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Curso 2014-2015
I.E.S. Virgen del Carmen
Historia de la Filosofía
DESCARTES
0.1. Contexto histórico, cultural y filosófico.
Renato Descartes vive a caballo entre el siglo XVI y XVII. Importa destacar
que estudia en el colegio de los jesuitas, la Flèche, “una de las más renombradas
escuelas de Europa”, donde se familiariza con la filosofía Escolástica (Aristóteles y
Santo Tomás). Cuando termina sus estudios se lanzará al mundo, dedicándose a
“viajar, ver cortes y ejércitos”. La actitud filosófica de Descartes no es otra que la de
la búsqueda de la verdad, unida a la necesidad de un proceder seguro. Podemos
reconocer tres principios básicos en esta actitud:
a) rechazar el principio de la autoridad: la verdad no está en los libros –la
Escuela no es el lugar donde está la verdad– sino en la razón y sus
razonamientos.
b) Preocuparse por distinguir la verdadera realidad de la aparente. Para el, la verdad
no se encuentra en los libros, sino en nuestros razonamientos demostrativos.
c) “Penser par soi- même”.
La producción de Descartes está en el terreno de la ciencia (concretamente
de la óptica) y de la filosofía. Entre sus escritos destacan el Discurso del método,
publicado en 1637, y las Meditaciones Metafísicas de 1641.
El período histórico que le toca vivir a Descartes es una época de crisis en
Europa. En el plano económico y social, el feudalismo se viene abajo al tiempo que
crece la burguesía comercial en la ciudades. Los movimientos mercantiles
fomentan el negocio y la propiedad privada. Esto dará paso a una serie de valores,
como la competencia y el afán de lucro. El resultado va a ser la aparición de doctrina
económica inédita, el mercantilismo, que cifra la riqueza en el desarrollo del
comercio. La acumulación de captital de la burguesía mercantil le otorga cada vez
más poder. Por su parte, la nobleza ve peligrar sus privilegios seculares, que,
cnetrando en la propiedad y en la explotación de la tierra, contravienen el nuevo
sistema económico.
Paralelamente, en el plano político la tónica dominante es la inestabilidad y la
guerra. En Europa se produce un nuevo reparto de fuerzas con la Guerra de los
Treinta Años (1618-1648 –Paz de Westfalia) en la que se dan cita intereses
religiosos y políticos. Esta guerra tuvo motivaciones políticas, en contra del Imperio
español, que era por aquel entonces la mayor potencia del Continente. Como
contraparte de esta crisis política se produce la desintegración religiosa de Europa,
ocasionada por la Reforma Protestante: Lucero, en Alemania, Calvino, en Ginebra y
la postura nacionalista de Enrique VIII en Inglaterra, rompen la unidad religiosa de
la Europa medieval. La reacción de la Iglesia romana fue la “Contrarreforma”,
llevada a cabo en el Concilio de Trento (1545- 1563).