977). Con esta denominación siguió
repartiendo sus despachos y nego-
ciados entre el cuartel general del
Aire y el Palacio de Buenavista hasta
principios de  1981, cuando efectúa su
traslado a su actual sede del madrile-
ño paseo de la Castellana. A partir de
ese año, el Palacio de Buenavista es
la sede del cuartel general del Ejérci-
to de Tierra.
BIBLIOGRAFÍA
 -Deleito y Piñuela, J. (1955). Feli-
pe IV y su época. Madrid: Espasa
Calpe.
 -Martínez Friera, J. (1943). Historia
del Palacio de Buenavista. Madrid:
Ministerio del Ejército.
 -De Mesonero Romanos, R. (1835).
Crónicas de Madrid. Madrid: Im-
prenta Repullés.
 -De Molina, T. (1634). La huerta de
Juan Fernández. Madrid: Imprenta
de Francisco Martorell.■

Una mochila
cargada de
experiencia y
conocimientos
Los militares de tropa profesional que no alcanzan la permanencia
han de buscar una nueva salida profesional a partir de los 45 años
que, en muchos casos, pasa por reintegrarse al mercado laboral.
Sus años para la formación y de mayor vigor físico se los han
dado al Ejército de Tierra para servir a los intereses de España
y de todos los españoles. Tienen una mochila bien cargada
de experiencia y conocimientos. Por un lado, es un momento
trascendental en sus vidas y, por otro, puede ser una buena
oportunidad para que la sociedad civil saque partido tanto a su
formación como experiencia, actitudes y aptitudes adquiridas en
sus años de servicio en el Ejército español
Si eres empresario o empleado, puedes contactar con:
Dirección de Asistencia al Personal del Ejército de Tierra.
Subdirección de Apoyo al Personal. Sección de Desvinculación.
Paseo Moret, 3 - 28008 Madrid. Tfno.- 914550560
Gestión
Mantenimiento
Seguridad/Transporte
Construcción
Profesionalidad
Honradez
Responsabilidad
Disciplina
Compromiso
Lealtad
Empatía
Compañerismo
Trabajo en
equipo
Capacidad de liderazgo
Ocio, deporte y artes
Sanidad

78 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
FERROCARRILES MILITARES
CIENTO CINCUENTA AÑOS AL
SERVICIO DEL EJÉRCITO
PRESENTACIÓN
Santiago Martín Sanz  | Coronel de Ingenieros DEM
El 3 de octubre de 1872, mediante
real orden, se constituyó la nueva es-
tructura de las tropas de ingenieros
de la Península: los dos regimientos
de ingenieros hasta entonces exis-
tentes pasan a cuatro e incluyen en
su orgánica la primigenia creación
de una compañía de ferrocarriles en
cada uno de ellos. Estos regimientos,
sin dividirse en batallones, se com-
ponían de seis compañías de dife-
rentes especialidades, de las que la
quinta era de ferrocarriles, primer
embrión de lo que será el desarro-
llo posterior de esta especialidad. A
modo de curiosidad, estas compa-
ñías estaban compuestas de un ca-
pitán, tres tenientes y ciento cuarenta
militares de tropa. Entre los diversos
oficios de sus componentes, desta-
caban los de cinco maquinistas y sie-
te fogoneros.
En 1872, las unidades militares de fe-
rrocarriles iniciaron un camino a tra-
vés de nuestra historia que llega hasta
estos días y en el que no han sido po-
cas las reestructuraciones sufridas,
aunque siempre obedecieron al pro-
pósito por el que fueron creadas, que
no es otro que el de servir con pro-
bada solvencia a las operaciones del
Ejército español tanto dentro como
fuera de nuestras fronteras.
Le corresponde al Regimiento de Pon-
toneros y Especialidades de Ingenie-
ros n.º 2, depositario del historial de
estas primeras compañías de ferroca-
rriles y de las sucesivas unidades de
esta especialidad desde diciembre
de 2008, hacer este pequeño home-
naje en forma de documento escrito,
en reconocimiento de la labor reali-
zada durante estos ciento cincuenta
Cartel realizado por el subteniente Joaquín Parrón con motivo del Aniversario

79
años de los ferroviarios militares al
servicio del Ejército.
En el imaginario común están presen-
tes, como un entrañable recuerdo, las
señas de identidad externas de estas
tropas: por un lado, su característico
uniforme azul vergara, el emblema de
pecho (que reproduce la locomotora
modelo 240-4001 Compound, perte-
neciente a la Compañía de Ferrocarril
del Norte y conocida como «la Masto-
donte») o los distintivos de las diferen-
tes especialidades de los prácticos;
por otro, los medios históricos de los
que disponían, como la locomotora
de vapor «San Fernando», popular-
mente denominada como «la Vaporo-
sa», o el coche-salón Teniente general
Díez-Alegría.
Pero lo más importante es, sin duda
alguna, el personal que ha formado
en las filas de las diferentes unidades
de ferrocarriles durante estos ciento
cincuenta años, que ha hecho posible
afrontar los retos que a lo largo de la
historia se les han planteado a estas
unidades: desde la campaña de Meli-
lla de 1921 hasta las operaciones más
recientes en Kosovo o Indonesia, pa-
sando por los apoyos a autoridades
civiles que se han prestado en Espa-
ña en diferentes periodos de zozobra.
Gran parte de estos empleados siguen
manteniendo su vinculación, como fe-
rroviarios militares que fueron, a tra-
vés de la Escala Honorífica Militar de
Ferrocarriles (EHM FF. CC.), con más
de veinte mil componentes.
Más allá del romanticismo que el ferro-
carril tiene aparejado en el imaginario
popular y del que su correspondiente
faceta militar, como hemos visto, no
está exenta, debe verse esta capaci-
dad militar como un sistema de pro-
yección de fuerzas de primer orden,
devolviéndole el protagonismo que
antaño disfrutaba y superando, con
hechos y no palabras, los argumentos
contrarios que lo acusaban de ser un
medio obsoleto en comparación con
otros terrestres, aéreos o marítimos.
En este documento, se hará un reco-
rrido por la historia del ferrocarril mi-
litar (pasado) y las operaciones en las
que los ferroviarios del Ejército han
participado (pasado y presente), y se
mirará al futuro de la movilidad mili-
tar por ferrocarril y del papel que, sin
duda, desempeñará esta capacidad
en el escenario actual de conflicto.
Llegados al ciento cincuenta aniver-
sario de la creación de las primeras
compañías de ferrocarriles en nuestro
Ejército de Tierra, cabe preguntarse si
esta capacidad, que hasta la fecha ha
demostrado ser fundamental para el
desarrollo de la guerra, tendrá tam-
bién un papel principal en los esce-
narios de actuación planteados para
la Fuerza 35.
Esperamos que esta incógnita se re-
suelva a la lectura de este documento.■
Antigua foto del Regimiento de Ferrocarriles
con su característico uniforme azul vergara

150 AÑOS
DE LAS UNIDADES DE FERROCARRILES
EN EL EJÉRCITO ESPAÑOL
Óscar Luis Gálvez Cortés | Capitán de Ingenieros
No construyan fortalezas, construyan ferrocarriles.
Estratega y general alemán Helmuth von Moltke, 1800-1891
3.ª guerra Carlista. San Sebastián, 1875. Obús de 21' sobre plataforma ferroviaria
(foto tomada 3 años después de la creación de las unidades de Ferrocarriles)

81
En la historia del ferrocarril español
hay numerosos ejemplos de extraor-
dinarios militares que aportaron su
particular punto de vista para el de-
sarrollo de este medio de transporte,
que llegó a ser un hito en la historia,
ya que su invención supuso un cambio
de paradigma mundial.
En este artículo, se tratarán la evolu-
ción del ferrocarril y la organización
de las unidades militares ferroviarias
en España desde su creación por Real
Orden de 3 de octubre de 1872, hace
ahora ciento cincuenta años.
LOS INICIOS DEL
FERROCARRIL
En el siglo xviii, el inicio del movimien-
to conocido como Ilustración marcó
un hito histórico con el desarrollo del
método científico y el reduccionismo.
En este contexto nació la máquina
de vapor, inventada por James Watt
en 1770, que se convirtió en protago-
nista preponderante de la Revolución
Industrial. Este evento primigenio se-
ría seguido por otros dos igualmente
notables: el 21 de febrero de 1804,
el ingeniero inglés Richard Trevithick
ideó la primera locomotora de vapor
funcional, seguida en 1811 de la in-
vención del primer tren cremallera por
parte de John Blenkinsop.
A partir de este momento, el desarrollo
de nuevas locomotoras y nuevos sis-
temas se aceleró. En un avance impa-
rable, cabe destacar la construcción
de la locomotora Killingworth (George
Stephenson) en 1814 y, en 1825, de
la Rocket (hermanos Stephenson),
con importantes avances en su dise-
ño, como dos ejes motrices, cilindros
más horizontales, un fogón separado
de la caldera, etc. Esta locomotora
sería tristemente recordada por pro-
vocar el primer accidente ferroviario
mortal de la historia.
INICIOS DEL FERROCARRIL EN
EL ÁMBITO MILITAR
Desde los inicios del ferrocarril, este
empezó a ser usado por los ejérci-
tos. Ejemplos tenemos muchos y va-
riados, como su utilización en 1832,
cuando se transportó a un regimiento
británico para sofocar unos disturbios
sociales en Inglaterra; en 1854, du-
rante la guerra de Crimea, cuando se
produjo una hazaña histórica con la
construcción de una línea de ferroca-
rril de doce kilómetros en seis sema-
nas, siendo la primera vez que se hizo
uso de un tren hospital; en 1861, du-
rante la guerra de Secesión america-
na, cuando se creó una unidad espe-
cífica para acometer las reparaciones
de la infraestructura tras los muchos
sabotajes a los que era sometida; o
la emblemática batalla de Sadowa
en 1866, donde un factor clave para
la victoria prusiana frente al impe-
rio austriaco fue la eficiente organi-
zación de sus ferrocarriles. También
hay ejemplos en el ámbito patrio: en
1872, durante la guerra carlista, en las
campañas de insurrección de Cuba
de 1895 o en la campaña de Melilla
de 1909.
Rodamiento Ancho Variable (RAV). Prototipo en RPEI 12 (archivo fotográfico del autor)
Escuelas prácticas de ferrocarriles 1902. Cuartel de la Montaña (Madrid)

82 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
La relación entre el Ejército español y
el ferrocarril ha dado provechosos fru-
tos durante sus ciento cincuenta años
de historia y, antes de comenzar con
el desarrollo de las distintas organi-
zaciones de las unidades militares de
ferrocarril, se hará un pequeño parén-
tesis para mostrar algunos brillantes
ejemplos de sus aportaciones. Entre
estos, podemos hablar del desarrollo
del tren talgo
1
por parte de Alejandro
Goicoechea Omar (1895-1984), quien
inició sus estudios técnicos en 1912
en la Escuela de Ingenieros del Ejér-
cito de Guadalajara. Fue responsable
de la construcción del ramal ferrovia-
rio de Cuatro Vientos a Leganés, y se
licenció en 1921 con el empleo de ca-
pitán. Otro adelantado a su época fue
el teniente coronel Muñoz Aza, quien
ya en 1962 inventó una innovadora so-
lución para permitir la circulación de
nuestros trenes por Europa: desarro-
lló un eje de ancho variable que permi-
tía el cambio del ancho de vía ibérico
(1668 mm) al estándar (1435 mm) y vi-
ceversa, cuyo prototipo original está
actualmente depositado en el acuar-
telamiento Sangenís (Zaragoza). Este
revolucionario diseño es el precursor
de los ejes de ancho variable que hoy
en día están siendo desarrollados por
un consorcio empresarial, junto con
Adif.
Podríamos seguir relacionando ejem-
plos de brillantes militares que apor-
taron sus ideas al ferrocarril, como el
diseño del puente metálico ferroviario
HG (Hernández-Núñez Grande) o el in-
comparable sistema de muelle testero
transportable (TRANSFER), único en
el mundo, que ofrece la posibilidad de
embarcar y desembarcar en cualquier
lugar sin necesidad de muelles.
LA ORGANIZACIÓN DE LAS
UNIDADES DE FERROCARRILES
EN EL EJÉRCITO ESPAÑOL
Para conocer la implantación del ferro-
carril en el Reino de España, nos tene-
mos que retrotraer al 19 de noviembre
de 1837, durante la regencia de María
Cristina de Borbón, cuando se cons-
truyó la primera vía férrea española
(y séptima línea del mundo) desde La
Habana a Güines, adelantándose casi
once años a la primera línea ferrovia-
ria abierta en la España peninsular.
La obra tuvo al norteamericano Alfred
Locomotora del ferrocarril de La Habana a Güines (Cuba) (1837)
Amadeo I de España (Anónimo, vía Wikimedia Commons)

83
Cruger como ingeniero principal, pero
fue asesorado por militares españoles.
El Ejército ya vislumbraba el ferrocarril
como un elemento valioso. Este interés
se plasmó en la siguiente línea cons-
truida en Cuba (Cárdenas-Bemba)
en 1839, dirigida ya por un teniente de
ingenieros del Ejército español.
Sin todavía haberse construido en la
España peninsular una infraestructu-
ra ferroviaria viable, en 1846, se ela-
boró el Informe general de los ferroca-
rriles, en el que se contemplaba que el
Ejército explotara estas líneas y crea-
ra en un futuro tropas especializadas
en este nuevo medio de transporte.
Poco después, en 1848, España con-
taría con sus primeros veintiocho kiló-
metros de infraestructura ferroviaria.
Pasados unos años, en 1856, se pu-
blicó el Reglamento para el transpor -
te de tropas por ferrocarril (cuando en
España se disponía de 422,5 kilóme -
tros de infraestructura ferroviaria
2
) y,
en 1871, las Orientaciones para los
transportes militares por ferrocarril.
Bajo el reinado de Amadeo I, por Real
Orden de 3 de octubre de 1872, se
crearon las primeras compañías de
ferrocarriles y se asignó esta especia-
lidad al cuerpo de ingenieros militares
por sus características técnicas. En
aquellos tiempos, el Ejército dispo-
nía de dos regimientos de ingenieros
con cuatro compañías que, con la ley
presupuestaria de  1873, aumentarían
a seis, de las que la quinta sería la de
ferrocarriles.
Inicialmente, la plantilla de la compa-
ñía de ferrocarriles se iba a componer
de cuatro oficiales, siete suboficiales
y setenta y tres soldados. Esta nueva
organización conllevó la edición de
muchas obras, entre las que destaca
el Manual de transportes militares por
ferrocarril de 1873, publicado por el
interventor militar Domingo Ortiz Pi-
nedo.
Fue durante el periodo final de la Pri-
mera República cuando volvieron a re-
organizarse las tropas de ingenieros, el
3 de julio de 1874. En dicha reorgani-
zación, se separaron las compañías de
zapadores minadores de las de ponto-
neros, telégrafos y ferrocarriles, creán-
dose el tercer regimiento de ingenie-
ros, con dos batallones: el primero,
con cuatro compañías de pontoneros
Cuadro de tropas ferroviarias y telégrafos
(propiedad desconocida, físicamente en RPEI 12)
Batallón de Ferrocarriles 1884. Cuartel de la Montaña y zona de prácticas de
ferrocarriles (extraída de la presentación «Ferrocarriles. 150 aniversario»
del coronel Carlos Zamorano García)

84 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
basadas en Zaragoza, y el segundo,
con dos compañías de telégrafos y dos
de ferrocarriles en Madrid.
Finalizada la Primera República y
reinando Alfonso  XII, el 30  de agos-
to de 1875 se llevó a cabo una nue -
va reorganización del Ejército, en la
que se creó el cuarto regimiento de
ingenieros, los tres primeros de za-
padores minadores y el cuarto, el de
pontoneros, telégrafos y ferrocarriles.
Es destacable en aquellos días la pu-
blicación, por parte del teniente coro-
nel Vallespín y Sarabia, de las Leccio -
nes provisionales sobre ferrocarriles,
texto de estudio obligatorio en la Aca-
demia de Ingenieros de Guadalajara.
En un periodo de nueve años, se su-
cedieron diversas reorganizaciones
de las unidades de ingenieros que
irían, poco a poco, conformando el
embrión del Batallón de Ferrocarriles.
Por Real Decreto de  1877, se organi-
zaron cuatro regimientos de minado-
res y un quinto denominado regimien-
to montado de ingenieros. Más tarde,
por Real Decreto de 14 de diciembre
de 1883, se separaron el servicio de
pontoneros y el tren de servicios es-
peciales.
Solamente un año después, el 15 de
diciembre de 1884, durante el último
año de reinado de Alfonso XII, se su-
primió el tren de servicios especiales
y las compañías de ferrocarriles se re-
organizaron en el Batallón de Ferroca-
rriles.
A partir de este momento, dicho
batallón pasaría a depender de la
Dirección Técnica de Comunica-
ciones (Madrid), con la misión de
«construir, reparar y explotar las lí-
neas férreas necesarias al servicio
del Ejército, enclavadas en el teatro
de operaciones». Se estableció en el
cuartel de la Montaña de Madrid y
disponía de un espacio no muy am-
plio para las prácticas de montaje de
vía, donde se llevarían a cabo las es-
cuelas prácticas del Batallón de Fe-
rrocarriles.
Esta época también fue prolífica en
cuanto a publicaciones militares es-
pecializadas, destacando entre ellas
Tracción de vías férreas, del entonces
capitán de ingenieros Marvá y Mayer,
una de las publicaciones más impor-
tantes de la época, y el Reglamento
de transportes militares por ferroca-
rril, en el que ya se establecían las pri-
meras categorías de los trenes mili-
tares.
Como se puede observar, las unida-
des de ferrocarriles del Ejército fue-
ron tomando más protagonismo y au-
mentó significativamente el número
de efectivos. En 1893, se llegó a con-
tar con más de mil ferroviarios.
Por Real Orden de 29 de julio de 1897,
aparecieron las divisas, emblemas y
distintivos propios de la especialidad
de ferrocarriles. El actual distintivo
que conocemos, la locomotora, fue
creado en 1929.
Escuelas prácticas del Batallón de Ferrocarriles en terrenos aledaños al Cuartel de la
Montaña. La foto corresponde a dos locomotoras 1-3-0 en dotación desde 1895
Locomotora ténder de los ferrocarriles militares en el Protectorado de Marruecos

