Sodoma y Gomorra

evangeliocompletohn 922 views 10 slides Nov 18, 2013
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About This Presentation

Iglesia de Cristo del Evangelio Completo, Ministerios Ebenezer: San Pedro Sula, Honduras.


Slide Content

Sodoma y Gomorra: Juicio a dos fortalezas
demoníacas de homosexualidad
Fernando Alexis Jiménez


Los rostros de hombres y mujeres en la ciudad se vieron
embargados por la angustia, y unos más gritaba a lo lejos mientras
corrían con desesperación de un lugar a otro. La tierra rugía desde
lo más profundo de sus entrañas. El cielo, otrora azul, con esa
degradación de color que hace rememorar el mar apacible en un
atardecer de verano, se quedó bañado por manchas de amarillo y
rojo intenso, fruto de la ebullición del azufre.
--El mundo se está acabando—gritaba un viejo desde la ventana de
su casa, junto a la muralla--. De nada servirá que intenten escapar
porque no llegarán a ningún lado…—, acompañando su afirmación
con la risa descontrolada de quien se acaba de ganar un premio en
una rifa para la cual jamás compró boleta.
Nadie le prestaba atención. Siempre pensaron que estaba loco, y
más ahora que no se inmutaba ante la cascada de bolas de fuego
que se precipitaban sobre el enorme caserío.
Como castillos de naipes, los muros se desplomaban, cerrando el
paso. El golpe seco de gigantescas antorchas, que ninguno sabía de
dónde provenían, apagaba los gritos de dolor que millares de
almas, literalmente incineradas en una pesadilla que no parecía
terminar.
Atravesando el enorme valle del Jordán, Lot y su familia se daban
prisa. No había tiempo que perder. Detrás quedaba la desolación.
―El juicio de Dios‖, le advirtió a su mujer y sus hijas, mientras
gruesas gotas de sudor perlaban su rostro. Su esfuerzo era
mayúsculo, más cuando no podía afirmar el bastón sobre el terreno
pedregoso y corría el peligro de caer en cualquier momento.
¡La hora del juicio había llegado! Aquél día, Satanás sufrió un
golpe bajo, porque una de sus más grandes fortalezas de
homosexualidad, Sodoma, fue arrasada por el fueg o al igual que
Gomorra y otras tres ciudades del valle del Jordán.
¿Fue real la destrucción de Sodoma y Gomorra?
Sodoma y Gomorra se ubicaban geográficamente al sur del Mar
Muerto. Además de estar en el extenso valle del Jordán, a su
alrededor se podían hallar enormes depósitosde asfalto, sal y
azufre. Estaban surcadas por una falla geológica—comprobada hoy
día por la sismología—, que atraviesa Arabá, el mar Muerto y cubre
el valle donde se construyeron.

Excavaciones
realizadas entre 1975 y 1979 prueban varias cosas: que las ciudades
además de que existieron, fueron destruidas en una conflagración,
ocurrida en el siglo XXI a.C. aunque especialistas de la
Universidadde Bristol, en Inglaterra, señalan que el incidente
específicamente tuvo ocurrencia el 29 de junio del año 3,123 a.C.
En el siglo XIX de nuestra era, el arqueólogo Henry Layard, halló
en las ruinas del palacio de Nínive, una tablilla circular de arcilla,
creada alrededor del 700 años antes de Cristo, que incluye un texto
escrito en caracteres cuneiformes. Hasta ahora nadie lo había
podido descifrar.
Investigadores de la Universidad de Bristol señalan que el objeto
registra lasobservaciones que realizó un astrónomo del sur de Irán
el 29 de junio del año 3,123 a.C., entre las que se encuentra la
trayectoria de un asteroide antes de impactar con la Tierra.
Este hallazgo no sólo podría explicar la leyenda de Sodoma y
Gomorra (ubicadas en algún lugar indeterminado de la región del
mar Muerto), sino que la trayectoria descrita por el astrónomo
hace más de cinco mil años sirve para responder al enigma del
desplazamiento de tierras que existe en Köfels (Austria).
Por su parte la BBC, publicó un informe según el cual el astrónomo Mark Hempsell
dijo que estaba seguro de que la historia de Sodoma y Gomorra estaba vinculada al
contenido de una antigua tablilla sumeria que data del año 700 AC, la cual contiene
las anotaciones hechas por un astrónomo de la temprana Edad de Bronce. El hallazgo
se hizo mediante la utilización de una nueva tecnología informática que permitió a los
investigadores evocar imágenes del cielo de hace miles de años atrás.
Los astrónomos indican que el asteroide habría emitido una columna de llamas de 400
grados centígrados que se volcó sobre el Mar Mediterráneo y brevemente tocó tierra
en algún lugar en el Levante mediterráneo, el Sinaí o el norte de Egipto.
Sodoma y Gomorr a: fortalezas de Satanás

