29Sí contaré de Jesús: Historias para el rincón infantil
24. SALVADO PARA PREDICAR
Texto bíblico: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el
Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria,
y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8
Materiales: Biblia.
Juanito vivía en una casa con muchos hermanitos. Su papá era un predicador, y estaba
muy ocupado atendiendo los asuntos de la iglesia y de los miembros. Su mamá era una
maestra, pero no trabajaba porque tenía que atender a toda la familia.
Donde creció Juanito era un hogar cristiano, celebraban los cultos de familia, y como no
siempre podía estar el padre, la mamá dirigía los cultos. A veces algunos vecinos les acom-
pañaban también.
Una noche, cuando la familia ya estaba durmiendo, la nana de los niños fue la primera que
al despertar se dio cuenta de que la casa se estaba incendiando. Rápidamente llamó al pas-
tor y a su esposa, mientras tanto ella ayudaba a sacar a los niños. Eran muchos hijitos, pero
había que salvarlos a todos.
Cuando estuvieron todos afuera, la mamá se puso a contar a sus hijitos: uno, dos, tres,
cuatro… no puede ser… ¡faltaba uno! Otra vez empezó a contar: uno, dos tres, cuatro… ¡sí,
era cierto, faltaba uno! Pero, ¿quién era? Sí, era Juanito. El papá y la mamá hicieron el inten-
to de entrar a la casa para sacarlo, pero ya no se podía entrar. En eso Juanito, quien había
estado durmiendo en el segundo piso, se había despertado, quiso salir y no pudo: tomó una
silla y la acercó a la ventana, y se asomó. Todos lo vieron, pero ¿qué hacer para salvarlo?
Los vecinos habían llegado a ayudarlos y, como no había escalera, se les ocurrió hacer
una escalera humana: un hombre, arriba de otro, tomaron a Juanito y lo salvaron. Apenas lo
habían rescatado cuando la casa se cayó.
El padre reunió a la familia y a los amigos para orar y dar gracias a Dios, porque había
salvado a Juanito y a toda la familia. La casa no era lo importante, sino la familia, y todos
estaban bien. La madre dedicaba a cada hijo tiempo especial durante la semana, pero con-
sideró que Dios había salvado a su hijo para una obra especial y destinó más tiempo a su
educación. Juanito cuando creció dedicó su vida a Dios.
Juan Wesley y su hermano Carlos fueron los más conocidos entre sus hermanos, Juan
como gran predicador y Carlos un gran compositor de himnos. Recuerda que estás en este
mundo con una misión, así como Juanito, no importa lo que puedas hacer para predicar;
pero hazlo, para que muchos conozcan de Jesús.