85
NACIMIENTO DE LOS
REGIMIENTOS DE
FERROCARRILES
Reinando Alfonso XIII, en 1902, se
creó el parque de ferrocarriles y se ad-
quirió nuevo material y herramientas
para dotar a las unidades de ferroca-
rriles. En 1908, se creó la Compañía
de Depósito, a la que pertenecían to-
dos los licenciados del Batallón de Fe-
rrocarriles, siendo este el embrión de
la Escala Honorífica de Ferrocarriles.
Al amparo de esta situación, tomando
como base el Batallón de Ferrocarri-
les, el día 4 de octubre de 1912 se creó
el Regimiento de Ferrocarriles, unidad
compuesta por ocho compañías en-
cuadradas en dos batallones y ocho
compañías de depósito, a las que se
les asignaron líneas ferroviarias con
cabecera en Zaragoza y Córdoba.
España entró en estos momentos en
una época convulsa, la huelga general
revolucionaria de 1917. Durante estas
revueltas, se destinó una compañía del
Regimiento de Ferrocarriles para vigi-
lar la estación Madrid-Norte. Fue tal el
desorden de las empresas ferroviarias
que el Gobierno reconoció la necesi-
dad de que cierto número de soldados
estuviera destinado en dichas empre-
sas para hacer frente a las continuas
huelgas, a quienes se les dio el nombre
de «prácticos». En este año, además,
se adoptó el uniforme color azul verga-
ra, tan característico de las tropas fe-
rroviarias, que sobrevivió hasta 1998.
Pasados tan solo seis años de la crea-
ción del Regimiento de Ferrocarri-
les, por Real Decreto de 17 de enero
de 1918, se creó el segundo Regi-
miento de Ferrocarriles debido a una
serie de factores claves, como la im-
portancia adquirida por este medio
de transporte, el elevado número de
personal necesario en las compañías
de depósito, el crecimiento de la red
ferroviaria (con más de once mil kiló-
metros) y las beligerantes huelgas y
revueltas. Además de lo anterior, du-
rante ese año se creó la Escala Ho-
norífica de Complemento de Ferro-
carriles, con la que se completaba el
camino seguido por las compañías
de depósito formadas en 1908; en la
actualidad, es gestionada por el Regi-
miento de Pontoneros y Especialida-
des de Ingenieros n.º 12
3
.
Jefe y oficiales del Regimiento de Ferrocarriles en 1912. Foto de José María Romero
Cuadro de su majestad Felipe VI con el uniforme azul vergara
(Archivo fotográfico del autor)

86 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
A partir de este momento, los
regimientos estarían compuestos por
un batallón de zapadores ferroviarios,
un batallón de explotación y un depó-
sito de prácticas y reserva, con base
en Leganés y Carabanchel, respecti-
vamente.
Una década después, recién inicia-
da la Segunda República, por De-
creto de 8 de julio de 1931, las uni-
dades de ferrocarriles sufrieron una
reducción drástica de sus efectivos,
disolviéndose uno de los regimien-
tos y procediéndose a la licencia de
los prácticos y personal movilizable.
Esta decisión demostró no ser acer-
tada, ya que, tras los hechos ocurri-
dos durante la revolución de Asturias
de 1934 y los continuos sabotajes y
descarrilamientos que sufría el tráfico
ferroviario, se creó el servicio militar
de ferrocarriles
4
y se reactivó la Es-
cala Honorífica de Complemento.
Esta situación llevó a crear un nuevo
regimiento de ferrocarriles (por Ley
de 2 de marzo de 1935), volviéndose
a la situación de 1918.
LA GUERRA CIVIL
En esta situación se llegó a las postri-
merías de la Guerra Civil en 1936. Por
aquel entonces, España seguía con-
tando con dos regimientos de ferro-
carriles, cuyas planas mayores com-
partían el mismo acuartelamiento de
Leganés.
Ya al inicio de la Guerra Civil, el fe-
rrocarril constituyó un importante
elemento para el bando sublevado,
por lo que se reconstituyó el servi-
cio militar de ferrocarriles (SMF) y
se volvió a movilizar al personal de
las empresas ferroviarias, creán-
dose dos agrupaciones de ferro-
carriles y activándose la Escala de
Complemento; todo ello pasó a de-
pender directamente de la Junta de
Defensa Nacional. Para el mando de
las dos agrupaciones, se designó a
dos militares relevantes en el futu-
ro, el comandante Rivero de Agui-
lar y Otero, que sería nombrado di-
rector general de Renfe en 1944, y
el capitán Bahamonde Tayllafert,
que, en reconocimiento a su labor
en los ferrocarriles militares, daría
nombre a sendos acuartelamientos
de estas unidades: Cuatro Vientos
y Zaragoza.
Trabajos de montaje de una terminal ferroviaria en el CENAD San Gregorio (Zaragoza, 2017). Archivo fotográfico del autor

87
PERIODO 1939-1995
Tras la Guerra Civil, el parque ferro-
viario quedó diezmado. En esta situa-
ción, se reorganizaron las tropas de
ferrocarriles, que, por Diario Oficial
de 12 de diciembre de 1939, pasaron
de nuevo de regimientos a agrupacio-
nes.
Esta situación se mantiene hasta el
1 de abril de 1963, con la creación del
Regimiento de Zapadores Ferrovia-
rios n.º 13
5
en Cuatro Vientos (Madrid)
y posteriormente, a partir de 1976, del
Regimiento de Movilización y Prácti-
cas de Ferrocarriles n.º 14
6
en Fuen-
carral (Madrid)
7
. Desde aquella fecha
hasta 1995, las unidades de ferroca-
rriles del Ejército hicieron dos grandes
aportaciones a España: por un lado, la
importante labor docente en la forma-
ción del personal de ferrocarriles que
pasaría a servicio de Renfe; por otro,
la que puede ser calificada como la
primera misión de ayuda humanitaria
en la que participó el Ejército español,
la construcción de puentes e infraes-
tructura ferroviaria en Túnez tras unas
catastróficas inundaciones
8
.
EL REGIMIENTO DE
FERROCARRILES 13
En 1995, debido a la reducción de per-
sonal y la paralización de la actividad
docente para el ingreso de emplea-
dos en Renfe, se fusionaron los dos
regimientos existentes hasta la fecha
(el RZF n.º 13 y el RMPF n.º 14) en el
Regimiento de Ferrocarriles n.º 13
9
,
en su guarnición de Cuatro Vientos.
Unos años más tarde, en 1999, se
estableció que la Escala Honorífica
de Ferrocarriles no admitiría nuevos
ingresos ni ascensos, declarándose
que se extinguiría, aunque sigue ac-
tiva en nuestros días.
En el año 2001, se produjo el traslado
del Regimiento de Ferrocarriles n.º 13
a las instalaciones del acuartelamien-
to del campo de maniobras de San
Gregorio (Zaragoza). El 22 de enero
de 2002 sucedió otro hecho relevan-
te: la adopción del nombre «acuarte-
lamiento General Bahamonde» por
parte del nuevo acuartelamiento, de-
jando atrás muchos años de historia
en Cuatro Vientos y en el tramo ferro-
viario de Campamento-Leganés.
En 2005, se llevó a cabo una nueva
reestructuración en el seno del Regi-
miento de Ferrocarriles, constituyén-
dose en una plana mayor y un bata-
llón de ferrocarriles formado por una
compañía de plana mayor y servicios,
una compañía de vía y obras, y una de
explotación. En los años 2004 y 2006,
participó en las misiones internacio-
nales ASPFOR VII, en Afganistán, y
Respuesta Solidaria II, en Pakistán.
EL REGIMIENTO DE
PONTONEROS Y DE
ESPECIALIDADES DE
INGENIEROS 12
Finalmente, según la NG 02/08 del
JEME, en la que se regulan las
adaptaciones orgánicas del ET del
año 2008, el regimiento se integró
como una unidad tipo compañía den-
tro del Batallón de Especialidades
II/12
10
 del RPEI n.º 12 en Zaragoza,
heredero de la tradición, la historia y
el trabajo de todas aquellas unidades
de ferrocarriles que han existido des-
de el año 1872.
Actualmente, la compañía de ferro-
carriles asume todas las misiones
de sus regimientos predecesores
y las propias de ingenieros, convir-
tiéndose en una unidad tipo compa-
ñía altamente especializada, flexi-
ble y multipropósito, compuesta por
una sección de vía y obras, una sec-
ción de explotación móvil, una sec-
ción de explotación y una sección de
apoyo. Esta compañía (con el Centro
de Control de Movimientos por Ferro-
carril (CCMR)
11
 de la plana mayor de
mando del BESP II/12) es la respon-
sable de la ejecución del subsistema
de transportes del MALE y del mante-
nimiento de la estación militar de San
Gregorio, en Zaragoza, y del cargade-
ro de la base del Goloso, en Madrid.
Cabe reseñar que, en los pocos años
de historia en los que lleva integrado
en el RPEI 12, ya ha participado y ha
tenido un gran protagonismo en la re-
patriación de medios de KFOR
12
, en-
tre las ciudades de Pec y Tesalónica,
en 2009, así como en las actividades
de seguridad cooperativa en Dakar
(Senegal), donde ha impartido un cur-
so de infraestructura ferroviaria para
el Ejército senegalés. Además, par-
ticipa activamente en diversos foros
nacionales e internacionales, siendo
un referente en el ámbito de la movili-
dad militar por ferrocarril.
Ciento cincuenta años nos separan de
la creación de las primeras compañías
de ferrocarriles, cuyo origen está ín-
timamente unido a las unidades de
pontoneros, que, después de suce-
sivas reorganizaciones, reinados, re-
gencias, repúblicas y dictaduras, nos
vuelven a hacer sentir como se sintie-
ron nuestros predecesores en 1872.
Un sentimiento con el que, a fecha
de este artículo, se comprueba a ni-
vel global que el ferrocarril, en apoyo a
las operaciones militares, sigue sien-
do un concepto vivo y en transforma-
ción, pues no se puede dudar de las
ventajas que ofrece para la proyec-
ción de fuerzas.

88 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
NOTAS
1. Tren articulado ligero Goicoechea
Oriol.
2. En 1856, Gran Bretaña disponía
de más de doce mil trescientos ki-
lómetros de infraestructura ferro-
viaria, seguida por Alemania, con
ocho mil kilómetros, y Francia, con
cinco mil ochocientos kilómetros.
3. RPEI n.º 12.
4. SMF.
5. RZF n.º 13.
6. RMPF n.º 14.
7. Ambos regimientos estaban ex-
tensamente distribuidos por toda
la geografía nacional, contan-
do con cuatro compañías y nueve
destacamentos del batallón escue-
la del RZF 13 y catorce unidades y
doce destacamentos del RMPF 14,
aparte de sus respectivos acuar-
telamientos de Cuatro Vientos y
Fuencarral, en Madrid.
8. Memorial de ingenieros n.º 106.
9. RFC n.º 13.
10. BESP II/12.
11. CCMR. Control Cell of Movement
Railway.
12. Kosovo Force.
BIBLIOGRAFÍA
 -Cayón García, F. Muñoz Rubio, M.
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nicaciones durante la Guerra Civil.
Madrid, Universidad Autónoma.
 -Juez Gonzalo, E.-P. (1991). El mun-
do social de los ferrocarriles espa-
ñoles de 1857 a 1917 . Madrid, Uni-
versidad Complutense de Madrid.
 -Memorial de Ingenieros. N.º 105 y 106.
 -Pardo San Gil, J. (2013). El ferro-
carril carlista. Bilduma. N.º 25, pp.
7-55.
 -Sequera Martínez, L. de. (2002).
Aportación militar a los ferrocarriles
españoles. Madrid, Centro Geográ-
fico del Ejército.■

89
Tractor de maniobras Henschel en la estación militar de San Gregorio (Zaragoza, 2018).
Archivo fotográfico del autor

90 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
LAS UNIDADES DE
FERROCARRILES MILITARES EN
OPERACIONES
INTERNACIONALES
Adrián Crucis Hortigüela  | Capitán de Ingenieros
Carga del muelle Transfer en un avión Antonov An-225

91
Desde la década de los sesenta del siglo pasado, las uni-
dades de ferrocarriles del Ejército de Tierra español han
participado en numerosas operaciones, varias de ellas de
carácter humanitario y de apoyo a autoridades civiles, a lo
largo de toda la geografía mundial. Hay que destacar que
en este artículo únicamente se van a desarrollar aquellas
en las que han participado las unidades de ferrocarriles
con cometidos íntimamente relacionados con la infraes-
tructura ferroviaria o el transporte por ferrocarril, aunque
existen otras muchas en las que el personal perteneciente
a ellas, de forma individual o colectiva, ha formado parte o
bien lo sigue haciendo.
Una de estas misiones pioneras fue la respuesta españo-
la ante las graves inundaciones que sufrió Túnez en el año
1969. Tras esta primera misión internacional, las unidades
de ferrocarriles han seguido dando servicio en operacio-
nes, de las cuales las más destacadas son Respuesta Soli-
daria II en 2006 (Pakistán), KFOR
1
en 2006 y 2009 (Kosovo)
y ASC
2
Senegal en 2015.
MISIÓN HUMANITARIA DE AYUDA A TÚNEZ
(1969)
El 26 de septiembre de 1969, comenzaron en Túnez unas
lluvias torrenciales, con medidas pluviométricas que al-
canzaron los seiscientos litros por metro cuadrado en solo
cuarenta y ocho horas. En la crecida del 27 de septiembre,
poblaciones como Kairuán fueron completamente aisla-
das por las aguas, quedando casi la totalidad del país con-
vertida en un gran lago. Todas las carreteras y vías férreas
quedaron cortadas e inutilizadas.
El 14 de octubre continuaba lloviendo, registrándose me-
didas de mil litros por metro cuadrado en algunas zonas del
país. Llegado este punto, el Gobierno tunecino pidió auxi-
lio internacional, y España fue la primera en acudir en su
ayuda. El día 21 de octubre se produjo una tercera crecida
y el 28  de octubre una cuarta; llegaron a registrarse preci-
pitaciones cercanas a los mil seiscientos litros por metro
cuadrado.
Inmediatamente, se creó una unidad con base en unidades
de ingenieros al mando del comandante Gómez Torres del
Regimiento de Zapadores Ferroviarios n.º 133
3
(RZF 13),
cuya composición fue de una compañía de puente Bailey
del Regimiento Mixto de Ingenieros n.º 3, una compañía
de puente de ferrocarril HG
4
 30 del RZF n.º 13, una sección
de pontoneros del Regimiento de Pontoneros y de Espe-
cialidades de Ingenieros n.º 12
5
, una unidad de lavaderos
y duchas de intendencia de la División Motorizada n.º 3, y
un servicio sanitario de la Escuela de Aplicación Militar y
Relaciones Públicas y pagador del Ministerio del Ejército.
El 18 de noviembre, la compañía de puente de ferrocarril
HG 30, embarcada en el buque de transporte Almirante
Lobo, partió desde el puerto de Cartagena y llegó al puer-
to de la Goleta (Túnez) el día 22 de noviembre. A cargo de
esta compañía se encontraba el capitán Dalda Mourón,
con setenta y nueve hombres. El puente HG 30 era de
construcción española, proyectado por dos coroneles de
Área de responsabilidad de la misión española en Túnez
Premontaje del puente FFCC HG
Lanzamiento del puente FFCC HG

92 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
ingenieros, Hernández y Grande (HG),
y fabricado en el Centro Electrotécni-
co de Ingenieros de Guadalajara.
Túnez solicitó que España restable-
ciera los puentes carretero y de ferro-
carril sobre el río Sed, en Sidi Bou Ali,
instalara un segundo puente de ferro-
carril sobre el río Zeroud, entre Kasse-
rine y Susa, y rehabilitara la superes-
tructura ferroviaria de algunos tramos
de vía desguarnecidos por la crecida.
Sin embargo, solo se disponía de no-
venta metros de puente de ferrocarril
HG con pila intermedia, por lo que se
decidió construir solamente el puente
de Sidi Bou Ali.
Previo a la instalación del puen-
te ferroviario y para proporcionar
un paso discontinuo a la población
tunecina sobre la brecha de agua,
dando un servicio de trasbordo a los
viajeros que llegaban en tren a am-
bas orillas, la sección de pontoneros
construyó una compuerta en las in-
mediaciones de la estación de Sidi
Bou Ali. Esta compuerta sirvió ade-
más de apoyo al personal del RZF
n.º 13 para el montaje del puente de
ferrocarril.
El día 27 de noviembre, se descargó el
puente HG en el puerto de Susa y fue
transportado en dos trenes con des-
tino a Sidi Bou Ali, donde empezarían
los trabajos.
Por otro lado, se acordó con el direc-
tor general de ferrocarriles tunecino
la participación de dieciséis prácti-
cos pertenecientes a la compañía de
vía y obras del RZF n.º 13, que serían
empleados en la reconstrucción de
siete kilómetros de la línea ferroviaria
entre Susa y Kasserine. Estos dieci-
séis prácticos llevarían herramientas
de vía para encuadrar a cien tuneci-
nos como mano de obra auxiliar en las
labores de reconstrucción de la traza
ferroviaria.Puente HG todavía sobre sus gatos y compuerta de PF50 con motor fuera borda
Operación de embarque mediante el muelle Transfer

93
Volviendo al puente de ferrocarril de
Sidi Bou Ali, se tomó la decisión de
realizar el montaje completo en pri-
mera orilla y, posteriormente, llevar a
cabo la maniobra de lanzamiento de
dicho puente, con el condicionante de
que la traza debería coincidir en ali-
neación y nivel con la antigua infraes-
tructura ferroviaria.
El día 5 de diciembre se inició el mon-
taje del puente. La progresión de los
trabajos fue excepcional, ya que la
construcción de los setenta y dos me-
tros de puente se terminó en tan solo
ocho días, el día 13 de diciembre. Du-
rante la siguiente semana, se realiza-
ron diversos ensayos de empuje, ali-
neación y descenso del puente.
Inesperadamente, las autoridades tu-
necinas solicitaron adelantar la aper-
tura del paso ferroviario, establecida
inicialmente para el 27 de diciembre,
al 25 de ese mismo mes. En esos mo -
mentos, el personal que componía la
misión puso todo su esfuerzo y empe-
ño para cumplir con los plazos, pero,
debido a la laboriosa y lenta maniobra
de bajada del puente a los estribos,
aun haciendo turnos de veinticuatro
horas, no se terminó hasta la maña-
na del 26 de diciembre. Esa tarde ya
circulaban sobre él trenes de mercan-
cías.
Finalmente, el 5 de enero partió rum-
bo a Valencia el barco con la misión
española, concluyendo así la opera-
ción.
RESPUESTA SOLIDARIA II
PAKISTÁN (2006)
La operación internacional puesta
en marcha en Pakistán tras el terre-
moto que sufrió el país el 8 de octu-
bre de  2005 fue la primera misión de
ayuda humanitaria de la historia de la
OTAN.
El seísmo, de  7,5 grados en la escala
de Richter, se produjo en la zona de
Cachemira, causó setenta mil muer-
tes y afectó a unos tres millones y
medio de personas. El 90 % de las vi-
viendas fueron destruidas, así como
la mayoría de las escuelas y centros
sanitarios, y las vías de comunicación
quedaron intransitables. Ante la mag-
nitud de la catástrofe, el Gobierno pa-
kistaní solicitó la ayuda de la OTAN,
que envió su Fuerza de Reacción Rá-
pida para labores de ayuda humani-
taria.
Días después del seísmo, el 26  de oc-
tubre, el Gobierno español aprobó el
envío de un contingente militar, po-
niendo en marcha la operación Res-
puesta Solidaria II. En ella participa-
ron ochocientos catorce militares,
trescientos setenta de ellos españo-
les, que permanecieron en la zona tres
meses, en la provincia de Bagh (Ca-
chemira).
Sin embargo, no fue hasta el final de
la misión cuando entró la treintena de
efectivos del RFZ n.º 13, que fueron
encuadrados en la unidad de apoyo
al repliegue. Se les encomendó orga-
nizar y ejecutar el repliegue de parte
Rehabilitación de infraestructura ferroviaria