Cuando vamos a las Escrituras encontramos que la perspectiva de
Dios frente a la homosexualidad, es que su práctica separa al
hombre de Su presencia. El apóstol Pablo en su carta a los
creyentes de Corintio fue claro al advertir: ―¿No sabéis que los
malvados no tendrán parte en el reino de Dios? No os dejéis
engañar, pues en el reino de Dios no tendrán parte los que cometen
inmoralidades sexuales, ni los idólatras, ni los que cometen
adulterio, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones,
ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los
tramposos.‖(1 Corintios 6:9, 10)
Observemos cuidadosamente la descripción que hace de los pecados
que traen juicio, entre otros: inmoralidades sexuales, adulterio y
homosexualismo. No, Dios no señala a los homosexuales. Él los
ama, lo que no ama es lo que hacen. Y más desde la perspectiva
cristiana, como observaremos a continuación, porque se trata de
una atadura demoníaca de la que se puede ser libre por el poder de
Jesucristo.
En su primera carta a Timoteo, el propio apóstol reafirmó el asunto
cuando escribió:―Sabemos que la ley es buena, si se usa de ella
conforme al propósito que tiene. Hay que recordar que ninguna ley
está hecha para quienes practican el bien. La ley está hecha para
castigar a los rebeldes y desobedientes, a los malvados y pecadores,
a los que no respetan a Dios ni a la religión, a los que matan a su
padre o a su madre, a todos los asesinos, a los que cometen
inmoralidades sexuales, a los homosexuales, a los traficantes de
esclavos, a los mentirosos y a los que juran en falso; es decir, a los
que hacen cosas que van en contra de la sana enseñanza. Y esta
sana enseñanza es la que se encuentra en el glorioso evangelio que
el Dios bienaventurado me ha confiado.‖(1 Timoteo 1.8-11)
De acuerdo con la enseñanza, la inmoralidad sexual y el
homosexualismo son prácticas ligadas a la desobediencia y la
rebeldía al Padre celestial, y que entendemos—como lo documenta
la propia Biblia—que son inclinaciones propiciadas por el propio
diablo, interesado en robar, matar y destruir al género humano, la
creación de Dios (Cf. Génesis 2:7, 8; 3:1-7; Juan 10:10 a)
Es evidente que al estimular un comportamiento inmoral, Satanás
alimentó en hombres y mujeres –como lo sigue haciendo hoy--un

comportamiento contra su propia naturaleza.

En su carta a los creyentes de Roma en el primer siglo, el apóstol
Pablo les refirió las razones y consecuencias de su comportamiento
licencioso:―Vemos que Dios manifiesta su ira castigando desde el
cielo a toda la gente mala e injusta que con su maldad impide que se
conozca la verdad. Lo que de Dios se puede conocer, ellos lo conocen
muy bien, porque él mismo se lo ha mostrado; pues lo invisible de
Dios puede llegar a conocerse si se reflexiona en sus hechos. Por eso
los malvados no tienen disculpa, pues aunque han conocido a Dios,
no lo han honrado como a Dios ni le han dado gracias. Al contrario,
han terminado pensando puras tonterías, y su necia mente se ha
quedado a oscuras. Decían ser sabios, pero se hicieron tontos, pues
cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes del hombre
mortal, e incluso por imágenes de aves, cuadrúpedos y reptiles. Por
eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Incluso sus
mujeres han cambiado las relaciones naturales por las qu e van
contra naturaleza; y, de la misma manera, los hombres han dejado
sus relaciones naturales con la mujer y arden en malos deseos los
unos por los otros. Hombres con hombres cometen actos
vergonzosos y sufren en su propio cuerpo el castigo de su
perversión. Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha

