Simplicidad y complejidad

.

1. SIMPLICIDAD Y COMPLEJIDAD
Las imágenes simples son las que son fáciles de interpretar, exigiendo poco esfuerzo de
atención y dedicación para su comprensión. Éstas son monosémicas, es decir, cuando no
dice más que el objeto al que representa. Aquí podemos observar ejemplos de imágenes
simples:







Las imágenes complejas por otro lado requieren más tiempo y atención del espectador
para su análisis y decodificación. Obligan al lector hacer un esfuerzo superior. Éstas son
polisémicas , es decir, además de representar un aspecto de la realidad, sugiere
significados más complejos.
Aquí podemos observar un ejemplo de imagen compleja.

2. El nivel de complejidad de una imagen va a estar estrechamente vinculado a los
siguientes aspectos:

- grado de iconicidad
- sentido abierto o cerrado de la representación.
- relaciones de los elementos entre sí.
- el contexto.
- la organización perceptual.

LA IMAGEN Y SU CONTEXTO
Contexto es un término que deriva del vocablo latino y que se refiere a todo contextus
aquello que rodea, ya sea física o simbólicamente, a un acontecimiento. A partir del
contexto, por lo tanto, se puede interpretar o entender un hecho.
El contexto está formado por una serie de circunstancias (como el tiempo y el espacio
físico) que facilitan el entendimiento de un mensaje.
Toda imagen está formada por una figura (o figuras) y un fondo, la figura adquiere
sentido por sí sola, pero además es ayudada por el fondo, esto quiere decir que la figura
está dentro de un contexto que puede complementar el sentido de la figura como puede
cambiarlo.
Figura y fondo interaccionan brindándole sentido a la imagen, una misma figura ubicada
en fondos distintos, esto es, en contextos distintos, puede cambiar su sentido.