SERIACIÓN, PROPIEDADES Y ETAPAS La seriación es una habilidad cognitiva fundamental que se desarrolla en los niños, y es la capacidad de ordenar objetos según un criterio lógico, como el tamaño, la longitud, el peso, el color, etc. Esta habilidad es crucial para el desarrollo del pensamiento lógico-matemático y otras áreas del aprendizaje.
Propiedades de la Seriación según Piaget Jean Piaget, reconocido por su teoría del desarrollo cognitivo, identificó dos propiedades clave que subyacen a la capacidad de seriación en los niños: . Transitividad: Esta propiedad permite al niño inferir una relación entre dos elementos que no han sido comparados directamente, basándose en su relación con un tercer elemento. Por ejemplo, si un niño sabe que el objeto A es más grande que el objeto B, y el objeto B es más grande que el objeto C, entonces puede deducir que el objeto A es más grande que el objeto C, sin necesidad de compararlos directamente. Cuando un niño aún no ha adquirido la noción de transitividad, necesita comparar cada elemento que incorpora a la serie con todos los que ya ha ordenado
Reversibilidad: Es la capacidad de comprender que una operación puede ser deshecha o invertida. En el contexto de la seriación, significa que el niño puede considerar un elemento como "mayor que" los precedentes y, al mismo tiempo, "menor que" los siguientes. Por ejemplo, si se tiene una serie de palos de diferente tamaño, el niño entiende que un palo específico es más largo que el anterior y más corto que el siguiente.
Etapas de la Seriación según Piaget Piaget describió el desarrollo de la seriación a lo largo de varias etapas, que se corresponden con sus etapas del desarrollo cognitivo: 1. Etapa Preoperacional (2 a 7 años) En esta etapa, los niños comienzan a explorar la seriación, pero de manera intuitiva y con dificultades. Primera subetapa (aproximadamente hasta los 5 años): Los niños suelen formar pares de elementos (uno pequeño y uno grande) o construyen "escaleras" rudimentarias, enfocándose en un solo extremo (por ejemplo, el superior) y descuidando la base. Aún no pueden mantener un criterio fijo o coordinar múltiples comparaciones.
2. Etapa de Operaciones Concretas (7 a 11 años) Durante esta etapa, la seriación se vuelve una operación mental más sólida. Segunda subetapa (aproximadamente 5 a 7 años): Los niños pueden construir series por ensayo y error. Logran ordenar los objetos, pero el proceso es lento y les resulta difícil insertar nuevos elementos en una serie ya establecida sin desordenarla. Tercera subetapa (aproximadamente a partir de los 7-8 años): El niño ya es capaz de realizar la seriación de manera sistemática y lógica. Puede anticipar los pasos necesarios para construir la serie y lo hace de forma eficiente, eligiendo el elemento más grande (o el más pequeño) y luego el siguiente más grande de los restantes, y así sucesivamente. También puede insertar un nuevo elemento en el lugar correcto de una serie ya formada 3. Etapa de Operaciones Formales (a partir de los 11-12 años) La seriación se consolida y se aplica a conceptos más abstractos y complejos. El adolescente puede operar con series de series (por ejemplo, ordenar series numéricas o conceptuales), y su razonamiento se vuelve más flexible y abstracto. Ejemplos y Importancia de la Seriación La seriación se manifiesta en la vida diaria de los niños de diversas formas y es fundamental para muchos aprendizajes:
Principios del Conteo 1. Correspondencia Biunívoca (Uno a Uno) Este principio se refiere a la capacidad del niño para asignar una y solo una palabra numérica a cada objeto que se está contando. Es decir, que cada objeto se cuenta una sola vez y no se omite ningún elemento. Ejemplo: Si un niño cuenta cinco bloques, debe tocar o señalar cada bloque una vez mientras dice "uno", "dos", "tres", "cuatro", "cinco".
2. Orden Estable Implica que la secuencia de las palabras numéricas (uno, dos, tres, etc.) debe ser siempre la misma y en el orden correcto . Los niños deben aprender a recitar los números de forma consistente. Ejemplo: El niño comprende que después del "dos" siempre va el "tres", y no "cinco" o "cuatro". Cantar canciones numéricas y contar escalones o dedos ayuda a consolidar este principio. 3. Cardinalidad Este es uno de los principios más importantes. Establece que el último número nombrado al contar una colección de objetos representa la cantidad total de esos objetos en el conjunto. Ejemplo: Si un niño cuenta "uno, dos, tres, cuatro, cinco" bloques, y al preguntarle "¿Cuántos hay?", responde "cinco", demuestra que ha comprendido el principio de cardinalidad. Si en cambio vuelve a contar o responde "uno, dos, tres", aún necesita reforzarlo.