94 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
del material del contingente español
y polaco desde Golra hasta el puerto
de Karachi mediante la red ferroviaria
para que, posteriormente, saliera por
mar hacia territorio nacional.
Previamente, el 15 de diciembre
de 2005, un equipo de reconocimien-
to de la mencionada unidad se des-
plazó a Pakistán con el objetivo de
recabar toda la información posible
respecto de las estaciones y termi-
nales de embarque del trayecto ferro-
viario, así como del material español
y polaco que se iba a embarcar. Tam-
bién se realizó la coordinación nece-
saria con el Ejército pakistaní y la em-
presa Pakistan Railways para conocer
la cantidad y el estado del material re-
molcado disponible y proceder a ela-
borar las composiciones ferroviarias.
Tras esto, la unidad de ferrocarriles
desplegó en Pakistán el 15  de enero
de 2006. Estaba compuesta por tres
oficiales, cuatro suboficiales y vein-
tidós militares de tropa que consti-
tuían un equipo de expedición, dos
equipos de terminal (uno en Golra y
otro en Karachi), un equipo de mue-
lle TRANSFER, un equipo de recep-
ción y un equipo de acompañantes
para realizar la escolta técnica de los
trenes.
El RFC 13 también trasladó a Pakis-
tán un muelle testero móvil TRANS-
FER para facilitar la carga y descarga
de los trenes, dado que la estación pa-
kistaní no contaba con la infraestruc-
tura necesaria para cargar los vehícu-
los en las plataformas y el ancho de
vía pakistaní difería del ancho ibérico.
Además, la unidad de ferrocarriles
desplegada no solo tuvo que hacer
frente a las tareas de planificación y
ejecución de los transportes por tren,
sino que también realizó pequeñas re-
paraciones en la infraestructura ferro-
viaria para ponerla en servicio.
El primer tren salió de Golra el 22 de
enero y, tras un trayecto de 1645 ki-
lómetros y una duración de 65 horas,
llegó a Karachi el 24 de enero. Duran-
te las semanas siguientes, se llevaron
a cabo todos los transportes por fe-
rrocarril previstos, hasta que finali-
zaron con la llegada a Karachi del úl-
timo tren el 4 de febrero. En total se
pusieron en marcha seis trenes, con
una longitud acumulada total de 2376
metros, con 2005 toneladas transpor-
tadas en 184 plataformas.
Estación de ferrocarril de Rawalpindi (Pakistán)

95
En cuanto al material, se transporta-
ron un total de 175 vehículos, máqui-
nas de ingenieros y remolques, ade-
más de 135 contenedores de material.
Finalmente, el 16 de febrero de 2006
se regresó a Zaragoza tras haber fina-
lizado la misión con éxito.
KFOR KOSOVO (2006 Y 2009)
En el otoño de 1999, la OTAN desple -
gó en Kosovo la Fuerza Internacional
de Seguridad (KFOR), encargada de
vigilar el cese de las hostilidades y
adiestrar a los componentes de las
nuevas fuerzas de seguridad koso-
vares, dedicadas a labores de con-
trol del orden público y protección
civil.
Tras tomar en 2006 la decisión de re -
plegar la fuerza destacada en Istok, y
con objeto de repatriar el material por
vía marítima, se optó por transportar-
lo desde la base donde estaba des-
plegado hasta Tesalónica (Grecia) con
empleo del ferrocarril. Para acometer
estas acciones, se designó a personal
del RFZ n.º 13, el cual realizó, en mar -
zo de ese año, un estudio previo de las
infraestructuras y material móvil de la
empresa ferroviaria que explotaba el
ferrocarril en Kosovo.
Aprobado el plan propuesto, en los
primeros veinte días de octubre
de 2006 se efectuó el transporte por
ferrocarril desde las localidades ci-
tadas y el posterior embarque en
el puerto de Tesalónica en el buque
Martín Posadillo.
Años más tarde, el 19 de marzo
de 2009, el Gobierno español anun-
ció el fin de la misión de las tropas
españolas y su repliegue. Es en este
momento, en mayo de  2009, cuando
el personal de la compañía de ferro-
carriles del RPEI  12 es desplegado en
Kosovo con la misión de llevar a cabo
todas las acciones necesarias para
realizar los transportes por ferrocarril
que el contingente español necesita-
se para su repliegue a territorio nacio-
nal. En total, se despliega a dos oficia-
les, tres suboficiales y trece militares
de tropa, los cuales formaron parte
de la unidad de apoyo al repliegue del
contingente español de Kosovo.
Previamente a la ejecución de los
transportes por ferrocarril, se realizó
un exhaustivo reconocimiento de los
Ejecución de un tren militar

96 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
posibles puntos de embarque y las ru-
tas que se iban a seguir con el objetivo
de planificar optimizando los recur-
sos, reduciendo los plazos de tiempo
y garantizando la seguridad del trans-
porte.
En un inicio, se reconocieron las es-
taciones de Mitrovica, Pristina y Pec,
tres de las principales estaciones fe-
rroviarias más cercanas a la localidad
de Istok (lugar donde el contingente
español tenía su base, llamada base
España), además del puerto de des-
embarco final en Tesalónica (Grecia).
Aunque cada terminal ofrecía unas
ventajas e inconvenientes distintos,
finalmente se decidió que el punto de
embarque inicial sería Pec. Las prin-
cipales ventajas con las que contaba
esta estación eran su proximidad a la
base España (cuarenta y cinco minu-
tos), la disposición de una buena zona
de acopio de material para su embar-
que, dos accesos a la zona de embar-
que y la proximidad del contingente
italiano, con medios de apoyo para
realizar la carga. Gracias al personal
italiano, se cargaron los contenedores
con mayor celeridad y se pudo simul-
tanear la operación en la base España
y en la terminal de carga de Pec.Mapa de situación
Estación de Pec

97
El puerto de Tesalónica era el RPOE/
RPOD
6
donde se realizaba la des-
carga del material para su posterior
transporte por medios marítimos.
En dicho puerto se comprobaron las
posibilidades de almacenamiento de
material y se dispuso una zona próxi-
ma al muelle de carga en la que se po-
día dejar todo el material durante va-
rios días sin cargo a la operación. Esta
zona era la utilizada por otros Ejércitos
para enviar material a sus países de
origen y era lo bastante grande como
para dejar todo el material que se em-
barcaría en los distintos barcos. Las
instalaciones del puerto disponían
de un muelle de carga lateral y fron-
tal, por lo que la operación de carga
y descarga se pudo realizar con gran
celeridad.
Por lo tanto, con estos reconocimien-
tos se pudieron concretar las termina-
les de embarque y desembarque más
idóneas, la composición de los trenes
y los itinerarios que se iban a seguir,
así como los condicionantes de estos,
la previsión de fechas de circulación y
el importe económico de dichos tre-
nes.
Así pues, la secuencia final de los
transportes sería Istok, iniciando
la carga desde la base España me-
diante acarreos hasta Pec para des-
pués continuar hacia Fushe Kosovo
(Pristina) y Hani i Elezit, en la frontera
de Kosovo con Macedonia del Nor-
te. Tras cruzarla, el recorrido conti-
nuaba hasta la ciudad de Skopie y
de allí hasta Gevgelija, en la fronte-
ra con Grecia. Finalmente, tras cru-
zar a Idomeni, se seguía la ruta para
terminar en el puerto de Tesalóni-
ca, en Grecia. Todo este recorrido
tenía una longitud de cuatrocientos
ochenta kilómetros y una duración
de veintidós horas para un trayecto
que apenas duraba ocho, pero que
se prolongó en el tiempo debido a los
pasos de frontera y los trámites ne-
cesarios.
La unidad de ferrocarriles fue la en-
cargada de replegar el 80 % de todo el
material y los vehículos del contingen-
te español. Esta operación se realizó
mediante la carga de siete trenes, con
una longitud total acumulada de 2792
metros y un peso del material trans-
portado de  3239 toneladas. Se trans-
portaron 171 contenedores de carga,
212 vehículos y remolques y 80 milita-
res, mediante un total de  158 platafor-
mas y 7 coches de viajeros.
Se comenzó a cargar los tres primeros
trenes en Pec el 16, el 17 y el 18 de ju-
nio. El 19 y el 20 de agosto se cargaron
los dos siguientes trenes. Por último,
se cargaron los dos trenes restantes
el 13 y el 14 de septiembre.
Tras los desembarcos de material, se
utilizaron dos barcos militares y uno
civil para replegar los vehículos y los
contenedores con destino a Valencia.
La compañía de ferrocarriles apo-
yó con el embarque y la estiba de los
Proceso de embarque

98 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
medios, coordinando la carga de los distintos barcos
entre el jefe de la unidad de ferrocarriles (en la zona de
acumulación de material) y el jefe de la sección de trans-
porte.
ASC SENEGAL (2015)
Finalmente, y por destacar otro tipo de misiones en las
que las unidades de ferrocarriles han participado, dife-
rentes a las anteriormente mencionadas y explicadas,
nos centraremos en la operación Seguridad Cooperati-
va de Apoyo a Senegal.
Para reforzar la seguridad de Senegal, se determinó
aumentar sus capacidades militares mediante la asis-
tencia militar de asesoramiento y adiestramiento de las
Fuerzas Armadas senegalesas.
Por ello, el 9 de septiembre de 2015, un equipo de dos
oficiales y dos militares de tropa de la compañía de fe-
rrocarriles despliegan en Dakar (Senegal) para impartir
un curso de infraestructura y explotación ferroviaria a
once oficiales y suboficiales del batallón de ingenieros
de Bargny del Ejército senegalés.
Con este curso, España cooperó con el Ejército sene-
galés para que, en un futuro, pueda contar con unida-
des ferroviarias. Se formó a los militares senegaleses,
tanto de forma teórica como práctica, en infraestructu-
ra ferroviaria mediante la identificación de materiales,
aparatos y herramientas de vía, así como en su cálculo,
calificación y proceso de montaje, con la formación y
organización de los pelotones de vía y obras necesarios
para acometer los trabajos.
Además, en lo referente a la explotación ferroviaria, se
estudió cómo llevar a cabo el transporte militar por fe-
rrocarril, con la identificación del material rodante nece-
sario y su funcionamiento, la realización del embarque
del material, las medidas de seguridad que adoptar, las
Impartición de clases teóricas sobre infraestructura ferroviaria
Explicación de la herramienta específica
para infraestructura ferroviaria
Explicación del material rodante ferroviario Ejecución de un tren

99
formas y medios de amarrar la carga
y los cometidos que debe desempe-
ñar el personal ferroviario militar en
los procesos de transporte por ferro-
carril.
CONCLUSIONES
Como se ha expuesto en este artícu-
lo, las unidades de ferrocarriles del
Ejército de Tierra, desde sus inicios
hasta la actualidad, tienen un marca-
do carácter expedicionario, tanto en
misiones en las que desarrollan co-
metidos específicamente ferrovia-
rios como en operaciones de apoyo
general de ingenieros. El personal de
las unidades de ferrocarriles siem-
pre ha dado un paso al frente para
cualquier acción que se le asigne y
así lo atestiguan las múltiples ope-
raciones en las que ha participado,
dando lo mejor de sí para el cumpli-
miento de la misión encomendada,
siempre con éxito.
NOTAS
1. KFOR: Kosovo Force.
2. ASC: Actividades de seguridad
cooperativa.
3. RZF n.º 13.
4. Hernández Grandes.
5. RPEI n.º 12.
6. RPOE: rail point of embarkation.
RPOD: rail point of disembarkation.
BIBLIOGRAFÍA
 -Gálvez Cortés, Ó. L. (Abril de 2021).
Misión militar española de ayuda
a Tunicia 1969. Ingenieros, misión
humanitaria , Memorial del arma de
Ingenieros (106), pp. 103-112.
 -Ministerio de Defensa. (s. f.). Kosovo
(KFOR). Obtenido de Ministerio de
Defensa: https://www.defensa.gob.
es/misiones/en_exterior/historico/
listado/kosovo.html.
 -Ministerio de Defensa. (s. f.). Opera-
ción Respuesta Solidari II. Obtenido
de Ministerio de Defensa: https://
www.defensa.gob.es/misiones/en_
exterior/historico/listado/pakis-
tan-respuesta-solidaria-2.html.
 -Ministerio de Defensa. (s. f.). Se-
guridad cooperativa en Senegal.
Obtenido de Ministerio de Defen-
sa: https://www.defensa.gob.es/
misiones/en_exterior/actuales/lis-
tado/seguridad-cooperativa-sene-
gal.html.■
Ejecución de un tren

INFRAESTRUCTURAS
DE USO DUAL PARA FERROCARRIL
Santiago Martín Sanz  | Coronel de Ingenieros DEM
Mapa con las redes Global y Básica españolas.
Vías férreas de transporte de mercancías para la Red Básica, puertos y terminales de ferrocarril. Fuente: MITMA

101
En el marco de la cooperación entre
la Unión Europea (UE) y la Organiza-
ción del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), se ha establecido la mejo-
ra de la movilidad militar en Europa
como uno de los hitos más relevan-
tes, siendo una herramienta para con-
seguir una disuasión más creíble. En
un factible escenario de crisis, ambas
organizaciones internacionales (OI)
requieren proyectar de forma rápida
fuerzas operativas y suministros, bien
en interés propio, bien en apoyo a ter-
ceros países.
CORREDORES DE MOVILIDAD
EUROPEOS
La planificación, el desarrollo y la ex-
plotación de las redes transeuropeas
de transporte contribuyen a la conse-
cución de importantes objetivos de la
Unión definidos, en particular, en la
Estrategia Europa 2020 y en el Libro
Blanco de la Comisión Hoja de ruta
hacia un espacio único europeo de
transporte: por una política de trans-
portes competitiva y sostenible
1
.
La red transeuropea de transportes
(trans-European transport network,
TEN-T) es una iniciativa troncal de la
Unión Europea cuya finalidad es co-
nectar todos los medios de transpor-
te (terrestres, marítimos y aéreos) en
el ámbito de la Unión, incluyendo el
acceso a ella. De esta forma, se refor-
zará su cohesión social, económica y
territorial y se contribuirá a la crea-
ción de un espacio único europeo de
transporte eficiente y sostenible que
aumente las ventajas para sus usua-
rios y respalde un crecimiento inte-
grador.
Esta red comprende las infraestruc-
turas de transporte lineales y nodales
de los modos viario, ferroviario, aéreo,
marítimo y de navegación interior, así
como las de carácter multimodal, las
aplicaciones telemáticas, incluidos
los sistemas de gestión de tráfico
(ERTMS
2
en el caso del ferrocarril), y
las medidas de fomento de la gestión
y uso eficiente de dichas infraestruc-
turas (servicios de transporte de mer-
cancías sostenibles, seguridad, resi-
liencia, cambio climático y protección
del medioambiente…).
La TEN-T, según el artículo 1 del
Reglamento (UE) 1315/2013, se es-
tructura en dos capas:
 —Red global (comprehensive ne -
twork)
3
.
 —Red básica (core network)
4
.
Ambas redes definen los componen-
tes, requisitos y prioridades para el
transporte ferroviario, carretero, ma-
rítimo, aéreo y multimodal, además de
una serie de disposiciones comunes
a todas ellas. Asimismo, disponen de
mapas que las determinan, junto con
la definición de sus componentes y
los requisitos y prioridades comunes.
Por su relevancia en la red de trans-
porte europea (RTE), contemplada en
el mecanismo «Conectar Europa» (del
que se tratará con posterioridad), se
han de destacar los corredores mul-
timodales de la red básica (core net -
work corridors-CNC). Estos corredo -
res se establecen sobre la red básica
e incluyen sus flujos de larga distan-
cia más importantes. Están destina-
dos, en particular, a mejorar los enla-
ces transfronterizos en el interior de
la Unión. Constituyen un instrumento
para facilitar la realización coordinada
de la red básica de la TEN-T; son mul-
timodales, pues contemplan al me-
nos tres modos de transporte; deben
implicar a tres Estados miembros,
Mapa con los corredores de movilidad de la TEN–T. Fuente: European Commision (Mobility and Transport)