abandonado a sus perversos pensamientos, para que hagan lo que
no deben hacer. ‖(Romanos 1:18-28)
¿Hay juicio por la homosexualidad? Por supuesto. Pero ahora,
quien aviva esa manifestación pública de la sexualidad perversa es
el mundo de las tinieblas, que establece fortalezas de maldad en
ciudades como San Francisco y Los Ángeles, en los Estados Unidos
y Sao Pablo y Río de Janeiro, en Brasil, para mencionar sólo
algunos casos.
En esos territorios Satanás ha establecido grandes fortalezas
demoníacas que llevan a una aceptación de la inmoralidad y las
perversiones sexuales, entre las que se cuentan por supuesto, la
homosexualidad.
En los diarios se anuncian bares, saunas, clubes, tiendas y una
amplia variedad de negocios en los que se dan prácticas
homosexuales y lésbicas, sin mencionar la satisfacción de
perversiones como la bisexualidad, la prostitución y el intercambio
de parejas, con la anuencia incluso de autoridades locales. Un
comportamiento otrora anor mal y carente de respeto a los demás—
porque ya no ocultan su condición sino que hasta se sienten
orgullosos de ella—que va en contravía de principios y valores.
¿Una eventualidad cósmica o juicio de Dios?
Satanás es hábil para vendernos el pecado. Una demostración
gráfica la hallamos en la decisión que tomaron Abraham y Lot de
separarse, a raíz de las discusiones permanentes entre sus pastores
de ganado. Abraham le abrió a su sobrino Lot la posibilidad de
escoger el territorio y ―Lot miró por todo el valle del río Jordán y
vio que, hasta el pueblecito de Sóar, el valle tenía bastante agua y
era como un gran jardín. Se parecía a Egipto. (Esto era así antes de
que el Señor destruyera las ciudades de Sodoma y
Gomorra.) Entonces Lot escogió todo el valle del Jordán, y se fue al
oriente del lugar donde estaban. De esta manera, Abram y Lot se
separaron. Abram se quedó en Canaán, y Lot se fue a vivir a las
ciudades del valle, cerca de la ciudad de Sodoma, donde toda la
gente era mala y cometía horribles pecados contra el
Señor.‖(Génesis 13:10-13, Dios habla hoy)
La escogencia de Lot, estimulada más por la ambición que producto
de la dependencia de Dios en la toma de decisiones, lo llevó a
Sodoma ―donde toda la gente era mala y cometía horribles pecados
contra el Señor.‖.
Dos aspectos sobre los que deseo llamar su atención: el primero,
que toda conducta pecaminosa es revestida por el diablo de una
cubierta atrayente, como las nueces bañadas de chocolate, y el
segundo, que una vez Lot llegó a Sodoma, quedó envuelto en la
venda que pone nuestro enemigo espiritual sobre aquellos que caen
en sus redes.
Conozco muchas personas honestas, trabajadoras, solidarias,
inteligentes e incluso, comprometidos con sus comunidades.

Profesan la condición homosexual o lésbica y defienden su opción.
Incluso aseguran que Dios no tiene razón al juzgarles porque ellos
también son sus hijos. Justifican su inclinación con mil argumentos
y prefieren alejarse de todo cuanto les suene a compromiso
cristiano.
Como consecuencia de su pecado, Dios trajo juicio sobre Sodoma y
Gomorra. No fue una eventualidad cósmica, como pudo enterarse a
tiempo Abraham: ―Así que el Señor le dijo: –La gente de Sodoma y
Gomorra tiene tan mala fama, y su pecado es tan gra ve, que ahora
voy allá para ver si en verdad su maldad es tan grande como se me
ha dicho. Así lo sabré.”(Génesis 18:20, 21, Dios Habla Hoy)
No, el asunto de la homosexualidad no fue para Dios algo
superficial. Por el contrario, señaló que era ―grave su pecado‖. Esas
ciudades del valle del Jordán se habían convertido en fortalezas de
Satanás, donde reinaba la inmoralidad sexual. Sólo vivían par a
satisfacer sus deseos. ¿Qué decir de nuestras ciudades?

