ENCOMIENDA TRABAJO INDIGENA CAUSAS DE SU ORIGEN CARACTERISTICAS CARACTERISTICAS EN PROVINCIAS ARGENTINAS FIN DE LA ENCOMIENDA ZANASSI AZUL
Era más cómodo para el gobierno español preservar las organizaciones indígenas y ponerlas a producir y a tributar, que exterminarlas. La disponibilidad de españoles para el trabajo físico en las colonias era escasa y estaba afectada por el clima tropical, la organización económica y social, descansaba sobre la fuerza de trabajo indígena. Sin trabajadores, la tierra no tenía valor alguno, y el oro y la plata codiciados no se podían recoger. Sucedía que conforme a la voluntad de la Corona, los aborígenes de los reinos americanos debían ser súbditos libres, no sujetos a ninguna prestación forzada. Según este principio, los indígenas debían incorporarse al proceso económico en calidad de asalariados (no de esclavos). Por otra parte, la Corona deseaba la conversión a la fe cristiana de los aborígenes, por lo que se llegó al establecimiento de la institución de la Encomienda. A España le interesaba el oro y la plata más que nada, pero también lo era el conservar sometidos a los indígenas para el trabajo y fuente de tributos. CAUSAS DE SU ORIGEN
El encomendero era obligado a proteger y evangelizar a los indígenas. A cambio, percibía beneficios obtenidos del trabajo, que los estos realizaban. La encomienda fue una institución implementada durante la época colonial en América. Fue una de las principales, y más difundida, formas de empleo de la fuerza de trabajo de los indígenas americanos por parte de los españoles. Muy pocos indios se libraron de la misma. Establecía que un castellano, conocido como encomendero , tenía a su disposición un pueblo de indios con sus caciques para que le pagasen tributos y le sirvieran. La figura del cacique era muy importante porque solía ser el intermediario entre el encomendero y los indios, especialmente en la cuestión de los tributos. Encuadraba y organizaba a la población indígena como mano de obra forzada. Fue empleado por la Corona para recompensar a los que habían prestado servicios importantes, y contribuido a la conquista y, además, para fijar a la población europea en el continente. CARACTERISTICAS
La obligación del servicio personal permitía al encomendero emplear a los indios en el servicio doméstico de su casa y en un sinfín de tareas de ayuda, en las labores agrícolas y ganaderas, y hasta en las de tipo artesanal, especialmente en la rama textil. El tributo se destinaba al mantenimiento del encomendero y su familia, además de proporcionarle productos que podía vender. (metales, ropa, animales, maíz, trigo, etc…). Las prestaciones establecidas en la encomienda eran de dos tipos : el tributo y el servicio personal . Trabajos: Tareas domésticas. Tareas agrícolas. Auxiliares en las minas. Construcción. Transporte de mercancías. Al comienzo se dieron a perpetuidad, pero después sólo por 2 o 3 vidas, o sea la propia y la de 1 o 2 de sus herederos. Todo indígena varón que tuviera entre 18 y 50 años de edad, era considerado tributario, es decir estaba obligado a pagar un tributo al rey, en su condición de “vasallo libre” de la Corona de Castilla.
En Tucumán, se organizaron de distintas formas: traslados de personas o de pueblos enteros a las estancias ganaderas, peonaje indiano en las chacras trigueras, conformación de grandes encomiendas hereditarias, trabajos estacionales en las haciendas, etc. En Santiago del Estero se impuso una encomienda ‘‘mixta’’, en donde coexistieron los servicios tradicionales con la regulación de las prestaciones en trabajo por turnos (mita), junto con la supervivencia de los pueblos de indios y los servicios personales. Se destacaron en el hilado y el tejido, además de sus actividades en las explotaciones agropecuarias (vaquerías, recolección de grana, construcción, plantaciones de algodón, etc.). En Córdoba, se tendió a reducir a los indios para conseguir tierras para los encomenderos, y la especialización productiva se puede ver gracias al pago del salario a los peones indígenas en algodón, herraduras, caballos, especies y ropa de Castilla, destacándose junto con los encomendados (que no recibían salarios) en las grandes estancias ganaderas y en las chacras cerealeras de la región. CARACTERISTICAS EN LAS PROVINCIAS ARGENTINAS
La cuantía del tributo y los límites del servicio tardaron en ser regulados por las autoridades, por lo que quedaron al arbitrio de cada encomendero, dándose todo tipo de situaciones. La institución de la encomienda condujo a no pocos abusos, ya que en muchos casos encubría una esclavitud que legalmente estaba prohibida. Pero muy pronto se alzaron voces que denunciaron estos abusos. Entre los más activos críticos de la encomienda estuvieron Fray Montesinos y Fray Bartolomé de las Casas, que pudo llegar hasta el trono. En el año 1512, tras las denuncias de Montesinos sobre las primeras encomiendas, se promulgaron las Leyes de Burgos, que intentaron regular la institución y establecieron garantías para los indios, ordenando que debían recibir un trato justo, una retribución equitativa y que el encomendero tenía que cumplir la obligación de evangelizarlos. En los años sucesivos hubo que regular más y sobre nuevas situaciones de explotación. En 1527 se estableció la supervisión religiosa para la creación de nuevas encomiendas. Los religiosos debían determinar si a un grupo concreto de indios les beneficiaría entrar en una encomienda o no. FIN DE LA ENCOMIENDA
El más importante cambio de la situación jurídica de los indios llegó con las Leyes Nuevas de 1542. Los indios pasaron a ser plenamente súbditos de la Corona. Esta decisión provocó que se ordenara que no se creasen nuevas encomiendas y que las existentes se extinguiesen con el fallecimiento del encomendero. Quedaban suprimidas las encomiendas vinculadas a la Corona y la Iglesia. Se limitaron y disminuyeron los tributos que debían pagar los indios. Quedó prohibida cualquier tipo de esclavitud. Tampoco se podían imponer trabajos forzosos a los indios. El emperador se implicó en estos cambios y ordenó a los virreyes una especial atención para que se cumpliese la nueva legislación. En algunos lugares las encomiendas continuaron en el siguiente siglo, aunque con el tiempo entraron en decadencia y fueron abolidas definitivamente en el siglo XVIII.