102 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
cruzando al menos dos fronteras, y,
por último, son objeto preferente de
las ayudas financieras de la Unión
Europea.
En el caso español, se contemplan
dos corredores de los nueve estable-
cidos: el corredor mediterráneo y el
atlántico.
UNA RED TRANSEUROPEA DE
TRANSPORTE PARA DOBLE
USO, CIVIL Y MILITAR
Tanto la Unión Europea como la OTAN
requieren que las naciones estén in-
terconectadas, permitiendo que la
circulación de personal y bienes, bien
para uso civil o militar, se realice de
forma ágil y oportuna. De esta ma-
nera, se incrementa la capacidad de
movimiento de recursos en el caso de
tener que atender a la defensa mutua
(artículo V de la Alianza), la cláusula
de asistencia mutua de la Unión o, in-
cluso, a un tercer país ajeno a ambas
organizaciones. En el caso de no dis-
poner de infraestructuras adecuadas
que cumplan con los requisitos esta-
blecidos ya mencionados con ante-
rioridad, la posibilidad de configurar
y sostener el esfuerzo militar (y civil) se
vería seriamente amenazada.
En el debate sobre el estado de la
Unión de septiembre de 2017, el
presidente Juncker expresó la nece-
sidad de crear la Unión Europea de
la Defensa en 2025. Posteriormen-
te, se promulgó una comunicación
conjunta al Parlamento Europeo y
al Consejo relativa al Plan de Acción
sobre Movilidad Militar (28 de marzo
de 2018), la cual contemplaba como
nivel de ambición que la infraestruc-
tura que garantice la accesibilidad a
todas las regiones de la Unión Eu-
ropea debería estar finalizada en el
año 2050.
Tal y como se ha mencionado con
anterioridad, uno de los mecanis-
mos previstos para financiar la TEN-T
es el denominado «Conectar Euro-
pa» (CEF-Connecting Europe Facili-
ty), regulado por el Reglamento (UE)
1316/2013. En este mecanismo, se
incluyen, para el periodo 2021–2027,
las disposiciones necesarias para fi-
nanciar los proyectos de infraestruc-
turas de transporte de doble uso (ac-
tualizaciones de las infraestructuras
existentes y construcción de infraes-
tructuras nuevas), siendo propuesto
un presupuesto de movilidad militar
de seis mil quinientos millones de eu-
ros en la rúbrica «seguridad y defen-
sa» como parte del presupuesto del
mecanismo «Conectar Europa» para
este periodo.
PLAN DE ACCIÓN SOBRE
MOVILIDAD MILITAR
«Facilitar el movimiento de tropas y
equipos militares es esencial para
la seguridad de los ciudadanos eu-
ropeos, así como para construir una
Unión más eficaz, coordinada y con
capacidad de reacción, como se es-
tablece en la comunicación conjunta
sobre la mejora de la movilidad militar
en la UE desde noviembre de 2017 y
se exige en la Estrategia Global so-
bre Política Exterior y de Seguridad
de la Unión Europea»
5
.El objetivo bá-
sico de este plan, que se basa en la
hoja de ruta sobre movilidad militar
elaborado en el marco de la Agencia
Europea de Defensa, es aprovechar
las políticas civiles para facilitar la
movilidad militar. En la presentación
de este plan, la alta representante
de la Unión para Asuntos Exteriores
y Política de Seguridad y vicepresi-
denta, Federica Mogherini, y la co-
misaria de Transportes, Violeta Bulc,
expusieron las razones que llevaron
a su promulgación, que no fueron
otras que el interés de la Unión Eu-
ropea por promover la paz y garanti-
zar la seguridad de sus ciudadanos,
facilitando la movilidad militar para
ser más eficaces al prevenir las cri-
sis y reaccionar eficientemente ante
las amenazas que puedan surgir.
Para conseguirlo, se debía emplear
mejor la red de transportes, tenien-
do en cuenta los requisitos militares
operativos en el planeamiento de sus
infraestructuras. El plan incluye ac-
ciones concretas sobre las necesi-
dades militares, las infraestructuras
y los aspectos normativos y de pro-
cedimiento.
Logo Military Mobility. Fuente: Unión Europea
Transporte militar por ferrocarril (Puerto de Tarragona–CENAD SG). Fuente: RPEI 12

103
A continuación, se detallan los pasos
previstos en el Plan de Acción sobre
Movilidad Militar, mostrando su esta-
do actual de desarrollo. Para exponer
esta actualización, se toman como
referencia los informes conjuntos al
Parlamento Europeo y al Consejo so-
bre la aplicación del Plan de Acción
sobre Movilidad Militar que, desde
su promulgación en 2018, se realizan
con carácter anual, siendo el último
publicado el correspondiente al pe-
riodo que abarca de octubre de 2020
a septiembre de 2021.
Paso 1: definir requisitos
militares
6
En este primer paso, se definieron los
estándares técnicos y las ubicaciones
geográficas necesarios por modo de
transporte y para los nodos multi-
modales a fin de garantizar la movili-
dad militar. Se redactó en noviembre
de 2018, y su última actualización es
de julio de 2019.
Los requisitos militares para la movili-
dad militar dentro y fuera de la UE abar-
can aspectos relativos a las infraes-
tructuras (anchos de vía, capacidad
de tráfico por tonelada, dimensiones
de las cargas y gálibos, medios de
descarga en los RPOE/RPOD
7
, etc.),
los estándares técnicos que se deben
aplicar (carros de combate, vehículos
de combate y logísticos) y los mapas
(corredores principales y ramificacio-
nes / conexiones).
Estas necesidades militares fueron
preparadas por el Estado Mayor de
la UE en estrecha colaboración con
los servicios de la Comisión, la Agen-
cia Europea de Defensa y los Esta-
dos miembros de la UE. En general, el
trabajo se basó en información de la
OTAN y se completó en coordinación
con esta organización .
Paso 2: evaluar las diferencias
entre los parámetros de ambas
redes
Se realizó a partir de febrero de 2019
consultando con las partes interesa-
das de la infraestructura civil de trans-
porte y comparando los requisitos mi-
litares con los parámetros actuales de
la TEN-T. Se han identificado los gaps
o diferencias entre la infraestructura
civil y las necesidades militares.
La evaluación resultó positiva. La ma-
yoría de las normas militares de in-
fraestructuras, en principio, se con-
sideran compatibles con la TEN-T;
por otro lado, el 94 % de las infraes-
tructuras identificadas como red mi-
litar están incluidas en la menciona-
da TEN-T.
Una vez actualizadas las necesida-
des en julio de  2019 y tras la sali-
da del Reino Unido de la UE, en ju-
lio de  2020 se presentó un análisis
actualizado de las diferencias entre
ambas redes (civil y militar). Se es-
tima que esta actualización ha afec-
tado positivamente a la movilidad
militar. Hay menos diferencias en
la infraestructura de ambas redes
y donde se han detectado son me-
nores, por lo que requirieron menos
medidas de mitigación para los des-
plazamientos militares. Además, se
han incrementado la longitud total
y la cantidad de nodos de la red de
transporte militar y algunas de las in-
corporaciones a esta han reducido el
número de enlaces transfronterizos
pendientes. No obstante, aunque el
solapamiento entre ambas redes ha
pasado del 94 % al 93 %, sigue sien-
do muy alto.
Transporte militar por ferrocarril (Puerto de Tarragona–CENAD SG). Fuente: RPEI 12

104 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Hay que significar que solamente se-
rán admisibles en el mecanismo Co-
nectar Europa los proyectos que for-
men parte de la cobertura geográfica
común a las dos redes, habiéndose
identificado en esta actualización,
tras haberse ampliado la red de trans-
porte militar, que un mayor número de
proyectos podrán acogerse al men-
cionado mecanismo.
Paso 3: definición de necesidades
de doble uso
Una vez definidas las necesidades y
las diferencias entre ambas redes, se
realizó una consulta con las partes
interesadas en la infraestructura de
transporte y los ministerios pertinen-
tes de los Estados miembros para de-
finir el plan de proyectos de doble uso
de la TEN-T. En este ámbito, se han
determinado los estándares técnicos
de sus infraestructuras de uso dual.
Los proyectos de doble uso que se-
rán susceptibles de financiación son
aquellos que resulten de utilidad para
ambas funciones, siendo referenciales
y prioritarios los requerimientos civiles
(consolidados como requerimientos
de la infraestructura de uso dual), aun-
que podrían no ser suficientes para su
uso militar. Llegado el caso, el coste
de adaptar esta infraestructura dual al
uso militar en su totalidad (diferencia
entre el proyecto financiado por el me-
canismo «Conecta Europa» y la nece-
sidad militar) será asumido por la na-
ción correspondiente.
Paso 4: lanzar convocatorias del
mecanismo «Conectar Europa»
(CEF)
8
 de doble uso
En el marco financiero plurianual para
el periodo 2021-2027, figuran por pri-
mera vez los gastos en seguridad y
defensa, incluida una asignación de
mil quinientos millones de euros para
movilidad militar a través del mecanis-
mo «Conectar Europa» 2021-2027.
Por su parte, se ha promulgado un re-
glamento
9
sobre este mecanismo en
el que se definen las necesidades de
infraestructura de transporte necesa-
rias para la movilidad tanto civil como
militar. Asimismo, se establecen unas
normas de admisibilidad para los pro-
yectos de infraestructura de trans-
porte que soliciten cofinanciación del
presupuesto de movilidad militar del
mecanismo «Conectar Europa».
Paso 5: posible adaptación del
marco de la TEN-T
La posible necesidad de adaptar cier-
tos estándares o insertar criterios de
doble uso para reflejar la movilidad
militar se examinará en el contexto de
la revisión TEN-T de conformidad con
el artículo 54 (e) del Reglamento (UE)
1315/2013 sobre las orientaciones de
la Unión para el desarrollo de la TEN-T.
Se estima que esta adaptación se rea-
lizará en 2023.
MEJORAR LA MOVILIDAD
MILITAR. FERROCARRIL
El mecanismo «Conectar Europa» se
ejecuta mediante programas de tra-
bajo que definen, en particular, los po-
sibles calendarios y presupuestos de
las convocatorias de propuestas, sus
objetivos y sus criterios de selección
y adjudicación. El primer programa se
aprobó en  2021, y se han llevado a cabo
convocatorias anuales entre 2021 y
2023. El correspondiente a 2021 se
Despliegue US ARMY en Polonia (junio 2021). Fuente: US ARMY

105
cerró el 19 de enero de 2022
10
y, en
cuanto al que corresponde a este año,
el plazo para las propuestas se abrió el
12 de mayo y finalizará el 29 de sep -
tiembre de 2022. En este periodo, el
presupuesto previsto por años ascen-
derá a trescientos treinta millones de
euros.
Desde el punto de vista de la movili-
dad militar por ferrocarril, este estu-
dio debe abordarse tanto en el ámbi-
to estrictamente nacional como en el
correspondiente a la conexión de la
RFIG (red ferroviaria de interés gene-
ral) nacional con la red europea de fe-
rrocarriles a través de Francia.
Para el movimiento por ferrocarril de
medios militares por territorio nacio-
nal, se tiene configurada la denomina-
da consigna C-41. Esta tiene por ob-
jeto dar a conocer las normas por las
que Adif regula los transportes milita-
res de características excepcionales
por la RFIG con el fin de conseguir un
transporte en condiciones de seguri-
dad y eficiencia. Esta consigna, cuya
última actualización es de 2012, está
orientada, en principio, a procurar el
movimiento por ferrocarril de las prin-
cipales unidades del ET, que desplazan
medios con dimensiones excepciona-
les que exceden los distintos gálibos de
cargamento reflejados en la Orden de
Fomento FOM/1630/2015, de 14 de
julio, por la que se aprueba la instruc-
ción ferroviaria de gálibos, desde sus
BAE a los CENAD de San Gregorio (Za-
ragoza) y Chinchilla (Albacete), o bien
desde algunos puertos (Tarragona, Va-
lencia, etc.) a los mencionados CENAD.
Tanto Renfe como el Ministerio de De-
fensa, a través de la unidad del ET res-
ponsable de la gestión, planificación y
ejecución de los transportes militares
por FF.  CC. (RPEI  12), han sentido la
necesidad de actualizar el documen-
to del asunto, por el cual Adif autoriza
los transportes militares que incum-
plen la instrucción ferroviaria de gá-
libos, con motivo de la dotación de
nuevos materiales principales al ET y
de la necesidad de este de abrir nue-
vos itinerarios adicionales a los ya au-
torizados (focalizados en los CENAD
San Gregorio y Chinchilla).
La oportunidad que ofrece el meca-
nismo «Conecta Europa» puede ser
aprovechada para estudiar la inversión
en aquellos itinerarios que se identifi-
quen como de uso dual y que procu-
ren el movimiento por ferrocarril de
medios militares desde las BAE prin-
cipales a los corredores multimodales
de la red básica (core network corri-
dors-CNC), ya que están destinados,
en particular, a mejorar los enlaces
transfronterizos en el interior de la UE.
En el caso español, como ya se cono-
ce, los corredores multimodales son
dos: el atlántico y el mediterráneo. Se
significa que, debido a la capacidad
actual de movimiento por estos en los
puntos de la frontera con Francia, se
están haciendo estudios para procu-
rar que se incluya en esta red básica
el corredor central (pirenaico), que se
dedicaría principalmente al transporte
de mercancías por FF. CC.
11
.
A MODO DE REFLEXIÓN
Queda demostrado que el transporte
por ferrocarril es el más conveniente
cuando se quieren mover grandes can-
tidades de mercancías (y con más re-
querimientos en toneladas) en grandes
distancias, como pudiera ser el caso
del despliegue de una fuerza operati-
va en el exterior. Además de suponer
costes más bajos, tiene mayor flexibi-
lidad al ofrecer la posibilidad de trans-
portar gran variedad de mercancías.
Asimismo, los sistemas de gestión del
tráfico ferroviario permiten una regu-
lación eficiente de las diferentes com-
posiciones, no siendo frecuentes las
congestiones en su movimiento, como
pudiera ser el caso de la carretera. Por
último, se debe destacar que tiene la
posibilidad de ser intermodal con otros
medios de transporte.
El mecanismo «Conecta Europa» es
una herramienta que permitirá aunar
los intereses civiles y militares a través
de las infraestructuras de uso dual,
dando cumplimiento a varios de los
aspectos que se contemplan en la Di-
rectiva de Defensa Nacional de  2020,
actualmente en vigor.
NOTAS
1. Reglamento (UE) 1315/2013 sobre
las orientaciones de la Unión para
el desarrollo de la red transeuropea
de transporte.
2. ERTMS. European rail traffic ma-
nagement system.
3. Formada por todos los elementos
considerados de interés común.
4. Compuesta por aquellos elemen-
tos de la red global que tienen la
máxima importancia estratégica
para lograr los objetivos de la polí-
tica de transporte de la Unión y son
objeto preferente de actuaciones
con ayuda comunitaria.
5. Plan de Acción sobre Movilidad Mi-
litar: la UE avanza hacia una Unión
de defensa. Bruselas, 28  de marzo
de 2018.
6. También denominadas «necesida-
des militares».
7. RPOE: rail point of embarkation.
RPOD: rail point of disembarkation.
8. CEF: Connecting Europe Facility.
9. Reglamento de Ejecución (UE)
2021/1328 de la Comisión,
de 10 de agosto de 2021.
10. En este periodo, España no se ha
visto beneficiada en los proyectos
aprobados (https://cinea.ec.euro-
pa.eu/system/files/2022-04/Mi-
litary%20Mobility%20-%20fun-
ded%20projects.pdf).
11. En la actualidad, el único tramo
transfronterizo para el tráfico de
mercancías en ancho UIC es el que
une el puerto de Barcelona con la
frontera francesa en el Pertús.
BIBLIOGRAFÍA
 -Reglamento (UE) 1315/2013 sobre
las orientaciones de la Unión para el
desarrollo de la red transeuropea de
transporte.
 -Reglamento (UE) 1316/2013 por el
que se crea el mecanismo «Conec-
tar Europa».
 -Cuadernos de Estrategia 210. Re-
des transeuropeas: vectores verte-
bradores de la España del siglo  XXI.
Instituto Español de Estudios Estra-
tégicos (IEEE). Varios autores.
 -Informe conjunto al Parlamento eu-
ropeo y al Consejo sobre la aplica-
ción del Plan de Acción sobre Mo-
vilidad Militar de marzo de  2018 a
junio de 2019.
 -Informe conjunto al Parlamento eu-
ropeo y al Consejo sobre la aplica-
ción del Plan de Acción sobre Mo-
vilidad Militar de junio de  2019 a
septiembre de 2020.
 -Informe conjunto al Parlamento eu-
ropeo y al Consejo sobre la aplica-
ción del Plan de Acción sobre Mo-
vilidad Militar de octubre de  2020 a
septiembre de 2021.■

106 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Ejercicio ANAKONDA 2016. Fuente: US ARMY
LOS FERROCARRILES MILITARES EN LA
FUERZA
Santiago Martín Sanz  | Coronel de Ingenieros DEM

107
Operaciones multidominio, guerra
en mosaico, amenaza híbrida, zona
gris… Estos son los entornos don-
de la Fuerza Conjunta deberá com-
batir en un futuro más próximo del
que podríamos haber llegado a pen-
sar hace poco tiempo. Los recientes
ejemplos de la crisis de Ucrania es-
tán demostrando que el ferrocarril
es un elemento fundamental para
ambos contendientes a la hora de
desplegar fuerzas, proporcionar
sostenimiento y también procurar
un espacio seguro para los millones
de desplazados y refugiados de este
conflicto.
Habitualmente se ha relacionado el
ferrocarril con los niveles de conduc-
ción estratégico y operacional como
apoyo a los procesos de proyección
de fuerzas y RSOM
1
y sostenimien-
to de la Fuerza Conjunta mediante la
gestión, explotación y rehabilitación
de la infraestructura esencial para
ejecutar los transportes militares por
ferrocarril necesarios para la proyec-
ción, el despliegue, el sostenimiento y
el repliegue de las operaciones. Tam-
bién habrá que preguntarse si tiene su
lugar en el nivel táctico de las opera-
ciones.
MOVILIDAD, EL NUEVO RETO
OPERACIONAL
La disuasión efectiva requiere de una
capacidad demostrada y la voluntad
de utilizarla. Debe construirse sobre
una sólida base de rapidez, tanto en
el alistamiento como en la proyec-
ción, para disponer de la capacidad
de combate en el lugar adecuado a
fin de contener al adversario o, si la
disuasión falla, responder de forma
íntegra y contundente.
La movilidad militar es esencial para
ejercerla. Es una herramienta que per-
mite a los líderes políticos evitar una
crisis al disponer de la capacidad de
disuasión adecuada, evitando enfren-
tarse a una campaña de recuperación
de territorio.
Desde 2014, el entorno de seguridad
europeo y mundial ha cambiado sus-
tancialmente. Para la OTAN, han sur-
gido nuevos retos y amenazas que
afectan principalmente a Europa: al
este, las acciones agresivas de Rusia
contra Ucrania y su primigenia ane-
xión de Crimea; al sur, la inestabilidad
y la violencia que se extienden por
Oriente Medio y el norte de África.
Para ello, la Alianza debe asegurarse
de que dispone de las fuerzas ade-
cuadas en el lugar conveniente y en
el momento oportuno, respondiendo
con escaso preaviso a estos retos.
LOS PRINCIPIOS DE LA
MOVILIDAD MILITAR
Dos principios siguen siendo funda-
mentales para mostrar una capaci-
dad militar eficaz y eficiente: la rapi-
dez en el alistamiento y la rapidez de
despliegue. La movilidad militar debe
procurar que las unidades de comba-
te y apoyo al combate puedan ejercer
su capacidad de combate y apoyo lo-
gístico al combate, y proporcionar el
adecuado sostenimiento de su es-
fuerzo.
El escenario futuro, con el combate
en diferentes dominios, exigirá que
el propio concepto y los principios de
movilidad se adapten al mencionado
escenario. La respuesta a preguntas
como qué hay que mover, por par-
te de quién, dónde, cuándo, cómo y
contra quién, y qué tipo de amenaza
requiere una nueva mentalidad so-
bre la movilidad. En un entorno así,
Tren blindado «Baikal» del Ejército ruso atravesando un puente de ferrocarril sobre pontones. Fuente: nevskii-bastion.ru