4. Abstracción Significa que los principios del conteo se aplican a cualquier tipo de objeto o colección , sin importar sus características físicas (color, tamaño, forma, etc.). No importa si se cuentan juguetes, dulces, sonidos o ideas. Ejemplo: El niño entiende que puede contar cinco carros, cinco pelotas o cinco aplausos, y en todos los casos la cantidad "cinco" significa lo mismo. 5. Irrelevancia del Orden Este principio se refiere a que el orden en que se cuentan los objetos no altera el resultado final de la cantidad total. El niño comprende que puede empezar a contar desde cualquier objeto de la colección y en cualquier dirección. Ejemplo: Si hay cinco manzanas, el niño puede contarlas de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, o salteadas, y el resultado seguirá siendo cinco.
ETAPAS DEL DIBUJO INFANTIL 1- Etapa del Garabateo (18 meses a 4 años) Esta es la fase inicial donde el niño descubre el placer de dejar una marca. Los trazos son espontáneos y carecen de una intención representativa inicial. Se divide en tres subetapas: Garabateo desordenado o sin control (18-24 meses): Los primeros trazos son débiles, sin dirección definida y a menudo se salen del papel. El niño no mira lo que dibuja, simplemente disfruta el movimiento y la huella que deja. Es una descarga motora. Garabateo controlado (24-30 meses): El niño comienza a tener más control sobre sus movimientos y se da cuenta de la relación entre su acción y el trazo. Empieza a respetar los límites del papel y los garabatos se vuelven más circulares y controlados. Hay una mejora en la coordinación óculo-manual. Garabateo con nombre (30 meses-4 años): Aunque los trazos no hayan cambiado drásticamente, el niño les asigna un significado. Por ejemplo, puede decir que un garabato es "mamá" o "un coche". La intención imaginativa y comunicativa empieza a manifestarse, y el niño puede acompañar sus trazos con descripciones verbales.
2. Etapa Pre-esquemática (4 a 7 años) En esta etapa, el niño busca conscientemente una forma para representar objetos y personas de su entorno. Primeras formas reconocibles: Los garabatos evolucionan a formas que se asemejan a la realidad, aunque todavía son muy simples. La figura humana suele aparecer como un "monigote" o " cefálopodo " (cabeza y piernas, sin tronco diferenciado), y progresivamente añade cuerpo y brazos. Egocentrismo espacial: El niño se dibuja a sí mismo como el centro de su mundo. Los objetos y personas pueden flotar en el espacio o estar desordenados, sin una línea de tierra o un sentido lógico de la perspectiva. Uso del color: Comienza a experimentar con los colores, aunque la elección puede ser más por gusto o casualidad que por un realismo estricto. 3. Etapa Esquemática (7 a 9 años) El niño desarrolla un "esquema" o una forma repetida para representar objetos y personas. Esquemas definidos: Los dibujos se vuelven más precisos y organizados. El niño utiliza formas geométricas básicas para construir sus figuras (ej., un cuadrado para el cuerpo, un círculo para la cabeza). Línea de tierra: Aparece la línea de tierra , donde el niño apoya sus figuras y objetos, dando un sentido de base y organización espacial. Transparencias: Es común que el niño dibuje lo que sabe del objeto, no solo lo que ve. Por ejemplo, puede dibujar a una persona dentro de una casa o el esqueleto dentro del cuerpo. Esto se conoce como realismo intelectual . Representación del espacio: Se empiezan a incorporar nociones de profundidad y distancia, aunque la perspectiva todavía no es completamente precisa.
4. Etapa del Realismo (9 a 12 años) El niño se interesa por una representación más fiel de la realidad, observando y plasmando detalles. Mayor realismo y detalle: Los dibujos son más elaborados y se asemejan más a la realidad. Se añaden detalles y proporciones más precisas. Realismo visual: El niño intenta dibujar lo que realmente ve, en lugar de lo que sabe. Hay un mayor interés en la perspectiva, la superposición de objetos y la relación espacial entre ellos. Diferenciación de género: Las figuras humanas se distinguen con mayor claridad entre hombres y mujeres, prestando atención a la vestimenta y otros atributos. Pérdida de interés: Algunos niños pueden empezar a perder interés en el dibujo si sienten que sus habilidades no les permiten alcanzar el nivel de realismo que desean. 5. Etapa Pseudonaturalista o de la Decisión (12 a 14 años) En esta etapa, el adolescente ha desarrollado habilidades artísticas más avanzadas. Expresión personal: El dibujo se convierte en un medio más profundo de expresión personal y exploración artística. Mayor complejidad: Los dibujos muestran un alto nivel de detalle, realismo y complejidad, incorporando elementos de perspectiva, sombras y volumen. Variedad de estilos: Los adolescentes pueden experimentar con diferentes estilos y técnicas, buscando desarrollar su propio lenguaje artístico. Comprender estas etapas nos permite apreciar la evolución del dibujo en los niños y cómo este refleja su desarrollo cognitivo, emocional y motor