“ con las rectas de sus paños ” ).
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En esta composición podemos rastrear la huella neopopulista de Lorca. Son varios los rasgos
que conectan el Romance del emplazado con el Romancero tradicional. Son reseñables los
siguientes:
- Métrica: el poema cuenta con 57 versos octosílabos, con rima asonante a-o en los impares,
quedando los pares sueltos. El autor, si bien toma el esquema métrico del romance, introduce
ese verso inicial asonantado, que trastoca el orden de las rimas; es posiblemente un recurso
más del autor para concentrar la atención del lector en el significado del verso que abre la
composición.
- Uso de paralelismos: v.20 y 21 ( “ el insomnio del jinete / y el insomnio del caballo ” ), v. 46 y 48
( “ El veinticinco de junio / y el veinticinco de agosto ” ).
- Disimetría verbal que, en este caso concreto, dificulta la interpretación de los hechos: Lorca
salta del presente al pasado, y dentro de éste, del Pretérito Indefinido al Pretérito Imperfecto. El
presente de los primeros versos acerca la situación a nuestra esfera temporal,al aquí y al ahora,
en el que el Amargo ya está muerto ( “no se cierran”, “miran” ); el vaticinio y su cumplimiento se
presentan en pretérito indefinido, usado aquí para captar los momentos más terribles y trágicos
( “ El veinticinco de junio / le dijeron a el Amargo: ” ), pero, endeudándose nuevamente con la
tradición, Lorca reproduce literalmente y, por ello, con gran realismo, la predicción, usando el
futuro y también el modo imperativo ( con valor estilístico: el destino manda, no deja elegir o no
sugiere, sino que ordena... su fuerza es indiscutible ). La muerte del emplazado se presenta en
pasado, pero combina el indefinido con el imperfecto, que comunica lentitud, mayor duración a la
acción.
- Cierto fragmentarismo de la acción: no sabemos quién hace la premonición de muerte ni por
qué. Tampoco sabemos nada acerca del Amargo...
En convivencia con la tradicionalidad el autor introduce numerosas imágenes de corte
vanguardista, que dificultan en gran medida la comprensión de los hechos . El comentario
estilístico que se realiza a continuación recoge muestras de ello.
Dentro del plano fónico, merece ser destacada la exclamación inicial, que nos introduce en una
esfera de desesperación, de inquietud, semejante a la que empapa al personaje a la espera de
la muerte. Es reseñable también la concurrencia de oclusivas en el aviso de muerte ( entre los
versos 24 y 39 se repiten los fonemas / k / y / p / continuamente ), que dan la sensación de
fuerza violenta, imparable, hiriente...
En el ámbito morfosintáctico destaca la enorme cantidad de sustantivos; la mayor parte de ellos
con una fuerte connotación que comentaremos en el plano semántico. Con valor denotativo
destacan los términos “ ojos ” , repetido hasta tres veces y que se vincula, según estén abiertos o
cerrados, a la vida o a la muerte, “ soledad ”, “ muerte ” ( en DERIVACIÓN con “ amortajado ” en
v. 41 ) y “ sábana ”, como sinónimo de sudario: todos ellos conducen a la atmósfera funesta que
envuelve el poema. La adjetivación no es muy abundante, pero algunos casos merecen ser
comentados. En algún verso, Lorca opta por anteponer el adjetivo, para destacar la cualidad : “
limpios y duros /escuderos desvelados ” ( v9 y 10 ), los dos adjetivos iniciales subrayan la falta
de vida de los ojos, nuevamente enunciada con el adjetivo pospuesto; usa pues hasta tres
términos para insistir en la misma idea. En “ Duro acento romano ” ( V 55 ), antepone y pospone
dos adjetivos: con el segundo parece remitirnos a la resignación estoica del Amargo ante la
muerte y con la anteposición del primero califica la fortaleza igualmente estoica para asumir la
muerte inexorable.
Están muy presentes los verbos, entre los que destacan de manera especial aquellos que llevan
consigo connotaciones fúnebres: “ cortar ”, “ morder”, “cruzar ( las manos ), “ yacerás ” .
Riquísimo se muestra el plano semántico del mensaje poético, cargado de subjetividad y, por lo
tanto de una gran riqueza connotativa. Destaca el valor simbólico y sugerente de muchos