108 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
no será posible garantizar, como antaño, la acumulación de
fuerzas y recursos durante muchos días, ya que la movilidad
se incrementará tanto para la ofensiva como para la defensa.
Además, el movimiento de fuerzas y recursos será cada vez
más vulnerable a las nuevas formas de ataque coordinado en
el dominio cognitivo (información) y virtual (ciberespacio) a tra-
vés del amplio espectro del conflicto. En consecuencia, una
fuerza en despliegue podría ser atacada en cualquier lugar a
lo largo de cualquier ruta, deteniendo efectivamente cualquier
proyección. En resumen, para el éxito de la movilidad militar es
fundamental la creación de corredores terrestres seguros por
los que deberán desplegarse las fuerzas para explotar sus ca-
pacidades de combate, teniendo en consideración que el es-
pacio aéreo puede estar cerrado y el marítimo, comprometido.
Por eso, la movilidad militar rápida y eficaz actúa como un fac-
tor de disuasión y defensa y un multiplicador de fuerzas por
derecho propio. La mejora de la movilidad militar permitirá
activar mejor los correspondientes planes de respuesta gra-
duada (GRP)
2
 de la OTAN, concretamente, la proyección de la
Fuerza Operativa Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF,
una fuerza conjunta del tamaño de una brigada de unos cinco
mil efectivos) y el resto de la Fuerza de Respuesta de la OTAN
(NRF)
3
.
EL FERROCARRIL EN LA MOVILIDAD MILITAR
Si bien no se menciona expresamente como tal este concepto
de movilidad militar, en el documento Fuerza  35 se identifican
las características de su visión, principalmente en la quinta de
sus ocho ideas principales, disponibilidad e interoperabilidad.
La disponibilidad de las fuerzas terrestres solo podrá ser creí-
ble si las infraestructuras y los sistemas que hacen posible la
movilidad son lo suficientemente robustos, la red está dotada
de suficiente redundancia y, sobre todo, se dispone de las in-
fraestructuras y las autorizaciones necesarias.
El ferrocarril es el medio de transporte terrestre más eficiente
en largas distancias para cargas grandes y voluminosas, como
los medios militares. Para ello, se dispone de una gran varie-
dad de plataformas, contenedores transportables y vagones
adecuados para casi cualquier tipo de carga. Un solo convoy
ferroviario puede transportar el equivalente a ochenta camio-
nes. Además, su capacidad de carga es elástica, ya que se pue-
den añadir o quitar vagones y coches de viajeros con facilidad
y rapidez.
El tráfico ferroviario es organizado, seguro, uniforme y regular
por definición, con una velocidad de tránsito aceptable y cons-
tante, siendo de alta fiabilidad porque no depende del tráfico
carretero y es el menos afectado por las malas condiciones
atmosféricas. Además, por todo ello puede realizarse un fá-
cil seguimiento, lo que permite que se adapte en el sistema
de planeamiento y programación de movimientos y transporte
de una fuerza operativa. Por último, hay que destacar su alta
seguridad y resiliencia (sobre la base de la redundancia de su
red), por lo que es más económico que otros medios de trans-
porte (principalmente, el carretero). Sin embargo, requiere de
una costosa infraestructura y la posibilidad de habilitar o crear
nuevas rutas precisa tiempo e inversión económica.

109
Desembarco de vehículos militares en Tarragona. Fuente: RPEI 12

110 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Otro aspecto que se debe destacar
en el ámbito de su uso militar es que
necesita un punto de entrada o sali-
da (ROM
4
, terminal de mercancías)
habilitado para los medios transpor-
tados con características de clase
militar (MLC), más exigentes que los
civiles. Sin embargo, y a diferencia de
su empleo civil, el ferrocarril militar no
requiere de medios adicionales para
transportar su carga desde la termi-
nal de llegada hasta el punto final de
destino, ya que los vehículos pueden
incluso ir transportados en estiba de
combate.
Teniendo en consideración la posi-
ble amenaza que supone Rusia, en la
Cumbre de Varsovia de 2016 se deter-
minó que los aliados deberían prever
«fuerzas y capacidades más pesadas
y de más alto nivel, y más fuerzas con
mayor disponibilidad». El peso de los
nuevos equipos militares, probable-
mente mayor, también debe tenerse
en cuenta en las evaluaciones de las
infraestructuras y de las necesidades
de transporte. Los equipos futuros
podrían ser más pesados y estar más
blindados. Durante las operaciones
de respuesta a la crisis, las restriccio-
nes de peso en algunos casos tienden
a favorecer el uso de rutas ferroviarias,
dado que la combinación de camión,
remolque y cisterna pesada podría
superar las ciento veinte toneladas
(con las limitaciones mayores de MLC
en los puentes carreteros).
La gran parte de los sistemas de com-
bate identificados para la Fuerza 35
(Dragón 8x8, Leopardo 2E Plus, el
main ground combat system (MGCS)
europeo, el vehículo de reconoci-
miento y combate de caballería y el
Pizarro Fase III) excederán la MLC 35,
pudiendo llegar, en el caso de los ca-
rros de combate, a la MLC 100. Si bien
en el transporte por ferrocarril no se
emplea el concepto de MLC, sino el
de peso (tonelada), se intuye que las
plataformas deberían disponer de
boggies de tres ejes para configurar
cargas de hasta 135 toneladas, te-
niendo en cuenta, además, las limita-
ciones de la superestructura de la vía,
de 22,5 toneladas por eje, y el peso de
toneladas por metro lineal en puentes
(8 toneladas por metro).
RETOS DE LA MOVILIDAD
MILITAR POR FERROCARRIL
Para conseguir que el ferrocarril sea
un verdadero multiplicador de la ca-
pacidad de las Fuerzas Armadas es-
pañolas para ejercer una disuasión y
compromiso creíbles, deben tenerse
en cuenta los siguientes elementos
(se destacan los que se consideran
principales):
Mando, control y coordinación
Para realizar el despliegue (proyec-
ción) de una fuerza operativa, se ne-
cesita, en definitiva, posicionar, des-
plegar y replegar unidades y recursos
desde un punto a otro, bien desde TN
a un área de operaciones conjunta,
bien dentro de esta. Para llevar a efec-
to un plan de movimiento y transporte
y programar adecuadamente las dife-
rentes composiciones ferroviarias, se
precisa un robusto sistema de mando,
control y coordinación.
El planeamiento del movimiento y el
transporte por ferrocarril requiere de
un estrecho contacto entre las auto-
ridades militares (células encargadas
del movimiento y transporte en los di-
ferentes niveles de mando desde el
estratégico al táctico, en los diferen-
tes países o en zona de operaciones)
y las administraciones de infraestruc-
turas y empresas ferroviarias (due-
ños de la infraestructura ferroviaria y
el material rodante). Como ejemplo
de lo que sería esta coordinación en-
tre la cadena militar y la civil (de igual
forma que el CCMR
5
 del RPEI 12 hace
con Renfe y Adif), se expone el papel
que desempeña el Centro de Control
de Movimiento Europeo (MCCE)
6
, en
concreto, el IST
7
. En el ámbito ferro-
viario y en contacto con los operado-
res civiles, el MCCE ofrece tres opcio-
nes para el movimiento por ferrocarril:
intercambio de servicios, nación líder
y agrupar y compartir (pooling and
sharing).
La opción que cuenta con más paí-
ses adeptos es la de intercambio de
servicios, en la que el MCCE actúa
como facilitador de las capacidades
ferroviarias de los países miembros
en caso de que sean requeridas por
otros miembros o terceros actores.
El país demandante contrataría di-
rectamente a los operadores ferro-
viarios disponibles para ejecutar el
transporte. La nación proveedora de
los servicios (plataformas de ferro-
carril) y la demandante llegarían a un
acuerdo mediante la valoración de
los servicios prestados, que podrían
ser reembolsados mediante LOA
8
o
SEOS/ATARES
9
.
Actualmente, algunos de los socios
del MCCE ofrecen su material rodan-
te ferroviario (plataformas / vagones)
Transferencia de medios militares en terminal marítima: Fuente: RPEI 12 Plataforma de perfil rebajado para 8x8. Fuente: RPEI 12

111
a otros que lo demandan, y también
sus acuerdos con empresas ferrovia-
rias con la intención de llevar a cabo
una eficiente coordinación de las ca-
pacidades. Esta sería una solución
transitoria en el caso español mien-
tras Renfe Mercancías o el Ejército de
Tierra no dispusieran del material re-
molcado para el transporte de los ve-
hículos definidos para la Fuerza 35,
bien por no cumplir con las especi-
ficaciones para los mencionados ve-
hículos, bien por no disponer de me-
dios con ancho UIC
10
.
En lo que respecta a los sistemas de
información propiamente ferroviarios,
hay que implantar plenamente en la
red ferroviaria europea (al menos en la
red básica) el sistema ERTMS
11
, que
garantizará la interoperabilidad de las
redes ferroviarias, creando un único
estándar a nivel mundial y procuran-
do que las líneas europeas formen una
única red y que un tren pueda circular
libremente a lo largo de los diferentes
países de la Unión Europea.
Por último, es preciso apuntar en este
apartado la necesidad de adaptar la
legislación, la normativa y los proce-
dimientos entre los diferentes países
para facilitar que las diversas compo-
siciones puedan circular sin restric-
ciones desde el RPOE hasta el RPOD
establecidos
12
.
Infraestructura logística y
ferroviaria
En el artículo de este monográfico
denominado «Infraestructuras de
uso dual para ferrocarril» ya se trató
con profundidad la importancia que
tiene la infraestructura ferro-
viaria para conseguir el
objetivo de desplegar
una fuerza operati-
va en un deter-
minado esce-
nario.
El ferrocarril es multimodal por na-
turaleza, es decir, requiere de termi-
nales específicas para conectarse a
otras redes de transporte terrestres,
marítimas y aéreas. De esta forma, y
con una visión global de la interco-
nexión de las diferentes redes, se ob-
tendrá una acertada configuración de
la red de apoyo al movimiento de las
distintas LOC
13
hasta alcanzar el pun-
to final. En consecuencia, se deberán
disponer terminales multimodales de
mercancías (RRT
14
) planificadas a ca-
ballo entre los corredores de movili-
dad para conseguir depósitos de las
diferentes clases de abastecimiento
o tener instalaciones para la recupe-
ración de personal o medios. De esta
forma, se garantizaría un flujo conti-
nuo para el sostenimiento del esfuer-
zo de combate desde TN hasta la JOA
correspondiente. Por eso, en el caso
de España, tiene especial importan-
cia que estas RRT estén identificadas
y sean capaces de integrarse en la
RFIG
15
, bien porque ya forman parte
de ella, bien porque tienen un acceso
autorizado a ella (como es el caso de
la estación militar de San Gregorio).
Financiación
De igual forma que en el punto ante-
rior, ya se ha tratado este aspecto en
el marco del mecanismo «Conecta
Europa» de la Unión Europea.
Asimismo, en relación con la OTAN,
se puede acudir al Programa de In-
versiones en Seguridad
(NSIP)
16
para
cofinanciar
los proyectos pertinentes que no es-
tén cofinanciados por la Comisión Eu-
ropea, junto con los aliados corres-
pondientes, ya que dichos proyectos
de infraestructuras beneficiarían a la
OTAN en su conjunto.
Combinando ambas iniciativas y con
una visión holística, se podría pensar
en invertir en infraestructura ferrovia-
ria, con la correspondiente logística
de los nodos multimodales dispues-
tos en los corredores de movilidad
europeos que estén directamente re-
lacionados con el despliegue y soste-
nimiento de una fuerza operativa con-
creta en determinados escenarios de
interés.
Mejora de las capacidades
ferroviarias
Los nuevos materiales que estarán
en dotación en la Fuerza  35 necesita-
rán de material remolcado (vagones
plataforma) adecuadamente confi-
gurado (en capacidad portante y en
dimensiones) para que se puedan
transportar desde TN hasta una ZO
determinada a través de los corredo-
res de movilidad europeos (TEN-T)
17
.
Además, estos vagones-plataforma,
como los coches de viajeros (ya que
los trenes militares tienen conside-
ración de trenes mixtos de pasaje-
ros y mercancías), deberán disponer
de ejes UIC (al menos, la posibili-
dad de cambiarlos en frontera siem-
pre y cuando no se pueda confor-
mar una composición
Plataforma de perfil rebajado para 8x8. Fuente: RPEI 12

112 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
ferroviaria en TN con el mencionado
ancho).
Se deberá prestar especial atención a
las plataformas para el transporte del
vehículo Dragón 8x8 (perfil rebajado) y
del Leopardo 2E Plus (lo que significa
que, en la actualidad, las plataformas
reforzadas para el Leopardo 2E tienen
una capacidad portante de 68,9 tone -
ladas).
Asimismo, en el caso de que se optara
por vehículos con una MLC superior
a 70, también se requerirá la adapta-
ción de los muelles TRANSFER, que
proporcionan la capacidad de embar-
car y desembarcar sin necesidad de
muelle testero.
Como recientemente se está com-
probando en la crisis de Ucrania, su
red de ferrocarriles es objeto de ata-
ques con fuegos de largo alcance al
objeto de cercenar el sostenimien-
to de las fuerzas en contacto. No se
puede ser ajeno a esta circunstancia,
ya que en los movimientos por ferro-
carril intrateatro (que pudieran consi-
derarse como movimientos tácticos)
podrá darse el caso de que las fuerzas
en oposición intenten dañar la infraes-
tructura ferroviaria, bien con los men-
cionados fuegos de largo alcance,
bien mediante acciones de sabotaje.
En estos casos, el restablecimiento de
la vía férrea cobra especial relevancia
al afectar significativamente al flujo de
personal y los medios necesarios para
el combate o el apoyo a la población
civil. Se deberá disponer, por tanto,
de una capacidad suficiente que, en
estrecha colaboración con las conce-
sionarias civiles, pueda atender a la
rehabilitación de las comunicaciones
ferroviarias.
Protección
La Fuerza  35 deberá ser capaz de
operar y sincronizar operaciones si-
multáneas multidominio. Por ello, el
ferrocarril tendrá que desarrollar sus
cometidos en estos dominios. Aun-
que el dominio físico es el natural para
este medio de proyección de fuerzas,
no debe ser ajeno a los otros dos: el
virtual y el cognitivo.
Los sistemas de mando y control de
gestión de los ferrocarriles (ERTMS,
entre otros) pueden ser objeto de ci-
berataques focalizados en los puntos
críticos de la red (choke points o pun-
tos de estrangulamiento), que ralenti-
zan o inmovilizan el transcurrir orde-
nado de las diferentes composiciones
ferroviarias.
Se deberá, asimismo, abordar el do-
minio cognitivo realizando una cam-
paña de información sobre la pobla-
ción civil de los países por donde se
moverán los recursos. No debe olvi-
darse que las infraestructuras ferro-
viarias y la explotación de los ferroca-
rriles están, en su mayoría, en manos
privadas, por lo que sus trabajado-
res tienen que estar concienciados
de que la operación militar que se
esté realizando es afín a sus intere-
ses como país. Es paradigmático el
caso de los ferroviarios bielorrusos,
que, supuestamente, han interferido
en el despliegue de las fuerzas de la
Federación Rusa a través de su país
con destino a Ucrania.
Ejercicios
La preparación de las capacidades
militares no debe ceñirse al ámbito
táctico o a las unidades de comba-
te y apoyo al combate. La planifica-
ción y ejecución de ejercicios espe-
cíficos de despliegue debe incluirse
en el programa de ejercicios nacio-
nales o de la OTAN y la Unión Euro-
pea, más aún cuando los organismos
civiles tienen un papel importante en
lo que a la proyección por ferrocarril
se refiere.
Por ello, en el ámbito nacional, el pla-
neamiento de dichos ejercicios in-
cluye, como parte de su realización,
la ejecución de la subfase  IIIA, «ge-
neración de fuerzas», considerando
la programación de los transportes
por FF. CC. como parte del desplie-
gue en una determinada ZO. En el
ámbito multinacional, y conforme a
la importancia que la movilidad mi-
litar está teniendo en la actualidad,
se llevan a cabo ejercicios específi-
cos, como el Ex. Turn Out  22 (en el
marco del ejercicio Defender Euro -
pe 22), cuya finalidad es el adies-
tramiento de las capacidades de las
unidades de ferrocarriles de los alia-
dos, fomentando, por ende, su inte-
roperabilidad.
CONCLUSIÓN
La movilidad (y, en concreto, la que
procuran los ferrocarriles militares)
es un elemento fundamental para
que España, con las capacidades mi-
litares que tiene, demuestre su fuerza
y compromiso con sus aliados, sien-
do la herramienta de disuasión que se
pretende de ella.
No será suficiente con disponer de
una fuerza terrestre resolutiva, sino
que, para que además sea creíble,
deberá proyectarse con rapidez a
través de todos los países, sin res-
tricciones y con capacidad de des-
plegarse en varios puntos de forma
simultánea o sucesiva a través de una
red suficientemente amplia y robusta
donde el ferrocarril será, sin duda, la
columna vertebral, procurando, asi-
mismo, que el esfuerzo de esta fuer-
za operativa pueda sostenerse con
garantías.
NOTAS
1. RSOM: reception, staging, onward
movement.
2. GRP: graduated response plan.
3. FoF: follow on forces.
4. ROM: railway operations manage-
ment.
5. CCMR: control cell of movement
railway.
6. MCCE: movement coordination
centre Europe.
7. IST: inland surface transport.
8. LOA: letter of assist.
9. SEOS/ATARES: surface exchange
of services / air transport and air
refuelling exchange of services.
10. Ancho UIC (Unión Internacional de
Ferrocarriles): 1,435 metros.
11. ERTMS: European rail traffic man-
agement system.
12. RPOE/D: railway point of embarka-
tion / disembarkation.
13. LOC: line of communications.
14. RRT: rail-road terminal.
15. RFIG: red ferroviaria de interés ge-
neral.
16. NSIP: NATO Security Investment
Programme.
17. TEN-T: trans-European transport
network.
BIBLIOGRAFÍA
 -Documento Fuerza  35. Ejército de
Tierra.■

