Hechos 20:32 – “…Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra
de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos
los santificados…” Cuando ya hemos crecido un poco, la Palabra siempre
puede hacernos crecer más.
El propósito de este conocimiento es saber cómo podemos llegar a ser
participantes de la naturaleza divina y mantener una relación con Dios, (Juan
17:3). Aprender nosotros y compartir con otros el conocimiento de la
Palabra, ayuda a la edificación de la iglesia. Todos, en cierta forma,
debemos llegar a ser maestros a otros a nuevos conversos (necesitan mucha
enseñanza). A nuestros hijos, a los jóvenes (varones, mujeres) – Tito 2:3-4, 6.
Para esto, aprovechemos las muchas vías en que este conocimiento puede
llegar a nosotros: el estudio personal (Romanos 10:17, es imposible que la fe
pueda crecer sin leer la Palabra de Dios diariamente). Aproveche los estudios
y materiales impresos que algunos regalan. La radio, la televisión, úselas para
edificación personal. Los estudios en la congregación (domingo y miércoles);
la femenil, las Conferencias Bíblicas, etc.
Que este conocimiento sea aplicado en su vida – No siendo oidores
olvidadizos. Santiago 1:22 “…Pero sed hacedores de la palabra, y no tan
solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos…” Solo así, nuestro
crecimiento (edificación) podrá tener repercusión efectiva en otros – 1
Timoteo 4:13-16.
III. HAGA TODO MOTIVADO POR EL AMOR
El amor edifica a la iglesia – 1 Corintios 8:1 “…El conocimiento envanece,
pero el amor edifica…” Es mandado por Jesús, y es el distintivo de los
verdaderos discípulos – Juan 13:35 “…En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros…” Si los hermanos se
aman unos a otros, se hacen el bien entre ellos, la iglesia se edifica. Amor
(ágape)= Amor de buena voluntad – que busca el bienestar del otro a costa
del sacrificio de uno mismo.
IV. BUSQUE Y PROMUEVA LA UNIDAD.
Hay actitudes individuales que son la base para la unidad y para la
edificación.
Efesios 4:2-3 – “…Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con
paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del
Espíritu en el vínculo de la paz…” Humildad, mansedumbre, soportándoos
con paciencia, amor, paz. ESTAS SON ACTITUDES INDIVIDUALES que
promueven la unidad.
Filipenses 2:1-5 “Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo
amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3 Nada hagáis por contienda o
por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás
como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino
cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir
que hubo también en Cristo Jesús…” Unánimes (unidos para un mismo
propósito), dar mayor estima e importancia a los hermanos. IMPLICA
PASAR BASTANTE TIEMPO JUNTOS.
No solo unidad en la doctrina, sino abrir oportunidades para practicar el amor
fraternal que Jesús quiere que tengamos (esfuerzos individuales, no
responsabilidad de la iglesia) paseos, deportes, actividades recreativas.
Cuales son los beneficios de pasar tiempo juntos: (1) Aumenta el
conocimiento de nosotros y de nuestras necesidades – (2) Sabremos mejor de
nuestros problemas y preocupaciones, para compartir la carga (Gálatas 6:2)
“…Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de
Cristo…” (3) Provee protección contra el pecado y las influencias mundanas.
Estaremos mejor pasando más tiempo en compañía de los hermanos.
Ahora bien, Si podemos conversar, comer, recrearnos juntos, ¿No podremos
también salir a predicar y enseñar a otros juntos?) ¡LA UNIDAD EDIFICA
A LA IGLESIA!
V. HABLE POSITIVAMENTE.
Nuestro hablar, nuestras palabras, deben ser usadas para edificar – Efesios
4:29 “…Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea
buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes…” No
hablar mentiras ni palabras deshonestas, esto implica hablar bien de la
iglesia. (Efesios 4:25) “…Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad
cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros…”
Si por último usted se ve tentado a criticar, hágalo amorosamente, (Critica
constructiva) y esté dispuesto a proponer soluciones e involucrarse en el
trabajo. No diga las cosas solo para quejarse. Los que observan mucho y
hacen poco siempre son los más quejosos y criticones. Si usted es una