Dos piezas boca abajo en Fuego( primera posición ) pueden indicar daño o castigo de 7 Rayos, accidentes
o desgracias por fuego y electricidad, carácter violento, tiránico. Dos piezas boca arriba en
Tierra( cuarta posición ) pueden referirse a un final feliz o resolución satisfactoria de una situación, victoria
justa, trabajo, esfuerzo coronado con el éxito. En conjunto, la letra es Budelele, respuesta
afirmativa, triunfo; persona muy trabajadora, fuerte y práctica, autoritaria, a veces violento y
puede ser terrible con sus enemigos, ambicioso, apasionado en el amor, hijo de 7 Rayos y/o Shangó.
Las posibilidades de este sistema son innumerables, partiendo de los 16 signos básicos de todas las
combinaciones posibles que se obtienen del orden en que caen las piezas( ++++, +000, +0+0,
00+0, etc, etc hasta llegar a 16 ) y combinándolos con los 5 Elementos( aire, agua, tierra, fuego y
espíritu ) y con los significados que se extraen si caen en el centro, sobre las flechas o fuera del
círculo, además de con las cinco combinaciones básicas( matuba, kisalu, budelele, nzanza y
kufwa ) y con las percepciones que experimente el brujo, le ofrecen a este último un amplio
abanico de interpretaciones, símbolos y ramificaciones para responder al consultante. Y aquí es
donde el lector piensa: "carajo, y cómo voy a saber elegir entre tantas posibilidades de
interpretaciones diferentes?", y la respuesta no es fácil: primero hay que estudiar mucho y no dejar
de hacerlo nunca; segundo es practicar, poner en práctica lo aprendido en consultas reales, sobre
problemas y personas reales y apuntar todo bien clarito en la libreta; tercero es prestando atención
a la propia intuición, escuchando a la voz interior, dejándote llevar por el flujo del universo; y
cuarto son los años, la experiencia de la vida, que es la maestra de todos los maestros.
Demás está decir que mientras mayor sea el conocimiento del brujo sobre estos métodos, signos y
posibilidades, mejor será su interpretación, su registro, su adivinación. Ese es el peligro de
consultarse con un palero que no domina suficientemente estos tratados, pues, aunque trabaje con
buenas intenciones, puede perjudicar a un consultante al hacer una lectura equivocada y recetar
remedios que, lejos de ayudar, lo que hacen es empeorar la situación. Así que a la hora de elegir un
padrino, no se guíen por sus modales, aspecto o por si parece buena persona o no, sino por su nivel
de consulta. La consulta o registro no solo sirve para que el brujo pueda conocer nuestra situación;
también funciona en sentido opuesto, ya que permite que el consultante pueda conocer el nivel del
brujo y así decidir si elegirlo como padrino y poner su salud y destino espirituales en sus manos.
Por eso es importante que el ngueyo conozca el funcionamiento de estos sistemas adivinatorios,
para que nadie le pueda hacer un cuento.