1 Santa Catalina, joven valiente, sigues brillando en cada creyente. Con tu ternura y gran decisión, nos inspiras siempre a la oración. 2 Desde muy niña buscaste a Jesús, Él fue tu fuerza, tu guía y tu luz. Tu corazón ardía encendido, siempre en su amor estaba tu nido. 3 Tu vida entera fue don y servicio, de tu fe firme aprendemos oficio. Cuidar al hermano, dar alegría, llevar esperanza de noche y de día. 4 Tus cartas al Papa fueron tan sabias, palabras valientes, llenas de gracia. Defendiste siempre la paz y la unión, con gran coraje y gran convicción.
5 Amiga de Cristo, esposa fiel, nos muestras senderos que llevan a Él. Tu oración ardiente nunca cesaba, y en cada palabra su amor se notaba. 6 Al débil cuidaste, al pobre abrazaste, con todo tu ser a Dios entregaste. Tu vida sencilla fue llama encendida, ejemplo perfecto de amor y de vida. 7 Queremos seguir tu hermoso camino, ser jóvenes fuertes con fe y destino. Que en nuestra vida reine el Señor, igual que reinaba en tu corazón.
8 Hoy como amigas juntas pedimos, ser como tú, todo lo unimos. Una fe viva, alegre y sincera, que nunca se apague, que siempre nos quiera. 9 Santa valiente, mujer decidida, guía a nosotras en esta vida. Enséñanos fuerza, pureza y bondad, danos tu ejemplo de santidad. 10 Catalina de Siena, flor bendita , reza por todos nosotros , jovencita . ¡Y con en tu camino tu ejemplo siempre soñamos , juntos caminamos !