Templo de San Juan de Dios
En el año de 1740 fue terminado el Convento-Hospital de Nuestra Señora de los
Dolores, atendido por la orden de San Juan de Dios en Izúcar de Matamoros. Es
notable, entre estos juaninos, Fray Juan Antonio Fernández, reconocido cirujano quien
en 1784 restauró el convento-Hospital, que se encontraba en malas condiciones. Desde
que llegó, empezó a
2 Manuel Sánchez Cruz, Izúcar en su historia. Izúcar de Matamoros, Puebla,
2da. edición, 2004, pp. 94-97.
3 Una de las particularidades de esos Conventos-Hospitales era la caridad, el cariño y la
higiene con que eran atendidos todos los enfermos que acudían en ayuda de los
religiosos llamados “Juaninos”, nombre en memoria del fundador,
San Juan de Dios. Este célebre santo nació en Montemoro-Novo, Portugal. Siendo
militar dejó las armas y repartió todos sus bienes a los pobres. En Granada,
España, fundó la Orden de los Hermanos Hospitalarios que se extendió por todo el
mundo. El papa Pío XI lo declaró Patrono de los Enfermos.
14 ejercer su profesión de cirujano entre la población y los pueblos vecinos. Llegó a
tener tanto prestigio en Izúcar que los enfermos acudían a consultarlo desde
poblaciones muy retiradas, incluso desde la misma capital de la República llegaban los
enfermos a quienes curaba, pues su preparación médico-quirúrgica fue sobresaliente.
De 1809 a 1812, don Gregorio Martínez, médico cirujano, dirigió el hospital, atendiendo
por ejemplo al regimiento de Dragones destacado en la ciudad de Puebla.
Los frailes Juaninos abandonaron el Convento-Hospital en el año de 1849, y a partir de
1850 el Ayuntamiento Municipal se encargó del nosocomio.
Sabemos que en 1889 el Dr. Mayor Rafael Carranza Espino dirigió el hospital; muchos
años después, de 1935-1937, Don José de la Torre Fuentes, y posteriormente, el Sr.
Cura Don Arturo Márquez Aguilar, fueron los encargados, estando al frente la señorita
Concepción Cervantes quien también adquirió fama en la región por sus amplios
conocimientos en medicina. A partir del año 1953 quedó como director del Hospital el Dr.
Roberto Cordero M., mediante un patronato erigido por el Club de Rotarios de la
localidad. Así, los médicos Roberto Cordero M., Amilcar Escobedo, Alberto Anaya Lara,
Cándido Olmedo Centeno y Juan Vázquez, prestaron servicios gratuitos.
Actualmente, el convento-hospital de Nuestra Señora de los Dolores ya no funciona,
después de cumplir su propio esplendor. En su lugar, se encuentra la Casa de la Cultura
y una escuela particular.
En lo referente al convento sólo queda el templo de San Juan de Dios, que hoy día
funciona como templo expiatorio, gracias a las gestiones que hizo ante el arzobispado el
Sr. Cura Don Gilberto Balbuena Sánchez, emérito obispo de Colina.
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