El simbolismo en el arte
Aunque el simbolismo no es exclusivo de la literatura, sí fue mayoritariamente un
fenómeno poético. Aún así, simbolistas, cada uno a su modo, son el escultor francés Pierre
Rodín o, en España, el arquitecto Antonio Gaudí.
Autores del simbolismo literario
Los literatos que formaron el movimiento inicial en París y que se adhirieron a él sin
reservas son, entre otros: René Ghil, Stuart Merrill, Joris Karl Huysmans, el dramaturgo
Maeterlinck, Jules Laforgue, etc.
La gran mayoría de ellos no han dejado una obra de gran significación y, a la postre,
acabaron sucumbiendo (prisioneros y, a la vez, verdugos de una pose) a sus excesos,
dejando como legado, únicamente, el histrionismo de una actitud: la del bohemio que
reniega de la sociedad burguesa que permite, muy a pesar de ellos, su subsistencia
irónicamente aristocrática.
Unos pocos, sin embargo, no solo concibieron una obra viva sino que, además, fueron el
germen de los movimientos que surgirían después, vanguardias incluidas. Son Stephan
Mallarmé, Arthur Rimbaud, Paul Valéry y Paul Verlaine.
Características del simbolismo
Del romanticismo, se adopta el convencimiento de que el poeta es un creador de una
nueva realidad y no un mero imitador de las maravillas de la naturaleza. El artista, así,
elevado a una categoría casi semi-divina necesita de estados de conciencia alterados para
alcanzar la realidad que se encuentra más allá del mundo tangible.
Para ello se vale no solo de una imaginación desbordada sino también del ensueño y del
sueño, así como de los primeros esbozos de lo que ya se conoce como inconsciente,