El segundo viaje misionero del apóstol Pablo, narrado en los capítulos 15 al 18 del
libro de los Hechos, fue fundamental para la expansión del cristianismo en el mundo
grecorromano.
1. Introducción al segundo viaje misionero de Pablo
• Contexto histórico: El segundo viaje misionero de Pablo (aproximadamente 49-
52 d.C.) ocurre después de la controversia en el Concilio de Jerusalén, donde
se definió que los gentiles no debían seguir toda la ley judía para ser salvos
(Hechos 15:1-29).
• Motivación del viaje: Pablo, junto a Silas, siente la urgencia de fortalecer a las
iglesias fundadas en el primer viaje misionero y de expandir la predicación del
evangelio a nuevas regiones.
• Compañeros: Inicialmente acompañado por Bernabé, pero debido a
desacuerdos sobre Juan Marcos, se separa y toma a Silas como compañero
(Hechos 15:36-40).
Tras el Concilio de Jerusalén, donde se debatió la inclusión de los gentiles
en la iglesia cristiana. Pablo propuso a Bernabé visitar las iglesias
previamente establecidas. Sin embargo, surgió un desacuerdo respecto a
llevar a Juan Marcos, lo que llevó a su separación: Bernabé partió con
Marcos a Chipre, mientras que Pablo eligió a Silas como compañero y se
dirigió a Siria y Cilicia para fortalecer a las iglesias.
2. Itinerario del segundo viaje misionero
• Salidas y primeras etapas:
o Antioquía (Siria): El punto de partida (Hechos 15:40).
o Derbe y Listra: Pablo se encuentra con Timoteo, quien se une a la
misión (Hechos 16:1-3).
En Listra, Pablo conoció a Timoteo, un joven discípulo de buen testimonio
entre los creyentes locales. Pablo decidió llevarlo consigo, y, para evitar
conflictos con los judíos de la región, lo circuncidó, facilitando así su
aceptación en las sinagogas durante su misión evangelizadora.
o Frigia y Galacia: La región que Pablo planeaba predicar, pero el
Espíritu Santo lo impide ir a Asia (Hechos 16:6-7).
• Visión de Macedonia (Hechos 16:9-10):
o En Troas: Dios le revela a Pablo, en una visión, la necesidad de ir a
Macedonia (norte de Grecia).
Mientras viajaban por Frigia y Galacia, el Espíritu Santo les impidió
predicar en ciertas regiones de Asia Menor. En Troas, Pablo tuvo una
visión de un hombre macedonio pidiéndole ayuda, interpretándola como
una llamada divina para evangelizar en Macedonia. En Filipos, una
ciudad prominente de Macedonia, se encontraron con Lidia, una
comerciante de púrpura, quien, tras escuchar el mensaje, fue bautizada
junto con su familia. Posteriormente, Pablo y Silas fueron encarcelados