BANDERAS Y ESTANDARTES DEL
MUSEO DEL EJÉRCITO. TOMO II-3,
LA INFANTERÍA 1843-1931. CATÁLOGO
RAZONADO
Autor: Luis Sorando Muzás
701 páginas
Edición papel: 20,00 €
Edición electrónica (PDF): 5,00 €
https://publicaciones.defensa.gob.es/
ISBN 978-84-9091-621-6
AGRUPACIÓN DE INFANTERÍA DE
MARINA DE MADRID. LA FUERZA DE LA
ARMADA EN LA CAPITAL DE ESPAÑA
Autor: Manuel Barrera de Segura
74 páginas
Edición papel: 10,00 €
Edición electrónica (Epub): 5,00 €
https://publicaciones.defensa.gob.es
ISBN 978-84-9091-653-7
LOS ORÍGENES DEL EJÉRCITO MODERNO EN EL
REINO DE CASTILLA, SIGLOS XIV-XV
Autor: Manuel Ángel Martín Vera
411 páginas
Impresión bajo demanda: 25,00 €
Edición electrónica (PDF): 5,00 €
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ISBN 978-84-9091-649-0
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Los orígenes
del ejército
moderno
en el reino
de Castilla,
siglos XIV-XV
Manuel Ángel Martín Vera
Los orígenes del ejército moderno
en el reino de Castilla, siglos XIV-XV
Manuel Ángel Martín Vera
Manuel Ángel Martín
Vera, nació en Huelva el
5 de febrero de 1961.
Oficial de carrera del
Arma de Caballería,
ingresó en las Fuerzas
Armadas en 1978.
Ha ejercido el mando
de unidades tácticas
y logísticas y ha
desarrollado funciones
logísticas de gestión
de personal. Asimismo,
ha participado en
misiones internacionales
en Bosnia (1998) y
Kosovo (1999-2000)
y actualmente se
encuentra en situación
de reserva.
Se licenció en Historia
por la Universidad de
Sevilla en 2012, con
calificación de Premio
Extraordinario y se
doctoró en 2019, con
la tesis que ahora se
publica.
Su principal línea de
investigación, y su
producción bibliográfica,
se ha centrado en el
estudio de los conflictos
armados de la Castilla
bajomedieval.
Los orígenes del ejército
moderno en el reino de
Castilla, siglos XIV-XV es
una obra que pretende
mejorar el conocimiento
histórico de la hueste
castellana bajomedieval
en su evolución hacia el
ejército moderno, a través
del estudio y análisis
de las transformaciones
en su organización
militar, planeamientos
estratégicos, actuaciones
tácticas en conflictos
armados, necesidades,
capacidades y
limitaciones logísticas,
así como la incidencia
de esos factores en la
ideología y actitudes, y
su repercusión material
y mental en la sociedad
de la época. En definitiva,
se persigue desvelar los
factores que hicieron
posible a una hueste
plenamente medieval
como la castellana, sentar
las bases de lo que, con
el tiempo, llegará a ser
el ejército moderno, que
tanta fama alcanzará en
siglos posteriores.
113

SECCIONES - OBSERVATORIO INTERNACIONAL 114 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
LA CRISIS POLÍTICA Y ECONÓMICA
DE SRI LANKA Y SUS REPERCUSIONES
Alberto P. Moreno
Coronel de Infantería
Sri Lanka, la isla situada al sur de la In-
dia considerada la «Perla del Océano
Indico» por sus playas, campos de té,
y contar con ocho espacios Patrimo-
nio de la Humanidad, va camino de ser
un «Estado fallido» tras meses de pro-
testa. Los 22 millones de cingaleses,
tamiles y musulmanes que pueblan
Sri Lanka soportan una grave crisis
económica provocada principalmen-
te por la ineficacia y mala gestión del
gobierno, pero también por la corrup-
ción de un sistema en el que varias fa-
milias ostentan por turno el poder po-
lítico, económico y militar. El régimen
político de la familia Rajapaksa, inicia-
do por Mahinda Rajapaksa en 2005,
ganó popularidad en 2009 al poner fin
a la guerra civil y eliminar a los Tigres
de Liberación de Tamil Eelam (LTTE)
tras 30 años de conflicto que agota-
ron la economía del país por el esfuer-
zo bélico y la retirada de inversores en
la industria textil. Una situación agra-
vada por el impulso de Mahinda de
abordar grandes proyectos que dis-
pararon la deuda externa
1
.
CRISIS ECONÓMICA Y
DETERIORO DE LA SITUACIÓN
EN SRI LANKA
Al asumir la presidencia en 2019, Go-
tabaya Rajapaksa decidió recortar
impuestos y prohibir el uso de fertili-
zantes químicos, medidas que provo-
caron malas cosechas de arroz y té,
y unidas a la caída del turismo por la
pandemia, aumentaron el precio de los
bienes esenciales, a pesar que el go-
bierno recurrió a reservas extranjeras.
Esto provocó manifestaciones que de-
rivaron en violencia y cientos de mani-
festantes intentaron asaltar la casa de
Rajapaksa que tres días después pro-
vocaban la renuncia del Gobierno
2
. Las
protestas continuaron y el 9 de julio Ra-
japaksa dimitió tras los enfrentamien-
tos generalizados entre manifestantes
y policía, y aunque el primer ministro
nombrado en marzo, Ranil Wickreme-
singhe, también ofreció su renuncia
por recomendación de los líderes de
su partido, los manifestantes también
incendiaron su casa
3
.
Así Gotabaya Rajapaksa, cada vez
más aislado y desasistido por los je-
fes militares, el 13 de julio empren-
día la huida a Maldivas, y poste-
riormente a Singapur. Unos hechos
que provocaron días después que el
Parlamento nombrara presidente a
Wickremesinghe, quien declaro el es-
tado de emergencia y será el encar-
gado de estabilizar el país y negociar
con el FMI un nuevo plan de rescate
que lo libere de la crisis económica
que sufre
4
. Con una inflación que su-
pera el 50  %, y una deuda con presta-
mistas extranjeros de 51 000 millones
de dólares -la mitad con vencimiento
en 2027- Sri Lanka ya había importa-
do en mayo 3000 millones de dólares
más de los que exporta anualmente,
lo que acarreó que no pudiese pagar
los intereses de su deuda. Y aunque el
Banco Mundial acordó prestarles 600
millones de dólares, y el G7 apoyaba
sus intentos de reducir su deuda, Sri
Lanka tuvo que pedir a Rusia y Qatar
el suministro de petróleo a bajo pre-
cio. Prueba de la difícil situación del
país es que el Coordinador de la ONU
en Colombo afirmaba que 22  % de la
población necesitaba asistencia ali-
mentaria, y el 9 de junio la ONU pedía
47,2 millones de dólares para asis-
tencia en septiembre
5
. No obstante,
Wickremesinghe ha preparado una
hoja de ruta de política nacional para
los próximos 25 años que apunta a re-
ducir la deuda pública y convertir el
país en una economía exportadora, a
la vez que pretende un plan de rescate
a cuatro años con el FMI que espera
negociar en septiembre
6
. Pero para
lograr estas metas Wickremesinghe
tendrá que aumentar los impuestos
y los precios de los servicios públi-
cos, acometer reformas estructurales
que hagan la economía más abierta, y
conseguir un consenso nacional que
permita poner en marcha las refor-
mas que imponga el FMI.

115
REPERCUSIONES
REGIONALES DE LA CRISIS DE
SRI LANKA
La delicada situación política y econó-
mica de Sri Lanka, junto con la salida
de Rajapaksa, hizo que Sri Lanka fuera
observada con atención por sus veci-
nos. China, que ha tenido una larga re-
lación con Sri Lanka, dado que fue uno
de los primeros países no comunistas
en reconocer a China tras la guerra
civil, hizo una apuesta por la familia
Rajapaksa y además de proporcionar
armas en la lucha contra los tamiles,
financió con 7,6 millones de dólares
la campaña presidencial de Mahinda
Rajapaksa en 2015 y facilitó costosos
proyecto como el puerto de Hamban-
tota. Un puerto de importancia estra-
tégica, dada su proximidad a las prin-
cipales rutas marítimas, que Sri Lanka
arrendó 99 años a China en 2017 al no
poder pagar la deuda, y ahora es noti-
cia por la presencia de un barco chino
de vigilancia electrónica que ha pro-
vocado protestas de India y EE. UU.
7

Además, Beijing se muestra reacio a
otorgar una moratoria de la deuda a
Sri Lanka por el precedente que sen-
taría para otros países en situación si-
milar, y la caída del gobierno sirilankes
probablemente tendrá implicaciones
en la política china para la región
8
.
La delicada situación de Sri Lanka
también puede ser una oportunidad
para que India pueda competir con
China en su apoyo al pueblo sirilankes.
En realidad India ya ayudo a Sri Lan-
za con líneas de crédito, préstamos y
subvenciones por valor de entre 3 500
y 4 000 millones de dólares en los seis
primeros meses de este año, y la esta-
bilidad de su economía sería una vic-
toria para Narendra Modi, a la vez que
podría ayudar a la ambición india de
tener un puesto en el Consejo de Se-
guridad de NN.UU.
9
Otra de las enseñanzas de la crisis de
Sri Lanka es que puede servir de ad-
vertencia a otros países del Sur de Asia
como Pakistan y Bangladesh que tam-
bién tienen tendencia a una «democra-
cia familiar». En Pakistán las familias
Bhutto, Sharif y Zandaris han gober-
nado durante la mayor parte de su his-
toria, aunque el primer ministro Imran
Khan supuso una interrupción. Por su
parte los Sheikh y Zia controlan los dos
principales partidos de Bangladés, la
Liga Awani y el Partido Nacionalista.
En definitiva, todo parece indicar que
Sri Lanka tendrá que adoptar una
posición más neutral en política exte-
rior, lejos de la postura pro china de la
familia Rajapaksa, y si sus dirigentes
tienen voluntad política y toman de-
cisiones realistas podrán lograr una
cierta normalidad económica en dos
o tres años que permita al país volver a
ser un destino privilegiado del turismo
como lo fue antes.
NOTAS
1. Anwar, A. (2022). Family Ties Led
to Sri Lanka's Collapse. What Does
This Mean for South Asia? Council
on Foreign Relations. 28th July.
2. Wen, F. (2022). How the Rajapaksa
political clan led Sri Lanka to catas-
trophe. The Wall Street Journal. 9th
August.
3. Kumar Sing, A. (2022). Sri Lanka
Strongman's Follies. South Asia
Intelligence Review. 11th June.
4. Roy, S. (2022). Sri Lanka Crisis
Live News Updates. The Indian Ex -
press. 20th July.
5. Perera, A. (2022). Sri Lanka: Why is
the country in an economic crisis?.
BBC.
6. Krishan, F. (2022). Sri Lanka leader
proposes 25-year plan for crisis-hit
nation. Associated Press. 3rd Au-
gust.
7. Gunasecara, S. (2022). Chinese
Military Ship Docks in Sri Lanka
Despite India's Concerns. The New
York Times. 16th August.
8. Rowland, M. (2022). China made a
failed bet on Sri Lanka's Rajapaksa
family. Center for Governance Stu-
dies. 14th July.
9. Wignajara, G. (2022). India gains
on China in crisis-hit Sri Lanka.
Asia Times. 21st July.
Finalizado el 17 agosto 2022
Disturbios en Sri Lanka
Barco chino Yuang Wang

116 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
ENFRENTAMIENTO BREVE PERO INTENSO ENTRE
YIHAD ISLÁMICA PALESTINA E ISRAEL EN GAZA
Carlos Echeverría Jesús
Profesor de Relaciones Internacionales de la UNED
El breve enfrentamiento entre Yihad
Islámica Palestina (YIP) e Israel en
la franja de Gaza, que se ha extendi-
do entre los días 5 y 7 de agosto y ha
provocado según fuentes palestinas
cuarenta y nueve muertos, ha roto
muchos esquemas en relación con
choques armados anteriores en dicho
escenario, tanto por el actor protago-
nista como por las circunstancias que
han rodeado al mismo.
¿LA QUINTA GUERRA ENTRE
ISRAEL Y GRUPOS ARMADOS
PALESTINOS EN GAZA?
El enfrentamiento ahora producido
no puede calificarse de guerra, ni por
el número de víctimas mortales pro-
ducidos ni por la duración del mis-
mo. Ello distingue a lo ahora ocurrido
de las guerras anteriores que Israel
ha tenido que librar en escenario tan
convulso y complejo como es la fran-
ja de Gaza, de tan solo 360 kilómetros
cuadrados y poblado hoy por 2,3 mi-
llones de palestinos. Allí se ha enfren-
tado hasta en cuatro ocasiones con
el Movimiento de Resistencia Islámi-
co Palestino (HAMAS), que domina
de facto el territorio, desafiando des-
de 2007 a la Autoridad Nacional Pa-
lestina: en 2008, 2012, 2014 y 2021.
Ahora ha sido YIP el actor que ha
provocado con su actitud la reac-
ción de Israel. Desde el último en-
frentamiento entre HAMAS e Israel,
en mayo de 2021, HAMAS ha pasado
a mantener un perfil bajo evitando un
nuevo enfrentamiento mientras que
YIP, dirigido por Ziad Al Najala, ha
intensificado no solo sus amenazas
sino también su activismo contra Is-
rael
1
. Tal dinámica sería la causan-
te de la decisión israelí de lanzar el
5 de agosto dos ataques selectivos
con objetivos en Gaza capital, en los
que provocaba la muerte de Tayssir
Al Jabari Abu Mahmud, comandan-
te de las Brigadas Al Qods, el brazo
armado de YIP
2
. Esos dos ataques
provocaban en el momento según
fuentes palestinas once muertos y
setenta y cinco heridos y llevaban a
YIP a lanzar hasta 160 cohetes con-
tra territorio israelí.
Israel bautizaba su ataque como
«Operación Amanecer», pedía a
HAMAS que se mantuviera al mar-
gen, algo que sorprendentemente los
islamistas que controlan Gaza hicie-
ron durante todo el proceso, y anun-
ciaba objetivos y duración limitados
para alejar la idea de una quinta gue-
rra
3
. Recordemos que HAMAS y YIP,
aunque ambos son herramientas de
resistencia frente a Israel, han tenido
tensiones e incluso enfrentamientos
entre ellos en Gaza, destacándose los
producidos en 2007 y en 2013. Este
último se produjo cuando HAMAS im-
pidió que YIP lanzara cohetes contra
Ataques aéreos israelíes contra un edificio residencial el día 7 de agosto en la ciudad de Gaza

117
Israel dado que ello no convenía en-
tonces a sus planes.
Hay que recordar que JIY es actor más
antiguo que HAMAS pues nació en
1981 impulsado por el reciente triunfo
de la Revolución en Irán y fundado por
Fathi Chikaki, disidente de los Herma-
nos Musulmanes pues se opuso a la
línea del jeque Ahmed Yassin, enemi-
go este último de la OLP y más volca-
do en islamizar a la sociedad palestina
que en combatir a Israel. Luego Yassin
endurecería su postura impulsando el
surgimiento de HAMAS, agrupando a
los Hermanos Musulmanes palesti-
nos bajo tal acrónimo y favoreciendo
el uso de la violencia terrorista, tanto
contra Israel como contra la propia
OLP. Pero entre HAMAS y YIP siempre
ha habido diferencias y por ello perdu-
ran como dos grupos independientes,
tolerando el primero al segundo pero
sin brindarle apoyo militar 
4
.
La necesidad de contención para evi-
tar el entrar en una larga y costosa
guerra –en la de 2014 se perdieron
2300 vidas– estaba pues en los pla-
nes iniciales de las autoridades israe-
líes, pero era no obstante recordado
el 7 de agosto por el jefe del Shin Bet,
Ronen Bar 
5
. A esas alturas de este
breve conflicto Israel había conse-
guido en buena medida sus objetivos,
entre los más importantes la elimina-
ción de Tayssir Al Jabari, seguida de
la de Khaled Mansour, comandante
de la YIP en el sur de la franja
6
. Pero
el aviso de Ronen Bar era pertinente
dado que entonces nadie podía pre-
ver el fin pronto de las hostilidades y
porque el número de civiles muertos,
asegurado siempre en un escenario
intratable como es el de la franja de
Gaza, el rincón del mundo con la ma-
yor densidad de población, iba peli-
grosamente en aumento con treinta y
un muertos, seis de ellos niños
7
.
PRINCIPALES
CARACTERÍSTICAS DEL
NUEVO ESCENARIO
Aunque YIP es un grupo ligado a Irán
los contactos diplomáticos que han
llevado a poner fin a los enfrentamien-
tos han tenido como de costumbre
como principal protagonista a Egip-
to, enconado enemigo de Teherán
pero hábil negociador entre actores
palestinos
8
. Ello pone de nuevo de
manifiesto que Egipto sigue siendo
un interlocutor útil para Israel en la
gestión de la seguridad en Gaza.
Israel ha conseguido con este breve
enfrentamiento un triple objetivo. Ha
conseguido debilitar por un tiempo a
las Brigadas Al Qods matando a su
líder actual, y ello tras haber elimi-
nado en 2019 a su predecesor Abu
Atta; ha conseguido confirmar de
nuevo la operatividad de su defensa
antimisiles «Cúpula de Hierro» que ha
mostrado una efectividad del 97 por
ciento defendiendo a los israelíes de
los cohetes de YIP; y finalmente ha
conseguido que su objetivo de que
HAMAS se mantuviera al margen y
no se implicara en los enfrentamien-
tos se cumpliera también. De hecho
ambos actores, Israel y HAMAS, han
evitado cuidadosamente cualquier
contacto violento sobre un terreno
siempre fluido y peligroso.
Mientras tanto la vida sigue y una se-
mana después del fin de este enfren-
tamiento un autobús era tiroteado en
Jerusalén, en las cercanías de la tum-
ba del Rey David, en un atentado que
provocaba dos heridos graves y que
HAMAS calificaba de «operación he-
roica»
9
. En el presente año 2022 los
atentados en suelo israelí han pro-
liferado incluyendo acciones reivin-
dicadas incluso por el Estado Islá-
mico   (EI), e Israel va diseñando sus
estrategias tanto preventivas como
de respuesta que en agosto han te-
nido como objetivo al YIP en las cir-
cunstancias aquí analizadas.
NOTAS:
1. Bernier, M. (2022): Stéphane
Amar: Le Djihad islamique pales-
tinien constitue une réelle menace
pour l’Etat d’Israël, FigaroVox, 8  de
agosto.
2. A Gaza un regain de tension entre
Israel et le Jihad Islamique fait cra-
indre une escalade, Le Monde, 5 de
agosto de 2022.
3. Israel traslada su pulso con Irán
a Gaza en la operación contra Yi-
had Islámica, ABC, 6 de agosto
de 2022.
4. Filiu, J. (2022): L’isolement des vé-
térans le l’islamisme palestinien, Le
Monde, 14 de agosto.
5. El jefe de la inteligencia nacional is-
raelí habría recomendado el fin de la
ofensiva de Gaza, El HuffPost-Euro-
pa Press, 7 de agosto de 2022.
6. La Yihad Islámica confirma la
muerte de su segundo comandan-
te al sur de la franja de Gaza, ABC,
7 de agosto de 2022.
7. Forey, S. (2022): Gaza: le bilan hu-
main s’alourdit et pas d’accalmie à
l’horizon, Libération, 7 de Agosto
de 2022.
8. Israel y la Yihad Islámica inician
el alto el fuego en Gaza con sire-
nas de alarma, ABC, 8 de agosto
de 2022.
9. Huit blessés dont deux grièvement
dans une attaque contre un bus à
Jérusalem, Le Monde, 14 de agos-
to de 2022.
Finalizado el 17 agosto 2022

