Colegio María Madre de la Iglesia
Lengua Castellana y Literatura de 2º de la E.S.O.
Introducción.
Los romances son poemas épicos o épico-líricos, compuestos entre los siglos
XIV y XV.
Están formados por un número indefinido de versos octosílabos con rima
asonante en los pares - manteniendo casi siempre la misma rima durante
toda la composición -, mientras quedan libres los impares. Éste es el
resultado de escribir como versos diferentes los dos hemistiquios de los
versos heroicos, los de los cantares de gesta, que tendían a las dieciséis
sílabas y eran monorrimos.
Los romances son generalmente poemas narrativos de una gran variedad
temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Se
interpretan declamando, cantando o intercalando canto y declamación.
Ejemplos para la introducción.
Serie indefinida de versos octosílabos con rima asonante en los pares y rima
libre en los impares:
Al cielo piden justicia
de los condes de Carrión
ambas las hijas del Cid,
doña Elvira y doña Sol.
A sendos robles atadas
dan gritos que es compasión,
y no les responde nadie,
sino el eco de su voz...
Características principales.
Origen.
Son los trozos más interesantes de los cantares de gesta que eran recitados
por los juglares.
Hemistiquios:
Si cortamos un cantar de gesta por los hemistiquios, es decir, por la cesura, y
colocamos los versos en orden unos debajo de los otros, resultará un
romance. Cesura es una pausa (/) que divide los versos largos. Las dos
mitades que se forman se llaman hemistiquios. Ejemplo:
En Valencia estaba el Cid / y con él los suyos son
y con él sus ambos yernos, / los infantes de Carrión.
Acostado en un escaño / dormía el Campeador.
Sabed la mala sorpresa / que a todos aconteció:
Estilo.
Desde el punto de vista estilístico, el Romancero manifiesta una gran sencillez
y sobriedad de recursos: descripciones parcas y realitas, casi total
ausencia de elementos fantásticos o maravillosos, escasez de adjetivos y
metáforas. A pesar de ello se consigue una extraordinaria viveza narrativa
y los más variados efectos poéticos.
Otra característica muy importante es el fragmentarismo: El romance se
centra en un momento determinado de la acción. Los antecedentes no
aparecen porque son conocidos o no interesan, y se entra, como ya hemos
dicho, directamente en el asunto. Además, con mucha frecuencia, la
narración se rompe bruscamente sin que se conozca el desenlace final. El
resultado es de una increíble eficacia poética, al atrapar al oyente en el
misterio y la emoción, y hacerle participar con su propia imaginación,
lanzada a una actividad creadora personal.