Ahora, una pregunta apenas obvia: ¿Por qué no ha venido juicio en nuestro tiempo
pese al crecimiento exponencial de la perversidad? Por el inmenso amor de Dios que
nos abre las puertas al arrepentimiento, para recibir perdón y reemprender una

nueva vida (Juan 3:16; Apocalipsis 3:20). Si desechamos Su infinita misericordia, no
queda otra expectativa que el juzgamiento, como enseña la Biblia: “Porque si
seguimos pecando intencionadamente después de haber conocido la verdad, ya no
queda más sacrificio por los pecados. Solo queda la terrible amenaza del juicio y del
fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios.…‖(Hebreos 10.26, 27,
Dios Habla Hoy)
Y en el caso de Sodoma y Gomorra, vino juicio. La
Biblia documenta este acontecimiento de alcance universal de la
siguiente manera: ―Cuando ya había amanecido y Lot había
llegado a Sóar, el Señor hizo llover fuego y azufre sobre Sodoma y
Gomorra; las destruyó junto con todos los que vivían en ellas, y
acabó con todo lo que crecía en aquel valle. Pero la mujer de Lot,
que venía siguiéndole, miró atrás, y allí mismo quedó convertida en
una estatua de sal. Al día siguiente por la mañana, Abraham fue al
lugar donde había estado hablando con el Señor; miró hacia
Sodoma y Gomorra, y por todo el valle, y vio que de toda la región
subía humo, como si fuera un horno. Así fue como Dios destruyó las
ciudades del valle donde Lot vivía; pero, acordándose de Abraham,
sacó a Lot del lugar de la destrucción.‖(Génesis 19:23-27, Dios habla
hoy)
Le invito a tomar nota del siguiente hecho: Dios sacó a Lot y su
familia, pero juzgó a todo un pueblo que se había convertido en una
fortaleza de Satanás. ¿Tuvieron oportunidad de ser salvos? Por
supuesto. Lot, que vivía entre ellos, marcaba la diferencia frente al
comportamiento licencioso que le rodeaba. Tanto así que ellos le
rechazaron directamente cuando le dijeron : ―–¡Hazte a un lado!
Solo faltaba que un extranjero como tú quisiera mandar sobre
nosotros. ¡Pues ahora vamos a tratarte peor que a ellos! ‖(Génesis
19: 9)
Pudieron ser salvos del juicio, pero el mundo de las tinieblas les
tenía atados, ciegos ante la realidad y consecuencias del mal en que
estaban inmersos.
La homosexualidad: ¿enfermedad o atadura demoníaca?
Hace pocos días un amigo sicólogo me relató el caso de un
adolescente con comportamiento homosexual que se daba a la
tarea de seducir personas adultas. ―Termina involucrándolos con
él; considera que es algo inevitable‖, me dijo.
Los padres del chico, concientes del problema, justificaban el hecho
asegurando que era una enfermedad.
Cabe aquí la pregunta de si la homosexualidad es una enfermedad o
una atadura demoníaca. Tema controversial, sin duda. Le invito
para que miremos algunos elementos que nos ayudarán a despejar
el interrogante.
La revista científica ―Archives of Sexual Behavior‖(Aarchivos de
comportamiento sexual) en octubre del 2003 publicó un estudio del
especialista Robert L. Spitzer, quien asegura a través de numerosos