118 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022SECCIONES - PENSADORES ESTRAT?GICOS
VLADIMIR SLIPCHENKO Y
LAS GUERRAS DE SEXTA
GENERACIÓN
Vladimir Slipchenko fue un General de
división de las Fuerzas Armadas rusas
especialista en guerra electrónica y
defensa aérea. Tras finalizar el curso
de Estado Mayor en 1988 permaneció
como profesor distinguiéndose por
su contribución al pensamiento mi-
litar ruso. Fue autor de varios libros,
siendo publicado en 2004 el último
de ellos y el más relevante: Nueva ge -
neración de guerra: guerra remota y
sin contacto. Slipchenko consideraba
que el final de la Guerra Fría no signi-
ficaba el fin de las guerras, sino que
marcaba el comienzo de un nuevo tipo
de guerra que progresaría en paralelo
a la propia evolución de las socieda-
des industriales hacia sociedades de
la información. A este tipo de guerra
la denominó de sexta generación o
«guerra sin contacto».
Slipchenko articuló su teoría clasifi-
cando en generaciones la evolución
de la guerra a lo largo de la histo-
ria, al igual que hicieron otros auto-
res occidentales. Así, consideraba
que había existido una primera ge-
neración basada en las armas de filo:
espadas, flechas y lanzas y que duró
unos 4.000 años. La segunda genera-
ción nacería en los siglos XII y XIII con
motivo de la aplicación de la pólvora
a la guerra y el nacimiento de los pri-
mitivos cañones. En los siglos XVIII y
XIX, las armas de ánima rayada darían
lugar al comienzo de la tercera gene-
ración, que supondría un salto impor-
tante al aumentar la precisión y el al-
cance, permitiendo guerras de mayor
escala. La cuarta generación corres-
pondería a los adelantos tecnológi-
cos del siglo XX , como los aviones, los
carros de combate o los submarinos.
El autor considera que esta genera-
ción está presente (a principios de los
años 2000) en muchos países.
La quinta generación, la guerra nu-
clear, merece una reflexión aparte,
pues si bien las generaciones ante-
riores son fruto de una evolución «na-
tural», la capacidad de destrucción de
las armas nucleares rompe la relación
entre fines políticos a conseguir y me-
dios militares a utilizar.
El autor no cree que la paridad nuclear
conseguida entre Estados Unidos y la
Unión Soviética siga siendo útil tras
el final de la Guerra Fría, pues no ha
evitado que la OTAN se expanda hacia
el Este o que haya intervenido en los
Balcanes. Además, a la carestía que
supone el mantenimiento de los arse-
nales nucleares se une el incremento
de la capacidad de destrucción de las
nuevas armas convencionales. Todo
ello, junto con la consideración que la
escalada en un conflicto nuclear es in-
controlable, «la incapacidad nuclear»,
le hace pensar que hay que evolucio-
nar hacia una sexta generación.
De esta manera Slipchenko define el
inicio de un nuevo tipo de guerra en la
que solo se necesitarán tres objetivos
para vencer: derrotar a las Fuerzas Ar-
madas enemigas en su propio territo-
rio, destruir su capacidad económica
y cambiar el sistema político. Para ello,
Vladimir Slipchenko

119
se necesitarán armas de precisión,
mejoras en los sistemas de mando y
control, en comunicaciones y en inte-
ligencia, así como desarrollar la gue-
rra de la información. Reconoce que
estos cambios tardarán en producir-
se, pues los ejércitos evolucionan tec-
nológicamente más lentamente que
las sociedades a las que pertenecen y
considera que esta forma de hacer la
guerra podría estar madura en 2030.
Slipchenko considera la Guerra de
las Malvinas como la precursora de
la guerra sin contacto. El ejemplo que
ilustra esta aseveración es el uso de
los misiles Exocet por parte de las
Fuerzas Armadas argentinas. Al ini-
cio de la guerra, Argentina solo tenía
cinco misiles y con ellos fue capaz de
hundir o dañar tres barcos británicos.
El autor ruso ve en estas acciones el
inicio del cambio en el paradigma de
la guerra. Posteriormente, en 1991,
la Guerra del Golfo, se convirtió en el
verdadero prototipo de este tipo de
guerra en la que, a través de las ar-
mas de largo alcance y precisión, se
podía derrotar al enemigo con un em-
pleo mínimo de las fuerzas terrestres.
Una de las conclusiones inmediatas
de Slipchenko es que las fuerzas te-
rrestres ya no eran tan necesarias
para lograr la victoria e incluso se
atrevía a proponer que se convirtie-
ran en una suerte de fuerza de pro-
tección de fronteras. Otro de los ejem-
plos que usó, para argumentar este
razonamiento fue un ejercicio de si-
mulación norteamericano en el que
se sustituían las fuerzas terrestres de
interposición entre dos partes en con-
flicto, con sensores de inteligencia y
armas de precisión de largo alcance.
Sin embargo, el General ruso no se
mostraba muy optimista con la capa-
cidad de las Fuerzas Armadas rusas
para evolucionar rápidamente hacia
la sexta generación. Aun consideran-
do que Rusia disponía de la tecnolo-
gía suficiente para dar el el salto, creía
que, debido a su debilidad económi-
ca, tendría escasa capacidad de pro-
ducción en masa y de almacenamien-
to. Por lo tanto, tardaría años en tener
una capacidad equiparable a la de Es-
tados Unidos.
En el año 2005 se publicó el libro
Guerra futura que recogía, entre otros
autores, una conferencia de Slip-
chenko. En ella debatió la necesidad
de que Rusia reconociera a China
como un aliado y no como un com-
petidor consciente de que Pekín evo-
lucionaba rápidamente hacia la sexta
generación. Preguntada su opinión
sobre una posible guerra sin contac -
to con Taiwan, contestó que China es-
taba preparada para ello y que tendría
tres posibles líneas de acción. La pri-
mera sería una invasión mediante des-
embarco anfibio que descartaba por
completo. La segunda era un ataque
nuclear táctico, pues la doctrina chi-
na permitía el uso de armas nucleares
en territorio propio si fuera necesario,
y Taiwan, a los ojos de Pekín lo era. Es-
tas dos primeras opciones serían gue-
rras de cuarta y quinta generación. La
tercera línea de acción sería la verda-
dera guerra sin contacto: destrucción
de fuerzas, de la economía y cambio
de régimen. Sin embargo, el propio
Slipchenko pensaba que no se daría
tal guerra dada la enorme interdepen-
dencia económica entre ellos y el daño
que China se auto-infligiría si destruía
la economía taiwanesa.
Vladimir Slipchenko, como otros auto-
res occidentales, quedó impresionado
por la actuación norteamericana en la
Guerra del Golfo de 1991. Muchos au-
tores sacaron como conclusión inme-
diata que las fuerzas terrestres habían
dejado de ser importantes en la gue-
rra. Sin embargo la posterior invasión
de Irak en 2003 o la de Ucrania en 2022
han demostrado que sin el control físi-
co del terreno no hay victoria.
Ángel José Adán García
Coronel de Artillería DEM
Portada del libro «Guerra Futura» de 2005

120 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
CINCO ARMAS PARA EL FUTURO
De acuerdo con Kyle Mizokami, en su
artículo publicado recientemente en
la revista digital Popular Mechanics ,
el conflicto entre Rusia y Ucrania in-
fluirá para que aparezcan 5 nuevas ar-
mas en cualquier futuro campo de ba-
talla. Y es que el enfrentamiento que
vivimos actualmente está elevando el
uso de nuevas tecnologías militares
como son los drones, los láseres y las
armas antirradiación.
Algunos elementos básicos de la gue-
rra, como carros de combate, avio-
nes y obuses, han demostrado ser
sorprendentemente vulnerables en
el transcurso del conflicto, mientras
que la artillería de cohetes, los drones
y las armas anticarro han superado la
capacidad de aquéllos. Otros, como
los láseres aún no han aparecido. Sa-
bido es que la guerra potencia la in-
novación y empuja a los combatien-
tes a adoptar nuevas tecnologías para
permitir nuevas tácticas y estrategias.
La experiencia en el campo de batalla
discrimina rápidamente lo que funcio-
na y lo que no: lo primero se adopta
rápidamente y lo segundo se descarta
con igual rapidez. Así pues, lo que ve-
remos más profusamente serán:
 —Láseres defensivos. La capaci-
dad de derribar cohetes y proyec-
tiles de artillería, montando láse-
res de defensa aérea en vehículos
terrestres, es sólo una cuestión de
tiempo. Un ejemplo es el vehículo
de combate de infantería Stryker
que se está preparando para por-
tar sistemas de defensa láser. Los
ataques a zonas pobladas y con-
tra objetivos civiles en la guerra
ruso-ucraniana demuestran que
las defensas láser también tienen
su lugar para proteger objetivos
no militares además de los pro-
piamente militares.
 —Armas antirradiación. Una gran
ventaja que Rusia tenía sobre Ucra-
nia, al comienzo de la guerra, estaba
en el campo de la guerra electróni-
ca. Ucrania bien se beneficiaría de
ser capaz de detectar y atacar los
sistemas rusos que emiten fuertes
señales electromagnéticas si tuvie-
ra la capacidad de interferir rada-
res, GPS y las comunicaciones del
enemigo, además de poder emitir
sus propias señales de radio que
incluyen radares de defensa aérea
y señales inalámbricas. De ahí que
misiles antirradiación, capaces de
apuntar y luego destruir radares,
vehículos de comunicaciones, de
interferencias y otros emisores,
permitirían dejar a las fuerzas ene-
migas sordas y ciegas. Ya existen
en el arsenal norteamericano los
que se lanzan desde aviones (el
AARGM lanzado desde un avión
de la Marina), pero aún faltan las
versiones que operen desde tierra y
eso es algo que se podrá ver dentro
de pocos años.
 —Artillería de cohetes guiados.
La última estrella del conflicto es
el Sistema de Artillería de Cohetes
de Alta Movilidad (HIMARS) pro-
porcionado por EE.  UU. Es un sis-
tema de lanzamiento de cohetes
recargables montado en un chasis
de camión mediano. Puede dispa-
rar seis cohetes GMLRS guiados y
con un alcance de unos 70 kilóme-
tros, lo que le proporciona mayor
alcance que la artillería de tubo
convencional. Su uso se centra en
acciones de interdicción, atacan-
do objetivos rusos de alto valor
detrás de las líneas enemigas. Ac-
tualmente, no hay armas, al menos
en el lado ruso, que puedan derri-
bar cohetes GMLRS. Este éxito de
la combinación HIMARS-GMLRS
hace pensar que, probablemente,
muchos países traten de tenerlos
en sus arsenales próximamente.
 —Pequeños drones. La guerra
ruso-ucraniana no es la primera
guerra en usar drones cuadricóp-
teros para misiones de vigilancia,
pero será la guerra más conocida
por ellos. Fabricados a menudo
para el mercado civil, han dado a
las tropas terrestres ucranianas
la capacidad de inspeccionar su
entorno y apuntar a las fuerzas
enemigas, permitiendo que uni-
dades tan pequeñas como las de
nivel Sección eliminen el elemento
sorpresa de cualquier fuerza ene-
miga, particularmente aquellas
que operan vehículos blindados.
La experiencia ucraniana significa

121
que, entre otros, los ejércitos de la
OTAN, el EPL de China, las Fuer-
zas de Autodefensa de Japón y el
Ejército de Corea del Sur los adop-
tarán para 2030.
 —Internet satelital. Según el New
York Times, los helicópteros ucra-
nianos que volaban en misiones
peligrosas sobre Mariúpol, no iban
cargados con armas anticarro sino
con un receptor de Internet sate-
lital SpaceX Starlink. Esto sirvió
como salvavidas para las fuerzas
militares y civiles atrapadas en la
acería sitiada de Azovstal. El re-
ceptor, conectado directamente a
los satélites, permitía a los usua-
rios eludir el servicio de telefonía
celular e Internet fijo dañado por
los combates. Un impulso mo-
ral para los civiles y un respaldo
para las comunicaciones milita-
res ucranianas. Space X, con sus
miles de satélites de retransmi-
sión, ha creado una red menos
segura, pero más resistente. Si
bien Starlink puede no ser lo sufi-
cientemente seguro para manejar
comunicaciones militares, es casi
seguro que inspirará una versión
militar en el futuro. Esa versión
combinará la seguridad de los sa-
télites militares existentes con la
cobertura Starlink, permitiéndole
sobrevivir a la pérdida de docenas
de satélites por la acción enemiga.
5 Weapons You’ll See on the
Battlefield of the Future,
Influenced by Russia’s War in
Ukraine por Kyle Mizokami en
www.popularmechanics.com
PAÑO
TRANQUILIZADOR
Lo de tranquilizador es porque destru-
ye los agentes nerviosos mortales en
cuestión de minutos. Y lo de paño es
porque se trata de un tejido para la fabri-
cación de uniformes que puedan des-
componer rápidamente sustancias tó-
xicas, protegiendo a los soldados de las
armas químicas. Y es en esto en lo que
están trabajando los químicos en cola-
boración con el Ejército de los EE. UU.
Los científicos de la Universidad North-
western están bregando en un proyecto
artesanal e inusual. Mezclan polvos y lí-
quidos hasta obtener una consistencia
similar a la pintura, sumergen muestras
de tela de algodón en el líquido y luego
dejan secar la tela. A través de este pro-
ceso, están creando tejidos que pueden
neutralizar rápidamente algunos de los
venenos más letales conocidos por la
humanidad: los agentes nerviosos.
Los tejidos a los que nos estamos re-
firiendo son el último desarrollo de
un esfuerzo de 10 años con la idea
de conseguir uniformes militares que
protejan mejor a los usuarios contra
las armas químicas. La tela destruye
específicamente los agentes nervio-
sos VX y soman o GD, que es un pa-
riente más tóxico del sarín. Estos quí-
micos interrumpen el sistema nervioso
central humano, esencialmente impi-
diendo que las células del cuerpo se
comuniquen entre sí. También pueden
matar sin necesidad de ser ingeridos.
En 2017, por ejemplo, Kim Jong-nam,
hermanastro del dictador coreano
Kim Jong-un, fue asesinado en el ae-
ropuerto de Kuala Lumpur por dos mu-
jeres que, supuestamente, le untaron
VX en la cara. Kim murió dentro de las
dos horas posteriores a la exposición.
Actualmente, los soldados estadou-
nidenses tienen uniformes que ab-
sorben los agentes nerviosos, pero
no los destruyen. El objetivo es con-
seguir un uniforme que pueda hacer
ambas cosas. También se está traba-
jando en telas similares que neutrali-
zan el gas mostaza, arma química que
no siendo un agente nervioso puede
quemar gravemente la piel, los ojos y
las vías respiratorias. Esta tecnología
antimostaza se ha incorporado ya en
prototipos de máscaras antigás.
La descomposición de los agentes
nerviosos se logra por la actuación de
determinadas moléculas que recogen
agua del aire ambiente y, con ayuda de
un catalizador, aceleran el proceso de
degradación. Por tanto, siempre que
la tela se use en un lugar donde el ni-
vel de humedad sea de al menos un
30 por ciento, puede acumular sufi-
ciente agua para descomponer los
agentes nerviosos en cuestión de mi-
nutos. Las telas se han mostrado efi-
caces en condiciones realistas, como
por ejemplo ensuciándolas con diésel
y sudor artificial. Estos contaminan-
tes no redujeron significativamente su
rendimiento. De hecho, la tela sudada
funcionó mejor que la tela limpia, pro-
bablemente debido al exceso de agua.
Proyectos como el de la Universidad
de Northwestern han sentado la ma-
yor parte de la base científica necesa-
ria para hacer estos uniformes. Ahora,
los investigadores han de profundizar
en los diseños, realizar más pruebas y
descubrir cómo aumentar la produc-
ción. También se ha de comprobar que
el tejido funcione como prenda de ves-
tir, es decir, que responda a preguntas
como si el revestimiento se desprende
o no o si la tela es transpirable o no. Es
posible que estos uniformes química-
mente sofisticados puedan estar dis-
ponibles en pocos años. Lo esperamos.
This Cloth Destroys Deadly
Nerve Agents in Minutes por
Sophia Chen en www.wired.com
Ricardo Illán Romero
Teniente coronel de Infantería
Vehículo de combate de infantería Stryker

122 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
La acción se desarrolla a finales de 1944, du-
rante la Segunda Guerra Mundial en el fren-
te del Pacífico, donde Japón está perdiendo la
guerra. Por orden del comandante Taniguchi, el
joven Hirō Onoda es enviado a una isla de Filipi-
nas justo antes del desembarco estadouniden-
se. Onoda había recibido formación especial
para conformar una guerrilla con un pequeño
grupo de hombres siguiendo órdenes de no
abandonar bajo ningún concepto su misión.
Los pocos soldados que arrastra hasta la sel-
va pronto descubrirán la doctrina desconocida
que los unirá a este hombre: la guerra secreta.
Para el Imperio de Japón, la guerra está a punto
de acabar, pero, para Onoda, la guerra terminará
10.v000 noches después. Sin contacto con sus mandos y sin conocer el final de la
guerra, Onoda combatirá escondido en la jungla en compañía de tres soldados,
dedicándose a quemar cosechas, robar e, incluso, asesinar a los habitantes de la
isla.
Onoda fue el último soldado japones que se rindió en la Segunda Guerra Mun-
dial. Lo hizo en 1974 tras pasar 30 años sobreviviendo en la isla de Lubang. In-
creíble la historia de este militar japones, que fue recibido como un héroe en
Japón, tras su tardía rendición.
El director, Arthur Harari, ha manifestado sobre esta cinta «lo más complejo
fue manejar el tiempo». La película ha sido premiada en el Festival de Cannes.
ONODA: 10.000 NOCHES
EN LA JUNGLA
Francia | 2021 | 173 minutos | Color | Cine
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL
Onoda, 10 000 nuits dans la jungle
DIRECTOR
Arthur Harari
INTÉRPRETES
Endō Yūya,
Tsuda Kanji,
Nakano Taiga,
Matsuura Yūya,
Chiba Tetsuya y
Katō Shinsuke
GUION
Arthur Harari y Vincent Poymiro
MÚSICA
Olivier Marguerit y Enrico Gabrielli
FOTOGRAFÍA
Tom Harari
José Manuel Fernández López
Ejército de Tierra
SECCIONES - FILMOTECA

