La sinceridad es la cualidad de obrar y expresarse con verdad, sencillez y honestidad, sin fingimientos o segundas intenciones. Es una cualidad moral de gran valor. Se fundamenta sobre el respeto y el apego a la verdad como valor esencial en nuestra relación con los demás e, incluso, con nosotros mismos.
Una persona sincera es aquella que dice y actúa conforme a lo que piensa o cree. No tiene dobleces, ni intenciones ocultas, no busca intrigar ni perjudicar a nadie. Además, al ser sinceros, generamos confianza hacia nosotros y demostramos nuestra honestidad, eso sin contar que también nos permite proyectar que tenemos valor y personalidad.
Ejemplos de sinceridad 1. Aceptar cuando cometemos un error o equivocación y no culpar a alguien más por ello. 2. Reconocer los méritos ajenos y aun más si parecen propios. 3. Realizar lo que nos ordenan aunque no haya quien lo supervise. 4. Decirle de frente a una persona lo que se piensa de ella y no hablar a su ausencia. 5. Pagar las deudas aún sin que nos lo pidan.
6. Devolver a quien nos da dinero o algo de más sin darse que este se de cuenta. 7. Devolver el dinero o objetos que se encuentren y tengan dueño. 8. No engañar a la gente con publicidad engañosa. 9. Decir la verdad aunque cueste trabajo admitirla o nos cause consecuencias negativas en nuestra vida. 10.Siempre devolver lo que nos prestan aun cuando no nos lo hayan pedido.