casos médicos asegura que la homosexualidad es una enfermedad y
puede curarse.
El estudio fue presentado en el 2001 en el Congreso de la Asociación
PsiquiátricaAmericana, luego de que Spitzer se retractara de la
postura que lo hizo impulsar en 1973 el retiro de la homosexualidad
de la lista de desórdenes psiquiátricos. La investigación –basada en
más de 200 casos entre pacientes americanos, canadienses y
europeos– explica cómo los hombres y mujeres homosexuales son
capaces de ser ―predominantemente heterosexuales‖ luego de una
psicoterapia ofrecida en su gran parte por organizaciones
religiosas.
Según el Dr. Spitzer –profesor de psiquiatría en la Universidad de
Columbia en Nueva York–, aunque la mayoría de homosexuales se
declaran seguro de sus preferencias sexuales, otro grupo preferiría
adoptar un estilo de vida heterosexual.
―Considero que las personas que se sienten angustiadas por su
homosexualidad tienen todo el derecho de llevar a cabo esta
terapia‖, afirmó el experto y agregó que ―en algunos de los sujetos,
los reportes de cambio en la orientación sexual fueron sustanciales
y creíbles‖. Los 200 pacientes que participaron en el estudio –143
hombres y 57 mujeres -- provinieron principalmente de Estados
Unidos y Canadá, pero otros de Europa.
Según el psiquiatra, ―Este estudio nos da evidencia de que hombres
y mujeres homosexuales son capaces de cambiar su orientación
sexual. Casi todos los participantes manifestaron cambios
sustanciales en su orientación, y no sólo en una supuesta ‗actitud‘‖.
¿Una mayoría homosexual?
La creciente comunidad homosexual a nivel mundial asegura que
constituyen el 10% de la población mundial, fundamentados en los
estudios del Dr. Alfred C. Kinsey. Kinsey, que no era psiquiatra ni
psicólogo ni sexólogo, sino profesor de biología y experto en la
clasificación de insectos de la Universidad de Indiana, se dedicó por
su propia cuenta a "investigar" la sexualidad humana llegando a
muy dudosos resultados como el de la tasa porcentua l de
homosexuales y lesbianas en el mundo.
No obstante encuestas hechas con volúmenes significativos de
personas en EE.UU., Canadá, Gran Bretaña, Francia, Noruega,
Dinamarca y otras naciones, muestran un cuadro de experiencias
homosexuales de un 6% o menos , y de una incidencia
exclusivamente homosexual de un 1% o menos.
El ejemplo más completo es el de una encuesta llevada a cabo por el
Buró del Censo de los EE.UU. desde 1988, para el Centro Nacional
de Estadísticas sobre Salud del Centro para el Control de las
Enfermedades. El sondeo de opinión, que cubrió unos 10,000
sujetos trimestralmente, sobre "Conocimientos y Actitudes Acerca
del SIDA", incluyendo su comportamiento y conocimientos del tema
desde 1977, arrojó los siguientes resultados:

Sólo el 3% manifestó haber tenido un comportamiento homosexual
esporádico.
Sólo el 1,5% de las mujeres respondió afirmativamente en cuanto a
esta inclinación sexual.
Una encuesta nacional mostró que 2,4% de los votantes en las
elecciones presidenciales del 1992 en los Estados Unidos se
describieron como homosexuales.
Científicamente no existe el primer estudio serio que determine que
el comportamiento homosexual está en el ADN de cada individuo.
No se nace con el ―gen‖ de la homosexualidad, como lo aseguraba el
genetista del Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos,
Dean Hamer, en 1993. Señalaba una región del cromosoma X como
probable localización de un gen determinante de la
homosexualidad en los varones.
Un equipo dirigido por el profesor George Rice, de la
Universidad de Ontario Occidental, en los Estados Unidos, repitió el
experimento con otros sujetos y no ha hallado indicio alguno del
supuesto gen. Los resultados fueron publicados en la revista
Science en la edición del 23 de abril de 1999, luego de un año de
pruebas y análisis.
Nos asalta entonces una pregunta: Si el ser humano no nace con un
comportamiento homosexual determinado y científicamente está
descartado que sea una enfermedad, ¿qué es entonces?
En los pasajes analizados al comienzo del Estudio se documenta
que se enmarca en la categoría de atadura demoníaca. Forma parte
del conjunto de hábitos y prácticas que se enmarcan dentro de la
inmoralidad y perversidad sexual, y se les abre puertas mediant e
varios factores desencadenantes: consulta y lectura de material con
contenido pornográfico, participación consciente e inconsciente en
actividades ocultistas e incluso, a través de una línea de
contaminación espiritual trasmitida de generación en generac ión.
¿Es posible ser libres del homosexualismo?
En una sociedad en la que hay ministros que se proclaman
de iglesias cristianas que promueven el homosexualismo, el
lesbianismo y las aberraciones como un comportamiento aceptado
por Dios, es comprensible que se rotule a creyentes comprometidos
con Jesucristo, como fanáticos. Yo mismo he sido incluido en esa
categoría, pero para ser sincero, no me preocupa.
Es importante que las personas que por años han estado inmersas
en las perversiones sexuales y pese a sus esfuerzos no hayan podido
ser libres, vuelvan su mirada al Señor Jesucristo. Él es quien rompe
toda atadura al mundo de las tinieblas: ―Jesús dijo a los judíos que
habían creído en él: –Si os mantenéis fieles a mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; conoceréis la verdad, y la verdad
os hará libres. Ellos le contestaron: –Nosotros somos descendientes
de Abraham y nunca fuimos esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú que
seremos libres? Jesús les dijo: –Os aseguro que todos los que pecan