FICHA T?CNICA
T?TULO ORIGINAL
It?s always fair weather
DIRECTOR
Stanley Donen y Gene Kelly
INT?RPRETES
Gene Kelly, Cyd Charisse,
Dan Dailey, Dolores Gray,
Michael Kidd, David Burns,
Jay C. Flippen, Hal March y
Steve Mitchell
GUION
Betty Comden y Adolph Green
M?SICA
Andr? Previn
FOTOGRAF?A
Robert J. Bronner
Comentarios y sugerencias
[email protected] 123
Esta película está catalogada dentro del géne-
ro musical y puede parecer inadecuada para fi-
gurar en esta sección, pero si nos fijamos en el
mensaje que transmite es bastante importante
en la conexión de los «mundos» civil y militar.
El filme cuenta la historia de tres combatien-
tes norteamericanos que regresan victoriosos
de la Segunda Guerra Mundial. Al comienzo
contemplamos a los protagonistas marchan-
do bajo el tema March, March acompañando
la descripción de las campañas y enlazándolas
con su llegada a Nueva York.
Estos tres combatientes, antes de despedir-
se e incorporarse a la vida civil, van a un bar
en donde hacen una apuesta con el camarero
para verse dentro de 10 años, concretamente el 11 de octubre de 1955. Diez
años después, al reencontrarse descubren que han cambiado: uno es directivo
dentro de la naciente televisión, otro tiene una carnicería y el tercero se dedica
a amañar combates de boxeo. No tienen nada en común, excepto haber sido
camaradas. Esta película hace una lectura de lo que conseguía el Ejército de
reemplazo al unir a personas de diferente condición.
Pocas películas giran en torno a los efectos que los años causan en los hom-
bres, sobre la fragilidad de los sentimientos humanos que, salvo lazos de unión
excepcionales, se consiguen mantener. El ejército es ese lazo de unión. Y este
melodrama musical nos habla de ello.
SIEMPRE HACE BUEN
TIEMPO
Estados Unidos | 1955 | 101 minutos | Color | Cine

124 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
LA LOMA DE LOS TANQUES
Juan Urquiza Viedma | Círculo Rojo | 2022
P
ocos meses después del tris-
te verano de 1921 en el que
tantos españoles llegaron a
perder la vida en el norte de
África que aún no han podido ser con-
tabilizados, Francia accedió a vender
a España once Renault FT-17: mo-
dernos e innovadores carros de asal-
to que tan buen resultado les habían
dado a estos en la parte final de la
Gran Guerra.
En marzo de 1922, con los blinda-
dos recién llegados, varios oficia-
les docentes de la Escuela Central
de Tiro —sin ninguna experiencia en
combate— junto con unos valientes
y entregados soldados -como con-
ductores y mecánicos- montaron
la primera Compañía de Carros de
Asalto de Infantería, que fue enviada
a Melilla el mismo día que aparecie-
ron los sargentos que venían a reali-
zar el curso correspondiente. Tuvie-
ron su bautismo de fuego nada más
llegar al Rif, sin conocerse absoluta-
mente de nada y sin haberse subido
nunca antes a un carro de asalto.
La loma de los tanques fue el lugar
donde surgió un nuevo espíritu, el
espíritu carrista, nacido en una gue -
rra que nunca existió y que jamás
olvidaremos.

125
LAS GUERRAS PÚNICAS
ROMA CONTRA CARTAGO: HISTORIA DE UN CONFLICTO
Carlos Díaz Sánchez | Actas | 2022
A
ño 264 a.C., Cartago y Roma
inician hostilidades en la isla
de Sicilia: un enfrentamiento
que no sabían cuánto iba a
durar ni las consecuencias que iba a
tener. Desde ese momento, tanto car-
taginenses como romanos comba-
tieron en tres guerras que abarcaron
algo más de un siglo y que provocaron
el final del imperialismo cartaginés y
el comienzo de la expansión de la Re-
pública romana más allá de sus lími-
tes naturales (146 a.C.). Esta sucesión
de hechos fue primordial en la historia
de ambas culturas, sin cuyo desarro-
llo no podría entenderse cómo Roma
se alzó como la principal potencia
del Mediterráneo en detrimento de
Cartago.
Las Guerras Púnicas. Roma contra
Cartago: historia de un conflicto pre-
tende analizar la problemática de sus
fuentes, sus antecedentes y el desa-
rrollo de las tres guerras, sus batallas y
los problemas políticos y sociales que
acontecieron tanto a Cartago como a
Roma. A través de sus páginas, el lec-
tor encontrara un relato documenta-
do y ameno donde, de forma sencilla,
podrá observar cómo se desarrolla-
ron los conflictos, qué ocurrió en los
periodos de entreguerras para llegar
al siguiente choque, las relaciones di-
plomáticas entre ambos contendien-
tes, sus ejércitos o los cambios políti-
co-sociales que se produjeron.

SECCIONES - SUMARIO INTERNACIONAL 126 / Revista Ejército nº 977 • septiembre 2022
18 |
RETOURS D’EXPÉRIENCE DE
L'AFGHANISTAN
Cet article analyse de manière synthétique les nombreux enseigne-
ments du conflit en Afghanistan aux niveaux stratégique, opérationnel
et tactique.
Il s'agit, entre autres, de la nécessité d'un leadership stratégique fort, de
l'importance de la prise de conscience ou de la sensibilité interculturelle,
de la difficulté des opérations de stabilisation et de soutien de la paix, et
des frictions inhérentes à l'environnement opérationnel.
36 |
LA RÉSERVE FINLANDAISE:
DES CITOYENS POUR UNE
DÉFENSE TOTALE
L'invasion de l'Ukraine a provoqué un virage copernicien dans le paysage
européen de la sécurité et de la défense. L'un des changements les plus
frappants s’est produit en Finlande, le pays ayant mis fin à 74 ans de neu-
tralité en demandant son adhésion à l'OTAN. Avec une frontière de 1324
kilomètres avec la Russie et une population de cinq millions et demi d'ha-
bitants, la Finlande fonde sa défense sur le service militaire obligatoire
et un solide système de réserve. Il est temps de découvrir comment ses
citoyens, forts de la mémoire collective de la Guerre d'Hiver (1939-40),
se préparent à une nouvelle menace venue de l'Est.
18 |
LESSONS
FROM AFGHANISTAN
This article briefly discusses the many lessons learned from the conflict
in Afghanistan at the strategic, operational and tactical levels.
These include, among others, the need for solid strategic leadership,
the importance of cross-cultural awareness or sensitivity, the difficulty
of stabilization and peace support operations and the frictions inherent
in the operational field.
36 |
THE FINNISH RESERVE:
CITIZENS FOR TOTAL DEFENSE
The invasion of Ukraine has brought about a Copernican turn in the Eu-
ropean security and defense scenario. One of the most striking changes
has taken place in Finland, which, with its application for NATO member-
ship, has put an end to 74 years of neutrality. With 1324 kilometers of
border with Russia and five and a half million inhabitants, Finland bases
its defense on compulsory military service and a solid reserve system.
With the collective memory of the Winter War (1939-40), it is time to
find out how its citizens are readying themselves after feeling threatened
again from the East.

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18 |
TLEKTIONEN AUS
AFGHANISTAN
Dieser Artikel befasst sich oberflächlich mit den zahlreichen gewon-
nenen Erfahrungen, die aus dem Konflikt in Afghanistan auf strategi-
scher, operativer und taktischer Ebene gezogen wurden. Unter anderem
gehören dazu die Notwendigkeit einer soliden strategischen Führung,
die Bedeutung eines interkulturellen Bewusstseins und Sensibilität, die
Schwierigkeit von Stabilisierungs- und Friedensunterstützungsoperati-
onen und die Reibungen, die im operativen Bereich auftreten.
36 |
DIE FINNISCHE RESERVE:
BÜRGER FÜR DIE TOTALE
VERTEIDIGUNG
Die Invasion in die Ukraine hat zu einer kopernikanischen Wende im eu-
ropäischen Sicherheits- und Verteidigungsszenario geführt. Eine der
auffälligsten Veränderungen hat in Finnland stattgefunden, das mit sei-
nem Beitrittsantrag auf NATO-Mitgliedschaft eine 74-jährige Neutralität
beendet hat. Mit 1.324 Kilometern Grenze zu Russland und fünfeinhalb
Millionen Einwohnern stützt Finnland seine Verteidigung auf die Wehr-
pflicht und ein solides Reservesystem. Angesichts der kollektiven Erin-
nerung an den Winterkrieg (1939-40) ist es an der Zeit herauszufinden,
wie sich die Bürger auf die erneute Bedrohung aus dem Osten vorbe-
reiten.
18 |
LEZIONI
DALL'AFGHANISTAN
L’articolo analizza in maniera sintetica le numerose lezioni tratte dal con-
flitto in Afghanistan a livello strategico, operativo e tattico.
Tra queste, la necessità di una forte leadership strategica, l'importanza
della consapevolezza o della sensibilità interculturale, la difficoltà delle
operazioni di stabilizzazione e di sostegno alla pace e le frizioni insite
nell'ambiente operativo.
36 |
LA RISERVA FINLANDESE:
CITTADINI PER LA DIFESA
TOTALE
L'invasione dell'Ucraina ha determinato una svolta copernicana nel pa-
norama della sicurezza e della difesa europea. Uno dei cambiamenti più
eclatanti è avvenuto in Finlandia che, con la richiesta di adesione alla
NATO ha posto fine a 74 anni di neutralità. Con un confine di 1.324 chilo-
metri con la Russia e una popolazione di cinque milioni e mezzo di abitan-
ti, la Finlandia basa la sua difesa sul servizio militare obbligatorio e su un
sistema forte di riserva. Con la memoria collettiva della Guerra d'Inverno
(1939-40), è ora di scoprire come i suoi cittadini si stanno preparando a
una nuova minaccia dall’Est.

128 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022SECCIONES - WARGAMES / JUEGOS DE GUERRA
SQUAD LEADER
SÍNTESÍS HISTÓRICA
Se reproducen combates de infante-
ría desarrollados durante la Segunda
Guerra Mundial. Cada jugador toma
decisiones en cada instante que sig-
nifican la vida o la muerte de sus hom-
bres, y tienen resonancia sobre la vic-
toria o derrota para su ejército.
Se desciende a seleccionar un plan de
ataque o de defensa en donde deta-
lles como la cobertura de un seto o el
emplazamiento de una ametralladora
son vitales.
EL JUEGO SQUAD LEADER
Es un sistema de juego detallado de
dos o más jugadores (con la posibili-
dad de jugar también en solitario) co-
rrespondiente a diversos escenarios
dentro de la Segunda Guerra Mun-
dial, principalmente 12, de rigurosa
reconstrucción:
• Escenario 1: Rusia. Stalingrado.
Contraataques. Octubre 1942.
• Escenario   2: Rusia. Stalingrado.
Combate en Ácería. Octubre 1942.
• Escenario 3: Rusia. Stalingrado.
Combates en las calles. Octubre
1942.
• Escenario 4: Rusia. Piepsk. El Erizo.
Noviembre 1941.
• Escenario 5: Rusia. Minsk. La Coli-
na 621, Julio 1944.
• Escenario 6: Rusia Central. Enero
1943.
• Escenario 7: Bélgica. Ardenas. Di-
ciembre 1944.
• Escenario 8: Alemania. Enero 1945.
• Escenario 9: Francia. Agosto 1944.
• Escenario 10: Alemania. Abril 1945.
• Escenario 11: Alemania. Marzo
1945.
• Escenario 12: Bélgica. Diciembre
1944.
EL DISEÑO
Fue diseñado por John Hill que lanzó
sus primeros juegos de guerra publi-
cados en 1972 e incluían «El Paso de
Kasserine» y «Primera Guerra Mun-
dial: Verdun». Al año siguiente publicó
«Hue» basado en los combates cerca
de la ciudad de Hue en la Guerra de
Vietnam y «Overlord» sobre la campa-
ña de Normandía. En 1974 y 1975 pu-
blicó dos juegos sobre los conflictos
árabe-israelíes (Bar-Lev y Jerusalén)
y en 1977 un juego sobre la lucha en
Corea. Fue ese mismo año que vendió
Squad Leader a Avalon Hill.
La caja frontal La caja posterior

129
Durante muchos años trabajó como
analista militar para el gobierno de
Estados Unidos.
El Juego contiene, básicamente:
• 520 fichas troqueladas por dos ca-
ras que representan hombres y ar-
mas de ejércitos de Alemania, Rusia
y Estados Unidos durante la Segun-
da Guerra Mundial.
• 120 fichas por dos caras que repre-
sentan fortificaciones y vehículos
de combate.
• Un tablero de color con cuatro par-
tes en donde pueden materializar-
se cientos de configuraciones de
terreno de diferentes formas que
pueden representar grandes ciu-
dades, pequeños pueblos, abiga-
rrados bosques e incluso las fértiles
llanuras de Ukrania.
Cada hexágono del tablero de Squad
Leader representa 40 metros de terre-
no real con fichas que representan je-
fes, armas y vehículos de apoyo o tri-
pulaciones de 4 hombres y pelotones
de 10 hombres.
Cada turno de juego se divide en
8 fases equivalentes a dos minutos de
tiempo real. En este juego es muy im-
portante el conocimiento del terreno.
LAS TÁCTICAS
Squad Leader es sistema de jue -
go que se puede utilizar para retra-
tar cualquier acción de infantería de
la Segunda Guerra Mundial. Todos
los enfrentamientos se encuentran
a una escala que va desde un infan-
te hasta un pelotón, representando
cada ficha a combatientes de infan-
tería, la dotación de un cañón o un
vehículo.
Su innovador sistema hace que se
desarrollen reglas innovadoras para
la moral, el liderazgo, las ametralla-
doras, los lanzallamas, las cargas de
demolición, el humo, la ubicación
oculta, el movimiento a través del al-
cantarillado, la artillería externa, el
contacto por radio, las armas anti-
tanque, las acciones nocturnas, las
alambradas, las trincheras, las mi-
nas, los búnkeres, los escombros,
la diferenciación de edificios de va-
rios pisos, las zonas incendiadas,
los cruces de los ríos, los cortes de
caminos y carreteras, el empleo de
morteros y muchos más aspectos
del combate táctico de infantería.
Uno de los mejores y mas famosos
juegos de guerra.
LA EDICIÓN DEL JUEGO
Titulo original: SQUAD LEADER.
Diseño: John Hill.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Año: 1977.
Idiomas: Inglés.
Duración: Entre 1 a 3 horas.
Número de jugadores: De 1, 2 a 4.
Nivel: Táctico.
Edad: A partir de 13 años.
Editado: Ediciones Avalon Hill.
Tutorial: https://youtu.be/eYaBjFc -
Ko50
Disponibilidad: Este juego se en-
cuentra disponible para su adquisi-
ción en diversas tiendas especializa-
das y online.
José Manuel Fernández López
Ejército de Tierra
Ficha de Infantería germana B
Ficha de Infantería aliada A

130 / R nº  977 • septiembre 2022
POLICÍA MILITAR. TOMO I, II, III (MI-906)
Aprobada por Resolución 513/06929/22 • BOD. 83
Derogada la PMET: Manual de Instrucción. Policía Militar.
Tomo I, II, III (MI-900) Resolución 513/01344/15 • BOD. 21
Manual de instrucción, que consta de tres tomos, dirigido principalmen-
te al personal con responsabilidad en la instrucción individual del per-
sonal que presta sus servicios como policía militar, surge de la necesi-
dad de adaptar los textos a las nuevas exigencias que la normativa legal
y los acuerdos internacionales imponen a la actuación de las unidades
de policía militar, tanto en territorio nacional como en operaciones en el
exterior.
Su objetivo es dotar al instructor de una guía en la que apoyarse para lle-
var a cabo, con el mayor rendimiento posible, la instrucción encomenda-
da. Pese a lo anterior, será siempre necesaria su iniciativa y buen criterio,
bien para adaptar el contenido del manual a las posibilidades reales de
instrucción, bien para proponer cuantas mejoras estime necesarias para
aumentar su calidad y eficacia. El manual desarrolla, en forma de fichas,
una serie de contenidos teóricos, prácticos y metodológicos cuya fina-
lidad es lograr un rendimiento óptimo del tiempo que, necesariamente,
las unidades de policía militar han de dedicar a la instrucción individual
de sus componentes.
Se inicia el manual con una serie de fichas de teoría que se consideran
necesarias para acometer con éxito las tareas que se desarrollan pos-
teriormente. Dichas tareas, a su vez compuestas de acciones elemen-
tales, constituyen el soporte metodológico que permitirá, mediante su
realización metódica y reiterada, alcanzar los objetivos de instrucción
propuestos, incluyendo un apartado de evaluación que facilitará al ins-
tructor la comprobación de los objetivos parciales que, sucesivamente,
se vayan alcanzando.
Dichos objetivos han de ser considerados como punto de partida para la
realización complementaria de otros ejercicios de aplicación, orientados a
una misión específica, en los que los conocimientos adquiridos se pongan
en práctica en el marco de una unidad tipo sección o patrulla.
Por último, la preocupación constante del instructor por inculcar la me-
ticulosidad en el cuidado y manejo del material y la exactitud en la ejecu-
ción de los procedimientos que están contenidos en el presente manual,
contribuirá en gran medida a garantizar una eficaz y segura actuación
del policía militar.
Esta PMET «Policía Militar (MI-906)» se encuentra disponible en la Bi-
blioteca Virtual del MADOC de la Intranet Defensa. Otras publicaciones
relacionadas, también disponibles en la Biblioteca Virtual del MADOC:
-«Compañía de Policía Militar (MA4-801)»
-«Policía Militar (PD4-901)»

SANTA BÁRBARA. ÓLEO DE LUCAS CRANACH EL VIEJO (1472 - 1553)
COLECCIÓN WÜRTH (ALEMANIA)

REVISTA EJÉRCITO
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