PARÁMETROS BÁSICOS DEL SIGLO IV
CARACTERÍSTICAS BÁSICAS DE LOS SISTEMAS SOCIO-
ECONÓMICOS
LA SOCIEDAD LA ECONOMÍA
• Cada vez se aprecia una mayor separación y
dicotomía entre los ricos y los pobres, con
una evidente separación de ambos en lo que
respecta al status jurídico y a sus posibilidades
de dedicación económica.
• Los primeros están sometidos por presión
social al régimen de las liturgiai, su riqueza
tiene mucho que ver con la tierra aunque se van
generalizando otras actividades (inmobiliario,
talleres artesanales, comercio marítimo…). En
dicho sector se fue viviendo, cada vez con más
fuerza, una cierta renovación al arruinarse
muchas familias por la presión fiscal.
• Los pobres los integraban un amplio grupo de
gentes del demos que abarcaba desde
pequeños propietarios agrícolas, jornaleros,
artesanos, marineros. Compartían con los ricos
su dedicación política (pues recibían un pago
de sueldo en el misthós) y encontraron en el
mercenariado una de las formas de
subsistencia más características de todo este
periodo (expedición de los 10.000 en la que
tomó parte Jenofonte).
• Mayor y más variada movilidad de la fortuna. La
posesión de tierra deja de ser la única forma de
enriquecimiento, apareciendo ahora también no
sólo la posesión sino también la venta, la concesión
(enktesis), el arrendamiento, la hipoteca, etcétera. A
ella, en cualquier caso, se sigue recurriendo cuando
la inestabilidad monetaria obliga a muchos a tener
parte de su dinero en tierras. Incluso en Esparta, se
accedió a la posibilidad de transmitir de mano en
mano el klerós.
• Cada vez cobra más importancia el papel de los
bienes muebles (artesanía, préstamos dinerarios,
posesión de joyas, vestidos, objetos de lujo) y el del
comercio.
• Cierto protagonismo de los bancos. Aunque
muchos, en este momento, entraron en bancarrota,
su protagonismo fue grande en tanto que eran
responsables, muchas veces, de asegurar el
cambio monetario. Eran regenteados por libertos
(Pasión y Formión, por ejemplo).
• Se generalizó la figura del préstamo marítimo
que se hacía a un comerciante (nauklerós) distinto
del propietario del barco para que pudiera realizar
un viaje de ida y vuelta con fines comerciales,
aunque podía arruinarse al no contar con seguro de
ningún tipo ante cualquier eventualidad.
• Generalización del fenómeno evergético, que
tendrá tanta importancia en el periodo helenístico.