son esclavos del pecado. Un esclavo no pertenece para siempre a la
familia, pero un hijo sí pertenece a ella para siempre. Así que, si el
Hijo os hace libres, seréis verdaderamente libres.‖(Juan 8:31-36)
¿Es posible entonces ser libres? Por supuesto que sí. Es importante
que la persona reconozca su condición; segundo, que asuma el que,
aunque lo ha intentado muchas veces, no logrará el propósito de
escapar del homosexualismo, el lesbianismo o cualquier per versión
sexual en sus fuerzas; tercero, que le abra las puertas de su corazón
a Jesucristo y cuarto, que renuncie—en oración—a toda relación
con prácticas inmorales. Son pasos fundamentales hacia la libertad
en Jesucristo.
Hay una nueva vida de libertad para vivirla, como anotó el apóstol
Pablo: ―Así podréis portaros como deben hacerlo los que pertenecen
al Señor, haciendo siempre lo que le agrada, dando frutos de toda
clase de buenas obras y llegando a conocer mejor a Dios.Le
pedimos que con su glorioso poder os haga fuertes; así podréis
soportarlo todo con mucha fortaleza y paciencia, y con
alegría daréis gracias al Padre, que os ha preparadopara recibir en
la luz aquella parte de la herencia que reserva a quienes pertenecen
al pueblo santo. Dios nos ha librado del poder de la oscuridad y nos
ha llevado al reino de su amado Hijo, por quien hemos recibido la
liberación y el perdón de los pecados..‖(Colosenses 1:10-14)
La decisión de permanecer atado por Satanás a la inmoralidad y
perversión sexual, en cualquiera de sus manifestaciones, es suya y
nada más que suya. Comience una existencia renovada. ¿De qué
manera? Recibiendo a Jesucristo en su corazón como único y
suficiente Salvador.
Es muy fácil. Basta que allí donde se encuentra, en oración, le
diga: ―Señor Jesucristo, reconozco que he pecado, y que en mis
fuerzas, me resulta imposible cambiar. Te recibo en el corazón
como mi único y suficiente Salvador. Has de mi la persona que tú
quieres que yo sea. Amén‖
Lo felicito por esta decisión. Es la mejor que puede hacer toda
persona. Ahora tengo tres invitaciones para usted: la primera, que
haga de la oración un principio de vida diaria; la segunda, que
lea la Biblia. En ella aprenderá principios sencillos y prácticos que
le ayudarán en el proceso de crecimiento personal y espiritual, y
por último, comience a congregarse en una iglesia cristiana. ¡Su
vida es distinta desde hoy!
Si tiene alguna inquietud, por favor no deje de comunicarse al
(0057)317-4913705 o escríbame a [email protected]
© Fernando Alexis Jiménez
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